"LA BODA"
(1°parte)

      A L I C I A
Intento abrir los ojos poco a poco, la claridad de un nuevo día entra por la ventana, la culpable que me cubra con las cobijas al calar en mi cara. Me estiro, suelto un bostezo, lanzo las cobijas y me doy la vuelta. Sin abrir los ojos, estiro mi mano a un lado.

¿Qué extraño?

En vez de tocar el suave colchón de mi cómoda cama siento algo ¿duro?... Abro los ojos rápidamente por completo. Sorpresa me llevo al ver a Axel a un lado de mi, dormido, con los labios entre abiertos, roncando y oh oh sin camisa, su pecho al descubierto envuelto entre las cobijas. Rápido me doy la vuelta y me incorporo en la cama.

¡¿Qué carajos pasó ayer para terminar yo y Axel aquí, acostados y él sin camisa?

Rápido me cubro con las sábana, agacho la vista y observo mi cuerpo. Un gran alivio me invade al ver que al menos si llevo mi ropa puesta. Completamente vestida sin ninguna prenda fuera. Suspiro, observo a Axel. Me acerco a él, tomo su cobija y la jalo un poco. Llevo una mano a mí pecho, vaya, al menos lleva el pantalón puesto. Lo cubro hasta arriba, me acomodo en la cama, observo por toda la habitación. Un momento, está no es mi habitación, es de... ¿Sofía? un fuerte dolor en mi cabeza se hace presente. Toco mi cabeza con mis manos. Parpadeo varias veces.

¿Qué hiciste Alicia?

De pronto, varios flashback pasan por mí cabeza aumentando el dolor:

Ayer era mi despedida, ayer estábamos divirtiéndonos con la chicas cuando llegaron los strippers. Esos strippers eran Axel y el resto de los chicos. Oh cielos.

Muevo la cabeza varias veces y luego...

Yo y Axel en la cocina...

Cubro mi cara con mis manos, el rubor se apodera de mi y termino por bajar mis manos lentamente.

Y después...

Carajos ya no recuerdo más...

Giro a ver a Axel.

¿Qué pasó anoche?

¡¿Qué?!

Flashback
Bailo con Axel muy de cerca mientras él me toma de la cintura, se escucha la fuerte música. Río, bailo y bebo sin control.

—Alicia ya has bebido mucho.

Niego varias veces.

—Solo un poco.

Río y levanto las manos.

Doy un paso atrás, pierdo el equilibrio, estoy por caerme cuando por suerte alguien me sostiene. Río, una figura borrosa se hace presente en mi campo de visión, su cara distorsionada, noto un cabello rubio.

—Axel

—Si amor soy yo.

Axel me toma de las manos y me guía hasta el sillón. Me siento, él me arrebata mi bebida y me quejo.

—¿Qué tiene? —escucho una segunda voz.

—Un poco borracha

—Un poco, yo diría que mucho, debiste cuidarla Axel.

—Oye yo no insistí tanto para que bebiera Sofía, ustedes la alentaron.

Río

Intento levantarme, Axel me obliga a sentarme.

—Creo que se nos pasó la mano, no puede estar así, mañana se casa.

—Lo mejor es que la lleve a descansar.

Axel toma mi mano y me obliga a levantarme.

—Mandare todos a dormir.

—La llevaré a una de las habitaciones y me quedaré con ella.

—Oye más te vale que no te pases con ella. La respetas.

—¿Por quién me tomas Sofía? Jamás obligaría a Alicia a hacer algo que no quiera

Los escucho discutir.

Todo me da vueltas.

—Axel —murmuro.

Siento que toma mi cara y me hace verlo.

—Estoy mareada

—Tranquila amor, vamos a acostarte

Camino con Axel en dirección a las escaleras mientras él me sujeta de la cintura. Subimos, él cuidando que no caiga. Terminamos de subir las escaleras, me río al ver a Alan vomitando en el pasillo.

—¡Sofía alguien te necesita por acá! —le grita Axel.

—¡Voy!

Paso por su lado, Axel le dice algo que no logro escuchar. Alan le saca el dedo corazón mientras se sostiene de la pared.

¿Y mi prima?

—Ana

—Shh ella se quedó dormida en el sillón, Max la está cuidando.

Entramos a la habitación. Axel me lleva hasta la cama, me obliga a sentarme. Él se agacha y se deshace de mis zapatos.

—Te amo

Río y cubro mi boca con mi mano.

—Lo sé, yo también.

Axel sube mis pies sobre la cama.

—Descansa

Niego

—Alicia bebiste mucho, descansa.

Axel está por darse la vuelta cuando lo tomo de la camisa.

—Besame

Él ríe, se acerca y me da un corto beso.

—Sabes creo que el karma existe, ahora tú estás demasiada ebria. —me dice con burla.

Me levanto, quedo arrodillada en la cama y lo acerco más a a mí. Estampo mis labios con los suyos en un beso apasionado, sin control. Axel es el primero en apartarse. Me quejo, llevo mi mano a su camisa y rápidamente empiezo a desabrocharla. Axel levanta mi barbilla y me besa. Sin dejar de seguirle el beso, logro quitarle la camisa. Llevo mis manos a sus hombros y me aferro a él. Me separo, Axel mordiendo mi labio inferior.

—Quiero ser tuya

Axel acaricia mi mejilla. Se acerca, por un momento pienso que va a besarme de nuevo cuando solo deja un corto beso en mi frente.

—No va a pasar nada Alicia, no ahora.

—Pero yo quiero

Axel se aleja y toma mi cara con ambas manos, le hago un tierno puchero.

—Ey, no vamos hacerlo estando ambos así, los dos estamos pasados de copas. Quiero que sea especial para ambos, para ti amor. Espera hasta la luna de miel. —niego— créeme que ahí si aceptaré. —Axel se acerca a mí oído— te haré ver hasta las estrellas—me murmura y río. Axel se aleja de mí— anda vamos a dormir.

—Juntos y abrazados —digo.

Axel asiente.

Ambos términamos acostados en la cama, abrazados, yo con mi cabeza en su pecho. Axel no volvió a ponerse la camisa porque se lo pedí. El sueño me está venciendo. Axel toma mi mano y la entrelaza con la suya.

—Te amo Alicia

—Y yo a ti Axel

Suelto un bostezo, cierro los ojos y caigo rendida por el sueño. Quedando profundamente dormida.

Fin del flashback

¡Que vergüenza!

Es la primera vez que pierdo el control, bebo demásiado y... Me alegra que Axel haya razonado porque yo, mi cerebro estaba completamente descansando. Me imagino una mini Alicia dentro bailando. Que estoy diciendo... No debí tomar mucho, fui débil ante la tentación.

Regreso la vista al frente, veo el reloj colgado en la pared. Rayos, ya es tarde dentro de poco me caso con Axel, tengo que arreglarme para....

¡LA BODA!

Rápido me giro y muevo a Axel mientras lo llamo. Él se queja y entierra la cara en la almohada.

—Axel despierta.

—No molestes Alexa. —murmura.

Frunzo el ceño.

—¡Axel!

—Madre.

Ladea la cabeza y se acomoda abrazando la almohada.

Bufo

—No soy ni tu madre ni Alexa, vamos Axel soy Alicia. Despierta hoy es nuestra boda.

Él rápido abre los ojos por completo. Posa la vista en mi.

—La boda —dice con voz ronca y se levanta rápidamente— Alicia.

Asiento.

Él lleva las manos a su cabeza.

—Que noche —dice y ríe.

—Axel, no pasó nada entre tú y yo ¿verdad?

Él se acerca a mí y me toma de la cintura, besa mi hombro.

—¿Te refieres a sexo?

—Axel

Él niega

—Amor si hubiera pasado estarías sin ropa y adolorida de la entrepierna.

Le doy un golpe en el pecho.

Él suelta una risa.

Jamás me cansaré de escuchar su hermosa risa.

Concentrate Alicia

—Hablo enserio Axel Navarro.

Desvío la vista al frente.

—Yo también.

Me cruzo de brazos molesta.

—Ey no pasó nada. —lo escucho decir.

Toma mi cara, me hacé girar y me besa. Por un momento no le sigo el beso, sin embargo, caigo en la tentación y le sigo el beso con vehemencia. Axel ladea la cabeza, me toma de la nuca y profundiza el beso. De pronto, la puerta nos hace separarnos de inmediato y fijar ambos la vista en ella.

—Que traviesos —dice Alan cruzandose de brazos sonriendo.

—Se toca antes de entrar —le dice Axel molesto.

—Es mi casa

—Nuestra —le dice Sofía, ella deja de ver a Alan y posa la vista en mi— espero que entre ustedes no haya pasado nada.

Rápido me ruborizo y niego.

—No, no paso nada.

—¿Y por qué Axel está sin camisa?

Sofía se cruza de brazos.

—Da calor al estar con alguien tan hermosa como Alicia.

Giro a verlo dándole una mirada fulminante. Regreso la vista en Sofía.

—¿Seguros? Tú Madre me dejó encargada de ti Alicia. Al menos esperen hasta la luna de miel.

—¡No paso nada Sofía!

Agacho la vista.

—Me esperé cuatros años Sofía, creo que puedo esperar un día más y eso súmale la gran tentación que tengo a mi lado ¿verdad Ali?

Axel acaricia mi mejilla. Aparto su mano de un manotazo. Él ríe.

—Asi se habla Bro.

Ellos chocan los puños.

Yo y Sofía rodamos los ojos al mismo tiempo.

—Bueno ya levantense, apenas nos dará tiempo de limpiar la casa y arreglarnos para la boda.

Dicho esto y Sofía se da la vuelta saliendo de la habitación junto a Alan este guiñandonos el ojo antes de salir y cerrar la puerta detrás de él. Se mira tan bien, como si ayer no hubiera vomitado en el mero pasillo, claro debe estar acostumbrado.

Ambos nos vemos y empezamos a reírnos. Recargo mi cabeza en el hombro de Axel.

—Ya sabía que las despedidas siempre se descontrolan. —le digo a Axel.

—Ni que lo digas.

Ambos suspiramos.

Axel toma mi mano y besa mi muñeca.

—Nuestra boda Alicia.

Asiento y una sonrisa boba se plasma en mi rostro.

Dentro me pronto me caso.

¡Me caso con Axel!

♡+♡

Después de limpiar la casa y desayunar todos. Axel y el resto de los chicos terminaron por marchárse. Axel tenía que arreglarse y estar listo, tenía que pasar a su casa en compañía de sus amigos. Nosotras, nos quedamos aquí y justo en este momento estamos las tres reunidas en la habitación de la dueña de la casa. Sofía y Ana empiezan a arreglarme, estoy sentada frente al espejo viendo como ellas hacen magia conmigo y me transforman en una hermosa novia. Ana se ocupa de mi peinado. Sofía del maquillaje. Entre risas y platicas ambas me arreglan. Por suerte el dolor de cabeza disminuyó, no puedo borrar la sonrisa de mi rostro. Estoy feliz porque el día que tanto esperé a llegado.

Tiempo después

Me veo al espejo por completo, ya estoy completamente peinada, maquillada y vestida con el vestido de novia.

Wouu me veo espetacular.

—Una obra de arte.

—¡Te ves hermosa prima!

Asiento y giro a verlas.

—Sin su ayuda no hubiera sido posible. Gracias chicas.

—Aww

Ambas están listas y arregladas. Sus vestido son de color vino, largos por ser mis damas de honor, la diferencia es que el de Sofía tiene encaje en la parte de arriba sin tirantes y el de Ana solo tiene un tirante y tiene una abertura en la parte de abajo. Sofía se a amarrado el cabello dejándolo de lado suelto y ondulado. Un maquillaje útil que resalta su belleza. Ana lleva el cabello suelto ondulado en las puntas, su flequillo cae por su frente, perfectamente maquillada. Ana lleva tacones, Sofía zapatillas, bajo la vista a su vientre abultado de seis meses, es muy notable. Se ve linda embarazada. Ambas se ven hermosas.

—Mirate, tan bonita amiga.

Les sonrio.

Me miro por última vez al espejo.

El maquillaje resalta mi rostro, en los ojos un fino delineado, las pestañas chinas y pintadas con rimer que les da volumen y las alarga más. Una pequeña sombra. Un labial rojo mate. Mi cabello recogido por completo dejándo solo dos mechones de cada lado que caen rizados por mí cara, con una diadema de brillos en mi cabeza y mi vestido. El ideal. Es de tipo corte princesa. Se pega a mí cuerpo resaltando mis atributos de la parte de arriba, con un escote de corazón, un cinto de brillos y cae hacía abajo un poco ampon lleno de brillos.

—¡Hija estás...!

La voz de mi madre me hace apartar la vista del espejo y girar a verla.

—Cielo estás muy bella.

—Gracias tía

Mi madre y mi tía entran a la habitación. Mi madre cubre su boca con su mano y me observa de arriba a abajo.

—Vamos hermana dile algo a tu hija.

Ella baja su mano.

—Lo siento es que... Te ves hermosa, Alicia ...

—Mamá

Ella se acerca y termina por abrazarme.

—Te ves como una princesa.

Se aleja y toma mi mano.

—Mirate tan... Sin palabras cariño. Le agradezco a la vida por haberme dado una hija tan linda y que me haya permitido estar en este día tan importante para ti. Te me casas hija.

Una lágrima baja por la mejilla de mi madre.

—Mamá vas a hacerme llorar.

—Tranquila hermana, vas a lograr que Alicia arruine su maquillaje.

—Y me costó mucho tía —le dice Ana.

Ambas ríen.

—Tienen razón, no más lloradera.

Asiento y limpio mi mejilla, una pequeña lágrima se deslizo por ella.

—No se pongan sentimentales que si ustedes lloran yo también.

Todas vemos a Sofía, ella empieza a llorar. Ana corre a abrazarla.

—Tranquila

—Yo no tengo la culpa, es el embarazo —mi tía le pasa un pañuelo, Sofía lo toma y sorbe su nariz— es por la bebé.

Todas reímos.

—Vamos hija, tu padre nos está esperando, se nos hará tarde.

Asiento, avanzo hasta la cama y tomo el ramo.

—Nosostras nos vamos adelantando a la iglesia. —me dice Sofía, se aleja de Ana y termina por salir de la habitación.

—Yo también me voy, Max me espera. —Ana se acerca a mí y toma mis manos— si te arrepientes, avísame, vendré rápido y juntas huiremos donde ni Axel ni Max nos encuentren.

—Ana —me limito a decir y la abrazo.

Siento un nudo en la carganta que me impide seguir, estoy segura que si seguía hablando terminaría llorando como Magdalena y eso en mi boda es lo último que quiero.

Nos separamos. Ana me besa la mejilla y se da la vuelta, mi tía se despide de mí y las dos abandonan la habitación.

Suspiro y veo a mi madre.

—Vamos hija

Asiento y avanzo, tomo su mano y me dispongo a salir de la habitación.

Bajamos las escaleras, mi madre toma mi mano con fuerza. La miro de reojo.

—Te ves tan hermosa —la escucho decir.

—Gracias, saqué la belleza de ti.

Ambas reímos.

Terminamos de bajar las escaleras y avanzamos hasta la puerta.

—Me recuerdas a las princesa de las películas que mirabas cuando eras niña, me acuerdo cuando me hacías comprarte vertidos ampones con brillos de color rosa —sonrio—, siempre cumplía tu capricho, te mirabas tan hermosa como ahora; pero está vez, mi niña ya creció y cambió ése vestido rosa por uno blanco de novia.

Mi lambio tiembla. Tomo una profunda respiración antes de soltar en llanto.

Por lo visto, todos quieren hacerme llorar este día.

—¿Y si Axel se arrepiente al último momento? —digo con un hilo de voz.

—Hija ese chico te ama.

—¿Y si pasa algo durante la boda?

—Has leído mucho hija

No

Bueno si

—Estoy nerviosa

—Lo sé, se nota.

Tranquila Alicia, todo va a salir bien como lo soñaste.

Terminamos por salir de la casa. Sólo queda el auto de mi padre. Mi madre me suelta y se adelanta. Camino hasta mi padre que nos espera en el auto.

—Arthur la niña ya está lista.

Mi madre se aparta y me permite ver a mi padre perfectamente.

—¡Hija estás...!

Él avanza hasta mí y toma mi mano.

—Me has dejado sin palabras princesa.

—Por favor no me hagan llorar. —les digo.

Mi padre me regala una sonrisa.

—Esplendida, mírate mi niña tan...

Él me abraza.

—Vamos cariño se nos hará tarde. —le dice mi madre.

—Que se esperen, la novia pude durar todo lo que quiera.

Mi padre se aleja de mí y le sonrio.

—Pero no quiero hacer esperar tanto a Axel.

—Si no está dispuesto a esperarte no vale la pena. —me dice— aunque si se arrepiente y te deja plantada soy capaz de ir por el de los...

—¡Arthur! —lo interrumpe mamá.

Río

—Nadie lástima a mí pequeña niña.

—Te quiero papá

Él besa mi frente.

—Espero que nada cambie hija, ahora que vas a casarte, abandonas el nido espero que no te olvides de tus padres.

—Eso nunca papá, aunque vaya a vivir en otra casa con Axel, vendré a visitarlos muy seguido.

—Eso espero, también nos mostraras tu nuevo hogar.

Asiento.

—Por supuesto, los invitaré para que conozcan la casa, será después de la luna de... —mi padre borra la sonrisa— boda.

Ambos reímos.

—Vamos hija entrá al auto —me dice mamá.

Asiento, les doy un beso a ambos y entro al auto en la parte de atrás. Mis padres entran al auto, mi madre me regala una sonrisa y se la regreso.

—¿Nerviosa?

—Mucho

Mi padre enciende el auto.

—Si te arrepientes sólo dime.

Niego y río

—Estoy muy segura papá.

—Arthur deja a la niña, ves que está nerviosa.

—Yo solo digo, el auto tiene mucha gasolina y podemos desviarnos y no llegar a la iglesia.

Río.

—No le hagas caso hija, solo recuerda que hoy es tu día.

Asiento y entrelazo mis manos.

Veo el anillo en mi dedo y suspiro.

Me pregunto cómo estará Axel.

Nervioso igual que yo.

        A x e l
Trato de peinar mi cabello y por más que lo hago no estoy conforme. Estoy frente al espejo. Bufo y vuelvo a pasarme el cepillo por el. Maldigo.

—¿Quieres que te ayude?

La voz de mi madre se hace presente. Me doy la vuelta. Ella se acerca, está tan arreglada que se ve tan hermosa, el tacón resuena contra el suelo.

—Se supone que el novio ya debe estar listo y estar camino a la iglesia.

—Lo sé es solo...

Ella llega hasta mi y me arrebata el cepillo. Empieza a peinarme.

—Madre no me trates como un niño.

—Se que ahora te crees adulto, pronto vas a casarte pero para mí siempre serás mi pequeño Axel. —ella baja el cepillo— listo, tan guapo como tú padre— le sonrio— sacaste mis ojos hijo.

Tomo su mano y beso su muñeca.

—Te quiero madre

La suelto. Ella me acomoda la corbata.

—¿El novio está listo?

Giro viendo a Alexa en el marco de la puerta hermosa, lista y reluciente.

Asiento.

—Vamos hermanito que tú chica te espera.

Dicho esto y se marcha. Regreso la vista en mi madre.

—Vamos, ya nos esperan.

Tomo una profunda respiración.

—Ultimamente veo a Alexa más feliz con Bryan y ahora que voy a ser tío por segunda vez, —suspiro— me gusta verla feliz.

—Y tu pronto serás feliz con Alicia.

—Ya lo soy madre, ya lo soy.

Salgo con mi madre de la habitación. Caminamos por el pasillo, muevo mis manos nervioso.

Al fin el día a llegado.

Bajo las escaleras, veo a todos reunidos. A mí padre, Alexa, Brayan y mi querido sobrino. Sonrio al ver a mi tocayo vestido igual que yo.

—¡Tio!

—¡Ey Lucas!

Bajo las escaleras, él corre hasta mi y lo abrazo. Me alejo de él. Incluso está peinado igual que yo. Me sorprende la similitud. Ahora entiendo porque muchos creen que soy su padre.

—Ya quiero ver a mi tía Alicia.

—Ya somos dos tocayo —lo toco del hombro— una carrera hasta el auto.

Asiente y es el primero en salir corriendo. Río y lo sigo.

—¡Por favor rubios comportense!

Ignoramos el grito de Alexa y salemos de la casa. Por supuesto, mi sobrino me gana, él se detiene a un lado del auto y brinca. Me acerco a él respirando agitadamente.

—Ganaste mi campeón.

—Vamos hijo, la novia te espera.

Mi padre golpea mi hombro y rodea el auto. Asiento, agradezco que él vaya a manejar, por los nervios yo no puedo. Todos entramos a los autos. Me toca ir con mis padres y Lucas que insistió en irse con nosotros que con Alexa y Bryan. Alan hace tiempo que se fué, le prometió a Sofía pasar por ella.

Mi padre enciende el auto y lo pone en marcha. Cada vez nos alejamos más de la casa. Tomo una respiración profunda y observo por la ventana.

—¡Mi tío está nervioso!

—¡Cállate enano!

Le hago cosquilla. Lucas se queja y lo suelto. Él se acomoda en el sillón.

—¿Tío cómo te imaginas que estará mi tía Alicia?

Giro a verlo y sonrio.

—Hermosa con su vestido de novia. Apuesto que no más nerviosa que yo.

Regreso la vista al frente.

Mi chica, voy a casarme con mi pequeña acosadora. Mi chica de libro.

(..)

Llegamos a la iglesia, abajo y le ayudo a mi tocayo a bajar. Lo tomo de la mano y caminamos hasta la entrada. Todos están afuera, por suerte, Alicia aún no llega. Todos están aquí, Alan, Sofía, Ana, Max, mi hermana y mi fastidioso cuñado. Gracias a mi sobrino, los nervios disminuyeron, me hizo contarle la historia de cómo conocí a Alicia y esa historia la conocen perfectamente.

Llego hasta ellos, suelto a Lucas y corre hasta Alexa.

—¿Aún no llega?

—No, paciencia Bro, no tarda.

—¿Y si se arrepiente?

—Suerte para la próxima.

Alan ríe, lo veo con molestia y me cruzo de brazos.

—Alan déjalo —le dice Sofía y se dirige a mí— Ey Alicia está tan estusiasmada así como tú. Vendrá.

Suspiro.

—Tienes razón.

De pronto, se escucha y veo un auto. Lo reconozco perfectamente, es el auto de mi casi suegro.

—¡La novia! —escucho que gritan.

Alguien me toma del hombros y me jala.

—¡Sueltame Alan!

—El novio espera adentro

—Quiero verla

—¡Adentro!

Bufo y entro a la iglesia.

Por favor, nos se busquen un amigo como Alan es un dolor de cabeza pero apesar de todo, siempre cuentas con él para todo.

     A l i c i a
Veo a todos entrar a la iglesia. Bajo del auto con ayuda de mi madre y lo busco con la mirada. Tal vez ya entró.

—¡Prima el novio ya está dentro!

Escucho gritar a Ana, la veo saludarme con la mano. Le sonrio y asiento. La veo entrar a la iglesia de la mano con Max. Mi madre se coloca adelante de mi y me acomoda el vestido. Doy un paso adelante, ella acomoda la cola del vestido.

—¿Cómo van esos nervios?

—Aumentan.

Se coloca frente a mí.

—Inhala y exhala. —asiento y hago lo que dice— te veo adentro.

Me abraza y termina por irse. La veo entrar a la iglesia, tomo una profunda respiración. Miro a mí padre colocarse a un lado de mi.

—¿Estás lista? Aún puedes...

Sigue necio en eso.

—Estoy lista papá —lo interrumpo.

Él me regala una cálida sonrisa. Me toma de la mano y empezamos a avanzar hasta la iglesia donde Él me espera.

—Nunca pensé llegaría este día, que entregaría a mí hija al altar, que la miraría casarse. Tan rápido creciste Alicia.

Le sonrio.

Mi padre suspira, estamos apunto de llegar.

—Debo aceptar que ese chico es el ideal, a pasado todas las pruebas, es el yerno perfecto. Y si a ti te hace feliz, yo y tú madre lo somos tan bien.

Nos detenemos a un paso de entrar a la iglesia.

—Gracias papá, Axel es Mi Chico Ideal y con el que quiero estar por siempre. Lo amo.

—No me queda duda hija, se nota lo mucho que lo amas y él a ti.

Asiento.

Mi padre se voltea y besa mi frente. Cierro los ojos un momento. Él se aleja y los abro.

—Sigamos que Axel me espera.

Entramos a la iglesia, la música empieza a sonar. Me aferro del brazo de mi padre. Estoy menos nerviosa pero la alegría que siento no se compara con nada. Todos están presentes. Entre más me acerco, más logro ver a Axel.

Ahí está, frente a mí, con una sonrisa reluciente, su cabello rubio perfectamente peinado hacía atrás, lleva un traje negro al igual que el pantalon, una camisa blanca que resalta y hace una perfecta combinación con el traje y por último, una corbata negra, que lo hace ver elegante y más atractivo de lo que ya es.

Le sonrio. A unos pasos estamos. Miro a Tatiana, me sonrie, le regreso la sonrisa, mi compañera de trabajo, veo a Bryan con Lucas a un lado de él, lleva un traje igual como el de Axel. Un mini él. Me saluda con la mano, le regreso el saludo. Sigo avanzando. Veo a mi madre al frente con mi tía, la madre de Axel, mi suegra, a Max, Alan me guiña el ojo. Al enfrente se encuentran Alexa, Sofía y Ana mis damas de honor. Me sonríen, tan hermosas. Regreso la vista al frente. Mis manos sudan y los nervios aumentan al tener a Axel frente a mí a una distancia nula. Nos detenemos. Suspiro. La música se detiene. Mi padre toma mi mano.

—Te entrego a lo más preciado que tengo en esta vida Axel, más te vale que la cuides bien, que la hagas feliz. Mi hija es una joya lo más importante para mi y para mí esposa.

—Lo sé señor Arthur, cuídare a Alicia como se debe. Como si fuera una muñeca de porcelana, le daré todo mi amor.

Se escuchan los murmuros: aww

Tomo la mano de Axel, me despido de beso de mi papá, él golpea el hombro de Axel y se marcha a sentarse con mamá. Me giro, entralazo mi mano con la de él.

—Te ves hermosa Alicia —murmura.

—Tu también te ves muy bien Axel.

Me sonríe, un rubor se apodera de mi. El padre carraspea.

—Daremos inicio a la boda de Alicia Mendes con Axel Navarro. —dice el padre.

Observo a Axel de reojo.

Estoy tan feliz.

...

La boda transcurre, cada paso se lleva acabo incluso cuando nos colocaron el lazo a mí y a Axel. Ese lazo de amor que nos une, siempre creo que entre nosotros existe un hilo rojo imaginario, el hilo puede estirarse, contraerse o enrredarse pero jamás romperse. Un lazo irrompible, que nada ni nadie podrá interponerse en nuestro amor sí realmente es verdadero. Apesar de todo, siempre terminamos juntos, unidos, amándonos más y más. El verdadero amor lo puede todo.

Llega mi parte favorita:

Yo y Axel nos volteamos quedando de enfrente. Él toma mis manos, le sonrio como boba.

—Axel Navarro, ¿aceptas a Alicia Mendes como esposa y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, amarla, respetarla todos los días de tu vida?

—Por supuesto que sí acepto.

Me guiña el ojo.

Me pierdo en esos ojos azules que me cautivaron desde el primer día. Su físico y debo admitirlo, Axel a cambiado mucho durante estos cuatro años, ya no es el mismo chico de antes. Aquel chico que me pidió hacerle un trabajo y yo lo rechacé/me negué. Un NO como respuesta. Dónde comenzó todo. Nuestra linda historia.

El padre se dirige a mí:

—Alicia Mendes, ¿aceptas a Axel Navarro como esposo y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermera, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?

—Si, si acepto sin dudar. —respondo con estusiasmo.

El padre nos sonríe.

—Lo que Dios acaba de unir, no lo separé el hombre. Axel puedes besar a la novia.

La iglesia se llena de aplausos. Axel se acerca y une sus labios con los míos en un tierno, lento beso. Toma mi mejilla, ladea la cabeza y profundizamos el beso. Se aleja, acaricia mi mejilla con ternura y me sonríe.

—Te amo

—Y yo a ti Axel

Lo abrazo, duramos varios segundos abrazados cuando nos separamos. Nos volteamos, Axel me toma de la cintura y me pega más a él.

—Mi chica de libro— me murmura al oído.

Creo que le a afectado tanto leer, como a mí.

Tan rápido las felicitaciones se hacen presentes por parte de todos. Observo a Axel de reojo.

Al fin me casé con Axel.

De crush pasó a novio y ahora mi esposo.

Ahora soy oficialmente Alicia Mendes de Navarro.

La chica que conquistó a su crush...

✨

Nota de Autora:
Awww tanta dulzura me empalaga❤️🤧. Al fin se nos casaron Alicia y Axel y yo soy un mar de lágrimas. Gracias por la paciencia, gracias por leerme, por seguir aquí después de mucho tiempo sin actualizar. Ahora, pienso seguir con la historia y por supuesto, seguir con la segunda parte de la Boda. Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo al escribirlo, me encantó y... Aww sin palabras, lo siento, me despido; tengo una ceremonia que planear, porque la Boda de Axel & Alicia continúa.

Nos seguimos leyendo el próximo año. Que el año que viene venga con más actualizacion, la historia de Alicia y Axel aún les tiene mucho que mostrar.

¡¡FELIZ NAVIDAD y PRÓSPERO AÑO NUEVO!!  🎄🎁✨🎆