Capítulo 11
AMISTAD VERDADERA
FRED
El auto de la señora Dufour se estacionó frente a mi casa, había insistido bastante en traerme hasta aquí. Finalmente, había accedido, ya que no quería ser grosero con ella.
Bajé del auto y le agradecí. Caminé hacia la entrada de mi hogar. El jardín era amplio, con mucha vegetación. Los árboles eran altos y las flores coloridas alegraban el sitio. Mi madre era amante de la flora. Recuerdo, que de pequeño le ayudaba con la jardinería. Sus flores favoritas eran las orquídeas y eran las que más predominaban en el jardín.
En cambio, yo odiaba las flores, eran tan coloridas para mi gusto.
Abrí la puerta de mi casa y me adentré. Al llegar a la sala me quedé estupefacto. En el sofá estaba sentado ni más ni menos que Chase Hawkins, a su lado estaba mi madre, quien me recibió con una sonrisa.
Era mi mejor amigo, era alto, tenía el cabello rubio rebelde, ojos marrones y piel pálida y vestía un pantalón negro y una camisa verde. Mi madre se acercó a mí, me besó en la frente y me avisó que iría al supermercado.
—Vaya, sigues siendo guapo, Fred —bromeó Chase y yo reí con él.
La primera vez que lo vi, fue en el colegio, nos habían mandado a detención. Él por hacer una broma a un compañero, y yo, por haber insultado a un chico que había intentado golpear a una compañera. No iba a permitir que le hiciera daño a alguien, así que ofendí al chico y por esa mala decisión, tuve que pasar tres horas en la biblioteca colocando libros en sus respectivos lugares. El lado positivo de la situación, fue haberlo conocido. Ese día, me divertí demasiado.
Sin duda, las mejores personas eran las que alegraban tu día, a pesar de lo roto que te encontrabas.
—Menudo idiota —anuncié divertido.
Mi rostro preocupado había cambiado a uno de alegría.
—Tengo una noticia —avisó, impaciente.— Mis padres me trasladaron al mismo instituto que tú, y no solo eso, estaré en el mismo salón —informó, mientras yo me sentaba en el sofá.
—Excelente —dije tratando de parecer emocionado.
—Si no te conociera, diría que estás feliz —comentó, quedando en silencio por unos minutos—. ¿Qué pasa? ¿Te molesta la idea de que seamos compañeros? —inquirió, frunciendo el ceño.
Estúpido. Me dije a mí mismo.
—En absoluto —respondí, evadiendo la primera pregunta.
Él me miró por un buen rato, hasta que decidió hablar.
—¿Por qué estás preocupado, Fred? —cuestionó y al momento de negarlo, me interrumpió—. Te conozco. No puedes mentirme —aclaró, su expresión juguetona volvió a su rostro.
Suspiré. Chase me había descubierto.
A él no le podía mentir, me conocía bastante bien.
—Lo sabrás en su momento, Chase.
—De acuerdo. ¿Tienes a alguien en mente para el baile, Fred?
Él dejó salir un suspiro.
—No me interesa ir.
Aseguré. No me gustaba ese tipo de cosas y él lo sabía perfectamente.
—No me hagas reír, iremos juntos —expresó, poniéndose de pie.
Le puse mala cara.
—Un momento, ¿cómo sabes que habrá un baile?
Lo miré con los ojos muy abiertos.
—Mis padres asistieron al instituto para informes y les mencionaron algo relacionado con el baile —respondió honestamente.
Él sonrió ampliamente.
Después de eso, mi mejor amigo se retiró de mi casa. Me fui a mi habitación y me acosté en la cama.
Pensé en Hayley y una sonrisa se formó en mis labios.
¿Qué me estaba pasando?
Decidí levantarme de la cama y acercarme al espejo, ignorando mis pensamientos y levantándome la camisa para ver dos cicatrices en mi pecho. El responsable era mi padre, él me había golpeado hasta cansarse, dejando varios moretones en todo el cuerpo. Lo hizo un día que mi madre no se encontraba, tenía cinco años. Aún era un niño…
Un niño con sueños e ideas locas sobre el mundo. Y lo más importante, con felicidad.
Tal vez los golpes habían cicatrizado, pero el dolor que sentía, no.
De repente, sonó el teléfono de la sala, distrayéndome de mis recuerdos. Bajé corriendo las escaleras y tan pronto como llegué allí, cogí el teléfono y contesté.
¿Quién podría ser?
—Diga…
Silencio.
Me miré las uñas, algo incómodo.
—¿Se encuentra tu madre? —habló una voz al otro lado de la llamada. La reconocí al instante, era la señora Dufour.
—No, eh —dudé por un momento—. ¿Cómo está Hayley?
Maldición. Me di cuenta al instante de lo precipitadamente que lo había dicho.
—Mejor, el médico no le ha prohibido ninguna actividad, podrá asistir a clases, pero siguiendo las indicaciones.
No pude evitar sonreír cuando respondió.
—Es un alivio —susurré para mí. Me despedí y colgué.
Al dejar el teléfono, la puerta se abrió y entró mi madre con varias bolsas. Me acerqué a ella y la ayudé.
—La señora Dufour acaba de llamar —le informé a mi madre.
—En verdad, es una lástima no haber sido yo la que respondiera. ¿Cómo está su hija?
Su voz sonaba preocupada. Estos últimos días, se había hecho amiga de la madre de Hayley.
—Bien —contesté.
Mi madre sonrió.
—Oh, es una excelente noticia. Deberíamos hornear pastelillos para su llegada —pronunció.
—Buena idea.
Nos adentramos a la cocina y juntos preparamos unos exquisitos pastelillos.
★★★
Llegamos a la casa de Hayley y mi madre pulsó el timbre. Un momento después, la puerta se abrió y la señora Dufour nos recibió y nos dejó entrar.
Sonreí, no quería que la preocupación fuera evidente en mi rostro.
Ni siquiera sabía por qué estaba así. La chica no me interesaba, en lo absoluto.
No.
No.
No me gusta esa chica.
¡No puedo creerlo!
¿Qué estoy haciendo? Esto es absurdo.
Cuando llegué a la sala me encontré con Hayley, estaba sentada en un taburete. Sus ojos azules se encontraron con los míos y sonrió.
—No te esperaba, Fred —comentó la chica, mirándome.
—Mi madre estaba preocupada por ti —dije al instante —así qué vinimos a ver cómo estabas.
—Estoy bien, gracias —añadió, al momento que entraba mi madre y la señora Dufour.
—Es un gusto volver a verlos —añadió la señora Dufour.
Hayley se acercó a mí, me tomó del brazo y me hizo una seña para que saliéramos al patio. Caminé con ella hasta llegar.
Se dirigió al columpio y me señaló el otro. Me acerqué y me senté.
La noche ya era notable. El cielo estaba estrellado y el viento rozaba mi cabello. Por lo menos tenía una chaqueta.
Mi vista se dirigió a Hayley, la miré y vi que estaba temblando. Me quité la chaqueta y se la di.
—Gracias Fred —Sonrió como un angelito.
Mi mirada se posó en ella. Aun en estos momentos portaba una sonrisa, no pude contenerme, la analicé: llevaba un vestido color crema y su pelo estaba recogido en un moño pequeño.
«Esta chica no se aburría de los vestidos.»
—¿Tengo algo en el rostro? —preguntó, curiosa. Abalanzándose en el columpio.
—¿Eh?
Su pregunta me pareció confusa.
—Me estás mirando y no veo otra explicación —abrí los ojos de par en par.
—¡Qué! Claro que no. Ahora estás delirando —Empezó a reírse.
—No mientas.
Ella dirigió su atención hacia mí con una amplia sonrisa.
—Y no lo hago —mascullé.
—¿Cuidarás de Kira mañana? —preguntó, cambiando de tema.
Lo pensé un momento, esbozando una sonrisa.
—Supongo que sí.
Volví a mirar a mi alrededor, respirando hondo.
—Bien, iré con ella —murmuró.
—No, no irás. Tienes que descansar —comenté y al final me arrepentí. Había sonado como una orden.
—No te preocupes, estaré bien.
Esbocé una pequeña sonrisa y sacudí la cabeza, algo más animado.
—¿Preocuparme? No seas presumida, Hayley—protesté.
—No arruines el momento —Seguía sonriendo.
—Eres bonita —solté sin pensarlo.
Soy un maldito tonto. Cómo se me ocurre decirle eso.
—Seguro que estás bien —bromeó Hayley, burlándose de mí.
—Sí, y lo que acabo de decir era mentira —le recordé.
—¿Entonces soy fea? —preguntó, divertida.
—Tú lo dijiste —aclaré.
Tras unos instantes de silencio, empezó a reírse.
—Tú tampoco eres guapo —su expresión cambió a una de diversión pura.
—Claro que lo soy —le dije lentamente.
—No lo eres —replicó enseguida.
Nos quedamos en silencio. Ambos nos miramos a los ojos.
—Mentí, eres hermosa —aseguré, sonriente.
—Mentí, eres lindo.
NOTA:
Hola, ¿Cómo están, solecitos?
Bueno, me gustaría agradecerles su apoyo,❤️ y desearles un feliz año nuevo (ya se acerca). 🌷
Este capítulo es el punto de vista de Fred.
Me gustaría aclararles que el final del capítulo no significa que estén enamorados... Simplemente me pareció lindo escribirlo por qué será el principio de algo. Aunque creo que si tienen sentimientos, pero aún no se podría llamar amor. ❤️
¿Qué les pareció Chase?
Hay nuevo personaje❤️ pronto lo conoceremos más.
¿Por qué creen que está preocupado Fred?
¿Qué tal Hayley?
Dejen sus comentarios, los leo💗
Saluditos ✨
Me gustaría agradecer a la editorial D3stiny6337 por aceptarme en el concurso y también a la creadora del sticker Daryefloi muchas gracias💖
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