Capítulo 23 ♡
+Semanas después +
✨A L I C I A ✨
No dejo de besar a Axel mientras ambos salimos del baño y con pasos apresurados nos dirigimos a la cama sin cortar ese apasionado beso. Siento sus manos aferrarse en mi cintura y por mi parte en sus hombros, ladeo un poco la cabeza y continúo el beso hasta hacerlo retroceder cada vez más.
Axel termina por llegar a la cama, lo obligo a sentarse, fácil lo logro y dejo de besarlo. Enseguida me acomodo entre sus piernas y vuelvo a besarlo ansiosa subiendo mis manos dejándolas en sus mejillas.
Él sin detenerme continúa besándome, sus manos se encargan de desatar el nudo de mi toalla y enseguida siento sus manos deslizarse por mí cintura, seguir subiendo hasta mis pechos y una de ellas deslizarse por mi espalda.
No evito soltar un jadeo, dejo de besarlo y rápido él desciende por mi cuello hasta dejar castos besos en dicha zona. Cierro los ojos un instante, disfruto sus caricias y dichos besos. Sin dejar esa tarea, una de sus manos la siento en mi hombro y baja el tirante de mí sujetador.
No obstante, una alarma se enciende. La mini Alicia me obliga a reaccionar y rápido abro los ojos.
—Axel, espera.
Él musita, me obliga a verlo y vuelve a besarme con desesperación.
Intento, de verdad intento no seguirle el beso sin embargo, no puedo resistirme. Ésto es más fuerte que yo y más si se trata de Axel Navarro.
—Axel —espeto entre el beso— espera, no podemos seguir —él me sigue besando ignorandome — ¡Axel! —corto el beso y marco un poco de distancia un poco agitada —ya es suficiente.
Él me sonríe, se inclina y vuelve a besarme. Sus manos se aferran en mi cintura, me acerca más a él y rendida caigo ante la tentación.
—¿No tienes suficiente con lo que pasó en el baño? —le pregunto dejando mis manos en sus hombros. Evitando admirarlo a solo él llevar esa toalla que rodea su cintura. Me concentro solo en su rostro.
—Jamas me cansaré de ti
Coloca su mano en mi mejilla y vuelve a besarme.
—Si te tengo cerca Ali —dice al alejarse sin embargo me tortura al dejar castos besos y morder mi labio inferior con delicadeza— solo quiero besarte, acariciarte. —se dirige a mi cuello y el rubor se extiende por mis mejillas al escucharlo murmurar en mi oído.
—¡Axel! —lo obligo a alejarse de mí— dije que pares —la miro sería ignorando esa linda mirada suya— será mejor que nos demos un tiempo.
Su mirada se vuelve seria.
—¿Te... te quieres divorciar de mí? ¡¿Tan pronto Alicia?!
Niego varias veces al escucharlo y notar esa tristeza en su voz.
—¡No, no quise decir eso! —me acerco más. a él— quiero decir que debemos marcar distancia en esto. Axel, últimamente hemos tenido intimidad muy seguido y las últimas veces sin protección.
—No tiene nada de malo Ali, nos amamos, eres mi esposa y es lo más normal del mundo. Además, no niegues que existe una química entre ambos al estar...
Cubro su boca con mi mano.
—No lo digas —no evito recordar todas esas veces.
Carraspeo y bajo mi mano.
Axel sonríe con burla.
—Axel por favor, entiendeme. No quiero hacerlo ahora.
>No hasta comprobar lo que me está pasando<
—De acuerdo, sabes que no te voy a obligar. Será cuando tú quieras. —sonrio feliz— solo no me castigues tanto tiempo.
Me encojo de hombros.
—Puedes ser días o semanas. —le digo.
Agacho la vista y me cubro con la toalla haciendo el mismo nudo.
—Meses o años, no puedo soportar.
Alzo la vista, recibe un leve golpe en el pecho. Sin embargo, me arrepiento y con mi mano acaricio su pecho. Me inclino y le doy un casto beso.
—Te amo
—Y yo a ti, amor.
Me alejo esta vez retrocediendo tres pasos.
—Se nos hará tarde, tú debes ir a la empresa y yo a la librería. No quiero llegar tarde y que Tatiana me regañe.
—Es lo malo de tener responsabilidades, por mi fuera, pasaría todo el tiempo contigo.
Me sonríe divertido.
—Basta Axel, no va a funcionar. —le advierto— ya quedamos en algo.
Él borra la sonrisa y asiente. Coloca ambas manos en la cama. No evito admirarlo, luce tan lindo con su cabello rubio aún mojado y despeinado.
Aparto la vista, no quiero parecer acosadora y finjo jugar con el nudo de mi toalla.
Carraspeo y poso la vista en él.
—Por cierto, después de mi trabajo iré a la casa de Sofía y Alan. Quiero visitar a mi amiga, está muy nerviosa ahora que Estefany ya está por nacer. En cualquier momento, puede suceder.
—Alan está peor, por eso le di vacaciones. —Axel se pone de pie y gracias a Dios, la toalla se mantiene en su lugar— iré contigo, me haré el tiempo para acabar pronto y pasar por ti.
Asiento y sin mencionar nada, me doy la vuelta.
—¿Así te vas?
Enseguida soy atrapada por él, sus manos en mi cintura me obligan a detenerme.
—Axel
—Te amo Alicia Mendes.
Una sonrisa boba se plasma en mi rostro. Siento sus besos en mi cuello hasta llegar a mí oído y morder el lóbulo de mi oreja.
—¡Axel, no! ¡No caeré ante ti!
Logro liberarme de su agarre y corro hasta el baño ignorando su llamado. Esta vez coloco el seguro y me recargo en la puerta. Es la única forma de evitar que me lance entre sus brazos y suceda lo que he evitado.
(...)
—Ya puedes irte
—Me iré hasta que te vea entrar.
Coloco mis manos en mi cintura.
Axel a sido muy protector conmigo. En ningún momento me deja sola y es que hay que estar alerta de Valeria aunque desde hace tiempo no hemos vuelto a saber de ella, no nos a vuelto a hacer daño, peso si sigue en libertad, sigue siendo un peligro para todos.
—De acuerdo señor Navarro.
Me acerco a él, me despido con un beso que ante el tiempo, soy obligada a interrumpir.
—Nos vemos más tarde.
—Vendre por ti.
Dicho esto y Axel se aleja de mí. Lo veo rodear el auto y entrar. Rápido me volteo y avanzo a la entrada de la librería. Con tiempo suficiente entro viendo a Tatiana y a mi compañera, ellas apunto de cambiar el letrero de cerrado a abierto. Me doy la vuelta, cierro la puerta y por el vidrio veo el auto de Axel alejarse.
Suspiro y me volteo lista para iniciar mi trabajo aunque últimamente, no me siento bien.
...
Dejo de acomodar los libros, no hay mucha clientela sin embargo estoy cansada y mareada. Suspiro y observo a ambos lados de la librería.
Enarco una ceja al ver una chica con lentes oscuros, con capucha negra donde cadejos de su castaño cabello sobresale, verme.
Extrañada y fingiendo una sonrisa me acerco a ella.
—Hola, bienvenida ¿en qué te puedo ayudar?
Ella deja un libro en su lugar y sin responder, se da la vuelta y la veo salir apurada de la librería.
Confundida la veo hasta perderla de vista.
—¿Todo bien Alicia?
Desvío mi vista al escuchar a Tatiana y verla frente a mi.
—Si, es solo esa chica extraña. Entró y no compró nada.
—A mi también me pareció extraña y más porque pregunto por ti, por supuesto que no le dí información ¿La conoces?
Trato de recordar.
Era castaña y tan cubierta no pude reconocerla.
—No
—Ten cuidado Alicia.
Asiento ante las palabras de Tatiana. No evito ponerme preocupada, angustiada y no evito sentir asco.
—Lo siento Tatiana —cubro mi boca con mi mano— tengo que ir al baño.
Corro sin esperar su respuesta.
Al entrar al baño, me dirijo con prisa a uno en específico y enseguida vómito en el inodoro.
>Tengo que resolver esto en cuanto antes<
Horas después...
Fue un mal turno, todas la horas que estuve en la librería me la pasé con ascos. Pocas veces vomité sin embargo el malestar sigue ahí.
Tatiana me regañó por venir así a trabajar sin embargo, no quería faltar y mucho menos quedarme en cada causando que Axel sospechara.
De mi estado, nadie lo sabe más que yo y tengo miedo ante las posibilidades de ...
—Alicia, ya puedes irte.
Dejo mis pensamientos y le sonrío a Tatiana.
—Gracias, nos vemos mañana.
—Espero que vengas mejor, no es la primera vez Alicia.
—No volverá a suceder —digo apenada, me cuelgo mi bolsa en mi hombro y me despido de Tatiana y de mi compañera.
Al estar afuera de la librería, veo a ambos lados de al calle. Me extraña no ver a Axel como siempre a sido muy puntual.
Así que saco mi celular y le marco. Al segundo tono contesta:
—Amor, lo siento. Sé que quedé en pasar por ti pero tengo mucho trabajo. Ahora me arrepiento de no tener a Alan aquí, era muy necesario y me ayudaba mucho con el papeleo. De verdad lo siento Ali, pero no puedo salir en este momento.
—Descuida Axel, tomaré un taxi. Nos vemos en casa de Sofía y Alan.
—Llegare lo más pronto posible, te amo.
—Te amo Axel.
Él cuelga la llamada y suspiro bajando mi celular. Lo vuelvo a aguardar en mi bolsillo. Veo a ambos lados de la calle. Esa sensación se ser vigilada me invade, sin más pido un taxi. Este al llegar, subo y le doy la indicaciónes al taxista. Él lo pone en marcha alejándonos cada vez de la librería.
...
—Gracias
Termino por salir del taxi y enseguida se marcha. Tomo una profunda respiración, avanzo hasta la entrada y toco la puerta dos veces.
Hace poco le envié un mensaje a Sofía donde le avisé mi visita donde ella gustosa aceptó.
A los pocos segundos, la puerta es abierta por Alan. Él me sonríe y me permite el paso.
—Hola Alan, le avisé a Sofía que vendría.
—Si me dijo Alicia, le hará bien tú compañía ¿Y mi Bro?
—En la empresa, sin tú presencia tiene mucho trabajo y no pudo venir conmigo. Más tarde lo hará.
—Lo sé, Axel siempre me necesita.
Avanzo junto a él adentrándome más a la casa. Nos detenemos cerca de las escaleras.
—¿Y Sofía? —le pregunto al no verla en la sala.
—Esta en su habitación, se sintió muy cansada y tenía sueño. Hace poco acaba de subir. Si quieres puedes...
Su celular nos interrumpe.
Alan lo busca en sus bolsillos, al encontrarlo lo saca y frunce las cejas.
—Que extraño
Su celular no deja de sonar y él no atiende la llamada sea quien sea.
—Alan ¿sucede algo? ¿Quién es?
Tengo curiosidad por saber sin embargo no veo su celular.
—Es Sofí
Confundida lo observo.
—¿Sofia te está llamando apesar de que ella está aquí en su casa?
Alan gira a verme.
—Si, lo que pasa es que quedamos en que ella me llamaría si se sentía mal y yo no estaba cerca. Una forma de estar comunicados por si Fany se le ocurre nacer.
Él sonríe, sin embargo poco a poco borra su sonrisa.
—¡Sofía! —gira a ver las escaleras. Cuelga la llamada y guarda rápido su celular— ¡Mi hija! —Alan corre mientras sube las escaleras— ¡¡Ya voy cielo!!
Con agilidad y rapidez sube las escaleras en dos en dos mientras se sostiene del barandal.
Sé que no fuí invitada a subir, sin embargo, Sofía es mi amiga, esa bebé ya la quiero apesar de que aún no nace y quiero averiguar que sucede.
Así que enseguida subo las escaleras tratando de alcanzar a Alan.
—¡Tranquilo Alan! —le grito a medida que subo.
Escaleras después y ambos llegamos a la habitación de Sofía. Alan casi se resbala al llegar a la puerta y se sostiene de ella.
—Cielo aquí estoy
—¡A ...Alan! —grita Sofía.
Él se adentra, enseguida lo sigo viendo a Sofía sentada en la cama tocando su estómago, quejándose con sudor en su frente.
—Cielo, Fany... está por nacer.
Abro los ojos sorprendida.
Alan luce en shock.
—¡Alan reaccióna! —le grito y lo zarandeo.
—¡Mi hija!
—¡Haz algo Alan! ¡No la voy a tener aquí! —le grita Sofía y inhala y exhala— ¡Ahhh!
—¿Qué hago? —Alan se mueve de un lado a otro por la habitación— ¡La maleta!
Reaccióna y va por ella.
—Le avisaré a Axel —digo sin captar su atención y sin esperar su respuesta, saco mi celular y le marco.
—¡Axel!
—¿Ali que sucede?
—Es Sofía, Estefany está por nacer. Estoy en su casa con Alan.
—Ah, quédate tranquila. Ayuda a Sofía y tranquiliza a Alan. Ya voy para allá.
Giro a ver a Sofía.
—Mejor nos vemos en el hospital.
Recibo su respuesta y cuelgo la llamada.
—¡Ali, ayúdame! ¡Ahhh!
Recurro a los gritos de Sofía y me acerco a ella. Veo a Alan colgarse la pequeña maleta en su hombro y se acerca.
—Tranquila Sofía
—¡No me pidas eso! —se queja y se sostiene de mi brazo— ¡Duele mucho Alicia!
La veo con horror.
Una razón para asustarme más.
—Cielo, vamos al hospital.
Entre ambos, ayudamos a Sofía a levantarse. Ella se queja pero se mantiene fuerte para caminar despacio con nuestra ayuda.
—Hay que pedir un taxi o una ambulancia Alan.
—Yo puedo llevarla.
Lo observo mientras los tres salimos de la habitación.
—Alan, no puedes conducir así.
—¡Si puedo Alicia!
—¡Ahhh, cielo! ¡Fany!
Me quejo cuando Sofía encaja sus uñas en mi brazo.
Sin rechistar, no la suelto hasta lograr salir de la casa y dirigirnos al auto. Alan se aleja de ella y corre hasta su auto para abrir la puerta y deja la maleta.
—Ali... Tú pasarás por esto... ¡Ahhhh!
—Sofia, de verdad no me asustes. No ahora.
La ayudo a entrar al auto.
—Un bebé tuyo y de Axel será hermoso —se queja y entra al auto— pero sufrirás.
Paso saliva.
—Alicia, necesito que entres con Sofía y le ayudes a calmarse.
Reacciono al escuchar a Alan.
Acato su orden y rápido entro. Él hace lo mismo y con la misma rapidez, pone en marcha el auto.
—¡Alaaann!
—Inhala y exhala Sofía. —le digo sin saber como ayudarla.
>Ay Alicia, en que situacion te involucras<
Sofía no deja de quejarse por todo el camino.
—¡Alan, no vayas tan rápido! —le grita mientras se queja al sentir otra contracción. Alan disminuye un poco la velocidad —¡Cielo, date prisa!
El pobre de Alan se encuentra confundido y muy nervioso. Sudor aparece en su frente igual que Sofía. Incluso se altera cada vez que Sofía grita.
Mientras mi brazo, sufre las consecuencias.
...
—Ya llegamos cielo, Fany ya nacerá y te dejará en paz. —le dice Alan mientras camina con Sofía, a ella la llevan en una silla de ruedas.
—¡Alan, cállate! —le grita Sofía mientras inhala y exhala.
Me detengo a mitad del pasillo, veo a las enfermeras llevarse a Sofía. Alan se detiene y se acerca a mi.
—¡Alicia! Llama a mi padre y a mis suegros, a todos por favor. Yo debo entrar con Sofía.
Prácticamente me lanza su celular y por suerte, este cae entre mis manos.
—¡No te preocupes Alan, lo haré! —le grito mientras lo veo correr.
Suspiro y comienzo con la primera llamada. Es una suerte que su celular no tenga contraseña.
...
Minutos mas tarde y todos se encuentran aquí. Los padres de Sofía, el padre de Alan, Max y Ana. Alexa, Bryan y Lucas. Esperando noticias sobre Sofía y su bebé.
Me muevo impaciente al no saber nada de Axel y no verlo aquí.
—¡Alicia!
Me detengo y desvío mi vista a un lado del pasillo. Veo a Axel correr, luce agitado y con el cabello despeinado.
—Aqui estoy, lo siento había mucho tráfico de la empresa a aquí.
Asiento y lo abrazo.
—¿Cómo está Sofía?
Me alejo de él y lo tomo de la manos.
—Esta adentro, Estefany ya está por nacer y Alan entró con ella hace poco. No nos han dado noticias. —la veo asustada— Ay Axel, nunca había estado en algo así.
—Ey, aquí estoy.
Me besa la frente y me abraza.
Intento calmarme pero tan solo pensar en que existe una posibilidad de estar en esta misma situacion, me asusta.
(...)
Él tiempo es eterno mientras esperamos noticias de Sofía, Alan y su hija. Noticias que nadie nos proporciona.
Todos hemos ocupado un lugar en la sala de espera. Algunos sentados y otros de pie. De mi parte me encuentro sentada aún lado de Axel, mientras él habla con el padre de Alan.
Muevo mis manos nerviosa. Nerviosa por tantas cosas.
—Ali ¿estás bien?
Alzo mi vista viendo a Ana frente a mí.
Asiento
—Solo estoy preocupada por Sofía y su bebé.
Ella me ve más tiempo de que quisiera. En el momento que Ana se cruza de brazos, me pongo más nerviosa.
—No lo estás, ven acá.
Me jala con delicadeza.
Apenas si me da tiempo de decirle a Axel un: ahora vuelvo cuando Ana me aleja y nos detenemos al estar a una cierta distancia.
—¿Qué te sucede? Y no me digas que es por lo de Sofía que siento que es algo más.
—Tenias que ser mi prima y conocerme muy bien.
—Alicia —me ve seriamente.
Suspiro y muevo mis manos nerviosa.
—No le dirás a nadie Ana
—Soy tú prima, tu confidente. Por supuesto que guardaré tu confesión. Dah prima.
Asiento y bajo mis manos.
Antes me aseguro de que nadie nos escuché. Axel se encuentra ajeno en nosotras. Así que regreso la vista en Ana.
—¿Qué tienes? Estás pálida.
—Tengo sospechas Ana...
—No estamos hablando de una infidelidad ¿verdad? Porque te juro que soy capaz de hacerle cualquier cosa a Axel.
Niego varias veces.
—No, él no es capaz —ignoro pensar en eso— es otra cosa —hago una corta pausa— últimamente, me he sentido mal Ana ...
—¿Quieres que vaya por un doctor? ¿Una enfermera?
La detengo del brazo antes de que avance.
—No, no es necesario. Solo escuchame prima.
Ella asiente y la suelto.
—He tenido mareos y ascos. Varias veces he vomitado. Tengo un retraso en mi periodo. Axel no sabe nada de esto, no he querido decirle nada al estar segura. —la veo fijamente— hemos tenido intimidad muy seguido y ninguno de los dos nos hemos cuidado. Sé que no es toda su culpa, yo nunca lo detuve y me arriesgué —suspiro— Ana, tengo miedo. Tal vez existe una posibilidad de que...
—Estés embarazada....
—Shhh —la obligo a bajar el tono y asiento— no he querido comprobarlo por miedo a los resultados. Hace un tiempo, Axel compró una prueba porque pensó que lo estaba porque tuve un mareo pero era porque mi periodo me había llegado y tú sabés cómo soy...
—Muy delicada, con cualquier cosa te sientes mal.
Asiento ante sus palabras que son ciertas.
—Ali, debes hacerte una. Debes estar segura.
—Tengo miedo Ana. —me encojo de hombros— y más después de esto. Ví a Sofía sufrir. Además, está lo de Valeria.
—Olvidate de eso, lo que importa eres tú y esa posible mini Alicia.
—¡Ana! —le reclamo al decir eso.
—Ali, tienes que salir de dudas.
Asiento y me cruzo de brazos.
—Lo haré, pero no ahora. Después de esto, me haré la prueba, te lo juro. Por favor, que nadie se entere de esto.
Ella asiente
—Tienes mi palabra prima. —me abraza, rápido bajo los brazos.—te abrazo porque lo necesitas, sabes que no me gustan mucho.
Suelto una leve risa.
Enseguida, Ana se aleja.
—Cuenta con mi ayuda, cualquier cosa, me avisas.
Asiento y me volteo. Regreso con Axel y tomo asiento a su lado.
—¿Todo bien amor?
Me tenso al escucharlo, giro a verlo lentamente.
—Todo bien
Él me sonríe, sin embargo no aparta la vista de mi.
—Ire a preguntar por Sofía —digo escapando de él. Sin esperar su respuesta, me pongo de pie y busco a cualquier enfermera que pueda ayudarme.
Me acerco a una enfermera castaña y me detengo frente a ella, lleva un cubrebocas.
—Disculpe, necesito saber sobre una amiga. Se llama Sofía Ward y estaba apunto de dar a luz.
—Lo siento... No requiero esa información... señorita.
La veo con esxrañesa. Su voz me parece conocida.
—Permiso —me dice y pasa por mi lado. Se detiene al pasar cerca de Axel y lo observa más tiempo de que me gustaría, él sin notar su presencia al hablar con Alexa.
Me volteo, me cruzo de brazos y avanzo dispuesta a seguir a esa enfermera sin embargo, otra capta más mi atención.
—¿Familiares de la señora Sofía Ward?
—Somos sus padres, ¿cómo se encuentra ella y mi nieta? —le pregunta la madre de Sofía al estar de pie junto a su esposo, frente a la enfermera.
—La señorita acaba de dar a luz. Ella y su bebé están muy bien, fuera de peligro. Ahora solo tienen que esperar un poco y cuando las pasemos a una habitación, podrán ir a verlas.
Todos celebran, sonrío ampliamente.
Busco a Ana con la mirada sin verla cerca de Max. Enarco una ceja y de pronto, siento a alguien que me jala del brazo.
—¡No!
—¡Soy yo!
—¡Ana, estás loca! —le digo al verla cerca de mi.
—Lo siento
—La bebé de Sofía ya nació y ambas están bien.
—¡Qué alegría! —chilla de emoción.
—¿Dónde estabas?
—Fui a la farmacia, vamos a salir de dudas.
Bajo la vista en la pequeña bolsa que se encuentra entre sus manos. No debo adivinar para saber que es.
—Ana, no.
—Vamos al baño, prima.
Me jala con ella mientras nos alejamos.
—Espera, debo avisarle a Axel y tú a Max.
—Es urgente Ali, ellos están muy ocupados con esa noticia.
Giro a ver a Axel, es verdad. Se encuentra ajeno a nosotras, sonríe y habla con Max mientras siguen escuchando a la enfermera.
Sin rechistar, me dejo guiar por Ana hasta llegar al primer baño que encontramos.
—Entra
—No puedo creer que me obligues a esto. Se supone que eres mi prima.
—Justo por eso lo hago. Te quiero ayudar prima. Debes salir de dudas y solo así dejarás de estar nerviosa. Lo estarás sin es verdad lo que ambas creemos. Valdrá la pena que estés así.
—No me ayudas Ana, de verdad.
Ella resopla y me entrega la prueba de embarazo que se encuentra en esa pequeña cajita.
—Vamos a salir de dudas.
Tomo una profunda respiración y a regañadientes, la tomo. Me dirijo a un baño y entro. Me dedico a seguir las indicaciones paso a paso con el miedo aumentar.
Después de un corto tiempo, salgo del baño sin soltar la prueba de embarazo. Está sin revelar aún el resultado. Me acerco a Ana y ambas vemos nerviosas la prueba.
—Tranquila prima, sea cual sea el resultado, estoy aquí. Te voy a ayudar.
Suspiro y asiento.
De pronto, la prueba nos da el resultado final.
Ambas alzamos la vista al mismo tiempo.
—Felicidades prima, a Axel le dará tanta emoción esta noticia.
Paso saliva al comprobar mis sospechas.
>Una mini Alicia o un mini Axel formándose dentro de mí<
—Ana, ¿qué hago?
—En primera calmarte, está más pálida que antes y segunda, decirle a Axel.
Asiento y suspiro.
—Ana, nadie se debe enterar y mucho menos Axel, no ahora. —dejo la prueba cerca del lavamanos— ya encontraré el mejor momento o uno especial para darle la noticia.
—Tu y tus cursilerías
—¡Ana!
—Esta bien, no le diré a nadie.
Asiento y me lavo la manos. Veo mi reflejo, trato de calmarme, espero que mi tono natural regrese, con tal de que nadie sospeché y mucho menos Axel Navarro.
(...)
—Lo prometiste Ana, nadie se enterará de esto. —le digo mientras avanzamos por el pasillo de regreso hasta ellos.
—No te preocupes, Axel no sabrá por mi de tú embarazo.
La obligo a callarse, le advierto con la mirada al llegar a la sala de espera. Enseguida Axel se acerca a nosotras con preocupación.
—Ali, ¿dónde estabas? Ya me estaba preocupando.
Me tenso al verlo.
—Solo fuimos al baño Axel, perdona si no te avisamos. Yo fui quien me la llevé. —sale Ana en mi defensa.
—De acuerdo Ana, solo la próxima vez por favor avísenme. Recuerden que Valeria está libre.
—Lo haremos —le responde Ana y se despide de mí.
—Ey, ¿estás bien? —me dice Axel al quedarnos solos.
Asiento sin responder.
—Ya hablamos con la enfermera y logramos convencerla para que nos deje a todos entrar a ver a Sofía y su bebé. Solo nos dió unos minutos pero son suficientes para saber de ellos. —agrega Axel ante mi silencio— vamos.
Lo dejo tomar mi mano y me dejo guiar por él hasta llegar a una habitación.
Al entrar, ya se escuchan la mezcla de voces de todos. Nos acercamos hasta detenernos cerca de la cama donde podemos ver a Sofía con su hija en brazos. A su lado de encuentra Alan sonriente.
—Felicidades Sofía —le digo con sinceridad.
—Gracias Ali
La bebé comienza a llorar.
—Bro, felicidades, espero y seas el mejor padre o te las verás conmigo.
—Eso te lo juro Bro.
Ambos nos acercamos a ver a la bebé. Sofía nos permite verla y no evito soltar un: aww con ternura al ver a la pequeña Estefany. La bebé es muy pequeña.
—Por suerte se parece más ti Sofía —inquiere Axel con burla.
—Jaja Bro, que divertido comentario.
—Ya Alan, la bebé también se parece a ti. Sacó tus grandes pestañas. —le dice Sofía dándole un beso en la frente a su hija.
Axel la acaricia de la mejilla con ternura.
—Es hermosa Bro
—Felicidades Sofía y Alan —les dice Ana.
—Gracias —el reciente padre se endereza— gracias a todos. Les juro que seré el mejor padre para Fany, seré valiente por ella y por Sofía.
—Cielo, si te desmayaste cuando nuestra hija nació.
—Cielo, esto no tenían que saberlo. —le dice Alan en voz baja sin embargo, ya todos los escuchamos.
Y la maldad de Axel no se hace esperar.
—Esa es una valiosa información Sofía, gracias por decirnos y si recuerdo bien, creo haber apostado contigo Max —gira a ver al susodicho— Gané.
—Lo conoces mejor que yo Axel.
Max mete sus manos de sus bolsillos y le entrega a Axel $200. Él victorioso los recibe.
—¡¿Apostaron de esto?! ¡De mí! —se queja Alan— que malos amigos tengo.
—Fue idea de Axel, Alan. Bueno mía pero él tenía la seguridad que te ibas a desmayar cuando tú hija naciera. Perdí, esa es la verdad.
—Eres un cabron André Maximiliano. —Alan posa la vista en Axel— ¿Cuánto? Me debes la mitad si te hice ganar.
Axel resopla y le entrega $100.
Sé que Axel no lo hace por dinero, más bien lo hace para molestar a Alan. Su rara amistad es así y que bien lo conoce.
—Siguen como antes —les dice Sofía y logra que la bebé deje de llorar.
—Mami, ¿así estará mi hermano o hermanita? —pregunta Lucas.
—Asi es campeón —le responde Bryan— dentro de unos meses.
Alexa se dedica a sonreírle y besar la mejilla de su hijo.
No obstante, todos quieren cargar a Estefany. Los primeros son sus padres, la bebé pasa de brazos en brazos hasta terminar en Axel.
Nerviosa doy un paso atrás mientras Axel la sostiene con cuidado.
—Recordare cuando cargaba a Lucas de bebé. —dice y la comienza a arrullar.
—Hija, él será tú tío Axel —le dice Alan en voz alta— ¿verdad Bro?
Axel asiente sin dejar de sonreírle a la niña.
Giro a ver a Ana, ambas intercambiamos esa mirada cómplice. Enseguida regreso la vista en Axel y la bebé.
—Hermano, ya te veré así con tu primer bebé.
—Aun no Alexa ¿verdad Ali?
Axel posa la vista en mi.
Asiento y no evito aumentar mis nervios.
>Si supieras Axel<
Si supieras que dentro de unos meses, estarás en la misma situacion que nuestros amigos. De la misma forma, sin embargo, cargando entre tus brazos a nuestro bebé.
Nota de autora:
Muero de ternura un gran AWWW ❤️ Al fin lo tanto esperado. Yo estoy muy emocionada por lo que viene 👉⭐🌹
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