Llegando a casa tome algo que comer y después me metí en mi cama a dormir.

A la mañana siguiente fui a aquella cabaña al medio día. La campana que está para avisar de una llegada sono y en ese momento aparece Soos vestido como una fiesta andante.

- ¡SORPRESA!

- ¿oookeeey? - dije confundida

- perdona chica Dip - dijo quitándose la especie de botarga que llevaba puesta.

- hola. ¿A que se se debe eso?

- los gemelos Pines llegan hoy y pensaba sorprenderlos.

- bien. Pero vengo a que me cuentes sobre la historia del pueblo.

- claro. Ven

Ambos nos sentamos en unas sillas de madera mientras que comía una galleta *cortesía de Soos*

- pregunta. Contestaré tus dudas lo mejor que pueda jeje

- que paso para que proclamarán la ley "nada de eso importa"

El empezó a explicar pero no entendía mucho ya que sobre explicaba las cosas y no entendía mucho hasta que mencionó a un triángulo amarillo.

- espera ¿que has dicho de ese triángulo amarillo?

- él con un montón de mounstruos que eran monstruosos por que eran monstruos tomo la ciudad, la ciudad de Gravity Falls y con ayuda de los gemelos a los que espero pudimos derrotar su ejército porque eran muchos y pudimos encerrarlo.

- ¿pero como logro traer a su ejército? Por lo que tengo entendido gracias a rumores es que él es de otra dimensión. ¿Como llegó aquí?

- un trato. Él siempre necesita de tratos para poder vivir y cuando lo derrotamos el no pudo hacer más tratos. Así que ya no puede regresar.

- así que un trato ¿he?...

La campanita del establecimiento sonó y unos pasos apresurados llegaron a la cocina. Era una chica de suéter rosa quien abrazo a aquel hombre.

- creo que me iré ya

Camine hacía la puerta cuando choque con un chico y ambas gorras calleron al suelo.

- ¡auch!

- perdón - me disculpe y tome una gorra. - adiós Soos.

Salí medio molesta por la expresión del chico y camine hacía el bosque. Aún era temprano. Llegue a aquel tronco y me senté.

- Toc toc ¿hay alguien ahí?

Todo se torno en gris y salió aquel triángulo.

- hol... ¿donde has sacado eso? - dijo señalando mi gorra.

- ayer la traía puesta y no dijiste nada ¿porque preguntas?

- el aroma - dijo olfateandome la cabeza - huele a Pines. ¿Acaso los viste?

Recordé de quien hablaba Soos y recordé el apellido

- si. No me calleron del todo bien.

- entonces quitatela. La quemare.

- déjame eso a mi. - saque un encendedor de mi bolsillo y quite mi gorra. - adiós gorra

Tire la gorra al césped pero se quemaba demasiado lento.

- quemala tu - dije y él sonrrio quemandola con una gran llamarada azul procediendo del piso.

- ahí está. - dijo olfateandome la cabeza de nuevo - ahora hueles bien.

- nunca imaginé escucharte decir eso - hable pícara

- ¡no me refería a eso! - grito avergonzado quemandome las puntas del cabello.

- ¡OYE!

- tu has empezado.

- genial ahora tendré que cortarlo.

- puedo - dijo volviendo su mano en una tijera.

- si. - dijo y empezó a cortar pero se detuvo a la mitad - y ni se te ocurra cortarme el cuello o te corto la mano - dije con unas tijeras que saque de mi pantalón.

- bien - renego y prosiguió cortando.

- ¿cómo quedó?

- espera, cierra los ojos.

Los cerré y sentí miles de manos en mi cabello y empecé a oler a quemado.

- ¡¿qué estas haciendo?! - dije tratando de abrir los ojos pero él puso dos manos en ellos evitandome ver.

- listo - dijo quitando sus manos y apareciendo frente mío

Aquel Dorito luminoso hizo aparecer un espejo y vi mi nuevo estilo. Eran unos rayos color azul sobre mi cabello café cortado por debajo de las orejas

- wou. Esta genial.

- y lo bueno es que es permanente. - dijo egocéntrico

- ¡gracias!

Dije contenta y de la emoción lo abrace.

- ¡suelta ya fenómeno!

- ¡no!

- ¡QUE ME SUELTES! - dijo fuertemente y su ojo se torno rojo

- yo también tengo uno - dije descubriendo mi ojo derecho haciendo burla. - y no me quitaré si gritas

Un suspiro molesto se escuchó - bien, ¿puedes quitarte?

- ¿por?...

- ¡¿por? ¿que?!

- dímelo bien o no te suelto fenómeno de un ojo.

- por favor quítate - dijo con una pesadez en las palabras

- de acuerdo.

Lo solté y me aleje un poco

- eres una chica que tienta mi paciencia.

- pues te aguantas porque no cambiaré.

- espero eso

- bye, el tiempo aquí pese a ser lento en la realidad pasa demasiado rápido.

- esta bien. Adiós

*****
Disculpen por la tardanza pero no tenía inspiración.

Nos leemos pronto.