La escuela era lo mejor, ya había regresado a clases presenciales después de una dura pandemia, y bueno, no regresé como tal al 100% pero para algunas clases ya tenía que ir a la universidad y eso se agradecía. Aquel día, regresando a mi casa, pasé a saludar a mi mejor amiga que se encontraba trabajando en la tienda.

Ella no trabajaba sola cabe resaltar, la tienda era de su madre, Vivian. Era una señora no tan mayor, tendría alrededor de 35 años y en general me cae muy bien su forma de ser es muy ocurrente y me divierto mucho con ella.

Ese día mi mejor amiga me contó una anécdota que había tenido con Sofi en el fin de semana en casa de su padre. Estuvo buena la historia. Me contó que por fin se habían dado su primer beso. Fue muy de la nada el beso y tan genuino que a Kat no se le acababa la emoción.

Cuando le iba a dar mi punto de vista a lo que había ocurrido fui interrumpido por la hermanita menor de mi mejor amiga, Carla.

Carlita era una niña de 10 años que veía muy poco porque se la pasaba más tiempo en casa de sus abuelitos, pero nos teníamos un afecto mutuo muy padre, ella me caía bien.

Se notaba muy emocionada porque haría su primera comunión y me dio gusto por ella. Ya en alguna ocasión me había comentado que la haría, pero mostré el mismo interés que la primera vez.

– ¿Qué día será tu primera comunión Carlita? – le pregunté.

– En un mes– contestó.

Una fecha que todavía estaba lejana.

–Me harán una fiesta en la casa de mi papá y estas cordialmente invitado.

Aquel comentario me cambio el día. En el momento me dio una alegría muy grande porque conocería por fin a la familia paterna de mi mejor amiga, algo que en 10 años que llevaba conociendo a Kat nunca había ocurrido. Pero no me duró la alegría, me acordé de que Kat en su momento me había dicho que su familia bailaba muy bien y el baile era una de las actividades que más me desagradaba.

Pensando en cómo le haría con eso del baile, Kat me regresó a la Tierra.

–Oye Saúl, ese día será el momento indicado para que conozcas a Luna.

Aquel comentario en lugar de ayudar empeoro aún más. Y con más razón, iba a quedar en ridículo por no saber bailar.

Ese día regresé a mi casa con una sensación de emoción y preocupación a la vez. Tenía que consultar esta situación con S.R.

Hablando en la noche con la voz en mi cabeza, concluimos que tenía que poner manos a la obra y aprender a bailar si o si para no estar sentado en la fiesta. Además, podría sorprender a Luna con unos pasos de baile y así sería más fácil conquistarla.

La decisión estaba tomada, me pondría a ver videos de pasos de cumbias y salsa para cuestiones de teoría, y para cuestiones de práctica tengo a tres increíbles mujeres en mi casa que podrían echarme la mano en este aspecto, hablamos de mi madre y mis dos hermanas, Tiny y Sam.

Mi hermana Tiny tiene 17 años y nuestra conexión es única, todo el tiempo estamos interactuando y molestándonos por cosas que no tienen sentido, pero aun así nos queremos demasiado. Mi otra hermana, Sam tiene 25 años y es la mejor, digamos que es el soporte de la familia, cualquier problema o algún consejo que llegáramos a tener algún miembro del hogar, Sam siempre entra al rescate y está apoyándonos en todo momento.

Tomando algunas de mis clases en línea (porque era una modalidad híbrida), yo me la pasaba viendo videos de baile. Vueltas que veía muy difícil que llegara a realizar. Trataba de ensayar en solitario para que en las noches ahora si pusiera en práctica los videos.

Pasaron algunos días y la semana siguiente en la tienda destaco un momento en especial. Kat habló sobre una pijamada que hubo en la casa de su papá, junto a Luna y Sofi el fin de semana, en la cual se la pasaron increíble. Cantaron, bailaron, vieron una película, comieron dulces, etcétera, como toda una buena pijamada.

Pero bueno, el punto es que Kat me mostró un video en donde mi amiga y Sofi se están poniendo unas mascarillas y entre risas se escucha una voz detrás del teléfono que decía:

"Se parecen a los de la película que se ponen máscaras y pueden matar por la noche, ¿cómo se llama?"

En ese momento supe que aquella chica era distinta, sabía de películas. Luna estaba hablando de la película "La noche de la expiación".

Para que lo sepan yo soy super fan de las pelis. Aquel video hizo que tuviera más interés por Luna.

Así que en el momento le dije a Kat:

– ¿Sabes? No me gustaría llegar vacío para el día de la fiesta, me refiero al hecho de llegar y no saber qué tema de conversación tener con ella–. No quería mandarle solicitud por Ig porque sería muy raro y forzado, yo no quería eso.

–No te preocupes por eso– respondió mi amiga. ­–Yo le hablaré de ti a mi prima y le diré que te envíe solicitud. Ya veremos si me hace caso.

Kat me leyó la mente, era lo que quería que hiciera y yo el más contento con ese pensamiento

Paso el fin de semana y lógicamente la solicitud nunca llegó. Resulta que Kat si le habló de mí a su prima, pero se negó a mandar la solicitud de amistad.

A los pocos días me armé de valor y dije: "¿Por qué no? vamos a enviarle solicitud a Luna".

Entré a Ig y la busqué. Su foto de perfil no se parecía en nada con las fotos que me enseñó Kat de ellas dos, pero estaba seguro de que era Luna, Kat la había etiquetado en muchas de sus historias así que era ella. Y mis ganas por conocerla seguían intactas.

Hubo una pequeña incertidumbre por saber si me la iba a aceptar la solicitud, pero fue poca la angustia, al día siguiente me la aceptó y tuve que esperarme otros días para mandar el primer mensaje. Oficialmente volvía a las redes sociales dispuesto a conocer a una chica por mensaje, al parecer no aprendía de mi pasado.