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Capítulo 24 ♡

  ✨A L I C I A ✨

Pienso una manera de decirle está noticia a Axel. Por más que pienso no me convencen las miles de escenas que invaden mi cabeza. Quiero que ese día sea especial, el mejor momento para ambos. Quiero ver su mirada de felicidad al darle la noticia. Quiero dejarlo sin palabras.

Sin embargo, pasan los días y no me atrevo a decirle nada y cada día es peor. Cada vez que Axel me besa o me observa, siento que ya lo sabe o al menos, sospecha. Los nervios me invaden mezclados con la culpa.

Debo decirle está noticia a Axel antes que lo descubra y no por mí.

Pienso en una cena romántica, una cena en un restaurante sin embargo, tal idea no me convence. Quiero algo más íntimo y sencillo. Solo nosotros dos. Le he pedido consejos de Ana, tales son sus palabras: Dale la noticia en cualquier momento.

Niego y paso a la siguiente página del libro que me encuentro leyendo. Sin embargo, no le presto mucha atención, poco comprendo y debo leer cada párrafo dos veces o me pierdo dónde iba.

Frustrada cierro el libro y recargo mi cabeza en el respaldo del sillón.

Pensé que estar sola en casa me ayudaría a pensar una manera o planear algo cuando no es así.

No obstante, una llamada entrante interrumpe mis pensamientos.

Me inclino un poco, dejo el libro a un lado de mi y tomo mi celular de la mesa de centro.

—Hola Ana —espeto al ver su nombre agendado en la pantalla de mi celular : alías prima favorita. Llevo el celular a mi oído.

¡Prima! ¡Dime que ya se lo has dicho!

Suspiro y guardo silencio.

—¿Ali? ¿Sigues ahí? Soy capaz de ir a tú casa para saber los detalles.

—No es necesario Ana, aún no le he dicho la noticia.

—¿Prima que esperas? ¿A qué su bebé nazca y se lo presentes como suyo?

Ruedo los ojos ante tal exageración de mi prima.

Ana, un embarazo no se puede ocultar. Por supuesto que no esperaré hasta tal punto. En meses, Axel sospechará.

—¡Exacto! —alejo un poco mi celular de mi oído— ¡Tienes que decirle ya!

—No es fácil Ana —muerdo mi labio inferior—aun no encuentro el mejor momento.

Obtengo su silencio.

Ali, sé como te sientes. Son excusas porque tienes miedo de su reacción. Axel te ama y te va a apoyar. No le des tanta importancia a un momento especial cuando cada día con él, lo son. Créeme, el momento que le digas la noticia, ese será especial para él, para ambos.

Estoy por responderle cuando escucho la puerta ser abierta.

—Axel acaba de llegar, después te llamó.

—¡Dile ya!

Es lo último que escucho de Ana apenas termino de colgar la llamada y me pongo de pie.

—Hola amor —escucho a Axel decir, me volteo un poco bajando mi celular mientras él se acerca a mí.

—Hola, ¿cómo te fue en la empresa?

—Demasiado trabajo, por suerte la semana que viene, Alan regresa a trabajar. Será mas fácil.

Axel deja su maletín sobre el sillón, se desabrocha los tres primeros botones de su camisa y pasa sus manos por su rubio cabello que hace un instante, estaba perfectamente peinado.

—Extrañaba mi hogar, te extrañaba a ti.

Se acerca a mí y me besa dejando ambas manos en mis mejillas. Enseguida se aleja y con una sonrisa, se deja caer al sillón.

>Este es el momento, Alicia<

Lo observo con atención, Axel se recarga en el sillón.

—Estoy muy cansado, incluso me duele la cabeza.

Desecho esa idea.

>No es el mejor momento<

—¿Quieres algo? Te traerá una pastilla.

Estoy por voltearme cuando siento su mano en mi brazo que me obliga a regresar a mi posición inicial.

—Ali, espera. No te pregunté ¿cómo estás?

Me tenso al instante.

—Yo... yo estoy bien.

Axel confundido me observa.

—Amor, me llamaste diciéndome que saldrías de la librería más pronto, que no pasará por tí y es raro porque pasé por ahí y la librería aún estaba abierta.

Me libero de su agarre, no quiero que note mis manos nerviosas.

—Tatiana me dió el día libre.

—¿Te sentiste mal?

Recibo esa preocupación en su mirada.

—No, solo quería regresar a casa —paso saliva— iré por tu pastillas.

Sin esperar su respuesta, corro hasta la cocina. Al llegar, suelto un suspiro.

Enseguida me adentro y busco entre los cajones alguna pastilla sin embargo, me doy cuenta que estoy en la cocina y tales pastillas están en nuestra habitación.

—Ali, ¿debería preocuparme por tu extraño comportamiento?

Doy un sobresalto al escuchar su voz. Me volteo logrando ver a Axel recargado en el marco de la puerta.

—Haz estado muy rara.

Pienso una excusa, me acerco a él y enseguida lo tomo de la mano y lo adentro a la cocina.

—Estoy bien —intento decir con seguridad—es solo que te extrañaba.

Axel me sonríe.

No lo pienso un instante y lo beso con desesperación. Siento sus manos en mi cintura.

—Tus besos mejoran mís días —me dice al cortar el beso.

Admiro esos ojos azules al verme fijamente.

—¿Podemos ir a la habitación?

Axel sonríe divertido.

—¿Qué pretende señora Navarro?

—Axel —lo veo con seriedad— solo quiero mostrarte algo.

>Es ahora o nunca<

—Vamos

Sonrío y sin soltarlo, me lo llevo conmigo hasta salir de la cocina y ir juntos hasta la habitación.

>Tranquila Alicia<

Apenas entro a la habitación y ya me encuentro más nerviosa que antes.

Suelto a Axel y avanzo unos pasos.

No me gusta como me observa, no me gusta que vea por toda la habitación. Tengo miedo que descubra la prueba cuando yo la oculté muy bien aquí.

—Axel —muerdo mi labio inferior y muevo mis manos nerviosa— hace días, exactamente hace cinco días...

Guardo silencio notando su mirada atentamente en mi.

—¿Si? ¿Qué pasa Ali?

Lamo mis labios y suspiro.

—Tuvimos una plática, sobre marcar distancia. —digo, miento cuando no era lo importante que quería decirle.

—Y la he respetado, me has castigado.

Asiento.

—Quiero estar contigo Axel —emito y me acerco a él. Enseguida lo beso con desesperación y coloco mis manos en sus hombros. Él se acopla a mi ritmo y me hace retroceder hasta llegar a la cama.

—Amor, espera —me molesto cuando él corta el beso. Ahora sé lo que se siente y Axel lo disfruta. —quiero que estés segura.

—Completamente

Lo veo directo a los ojos.

Mi cabeza crea un plan. Sin embargo no sé que paso dar primero: Darle la noticia y después entregarme a él o viceversa cuando es justo lo que estoy haciendo.

—Te amo

Medio sonrío y lo beso.

Con delicadeza Axel me besa, lentamente tomo asiento en la cama sin cortar el beso y sentir sus manos en mi cintura. Poco tiempo después, sus manos se encargan de alzar mi blusa hasta lograr quitármela. Imito su acción, con rapidez y de forma torpe desabrocho su camisa hasta lograr quitarsela.

—Axel —muerdo su labio inferior. Corto el beso y suelto una risita al verlo desesperado. No miento, estoy igual o peor que él— creí que estabas cansado y te dolía la cabeza.

—Tú eres mi cura —me vuelve a besar.

Esta vez me acuesto en la cama. Axel enseguida se coloca sobre mí, entre mis piernas mientras estás las enrredado alrededor de su cintura. Sin dejar caer todo su peso, se apoya con sus manos y  aumenta el ritmo de nuestro beso. Sin evitar, deslizo mis manos por su espalda. Suelto un jadeo inevitable y Axel corta el beso.

Desde mi posición, lo veo divertida.

Axel se inclina un poco, me observa divertido y aparta la vista de mí.

—¿Que buscás? —le pregunto al girar mi cabeza y ver que busca en el primer cajón de buró.

—No seré más irresponsable Ali, debemos cuidarnos.

>Demasiado tarde<

Escucharlo me hace sentir peor y recordar eso.

—Axel, ya no es necesario. —mi voz sale débil.

—Lo es Alicia.

—Axel —lo obligo a verme— no te preocupes, no quiero que uses protección —él enarca una ceja— no está vez. Te prometo, que tomaré la pastilla.

Muerdo mi labio inferior.

Axel deja de verme y cierra el cajón. Regresa la vista en mi.

—Me confundes Ali...

Lo beso interrumpiendolo.

—Lo siento —él me sonríe divertido— no me pidas una explicación ahora, solo quiero que esto pase. —lo atraigo más a mí y deslizo mis manos por su espalda lentamente— quiero disfrutar este momento.

Axel asiente y me besa esta vez sin mencionar palabra. Continúa mientras se dedica a desabrochar el botón de su pantalón. Le ayudo, el resto de nuestra ropa comienza a sobrar, ambos nos deshacemos de ella hasta entregarnos con amor y deseo, mutuamente.

(...) Al Día Siguiente...

Me cuesta abrir los ojos, moverme al sentir el brazo de Axel rodear mi cintura. Logro abrir los ojos y bostezo.

>Que noche<

Recuerdo que pasó una vez. Después, bajamos a cenar y después, volvió a pasar y en ningún momento, me atreví a decirle la verdad.

No obstante, mi celular comienza a sonar. Me quejo y con dificultad, logro tomarlo. Siento a Axel quejarse y moverse en la cama.

Veo en la pantalla una llamada entrante de Ana.

Dudo un instante y termino por colgar. Enseguida le escribo: Prima, no puedo atender tu llamada, Axel está conmigo. Aún no le he dicho y no me insistas.

Presiono el envíar y se envía el mensaje.

>No debí decirle nada a Ana>

—Ali

Dejo el celular sobre el buró y me doy la vuelta viendo a Axel recién despierto.

—Buenos día.

—Buenos días —su mano se coloca en mi cintura y me acerca más a él— ¿Quién era?

—Ana, quiere que nos reunamos un día de estos. Ya le escribí que cualquier día de la semana pero no esté fin. Quiero pasarlos contigo.

Axel me sonríe.

—Hoy es domingo, ninguno trabaja ¿Te parece un día especial?

>Día especial<

>Hoy será el mejor momento para decirle la noticia a Axel<

—Me...me parece bien.

Me inclino un poco y lo beso.

—¿Qué quieres hacer?

—Ali no me preguntes eso ahora —emite divertido y besa mi hombro descubierto.

—¡Axel! —le doy una mala mirada y sujeto la sábana con fuerza evitando que caiga.

—Quiero decir que decidas tú.

Axel se inclina y besa mi frente.

Enseguida se aleja y él se incorpora en la cama.

—Podemos ver una película, leer o salir al jardín.

Axel bosteza y gira a verme.

—Me parece bien pero antes a desayunar.

Ambos reímos y me incorporo en la cama. Me acerco a él y lo beso.

—O después de esto —murmura él entre el beso y me obliga a acostarme en la cama, Axel sobre mi mientras seguimos una guerra de besos.

Horas después...

—Axel, no tan rápido. —le digo mientras me dejo llevar por él hasta el jardín. Él deja de correr y camina tranquilamente mientras lo sigo.

—Es un bonito día.

Asiento de acuerdo.

>Lo será mejor Axel< Pienso

Nos detenemos al llegar a la pequeña mesa de jardín. Ambos tomamos asiento quedando frente a frente.

—Hace un momento, mencionaste que tenías algo muy importante que decirme.

Paso saliva

—Asi es, lo será cuando estemos en la piscina —desvio mi vista mientras la admiro, repasando en mi cabeza, mi plan.

—De acuerdo, vamos entonces.

Regreso la vista en él, Axel se pone de pie.

—No, así no. Antes debemos cambiarnos. Necesito mi traje de baño.

—Tienes razón, iré por ellos —Axel se acerca a mí, se inclina y apoya sus manos en el antebrazo de la silla— ¿Cuál prefieres?

Lo veo divertida.

—Elige tú

—¿Segura?

Asiento

Axel sonríe ampliamente.

—Quisiera verte con el rojo puesto, te verás muy sexy —emite con voz grave causando solo mi rubor— aunque el de tono rosa, convina con tu tono de piel. Con todos te ves hermosa Alicia.

Antes de darle una respuesta, Axel me besa y se aleja enseguida.

—Ahora regreso

Asiento y él se endereza. Lo veo caminar por el jardín hasta entrar a la casa.

Suspiro y me inclino recargando mi mano en la mesa.

>Estoy lista para decirle de mi embarazo<

  • A X E L •
Estoy ansioso por entrar a la piscina con Alicia. Nervioso y emocionado y es que siempre lo estoy si ella está cerca. Me gusta pasar tiempo con ella, disfrutar y tener estos momentos con ella, para ambos olvidándonos por un momento, todos los problemas, entre ellos; Valeria.

Sin embargo, me obligo en no pensar en Valeria y más ahora que no hemos sabido de ella. No nos ha molestado y así prefiero que siga.

Me dedico a subir los escalones deprisa. No quiero hacer esperar a Alicia.

Al llegar a nuestra habitación, entro y cierro la puerta.

No evito recordar lo que acaba de pasar en esa cama horas atrás. Si era una tortura ese supuesto castigo, esa distancia que marcó Alicia. No la culpo, ella tiene razón y es que últimamente, cualquier beso termina en algo más íntimo entre ambos. Me es difícil resistirme a Alicia Mendes.

Además, me gusta esa nueva versión de ella, muy valiente y sexy.

Suspiro, paso mis manos por mi rubio cabello y me acerco a la cama. Enseguida me desabrocho mi camisa, botón por botón hasta lograr por quitármela y la lanzo sobre la cama. Me dirijo al armario de Alicia cuando mi celular suena en una notificación de mensaje de WhatsApp y me detengo a la mitad del camino.

Suspiro y saco mi celular de mi bolsillo viendo un mensaje de Alan. Enseguida entro en el chat alías Alan mi imbécil amigo  y veo un mensaje de él como saludo junto a una foto de su hija.

No evito sonreír al ver la foto de la pequeña Estefany.

Últimamente, desde que su hija nació, Alan sabe como presumirla. Suele mandarme mensajes con fotos de ella. Cada cosa que su hija hace, lo captura. Se nota lo emocionado que se encuentra al tenerla y cargarla en sus brazos.

Hasta el momento, Alan a demostrado ser un buen padre para Estefany.

Me envía otra foto, en ella sale la bebé vestida con un trajecito de conejita. Otra donde sale enojada y es realmente tierna.
Sigo bajando viendo las siguientes fotos hasta ver una foto de Alan con ella. Una selfie donde señala a su hija. Veo con detenimiento esa foto. Incluso hago zoom al ver algo en la mano de la pequeña Estefany. Veo claramente una pequeña hoja entre sus manos que sostiene donde tienes escrito: Hola imbécil tío Axel

No evito reír y rápido le escribo a Alan.

Bro, deja de usar a tú hija
para eso. Eres un imbécil Alan

Salgo del chat, les enseñaré estás fotos a Alicia después. Ella adora a esa niña y los primeros días que fuimos a visitarlos en su casa y ver a Estefany, Alicia se negó a cargarla.

De hecho, a estado muy rara últimamente. Lo he notado sin embargo, no la presiono aunque la preocupación crece.

Termino por guardar mi celular en mi bolsillo y me acerco a su armario. Abro el cajón y busco entre su ropa interior.

>Soy su esposo, lo más normal del mundo. Además, ella dió su autorización<

>Axel eres un acosador con todas sus letras<

>Cállate mini Axel<

Meneo la cabeza y comienzo a buscar. Dudo al ver el rojo y el rosa.

Finalmente, me decido por el rosa y guardo el rojo en su lugar sin embargo, escucho algo moverse entre todas sus prendas. Dejo el otro traje de baño sobre todos y busco más al fondo hasta tomar algo entre mis manos y verlo con mis propios ojos.

Me congelo al instante al ver una prueba de embarazo y más al ver el resultado positivo.

Paso saliva y me cuesta asimilar lo que veo y lo que enseguida, comprendo.

>Alicia está embarazada<

[En ese preciso momento]

  • A L I C I A •
Axel ya tardo demasiado. No puedo esperar ni un minuto más cuando las ganas de entrar a la piscina y nadar juntos, me invaden y más cuando en ese momento, le voy a revelar lo que tanto le he ocultado.

Desvío mi vista en espera a que regresé. Sin embargo, Axel no regresa.

>¿Tan difícil le es elegir un traje de baño para mí?

De pronto, borro mi sonrisa.

—No, no, no, —rapido me levanto al recordar donde escondí la prueba de embarazo. Justamente en el cajón donde está toda mi ropa interior —¡No!

Enseguida avanzo a pasos apresurados.

—Axel no puede enterarse así —me digo a mis misma mientras entro a la casa y me dirijo a las escaleras.

>Genial Alicia, prácticamente lo mandaste a la sorpresa<

>Cállate mini Alicia<

Me olvido de mi conciencia interna y subo deprisa las escaleras.

Fue el único lugar que se me ocurrió esconderla. Por un momento pensé en el buró entre mis libros sin embargo, Axel suele leer y pedirme prestado alguno o leer juntos.

Ahora me arrepiento de haberlo mandado, sin embargo en este instante estaba embobada por él para pensar en eso.

Al llegar a la habitación, rápido abro la puerta y me doy cuenta que es demasiado tarde al ver a Axel con la prueba en su mano derecha.

—A... Axel —balbuceo.

Él gira a verme, se voltea por completo sin soltar la prueba. No hay felicidades en su mirada, no hay sorpresa o enojo. De hecho, no puedo descifrar su mirada al verlo muy seriamente.

—Axel, te lo puedo explicar. —digo y cierro la puerta detrás de mí y me adentro tres pasos.

—Estas... embarazada —no descifro si lo dijo cómo pregunta o sorpresa.

Sin embargo, me limito a asentir.

—Esta no era la forma que quería que te enteraras.

—¿Desde cuándo lo sabés? ¿Desde cuándo... me lo ocultas?

—Axel —muerdo mi labio inferior y doy un paso adelante. En todo momento le sostengo la mirada— desde hace tiempo sospechaba y hace días, justo cuando Estefany nació, en el hospital lo comprobé. Te juro que quería decirte pero no encontré el mejor momento.

Axel niega y con pasos lentos toma asiento en la cama. Agacha la vista y observa la prueba fijamente.

—Solo escúchame Axel y te diré absolutamente todo.

Axel alza la vista y asiente.

—Ya es demasiado tarde para decirme tú está noticia Alicia —lame sus labios— pero aún así, quiero escucharte.

Siento el nudo en mi garganta. Las ganas de llorar y me siento peor.

Esto no estaría pasando si le hubiese dicho la noticia antes. Si no hubiera esperado tanto, si me hubiera animado a hacerlo. Porque definitivamente, está no es la manera, el momento o escena que imaginé.

Nota de autora:
Pobre de Alicia, no sé porque me diverti escribiendo esta escena. Lo siento Alicia, tu escritora es mala. Que vergüenza ¿no? Pronto sabrán que continua en el siguiente capítulo 👉⭐❤️

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