Entre los años 1893 y 1976, China...

¿Quién ha sido el más perverso gobernante de China? ¿Fue acaso el primer emperador de China unificada, Qin Shi Huang, el emperador obsesionado con la vida eterna?

¡NO!

¿Fue acaso el emperador Gao Yang que abusó sexualmente de cientos de mujeres e incluso mandó a decapitar a su propia hermana?

¡NO!

¿O acaso ese título se lo merece la anteriormente narrada Wu Zetian?

¡¡¡NO, NO y NO!!!

El título del "Gobernante más Perverso de la Historia de China" solo le puede pertenecer a una sola persona y esa es... Mao Zedong.

Nacido un 26 de diciembre de 1893, proveniente de una familia de ricos agricultores, desde temprana edad se interesó por la filosofía marxista y las revoluciones de Lenin en la futura Unión Soviética. Lo que le llevó a declararle la guerra al imperio chino y al emperador de aquella época.

Rápidamente, Mao Zedong sumó muchos seguidores a su causa y empezaron a ser una verdadera amenaza para el imperio. Tras la segunda guerra mundial, se hizo con todo el control de China, derrocando a un gobierno imperialista de miles de años.

Aquí fue donde comenzó el reinado de terror de Mao Zedong, ya que nada más asumir el cargo mandó a ejecutar a todo aquel que siguiera de parte del anterior emperador o que no apoyara su nueva reforma. Las cifras oficiales de ejecuciones por parte del gobierno de Mao Zedong son entre dos y tres millones de muertes de personas inocentes. 

Mao Zedong al ver las horribles relaciones que mantenía la Unión Soviética con el resto de países del occidente y al decepcionarse del comunismo soviético, decidió crear el comunismo chino, mucho más extremista que el soviético. Esto llevó a que cientos de miles de personas murieran de hambre mientras él se complacía con placeres mundanos como las mujeres, se sabe que llegó a tener a varias concubinas menores de edad con las mantuvo relaciones sexuales. 

También silenció a cualquiera que tratara de sacar a la luz la corrupción de su gobierno, matando a escondidas a varios reporteros. Mao Zedong moriría el 9 de septiembre de 1976, su alma era tan oscura que el Miasma lo transformó en un monstruo, sacando a la luz su verdadera naturaleza, Mao Zedong se convirtió en un espectro similar a un Goryō de la cultura japonesa. Trató de gobernar China, pero fue derrotado por los mejores hechiceros de la Organización Lovecraft, quedando debilitado en un bosque en el exilio, hasta que fue encontrado por Ibaraki Douji.

Jianju Tibetan Village, en la actualidad...

Mao Zedong avazanba con lento por la aldea ahora inundada por el caos, cargando un libro rojo entre manos. A diferencia de sus compañeros, él era mucho más metódico y centrado, no quería perder el tiempo y terminaría su misión lo más rápido posible. No le gustaba que lo hicieran esperar y tampoco le gustaba hacer esperar a la gente, ya habían tardado mucho en encontrar a los mocosos.

Durante su caminata, tuvo que flotar en el aire para evitar que docenas de shurikens con inscripciones sagradas se clavaran en su cuerpo y lo quemaran. Giró la cabeza para ver desde dónde provenían los ataques, pero no podía ver al agresor, por lo que simplemente hizo levitar aquel libro que traía con él, dicho libro al abrirse liberó una temible aura de Miasma.

—Zhòu Shù: Máozédōng hóngpíshū... Chǔjué yì jiàotú (Técnica Maldita: El Libro Rojo de Mao Zedong. Fusilamiento de los Infieles) —pronunció con dificultad, emitiendo una voz macabra.

El espectro invocó varios fusiles que se usaban en China entre 1940 y 1970, disparando hacia todas las direcciones posibles para hacer salir a su agresor, escuchando entre los arbustos como un algo de metal desviaba sus balas. Por lo que decidió apuntar hacia ese punto, disparando a quemarropa. 

Kumiko fue protegida de las balas gracias a Nara, quien creó un escudo de roca sólida que la rodeó por completo.

—No me gusta pelear con sigilo —mencionó Nara, con una sonrisa de emoción neurótica formándose en su rostro— ¡Lo mío es pelear de frente ante todo enemigo!

https://youtu.be/GPbOygiNfX0

—Objetivo localizado. Nara Douji. Debo llevarte con tu Madre —pronunció Mao Zedong.

—¡Inténtalo si puedes, maldita basura! —exclamó Nara, haciéndole una seña con su pulgar hacia abajo.

Kumiko y Kirei se unieron con Nara en este combate, rodeando a su enemigo en un triángulo, para no dejarlo escapar. 

—Máozédōng de hóng shū: Gémìng de suǒliàn (El Libro Rojo de Mao Zedong: Cadenas de la Revolución).

De círculos mágicos morados con varios carácacteres chinos en el aire, fueron disparadas contra el trío de mujeres varias cadenas con picas que buscaban empalarlas. Kirei se hizo intangible para evitarlas, Kumiko las esquivaba con su gran velocidad, pero a Nara no le costaba nada el desviarlas con su naginata.

—¡Necesitarás más que eso para vencerme, bastardo comunista! —exclamó siendo rodeada por un aura ardiente de Miasma.

Nara salió disparada contra Mao Zedong, queriendo cortarlo con su naginata, pero rápidamente el tirano invocó sus cadenas, que se clavaron en el cuerpo de la Oni, deteniendo en seco su ataque. Justo cuando pensaba que ya podía llevársela sin mayores incovenientes, sus cadenas fueron derretidas y recibió un corte limpio en el pecho que lo obligó a retroceder. El cuerpo de Nara expulsaba humo de lo caliente que estaba, sus heridas y los daños en su ropa se regeneraron casi al instante y aún mantenía su sonrisa de emoción.

—Eso estuvo cerca, si no hubieras reaccionado a tiempo ya hubieras muerto —mencionó levantando sus dedos índice y medio—, pero... ¡¿Qué opinas de esto?! ¡Jujutsu: Demonbāsuto! (Técnica Maldita: Estallido del Demonio).

Varios volcanes fueron invocados cerca del espectro, disparando chorros de lava ardiente contra él. Mao Zedong generó a su alrededor una burbuja de Miasma que lo protegió de aquel ataque, decidiendo ir con todo contra Nara Douji, incluso si eso involucra matarla.

—Máozédōng de hóng shū: Hóngsè tǎnkè (El Libro Rojo de Mao Zedong: Tanque Rojo).

El rugido de una bestia se escucha en el campo de batalla, para asombro de Nara un tanque de guerra demoníaco había sido invocado y la atropelló con toda su fuerza, lanzándola lejos y destruyendo docenas de árboles en el proceso. Sin embargo, la Oni no era la única de la que Mao Zedong debía preocuparse, ya que Kirei y Kumiko volvieron a reintegrase al combate.

La kunoichi desenvainó una shirasaya especial, con una vaina de madera negra, atacando a Mao Zedong con una velocidad increíble que había adquirido durante sus últimos entrenamientos, al igual que su manejo en el arma. Logrando crearle un corte profundo en su hombro izquierdo.

Hace unos meses atrás...

Kumiko cayó al suelo por décima vez aquel día, se encontraba entrenando en el dojo de la residencia Kuroneko. Yamiko por petición de Yasunari Oyama, le había pedido a su padre que entrenara a la kunoichi para mejorar en el kenjutsu.

—No otra vez —se quejó Kumiko, sintiendo todo su cuerpo adolorido debido a los golpes que había recibido del bokken de Munenori.

—De pie, con una actitud tan lamentable como esa no llegarás muy lejos —replicó el espadachín veterano de forma estricta—. El estilo Yagyu Shinkage-Ryu no es algo que se pueda aprender de la noche a la mañana, por lo que te espera un largo camino.

—Papá, al menos podrías ser un poco más amable con ella, ¿no crees? —replicó Yamiko, viendo atentamente el entrenamiento junto a Rai, quien no podía evitar sentirse incómodo estando cerca de Munenori.

—No te preocupes, Kuroneko-san, es mejor que lo que viví en el Shinsengumi —aseguró Kumiko, con una sonrisa despreocupada—. Creo poder manejar el entrenamiendo de un viejo cascarrabias.

—Hmpf... reconozco que pese a ser una persona muy débil, tienes agallas —comentó Munenori, ganándose una mirada molesta de Kumiko—. En este mundo de hechiceros y monstruos, eres una persona normal que no se ha echado para atrás. Al menos tienes mis reconocimientos, pero sigues siendo débil.

—¡Me quedó claro la primera vez que lo dijo! —exclamó Kumiko, mostrándose adorablemente enojada para Rai.

—Ajajaja... te propongo un trato —dijo Munenori, con una mirada sombría—: si logras acertarme un golpe, voy a entregarte temporalmente un tesoro del Clan Kuroneko, El Segador. Un regalo que Kuroneko Munetoshi encargó al Clan Muramasa para Akatsuki Ryunosuke, el esposo de su segunda hija, Kuroneko Nobara.

—¡Me interesa! —aceptó con emoción.

Tras dos semanas de intensos entrenamientos, Fūma Kumiko logró ganarse por sus propios méritos El Segador. Una shirasaya que nunca se oxidaba y cuya vaina jamás se pudría por la humedad y otros factores ambientales. Su hoja era tan filosa que podía cortar jarras de agua y el líquido no se saldría hasta que ambas mitades se separen, del mismo modo, una persona que sea corta por El Segador no se dará cuenta del corte hasta que empiece a sangrar. Así de fuerte era el arma que Kuroneko Munenori había confiado a Kumiko por su esfuerzo.

En la Actualidad...

—¡Jujutsu: Hasami no Ame! (Técnica Maldita: Lluvia de Tijeras).

Kirei y Kumiko atacaron a Mao Zedong al mismo tiempo haciendo uso de su nueva arma y de sus Jujutsus, obligando al tirano a tener una postura defensiva. 

Mao ordenó al tanque demoníaco que había invocado que atacara a las jóvenes, disparando un proyectil a alta velocidad hacia ellas, pero es cortado limpiamente por Nara y su naginata en el último segundo.

—No lo hacen mal para ser solo humana sin magia y una Yokai de clase B —comentó con una sonrisa simpática—. Yo me encargaré del tanque mientras tanto, ustedes mantengan ocupado a ese tipo hasta que acabe con su bestia.

https://youtu.be/CnGYXVX27rY

El tanque demoniaco arremetió contra Nara a toda velocidad mientras disparaba con unas ametralladoras que tenía instaladas. No le fue difícil a la Oni el poder destruir cada una de esas balas con una llamarada de fuego que salía de su boca, lo que obligó a la invocación a disparar a quemarropa más de sus proyectiles, los cuales hicieron que Nara entrara en una fase evasiva.

—Siempre odié a los comunistas, supongo que debo darle las gracias a mi Madre por esta oportunidad —comentó con tono burlón, mientras se preparaba para acabar con aquel tanque— ¡Jujutsu: Senshijidaino zetsumetsu! (Técnica Maldita: Extinción Prehistórica).

Nara usó su control sobre la tierra para atorar al tanque en el terreno de combate y así evitar que pueda evitar su Jujutsu, un meteorito que impactó de lleno contra la invocación, reduciéndola a la nada misma mientras la Oni reía descontroladamente.

Mao Zedong por su parte se defendía de forma magistral contra los ataques de las dos chicas, manteniéndolas a raya con sus cadenas y fusiles.

—¡Zhòu Shù: Fǔshí wēnyì! (Técnica Maldita: Plaga Corrosiva).

Desde su boca, el espectro lanzó una gigantesca nube corrosiva, que pudría todas la plantas que entraban en contacto con ella, por lo que Kirei y Kumiko se vieron obligadas a retroceder lo que que más podían para evitar morir por este gas.

—¡Jujutsu: Buraddorubī no kakera! (Técnica Maldita: Fragmentos de Rubí de Sangre).

La Kuchisake-onna decidió atacar desde la distancia, usando su sangre cristalizada como kunais, al igual que Kumiko, pero estos ataques eran repelidos con facilidad por Mao Zedong usando su Miasma como escudos.

—Que débiles —mencionó Mao Zedong, con severidad—. Serán ejecutadas por el máximo gobernante de la República de China. Máozédōng de hóng shū: Hóng tàiyáng (El Libro Rojo de Mao Zedong: Sol Rojo).

Mao Zedong es rodeado por varias esferas de fuego de color rojo, lanzándolas contras sus enemigas al mismo tiempo, devastando todo el terreno en el que impactaban. Debido a la velocidad a la que fueron lanzadas, no les dio tiempo a ninguna de las chicas de esquivarlas, saliendo disparadas por las explosiones con varias quemaduras en su cuerpo, pero fueron atrapadas en al aire por manos rocosas, cortesía de Nara.

—Lamento la tardanza, cuando inicio una pelea no puedo controlarme mucho —dijo preparando su naginata— ¡Cómete ésta, maldito espectro!

Nara lanzó su Naginata al rojo vivo contra Mao, este trató de defenderse con sus barreras de Miasma, pero estas se rompieron en miles de pedazos por el arma de la Oni, cortándole de forma limpia su brazo izquierdo, haciéndole soltar un grito de dolor.

Para la Oni, esos gritos eran música para sus oídos y los disfrutaba al máximo. Si había algo que Nara compartía con su madre y su hermana mayor Katsuki, es el espíritu de lucha aullante y el sadismo contra sus enemigos, respectivamente. Aunque a diferencia de esta última, ella sabía controlar mucho mejor su sadismo.

—El combate ya estaba decidido cuando decidí enfrentarme a tí —declaró mostrando una sonrisa maquiavélica al mismo tiempo que era rodeada por una oscura aura de Miasma—. ¡¿Y bien?! ¡¿Qué usarás ahora?! ¡Adelante, adelante! ¡Usa todas Técnicas Malditas! ¡Plagas, armas, desastres naturales! ¡No te contengas en lo más mínimo conmigo, al final únicamente quedarás en el suelo!

—Es peor que Yamiko-chan cuando se emocionaba —murmuró Kirei, reintegrándose al combate, pero fijando su vista en algo—. Será mejor que no desperdicie esta oportunidad.

—¡¡¡Máozédōng de hóng shū: Tiānshàng de hóng rìjūn!!! (El Libro Rojo de Mao Zedong: Ejército del Sol Rojo en el Cielo) —gritó completamente furioso— ¡¡¡Muéstrame como lidias con esto, maldita Oni de Mierda!!!

Mao Zedong había invocado a cerca de trescientos espectros sin nombre, que representaban a los soldados de su ejército que le sirvieron en vida, junto con varios tanques demoníacos como el que había invocado anteriormente. Kumiko se asombró al ver tremendo ejército, pero Nara se mantenía sonriente.

https://youtu.be/0P4yTpWOC2U

Por su parte, Kirei se escabulló en medio de todo el caos, tomando el brazo que Nara le había cortado a Mao Zedong y se lo comió por completo. Inmediatamente sintió como su cuerpo fue invadido por un nuevo poder, como se ha dicho anteriormente, cuando un Yokai come la carne de uno mucho más fuerte este se volverá más fuerte. Como consecuencia, Kirei había pasado de un Yokai de clase B a uno de clase A. 

Unas tijeras envueltas en Miasma aparecieron en su mano, al abrirlas y cerrarlas, otras tijeras de gran tamaño aparecieron en un segundo cerca de Mao Zedong. Si el antiguo tirano no hubiera reaccionado a tiempo, se hubiera quedado sin cabeza, pero el resto de sus extremidades fueron cortadas por Kirei.

—Increíble... que bien se siente este nuevo poder —murmuró asombrado por su nueva fuerza—. Jujutsu: Hiren no Hasami (Técnica Maldita: Tijeras del Amor Trágico).

Kirei logró invocar dos cuchillas gigantescas de tijeras, las cuales podía usar como si fueran dos espadas.

—¡Que buen truco, Kirei-san! —elogió Nara, levantándole el pulgar a su compañera—. Me toca demostrar de lo que soy capaz... ¡Jujutsu: Jōnetsu no Kazan Funka! (Técnica Maldita: Erupción Volcánica de la Pasión).

La tierra de Jianju Tibetan Village tembló por completo cuando Nara conjuró su Jujutsu, generando una gran erupción volcánica que consumió por completo al ejército espectral de Mao Zedong.

—¡Imposible! —exclamó el tirano, impactado con la facilidad con la que acabaron con sus soldados— ¡Esto no le puede estar pasando al gran Mao Zedong!

En ese momento de desesperación, Kirei y Kumiko lo atacaron por la espalda, atravesándolo con sus respectivas armas en el pecho.

—Muere de una vez y haz el favor de no volver a nacer —sentenció Kumiko.

—Mi China... aún me necesita —murmuró moribundo.

—Lamento decirte que China dejó de necesitarte desde hace mucho —replicó Nara, decapitándolo.

El cuerpo de Mao Zedong se desvaneció en polvo, Nara chocó los cinco con sus compañeras para celebrar su victoria.

Los tres esbirros de Ibaraki Douji han sido derrotados, por lo que ahora lo único que le quedaba al equipo Eiyū no Tabi era esperar que Yamiko, Akira y Rai recuperen sus espadas y sus poderes.