Capítulo dieciocho
Aquella noche cambió mi estilo de vida por completo. El amor sí que hace magia. Mis días eran color de rosa, me la pasaba alegre casi todo el tiempo. Trataba de vivir el presente y mi presente con Luna era de lo mejor.
No me la pasaba pegado al teléfono porque sabía que no iba a ser necesario. Le gustaba a Luna y a menos que metiera la pata muy feo, cambiaría de opinión.
Era una sensación increíble, el vivir el presente es uno de los regalos más grandes que nos puede dar la vida, por eso se llama presente.
No me la pasaba pensando en qué momento le pediría a Luna que fuera mi novia, o pensar cómo sería nuestra relación cuando entráramos a la escuela, ni cosas por el estilo. No había preocupaciones, le gustaba y eso era lo que contaba.
El tiempo haría lo suyo.
Un jueves, mi hermana Tiny les pidió permiso a mis papás para que pudiera ir a la plaza con sus amigos. Ellos aceptaron con la única condición de que yo la acompañara.
No estaba a gusto con esa decisión, pero no había nada que hacer, yo quería que mi hermana pasara un rato agradable con sus amigos y eso dependía de mí.
La cita sería el sábado en la tarde.
En ese momento se me ocurrió una idea. La plaza a donde iba a ir mi hermana con sus amigos se encontraba muy cerca de la casa de Luna, así que le envié un audio explicándole la situación e invitándola a ir conmigo ese día.
Muy buena jugada, ahora solo quedaba que aceptara.
Ella dijo que le encantaría ir, pero era difícil que sus padres le dieran permiso. Así que sugirió hacer una cita doble, ella invitaría a Sofi y yo invitaría a Kat.
Era una muy buena idea. Los dos procedimos a invitarlas.
Entre tantas cuestiones de dinero y tiempos, la cita entre los cuatro se recorrería al domingo.
Que mal, tendría que ir el sábado y el domingo a la plaza, pero no había problema, valía la pena con tal de ver a Luna.
Los amigos de mi hermana cancelaron su salida un día antes de la reunión así que ella ya no iría. Me dio mucho coraje, me molesta cuando cancelan de último momento, pero bueno, ya solo iría el domingo a la cita doble. Entonces a prepararse.
Quiero sobresaltar una conversación en especial que tuve con Luna el viernes por la noche. Hace años que no escuchaba la canción de "Mujeres" de Ricardo Arjona y se la envié a Luna para que la escuchara, a ella le gustó.
"Las mujeres son únicas y en especial tú, es muy difícil que pierdas tu encanto" le escribí.
Ella respondió: "¿Crees que llegaría a perder mi encanto?"
"Mmm buena pregunta, pero no te preocupes, por lo que he visto no se ve por donde lo pierdas. Ya es tu esencia" le respondió mi corazón enamorado.
¡Alerta de spoiler!, no saben lo equivocado que estaba al decir que no perdería su encanto.
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