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Capítulo 10 ♡

+Dos semanas después...

  V A L E R I A
Cada día que pasa, es un día más en éste maldito infierno. Encerrada en una celda, llevándose los años de mi vida. Entre más pasa el tiempo, más me desespero, debo salir de aquí...

¡Ahora!

Mañana, mañana es el peor día de mí vida. Es posible, que a estás horas, él se este casando con ella. Ellos disfrutando su boda y yo aquí, triste, enojada por eso sin poder impedirla.

¿Qué se puede hacer desde la prisión?

Nada.

Absolutamente nada.

Camino de un lado a otro en mi celda, maldigo, me jalo mi cabello. Furiosa, completamente furiosa. Me detengo, giro a ver a Coral, ella sentada en la cama de abajo (la mía) con las piernas dobladas en forma de indio, lee una revista sin ponerme la minima atención.

—¿Me estás escuchando?

—Aja

—¡Coral! —grito fustrada.

Ella levanta la vista, cierra la revista y suelta un suspiro.

—¿Qué?

—Te estoy hablando.

—No, estás hablando sola, te he escuchado hace más de una hora maldiciendo tu vida, ya me hartaste.

Me cruzo de brazos molesta.

—¿Te vale?

Ella abre la boca y la vuelve a cerrar.

—Si

Suelta una risa burlona.

—Eres una imbécil. —menciono con odio.

—A ver rubia, ¿de qué te sirve quejarte si desde aquí no puedes hacer nada?

"Una verdad que lástima"

Suelto un suspiro y me siento a su lado.

—Tienes razón, mis planes eran salír de este maldito lugar antes de su boda. Mañana ellos se casan, tan felices, juntos y yo aquí, sufriendo por ello.

Agacho la vista.

—Pronto saldrás.

Levanto la vista, giro a ver a Coral con una mal cara.

—Si claro, apenas llevó cuatro años aquí, me faltan 26 años. En ese laso de tiempo, seré una maldita vieja y abre perdido a Axel para siempre. —me levanto—. Yo debo salir ahora. —me volteo, me cruzo de brazos.

Coral se remueve en su lugar.

—¿Cómo va tu plan que planeaste?

Bufo.

—Muy lento.

—Pero la psiquiatra creé que estás loca ¿no?

Guardo silencio un momento.

En todo este tiempo, he tenido mis consultas constantes, he empeorado según la psiquiatra. He fungido, exagerado un poco. No voy a mentir, Dylan me sigue atormentado, por un momento creí que él me llevaría a la locura realmente. Que las alucinaciones me serían difíciles de controlarlas. Me equivoqué, con el tiempo he podido "controlarlas" ya no me asusta verlo, a sido otro acompañante en esta celda. He aprendido a vivir con un maldito fantasma del pasado que trata de atormentarme más yo no se lo permito.

—¡Valeria!

Pestañeo varias veces. Coral me llama y chasquea los dedos.

—Si, su diagnóstico dice que estoy realmente mal.

—¡Genial!  ¿cuándo te mandan al psiquiatrico?

—¿Ya quieres deshacerte de mi?

Coral asiente y suelta una risa. Ruedo los ojos.

"Increíble su sinceridad"

—Aun no lo sé, siento que les vale mi estado.

—Te recuerdo princesa que estamos en una prisión más no en un castillo.

Giro a verla, la fulmino con la mirada.

—Ademas. —ella hace una pequeña pausa—. Si logras tu plan, cuando te trasladen piensas escaparte ¿correcto? —asiento—. Si ocurre eso, ¿a dónde piensas ir? Serás fugitiva.

Lo pienso un momento. Tiene toda la maldita razón.

Me acomodo quedando frente a ella. Coral se gira.

—No había pensado en eso, no puedo ir con mi padre, no quiero meterlo en ésto, ya es suficiente con lo que tiene y mi madre. —suelto un bufido—. Para mí no existe. No tengo a nadie.

—Estar sóla allá fuera no será fácil, antes de lograr tu venganza debes planearla bien. —Coral guarda silencio un instante—. Y además, debes buscar dónde vivir, trabajar...

—¿Y quién le daría un trabajo a una fugitiva? —la interrumpo. —nadie.

Coral se encoje de hombros. De pronto, levanta las manos y chasquea los dedos.

—Yo conozco a alguien que podría ayudarte.

Frunzo el ceño.

—¿Quién?

—¡Black! —chilla con emoción.— un criminal puede ayudar a otra criminal.

—¿Quién es ese tal Black?

—Valentin Black es el criminal más buscado de todos y nunca han podido atraparlo. Es demasiado popular, me extraña que no hayas escuchado hablar de él. Él me ayudó mucho, cuando maté a mis padres, no tenía a nadie, un día lo encontré y me ofreció trabajar para él. Black me vendia la droga, la cual vendía y consumía. Lo hacía hasta que me atraparon y me metieron aquí, ése imbécil prometió ayudarme y mírame. Eso sí, con él no se juega. Si estás dispuesta a entrar en su mundo, ten por seguro que terminaras mal.

Eso en vez de causarme miedo, fué una tentación para mí, ese Black me intriga demasiado.

Sonrío al escuchar hablar a Coral de ese hombre.

—¿Y dónde lo encuentro?

—No sabría decirte, se esconde con facilidad pero no dudo que siga en esta ciudad, se creé dueño de todo.

—¿Sólo vende droga?

—Hace las peores cosas. —Coral se inclina un poco—. Incluso matar a sangre fría.

—Si quieres darme miedo no lo estás logrando. Yo he matado igual.

—Tu eres el mismo demonio en persona atrapado en ese cuerpo de ángel.

Ambas reímos.

—¿Creés que él quiera ayudarme?

—No lo dudo.

Asiento.

—Antes de mi venganza, quiero encontrar a esos idiotas asquerosos que me violaron.

Coral borra la sonrisa.

Ella conoce perfectamente la historia.

Se la conté un día cuando... Me derrumbe frente a ella. Los maltratos de las demás prisioneras estaban ganando la batalla. Yo ya no podía estar un día más en esta prisión. Llegué a arrepentirme por todo lo que hice, sin tan solo no hubiese... Ya no puedo cambiar nada. Le conté desde principio a fin mi historia a Coral, incluso sobre esos malditos cerdos que abusaron de mi.

Muerdo mi labio inferior. Siento un nudo en la carganta.

—Es lo primero que haré cuando salga, encontrarlos y matarlos, que sufran, supliquen por su miserable vida.

Hago las manos puños.

—Despues será mi venganza, le voy a demostrar que con Valeria Olson nadie se mete. Todo terminará con cuando Axel sea completamente mío. —añado.

—Y si ellos... Ya están muertos.

Veo a Coral.

—No merecen la muerte, merecen ser torturados, que sufran. Que pidan piedad cuando ellos no la tuvieron conmigo.

—Tienes razón.

—Ellos destruyeron mi vida, por su culpa perdí a mi...

Trago saliva y limpio mis lágrimas.

—Estoy segura que lo lograrás. No puedo creer cuanto odio hay en ti.  En verdad espero que salgas pronto.

—¿Juntas? Tú saldrás conmigo..

Coral suelta una risa sin ánimos.

—Lo veo complicado, a mí me falta una larga condena por pagar. Apenas llevo 6 años aquí. Entré cuando solo tenía 19, así como tú, sufrí mucho. Me identifico contigo. Excepto que yo no soy rubia.

Tomo las manos de Coral.

—Nos escaparemos juntas, no voy a dejarte en éste maldito lugar. —ella me regala una sonrisa—. Sígueme hablando de ese tal Valentín Black, quiero saber todo de él.

Coral asiente, me empieza contar, poniéndole toda la atención posible...

Haré lo que sea para hacerlo mi aliado y con su ayuda llevar acabo mi venganza.

...

Aún no puedo creer que el tiempo se pasé tan rápido. Mañana me caso con Axel, estoy nerviosa, alegre, emocionada al mismo tiempo. Mañana será un día especial para ambos. Mi boda, pero hoy, hoy llego mi despedida de soltera.

Me encuentro en la librería, mi última día trabajando. Le he pedido vacaciones a Tatiana que sin rechistar me las dio. Me tomaré unos días de descanso, disfrutaré mi boda, la luna de miel, mi vida siendo la esposa de Axel Navarro.

"Alicia Mendes de Navarro"

Que bonito suena eso.

Aunque Axel prefiere que al estar casados dejé de trabajar, es un tema que no hemos hablado con extensión, lo haremos más adelante, por ahora solo quiero disfrutar mi boda con el amor de mi vida.

Sofía y Ana se han encargado de todo. La despedida fué su idea. Temo dejarlas sola en la preparación, son una verdadero peligro cuando están juntas. No me extraña que loca idea plantearán.

Observo la hora en mi reloj, mi turno a terminando. Suelto un suspiro, tomo mi bolsa, me despido de mi compañera y de Tatiana.

—Adiós Alicia, nos vemos en la noche. —me dice Tatiana antes de salir.

Asiento, me despido de nuevo con un movimiento de mano y salgo de la librería.

A ambas las invité a la despedida de soltera. No tengo demasiadas amigas más que Sofía y Ana,(contando que ella es mi prima). Sofía dijo. "Sólo chicas" bien, ¿por qué no ellas? Siendo realista, no me gustan las despedidas de solteras, en los libros que he leído, siempre acaban mal.

Esta es la vida real Alicia.

Me grita mi subconsciente.

Salgo de la librería, me detengo y sonrio al ver a Axel afuera recargado en su auto. Sin dudarlo, corro hasta él. Él me recibe con los brazos extendidos, me carga un poco dándome una pequeña vuelta.

Me baja, me alejo de él y lo beso. Axel toma mi cintura y me pega más a él.

—Me gustan tus buenas recibidas, —el me da otro beso. —vendré más seguido por ti. —habla entre mi boca.

Axel muerde mi labio inferior, sigo con el beso con sincronización. Me alejo de él por falta de aire. Limpio mi boca, me río al notar mi labial rojo pintado sobre los labios de Axel. El ríe y pasa sus dedos por su boca.

—Te amo Alicia.

Me da un corto beso.

—Yo más Axel.

—¿Lista para disfrutar nuestro último día de novios? —asiento—. Quiero disfrutar el resto de la tarde contigo, ya sabés, por la noche van a separarnos.

—Bueno tú estuviste de acuerdo con la despedida, espero te comportes Axel Navarro.

Axel me suelta, se aleja un poco y levanta su mano.

—Lo prometo, estaré perfecto para la boda. —responde—. Ya quiero verte con el vestido de novia, llegando al altar y decir si acepto.

Sonrio.

—Ese día ya casi llega.

—¡Cuento las horas Alicia! —exclama Axel.

Ambos nos reímos. Axel me guía hasta el auto. Me abre la puerta, entro, él rodea el auto y se adentra. Tan pronto lo enciende, lo pone en marcha y arranca.

—¿A dónde quieres ir a comer?

—Sorprendeme

(...)

Me la he pasado tan bien con Axel, me a llevado a un restaurante, el mismo donde me pidió matrimonio hace tres meses atrás. La cómida estuvo deliciosa, el tiempo con él paso volando entre risas, pláticas y muchos besos.

Pasamos varias horas en el restaurante cuando decimos irnos. Salemos del lugar con nuestras manos entrelazadas.

—Me la pasé tan bien contigo Axel.

—Que mejor compañía puedo tener Alicia, no me arrepiento de haberte elegido. Le agradezco a la vida, más bien a ese tonto proyecto por haberte hablado. El inicio de todo.

—Tu cinco. —me burlo.

Ambos reímos.

—Si, ¿quién lo diría no?

—Mi acosadora se convirtió en mi novia.

—Y mi crush en mi novio y futuro esposo. —digo con alegría.

Axel se detiene, me acerca a él. Me da un beso, varios minutos nos alejamos.

—¿A qué hora será tu depedida? —me pregunta Axel.

—Sofia quiere que este en su casa a las 7.

Axel mira su reloj.

—Nos queda una hora para estar juntos.

—¿Y tú?

—Nah entre más tarde empiece mejor, ya sabes cómo se pone Alan.

Reímos.

Retomamos la caminata.

—Tenemos tiempo de ir a nuestro lugar favorito.

Giro a verlo.

—¿Te refieres a...?

Axel asiente.

—¡Al parque! —decimos al unísono.

(...)

Ambos estamos sentados en los columpios disfrutando de la hermosa vista. Poca gente queda, muchos caminan de un lado a otro, parejas, niños jugando. El aire pega en mi rostro. Sin soltar la mano de Axel mientras ambos nos mecemos.

Tantos recuerdos aquí, nuestro lugar favorito y especial.

No obstante, Axel se detiene, suelta mi mano y se baja del columpio. Frunzo el ceño.

¿Va a irse?

Sin embargo, Axel se coloca atras de mí, observo sus movimientos.

—¿Qué haces?

—Mecer a mi novia.

Una sonrisa boba aparece en mi rostro.

Axel empieza a mover el columpio, lo empuja, me dejo mecer por él. Ambos reímos. Parecemos niños chiquitos, somos el centro de atención de las miradas de varías personas en el parque que nos ven mientras cuchichean entre ellos.

He aprendido a no darle importancia a la gente. Nadie me quitara mi felicidad, sin importar lo que diga o piense la gente, me tiene sin cuidado.

Cada vez que llego hasta Axel, él me roba un beso. Empuja el columpio y vuelve a besarme. Me río sin parar. No obstante, le pido a Axel detener el columpio. Me bajo, él enarca una ceja.

—Tu turno.

—No Alicia

—Oh vamos Axel.

Lo tomo de la mano, lo obligo a sentarse en el columpio. Empiezo o trato de empujarlo.

Bien, fué una mala idea.

Axel se burla de mi, él solo se avienta.

—No te burles que pesas.

—Quien te manda no tener fuerzas.

—Jaja.

Empujo a Axel, ambos reímos.

El resto del tiempo la pasamos así, disfrutando el momento...

(...)

—Eso fué muy divertido, deberíamos repetir más seguido. —le digo a Axel al dirigirnos hasta la casa de Sofía.

—Pero para la próxima, sólo tú irás en el columpio.

Axel ríe, lo fulmino con la mirada.

Dios su risa me encanta.

"Concéntrate Alicia"

Axel deja de reír.

Llegamos hasta la puerta de Sofía, tocamos la puerta. Enseguida es abierta por Alan. Lo saludamos y nos adentramos a la casa. Avanzamos hasta la sala, Sofía, Ana y varias compañeras ya están aquí.

—¿Estás lista Alicia?

Asiento.

—Bueno amor, no es que te corra pero nuestra fiesta esta por empezar. —le dice Sofía a Alan.

—Si ya entendí, vámonos Bro que las chicas nos corren.

Alan se despide de beso de Sofía. Acaricia su vientre abultado, deposita un beso en el estómago de Sofía y se aleja de ella. Sonrio por eso.

—Es hora Alicia.

Giro a ver a Axel.

Le doy un beso, me despido de él. Casi Alan se lo lleva a arrastras. Río por eso. Axel quería quedarse más tiempo conmigo. Los veo salir de la casa. Regreso la vista en Sofía.

—Solo a esperar a que lleguen las demás. —dice Ana mientras decora con una cartulina que dice :"Despedida de soltera"

—Solo falta Alexa y tu madre.

Asiento.

Saludo a las demás chicas.

—Si gustas cambiarte Alicia, Ana dejó tu ropa en mi habitación. Si gustas arreglarte hazlo con confianza.

—Gracias Sofía, ahora vuelvo.

Me doy la vuelta y subo las escaleras. Entro a la habitación de Sofía.

Minutos después, salgo completamente arreglada y maquillada. Un leve retoque.

Genial, para la próxima vez no le pido a Ana elegir mí ropa.

Consiste en una falda negra con un cierre de lado. Una blusa blanca con un dibujo al frente. Unos botines rojos y mi cabello lo dejé lacio siendo notado más largo que lo normal.

Bajo las escaleras, varías chicas llegan. Les ayudo a decorar la casa. Una sonrisa de apodera de mi. Ana se levanta.

—Foto

Yo, Ana y Sofía nos acomodamos frente al letrero. Sonrio y nos toman la foto. Saliendo sonriente abrazadas de mis amigas.

Un recuerdo que jamás olvidaré.

(...)

La puerta es tocada de nuevo, Ana corre a abrir. Estamos todas, yo, Sofía, Ana, mi madre (que por suerte mi padre la dejó venir) la madre de Sofía, Tatiana y varías compañeras más.

—¡Hola! —saluda Alexa—. Lamento el retardo, Lucas no quería quedarse con mí madre.

—Es una pena que tú madre no haya querido unirse Alexa. —le dice Sofía.

—Ya sabes cómo es.

Alexa me saluda, ella y Ana se integran al grupo.

—Bien, ¡Qué comience la fiesta! —grita Ana.

Corre a encender la música. Suelto un suspiro.

"Tú puedes Alicia"

...

Alan conduce mi auto sin decirme a dónde vamos. Por más que le he preguntado, no me a querido decir dónde será mi despedida de soltero.

—¿Falta mucho? —le pregunto.

—Ya casi Bro

Alan toma el volante con una mano, con la otra me pasa su celular.

—Ten, mándale un mensaje a André si ya llegaron todos.

Ruedo los ojos. Lo tomo. Alan me lo pasa desbloqueado. Tecleo y mando el mensaje.
Tan pronto la respuesta llega.

—Dice que si, que sólo faltamos nosotros.

—Pues ya llevo al novio. —dice Alan con burla.

Me cruzo de brazos y observo por la ventana.

Qué daría por estar con Alicia en estos momentos.

+

Alan aparca fuera de un antro. Frunzo el ceño. Sale del auto, me dispongo a salir. Alan me lanza las llaves, las cacho.

—¿Aquí?

—No consegui algo mejor.

—Pense que sería en la casa de Max o Bryan.

—Ninguno quiso, vamos.

Alan camina hasta la entrada del antro, lo sigo. Entramos al antro. Avanzamos, las luces de neón iluminan el lugar.

—Alan aquí no hay nadie.

—Tranquilo Bro, rente el lugar para tú despedida de soltero.

Abro los ojos.

—Debio costarte mucho.

—Nah, bueno algo, pagamos una parte entre yo, André y Bryan, el resto lo harás tú.

Ruedo los ojos.

Bajamos las escaleras. Escucho varias voces.

—Te vas a sorprender, reuní a varios compañeros del instituto, nuestro equipo de fútbol.

Abro los ojos sorprendido.

—¡¿En serio?!

—¡Llego Axel! —grita Max.

Todos giran a verme.

Abro los ojos sorprendido.

—Te lo dije.

—Cuanto tiempo Axel.

—Mira tu ya te nos casas.

Asiento y saludo a varios.

Max me saluda.

—Mira Bro, espero los recuerdes. Ellos son Ian, Israel, Omar, Ryan, Mario, Tayler, Diego y Ulises.

Saludos a todos.

—Faltaron más, muchos no aceptaron venir.

—No importa. —digo, observo alrededor,—. ¿Y Bryan?

—Aca atrás.

Me volteo y lo veo.

—¿Creés que me perdería tu despedida cuñado?

Finjo una sonrisa.

—Casi yerno.

Me percato de la presencia del padre de Alicia, Arthur, mi:

—Casi suegro. —le digo y le doy un apretón de manos.

Él presiona el agarre. Se acerca. Hago una mueca.

—Espero te comportes. —me susurra en el oído, asiento y me suelta.

—Me alegra que haya venido señor Arthur.

Él retrocede.

Mala idea fué invitarlo, lo pienso.

Giro a ver a Alan.

—¿Y tú Padre?

—Viajes de negocios. —me susurra. —Bien, que comience esto, ya que estamos todos vamos a celebrar y pasarla bien.

Alan chasquea los dedos.

Varios meseros nos entregan bebidas.

—¡Por Axel! —exclama Alan levantando su copa.

—¡¡Por Axel!! —gritan todos al unísono.

Levanto mi copa, las chocamos entre todos. Le doy un trago. Carraspeo.

"Está fuerte"

Le prometí a Alicia no deber tanto para estar bien en nuestra boda. Sólo serán unas copas ¿no?

...

Tiempo después...

  A L I C I A ✨

Las chicas me han echo beber, prácticamente me obligaron a hacerlo.

"Sólo es una copa Alicia"

"No seas aburrida"

Y aquí tienen, una Alicia que a perdido la cuenta de cuántas llevá, mareada y sobre todo... Feliz. Disfrutando mi despedida de soltera.

El tiempo pasó entre varios juegos, beber, bailar, risas y pláticas.

Soy el centro de atención y por primera vez, me gusta.

Por primera vez, estoy dejando salir a una Alicia que no conocía. Una loca, divertida.

Ana me entrega otra copa. Le doy un trago. Es preocupante, ya no las siento tan fuerte, no me amargan pero la verdad me vale. Después de todo, beber no es tan malo.

—Bajen la música. —pide Sofía.

Las únicas que no han bebido es Sofía y Alexa, me sorprende mi madre. Pero aún así, se mantienen alegres.

"Eso es mamá"

Ella dice: "Se parece a mí"

Debería casarme más seguido.

Que diablos estoy diciendo.

"Controlate Alicia"

La música se baja.

Frunzo el ceño.

—Bueno prima, es tu día o noche no lo sé. —rie Ana—. En fin, queremos darte varios regalos.

—No se hubieran molestado.

—No es nada.

Ana me jala hasta una mesa donde se hayan variados regalos.

Hace un momento no estaban, ¿cómo no me di cuenta?

Las chicas aplauden, gritan. Abro varios. Me río al sacar una foto de Axel con un marco.

—¿Fuiste tú Ana?

Ella ríe.

—Que bien me conoces prima.

Estoy por aguardarlo cuando Ana me lo arrebata.

—No, no lo aguardes, nos servirá para nuestro próximo juego. "Besar a Axel"

Me empiezo a reír.

—Vamos Ali

Ana me jala hasta la sala. Suben la música. Me termino la copa de un trago, se la paso a Ana. Me vendan los ojos. Escucho sus indicaciones.

Aveces es bueno dejarse llevar un rato. Me pregunto cómo se la estará pasando Axel, ¿igual que yo?

   A X E L

—¡Fondo, fondo, fondo!! —gritan todos mientras me termino la botella.

Lo logro, levanto la botella y grito victorioso. Alan me pasa otra, se la rechazo.

—¿Tú quieres emborracharme?

—Vamos Bro, no seas aburrido.

—Necesito ir al baño.

Paso por su lado y camino en dirección a los baños. Al llegar entro, me tambaleo un poco. Hago mis necesidades, termino y camino hasta el lavabo. Lavo mis manos y mojo mi cara con un poco de agua. La limpio con mi camisa. Observo mi reflejo. Sonrio. Me toco los bolsillos buscando mi celular. Lo encuentro, lo saco y tecleo el número de Alicia. Le marco, me manda al buzón. Maldigo mentalmente. Lo vuelvo a intentar.

No obstante, la puerta se abre de golpe.

—¡Aquí estás Bro! Ven que te tengo una bella sorpresa.

Alan llega hasta mi. Me extraña que siga de pie, a bebido mucho.

—¿Qué haces?

—Nada

Bloqueo mi celular y lo vuelvo a aguardar.

—Olvidate de Alicia, disfruta tu noche.

"Será imposible"

Alan me empuja, soltando un gruñido camino hasta salir del baño.

—¡Alan! —le gritan.

—¡Voy! —golpea mi espalda—. Date prisa Bro.

Alan se marcha. Suelto un bufido y sigo avanzando.

Llego hasta junto al resto. Alan se sube a la pista. Le pasan un micrófono. Bajan la música.

—Bien Bro, ¿Listo para tu sorpresa?

Niego.

—André por favor.

Me obligan a sentarme en una silla, quedando frente a la pista de baile. Frunzo el ceño. Alan se baja de un salto. Las luces iluminan la pista, cambian de música. Estoy por levantarme, sin embargo me obligaba a permanecer sentado.

Esto me está molestando.

—¡Lo mejor de la noche Bro, disfrutalo! —me grita Alan.

Todos empiezan a gritar, silban y aplauden.

De pronto, cinco hermosas chicas aparecen en la pista caminando sensualmente, con poca ropa. Mierda. Debo admitirlo, son realmente sexys.

Maldita seas Alan.

Se dirigen hasta mi. Trago saliva. Se acercan. El lugar se llena de silbidos y piropos. Las chicas bailan sensualmente frente a mí. Moviendo sus caderas, su cabello.

Aparta la mirada Axel.

Mierda, no puedo.

"Vas a pagarmela Alan"

Una chica se coloca frente a mí. Coloca sus manos en mis hombros. Intento alejarla. Me sonríe descaradamente.

La mirada arriba Axel, me repito.

Río nervioso.

¿De dónde diablos las sacó Alan?

Se colocan a mí alrededor bailando muy, muy cerca de mí, una de ellas intenta besarme. Volteo la cabeza. Otra jala mi mano, llevándola hasta sus pechos.

Mierda.

Me levanto de golpe. Ellas retroceden. Observo a un tipo, lo jalo.

—Él lo necesita más que yo.

Me doy la vuelta y me alejo de ellas. Busco a Alan, lo encuentro y camino en su dirección.

—¡Alan!

—¿Bro qué te pasa? Vuelve ahí y deja que te bailén, me cobraron mucho dinero.

—Ve tu si tanto quieres Alan. Te pasas. —digo molesto.

Alan le da un trago a su copa.

—¿Cuál es tu problema?

—Mi problema es que las hayas contratado.

—¿Y?

—¡No te pedi hacerlo!

—Vamos Axel no seas amargado, o niegame que están buenas.

Ruedo los ojos.

—Yo no pienso engañar a Alicia con ellas.

—Y ella no tiene porque enterarse, quedará entre nosotros, ni mucho menos Sofí, me mataría. No vamos a engañar a nadie.

—Alan diles que se vayan.

Alan suelta un gruñido.

—No seas aburrido.—me dice y lleva la copa a su boca. Se la arrebato antes de que le de un trago y la lanzo lejos cayendo al suelo.

—¡Hazlo Alan!

—¡A ver Axel, Alicia no tiene porque saberlo! No exageres, disfruta esas chicas.

—A la única chica que quiero es ella.

—No creo que Alicia hubiese aceptado bailarte.

Aprieto la mandíbula y tomo a Alan de la camisa.

—¿Qué estás insinuando?

—¡Calmate Axel! ¡Déjalo! —se mete Max y intenta alejarme.

Lo suelto, retrocedo y jalo mi cabello.

—Si tanto te preocupa les pediré que se vayan. No es para tanto. —me dice Alan y acomoda su camisa.

—Deberias. —le digo—. ¿Qué sentirías si Sofía hiciera lo mismo? Contratar a varios strippers para que les bailen.

—No amigo, mi Sofia no es capaz.

Alan suelta una risa sin ánimos.

—¡Mierda si es capaz!

Me burlo de su cara.

—¡Maldita sea! —expresa Alan fustrado.

—Calma chicos, las chicas no serían capaz. —habla Max.

—Tu no las conoces bien. —le responde Alan. —me extrañaría de Alicia, pero tú novia y Sofía juntas las creo capaz de todo.

Volteo a ver a Max. Él agacha la vista.

—Tenemos que estar seguros, tal vez estamos exagerando.

—¿Y cómo le haremos? ¿Ir a su despedida?

—No Alan, antes debemos estar seguros que las chicas contrataron strippers.

—Hablan de mis compañeros.

Me volteo al escuchar una voz ajena. Me encuentro con la misma chica bailarina de hace rato.

—Lamento si los interrumpi guapos pero vengo a quejarme, fuimos contratadas para bailarle a él. —me señala con sus largas uñas pintadas y adornadas— más no a un grupo de borrachos.

—Espera, tal vez puedas ayudarnos. —le digo.

Ella se cruza de brazos.

—Por supuesto que puedo ayudarte guapo rubio.

Acaricia mi mejilla, tomo su muñeca y la aparto.

—No hablo de eso, verás tal vez sepas si tus "compañeros" fueron contratados por una chica.

—No me malintérpretes pero siempre pasa eso, a esto nos dedicamos. —menciona ella—. Pero ahora que recuerdo, mis compañeros fueron contratados para una despedida de soltera hoy mismo, casi a la misma hora que nosotras.

Alan da un paso adelante.

—¿Sabes quién los contrato?

—Lo siento guapo, no puedo decirte.

Saco mi cartera, saco un par de billetes, se los ofrezco a la morena.

—¿Ahora?

Ella observa el dinero.

—No puedo.

Suelto un bufido, saco más y se los tiendo.

—Se llamaba Sofía Ward, él otro apellido no lo recuerdo. —dice.

—¡Es ella! ¡Mi esposa!

La chica me arrebata el dinero.

—Que mala suerte, a esta hora ellos deben estar bailando sensualmente a tu chica.

—Es la chica de él. —me señala Max.

—Oh, lo siento guapo rubio, debo decir que mis compañeros son irresistibles. —muerde su labio inferior—. Pero bueno, si me necesitan estaré por allá haciendo mi trabajo, adiós guapos.

La chica se da la vuelta. Golpeo a Alan del pecho.

—Debemos impedirlo.

—¿Qué tienes en mente?

Sonrio.

—Vamonos.

—¿Dónde está Bryan?

Lo busco con la mirada. Si engaña a mí hermana le juro que...

—Aqui estoy, solo fuí al baño.

Bryan llega hasta nosotros.

—Iremos a la despedida de las chicas. —le cuenta Max.

Empiezo a caminar cuando escucho mi nombre. Me detengo y me doy la vuelta.

—¿Esto es lo que planeabas casi yerno? Le contaré a mi hija todo.

"Lo que me faltaba"

—Señor Arthur no es lo que piensa...

—¿A dónde vas?

—Es posible que a su hija le estén bailando varios strippers.

Fulmino a Alan con la mirada. El padre de Alicia cambia de expresión.

—Iremos a detenerlos. —añade Max.

—En ese caso iré con ustedes. Todos esos hombres los llevaré presos.

Salemos todos del antro.

Si una mala idea, estoy seguro que no me lo perdonará Alicia pero lo siento, no voy a permitirlo.

Prefiero bailarte yo.

...

  A L I C I A ✨

—¡Chicas bajen la música! —grita Ana.

Sofía toca una copa con una cuchara para llamar la atención. Carraspea.

—Bueno chicas llego el momento más importante de la noche.

Varías chicas gritan y celebran.

Yo frunzo el ceño.

—¿De qué hablas Sofía?

—De los strippers que contraté para ti Alicia.

—Ah de los...—abro mis ojos—. ¡¿Qué?! ¿Qué hiciste Sofía?

—Relajate amiga, te la pasarás increíble.

—No, no puedes...

—De hecho, faltan pocos minutos para que lleguen esos bombones y te bailén sensualmente. Chicas recuerden que aquí la que los disfrutará será Alicia pero podemos mirar y tocar —grita Sofía, las chicas chillan de alegría.

Le doy un trago a mi copa, me la termino.

—Preparate Alicia. —me guiña el ojo Sofía y se da la vuelta.

Le suben el volumen a la música.

No puedo creerlo.

Si Axel se entera...

Paso saliva.

Oh cielos.

   A X E L

Yo conduzco, es un milagro que todos nos hayamos acomodado en mi auto.

—¡Rápido Axel!

—Hago lo que puedo Alan.

—Por conducir así podrían multarte hijo. —dice el padre de Alicia—. Sin embargo, tú písale, que ahí está mi esposa y hija.

Aumento la velocidad. Rápido conduzco por la carretera sin detenerme.

Hasta la borrachera se me pasó.

...

Freno el auto de golpe. Los chicos maldicen y me reclaman.

—Ahi.

Señalo al frente.

—Son ellos.

Bajo rápido del auto. Frente a la casa de Sofía se encuentran 4 chicos musculosos, bajando de su auto. Con el pecho descubierto. Aprieto los puños y camino hasta ellos dejando al resto atrás.

—¡Ustedes, larguense!

Ellos giran a verme.

—¿Y tú eres?

—El prometido de la chica a la que van a bailarle.

Un chico da un paso adelante.

—Mira a nosotros nos contrataron para dar un buen show, a esos venimos, si nos disculpas y te ahorras tus celos, tenemos un trabajo que cumplir.

Le doy un golpe en la nariz al chico. El suelta un grito. Toca su nariz sangrada. Estoy por lanzarme a él cuando unas manos me detienen.

—Calmate Axel.

—¡Sueltame Alan!

Alan me empuja y gira a verlos con odio.

—Vayanse que no escucharon. —les dice Alan.

—Dile a tú amigo que se calme y nos deje hacer nuestro trabajo. Hicimos un trato y necesitamos el dinero y unos novios celosos no lo van a impedir. —dice otro.

—¡Te daré tu merecido!

Empujo a Alan.

Max me detiene.

—¿Cuánto quieren por irse? —les ofrece Bryan.

—Nada, esas chicas pagaron por adelantado.

Me safo del agarre de Max.

—Les propongo un trato.

—¿Qué cosa?

Sonrio.

—¿Qué tienes en mente Axel? —me pregunta Max.

+

—No debí hacerte caso Axel, estás loco. —se queja Max.

—¿Alguna vez han hecho una estupidez por amor?

—Yo muchas. —dice Alan.

Max y Brayan asienten.

—Bien, está es una de ellas. Las chicas quieren sus strippers, tendrán sus strippers.

—¡Pero míranos Axel! —se queja Bryan.

El señor Arthur solo se burla.

El trato consistió en cambiar de ropa, nosostros ocupar su lugar. Malditos desagraciados nos cobraron una fortuna por ello. Al final aceptaron, cambiamos de ropa, se marcharon y aquí estamos...

Vestidos de Strippers.

Sólo por ti Alicia.

—Bro he hecho las peores estupideces contigo pero esto es demasiado. —dice Alan—. Aparte, el maldito calzón se me mete en la...

—¡Alan!

Lo callamos todos.

Me coloco el antifaz.

—Bien es hora de entrar.

—Oye Axel, todo bien pero, ¿no crees que tú cabello va a delatarte?

—No soy el único rubio en la tierra Max.

—André tiene razón. —inquiere Alan.

—No me llames asi. —reprocha él.

—Casi yerno, tus amigos tienes razón, deberías ponerte esto.

El padre de Alicia me pasa un sombrero de policía.

—Estaba en la cajuela del auto de ésos chicos. Cuando te dieron sus cosas, lo encontré.

Lo tomo y me lo coloco.

—¿Qué tal me veo?

—Joder Bro si fuera gay me casaría contigo. —bromea Alan.

Ruedo los ojos. Me doy la vuelta, le doy una última mirada a los chicos y me dirijo a la entrada de la casa.

"Que el show comience"

+

   A L I C I A ✨

—Creo que esos strippers ya duraron. —menciona Sofía. —no les pagaré la otra mitad.

Presiento que es una mala idea.

No obstante, el timbre de la puerta es sonado. Mi madre se ofrece a abrir. 

—¡Llegaron los strippers! —grita una chica.

—¡Suban la música! —pide Ana.

Siento que alguien me jala, Ana me obliga a sentarme en una silla. Las chicas empiezan a gritar.

—¿Qué haces?

—Disfrutalo prima.

Los strippers entran.

Santo cielos.

La sala se llena de gritos femeninos. Yo no aparto la mirada. Ellos se acercan a mí mientras bailan sensualmente.

Piensa en la biblia Alicia.

Repito mentalmente.

Solo uno de ellos se acerca a mí. El del sombrero puesto. Un sexy policía debo admitir. Trato de levantarme, él me obliga a sentarme. Me baila muy muy cerca de mí. Jala su pantalón, las chicas gritan.

Dios hace calor o que...

Aparto la mirada de su escultural cuerpo. Observo su cara. Frunzo el ceño.

El toma mis manos y las lleva a su pecho. Las baja y las vuelve a subir. Las chicas gritan. Siento el rubor de mis mejillas. Él se acerca a mí rostro, intenta besarme, muevo la cabeza. Él toma mi barbilla, me hace girar y estampa sus labios con los míos. Aprieto la boca y él se ríe.

Un momento...

Observo sus ojos.

—No quieres besar a tu novio. —me murmura.

Logro escucharlo perfectamente sin importar el sonido dela música y los gritos femeninos.

—A... Axel—balbuceo.

Él asiente, me vuelve a besar está vez recibiendo su beso. Me separo de él, parpadeo varías veces. Me levanto.

—¡Axel! —exclamo.

Le quito el antifaz y el sombrero a Axel. Él me sonríe. Abro los ojos y la boca sorprendida.

—¡Bajen la música! —grita Sofía— ¡¿Axel qué haces aquí?!

La música se corta.

—Tranquila amor somos nosotros.

Sofía gira a ver al chico parado a su lado. Le quita el antifaz.

—¡Alan!

Ana se cubre su boca.

Todos se quitan sus antifaces. Mi padre llega hasta la sala abrazado de mi madre. Burlándose.

—¡Max! —chilla Ana sorprendida.

—¡Bryan! Sabía que ese lindo cuerpo era tuyo.

Alexa recibe a Bryan con los brazos extendidos. Lo besa y se abrazan. Ruedo los ojos, poso la vista en Axel, me cruzo de brazos.

—¿Y bien?

—Fue idea de Axel. —dice Max.

—Tienen mucho que explicarnos chicos. —habla Sofía con las manos cruzadas y  enarcando una ceja.

...

Todo quedó aclarado.

No es posible que los chicos hayan... Agh al igual que nosotras. Axel nos explicó todo. Me extraña que mi padre haya aceptado ayudarlos.

Después de la explicación, no soporte la risa.

Sólo a Axel Navarro se le ocurre hacer semejante cosa.

Los chicos se fueron a cambiar. Alan les empresto de su ropa. La mayoría de las chicas se fueron incluyendo mi madre, mi padre y la madre de Sofía. Sólo quedamos yo, Ana, Sofía y Alexa.

Nos mantenemos en la sala sentadas esperando los chicos. Con la música baja.

—No puedo creer lo que hicieron. —dice Sofía llevando su mano a sus sienes.

Me río.

—Hay que admitir que se miraban bien. —dice Ana.

Nos miramos entre todas y reímos.

—Jamas voy a olvidarlo. —digo.

Los chicos regresan. Llegan hasta nosotras y cada quien se sienta con sus respectivas parejas.

—Eres un sexy strippers Axel. —le susurro en el oído.

—Me gustaría hacerte uno en privado.

Me guiña el ojo.

—¿Y la fiesta se terminó? Hay que seguirla. —dice Alan.

—Que sea una despedida junta. —le sigue Max.

Sofía observa a Alan y lo abraza.

—¡Qué siga la fiesta! —exclama.

Ana corre y le sube a la música. Nos levantamos. Sofía nos pasa nuestras copas. Alan se va y regresa con varias cervezas y se las entrega a los chicos. Ana vuelve y se coloca a un lado de Max.

—¡Salud!

Levantamos nuestras copas y las chocamos entre todos. Axel me besa.

"Que la fiesta siga"

El resto de la noche la pasamos bailando, bebiendo, risas, besos de por medio. No me he separado ni un momento de Axel.

En este momento, estamos sentados en el sillón. Por tanto tomar me he mareado un poco. Vemos a nuestros amigos bailar y disfrutrar de la noche.

—¿Me acompañas a la cocina? —me susurra Axel al oído.

Asiento y me levanto, Axel me guía hasta la cocina. Entramos.

—Quiero estar a solas contigo.

Axel se acerca, me toma de la cintura y me pega a él.

—Te amo

Une sus labios con los míos. Le sigo el beso. Enrredo mis manos por su cuello. Profundizamos el beso, Axel muerde mi labio inferior. Retrocedo sin dejar de besarlo. Choco con la mesa. Me detengo. Axel se aleja, me carga y me sube sobre la mesa. Se mete entre mis piernas y vuelve a besarme. Llevo mis manos a su cintura. Me alejo de él, Axel va hasta mí cuello dejando cortos besos. Muerde el lóbulo de mi oreja.

—Axel

—No sabes cuanto me prendes Alicia. —susurra en mi oído.

Vuelve a mi boca y me besa. Axel coloca su mano en mi muslo. Nos alejamos, tomamos aire y nos volvemos a besar.

Axel sube su mano y la lleva hasta debajo de mi falda.

—Axel debemos. —murmuro contra su boca. —detenernos.

Él deja de besarme, entierra la cabeza en mi cuello y deja cortos besos.

—Axel.

—¿Quieres qué me detenga?

Lo dudo:

—Noo

Axel mete su otra mano por debajo de mi blusa, acaricia mi vientre hasta llegar a mis pechos. Tocando por arriba de mí sujetador.

Suelto un jadeo sin poder evitarlo.

Me separo de él, me ve divertido. Tomo su camisa, lo jalo y desato los primeros botones de su camisa. Bajo mi mano hasta el inicio de su pantalón. Introduzco mi mano por su camisa tocando su abdomen.

Axel me besa. Sube su mano puesta debajo de mi falda y la lleva hasta mí ropa interior.

Suelto un gemido.

—Ax.. Axel.

—Joder amor estás tan húmeda. —muerde mi cuello—. Me gusta ser yo el causante de eso. —menciona con voz ronca.

Echo mi cabeza hacia atrás. Suelto un gemido incontrolable.

—Axel detente. —digo con la voz agitada.

—Mm

Besa mi boca sin quitar su mano por debajo de mi ropa interior mientras me toca.

—Axel

Me alejo de él. Respiro aceleradamente. Lo tomo de la camisa y lo atraigo hasta mi. Unos nuestra bocas, su lengua entra curiosa y juguetea con la mía. Muerdo su labio inferior. Axel deja salir un gemido.

—Chicos si quieren más vino...

Me aparto de Axel al escuchar la voz de Sofía. Axel se aleja y saca su mano.

—Lo siento, yo no quería... —balbucea Sofía.

Me bajo de la mesa con ayuda de Axel sintiendo las mejillas coloradas. Me acomodo la falda y la blusa.

—Yo.. yo no vi nada, los espero allá, adiós.

Sofía sale de la cocina, llevo mis manos a mí frente.

—Oh por cierto, que traviesos. —se asoma, se burla y se va riendo.

Regreso la vista en Axel.

—Estar con Alan le está afectando.

Asiento y me río.

—Que vergüenza Axel.

—No te preocupes, no somos los únicos.

Axel se acerca a mí.

—No podré ver a Sofía a los ojos después de esto.

—Alicia como crees que se hizo ese bebé.

Le doy un golpe y río.

—Ya deseo que llegue nuestra luna de miel. Te voy a demostrar cuanto te amo.

—Y yo estoy lista para entregarme a ti Axel. —le doy un beso y me separo de él—. Deberíamos volver.

Axel suelta un gruñido.

—Tienes razón, vete adelantando yo debo...

Bajo la vista notando su erección.

—Oh sí, tu...

Aparto la mirada y me volteo.

—Te espero allá.

Camino hasta la salida.

—Alicia —me detengo y giro a verlo—. Te amo.

Le sonrio a Axel, le mando un beso y salgo de la cocina. Llego hasta la sala.

—No te preocupes Ali, seré una tumba. —me susurra Sofía al pasar por su lado.

Le regalo una sonrisa.

Pocos minutos después y Axel regresa. Se coloca a lado de mi.

—¿Todo bien?

—Todo bien

Recargo mi cabeza en el hombro de Axel y entrelazamos nuestras manos. Suelto un suspiro.

—Te amo Axel Navarro.

A + A = ♡

💘

»» Coral 👇 Está chica formará una parte muy importante en la historia.

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