La situación en los almacenes de Ueno llenos de cadáveres de miembros del Shinsengumi se tornó mucho más caótica con la llegada de los agentes de la Organización Lovecraft. Kaioh Rai estaba cara a cara contra Yumei, Las Arenas de la Desolación, la hija menor de Ibaraki Douji. Se le veía mucho más nerviosa ahora que se había separado de sus hermanas.

—Espera, espera, espera..., resolvamos esto hablando, ¿quieres? —sugirió Yumei, con una sonrisa nerviosa—. Lo que pasa es que aquí somos los buenos también, solo queríamos recuperar algo que el Shinsengumi nos robó recientemente.

—Lo lamento, pero tenemos que llevarlas bajo custodia para interrogarlas, después podrán irse —declaró con firmeza.

—Oh rayos... fue mala idea separarme —murmuró jugando con sus dedos por los nervios—. Bueno... parece que no tendré otra opción que pelear contra tí, en serio lo lamento es que no puedo permitir que nos capturen por órdenes de Madre, espero que sepas perdonarme.

—Técnica del Estilo Susanoo № 8: Mordedura de Raijun —murmuró adoptando la postura característica de esta técnica.

Sin que Yumei se lo esperara, Rai salió disparado a gran velocidad dispuesto a atacarla, pero de la nada un muro de arena surge entre él y la Oni. Como consecuencia Rai choca de frente contra este muro y el impacto asusta a Yumei quien no se había dado cuenta del ataque.

El joven cabellos dorados se tambaleó hacia atrás, un poco desorientado por el golpe, la sangre se escurría por su frente y también se había roto el labio.

—¿Qué mierda...? ¿Qué fue lo que pasó? —murmuró confundido—. Por su reacción ella no vió venir mi ataque, entonces ¿Cómo pudo conjurar su Jujutsu a tiempo?

—¡Lo siento, lo siento! No quería que te golpearas tan feo —confesó la Oni, agachando la cabeza múltiples veces que hasta parecía sobreactuado.

—¿Qué pasa con esta chica? —se preguntaba Rai en sus adentros—. Si los ataques físicos no funcionan, entonces tendré que cambiar de táctica.

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Yumei preparó una flecha de arena dorada mientras veía a Rai corriendo a su alrededor, con la mirada de un depredador esperando pacientemente a su presa, cosa que la ponía mucho más nerviosa, en definitiva pelear sin sus hermanas cerca no es lo suyo.

—¡Técnica del Estilo Susanoo № 13: Furia de la Tormenta!

Tres rayos eléctricos son lanzados en contra de Yumei, pero aquella arena la protege con una velocidad de reacción abismal, repeliendo el ataque como si nada.

—Espero que puedas perdonarme, se ve que eres un buen chico a diferencia del Shinsengumi —dijo Yumei, tensando su arco— ¡Jujutsu: Ōgonsa no hikaru ya! (Técnica Maldita: Flecha Resplandeciente de la Arena Dorada)

La flecha dorada fue lanzada contra Rai, este logró esquivarla con la tercera técnica del Estilo Susanoo, pero al esta impactar contra una pared cercana se deformó y se dividió en otras cinco flechas que cambiaron su dirección para volver a atacar al chico. Rai logró desviarlas con la quinta técnica del Estilo Susanoo de milagro, ese último ataque si que lo había tomado por sorpresa.

—¡Técnica del Estilo Susanoo № 20: Tigre Relampagueante!

Rai lanzó de una vez su técnica más letal al ver la ineficiencia de sus otros intentos, el depredador centelleante salió disparado contra Yumei casi tan rápido como un rayo. La arquera Oni se asustó de la ferocidad y la velocidad de aquel tigre, pero nuevamente aquella arena apareció en un tiempo estimado por Rai de 0, 002 segundos.

—Carajo, ninguna de mis técnica serán los suficientemente rápidas para penetrar sus defensas y lo peor es que esa maldita arena es automática —observó, tratando de trazar un plan en su mente—. Sus reacciones de miedo me lo dicen todo, esa arena la protege inconscientemente de cualquier peligro incluso si no lo está viendo directamente. Supongo que tendré que pasar a técnica más destructivas que letales para poder derrotarla.

—¡Técnica del Estilo Susanoo № 30: Tsunami Furioso de los Dioses!

Clavando sus dos espadas en el suelo, una gigantesca ola se dirigía hacia Yumei, llevándose todos los cadáveres, cajas y escombros por delante. A pesar de su nerviosismo, tenía que confiar en sus habilidades, ya que su madre contaba con ella para cumplir su misión y no podía permitirse ser capturada por la Organización lovecraft, por lo que tensó su arco para preparar otro disparo.

El tsunami arrasó con todo, pero Rai miró perplejo como es que incluso con esa fuerza una cúpula de arena se erguía casi intacta alrededor de Yumei. Su ataque había logrado crear varias fisuras en su escudo y, sin embargo, Yumei tenía su mirada puesta en él al momento de disparar su flecha la cual voló tan rápido como el Tigre Relampagueante de Rai, por lo que el joven de cabellos dorados apenas si pudo esquivarlo, incluso usando Espuma del Mar recibió el flechazo en su hombro derecho, siendo atravesado por completo por tal ataque.

—¡Jujutsu: Naraka no chissoku suna! (Técnica Maldita: Arenas Sofocantes del Naraka) —exclamó Yumei, haciendo una seña con sus dedos índice y medio.

Al igual que la técnica de Rai, Yumei invocó una ola de arena dorada que se llevó al chico por delante, hasta estrellarlo con una pared del complejo, enterrándolo bajo los escombros.

—Por favor no te levantes, no quiero herirte de más —murmuró Yumei, preocupada.

De entre los escombros, Rai emerge escupiendo sangre y apenas pudiendo mantenerse de pie.

—Esto es malo... me cuesta respirar —pensó apretando los dientes por el dolor—. Ese tsunami de arena es mucho más poderoso que mi técnica, es oro pulverizado el cual es mucho más pesado y causa mayores daños... fue como recibir una patada en el plexo solar de un oso polar... me está costando respirar. Mierda... ¿es tan alta nuestra diferencia de poder?

Rai vomitó una buena cantidad de sangre, tenía daños en los órganos internos. Su cerebro producía adrenalina por montones.

—Quisiera que te rindieras de una vez, no tiene sentido que te sigas levantando —suplicó Yumei, mirando con culpa a Rai—. Deja que mi grupo se vaya.

—¡No tengas lástima por mí! —exclamó Rai, escupiendo sangre cada vez que abría la boca—. No es la primera vez que me encuentro en esta situación, en definitiva voy a tomar tu cabeza.

—¿E-e-ehhhh?... ¿Mi cabeza? Pero no puedo regenerar mi cabeza —murmuró presa de los nervios.

—¡Técnica del Estilo Susanoo № 1: Vientos de la Guerra!

La arena de Yumei no paraba de protegerla de cada uno de los incesantes cortes que hacía Rai contra ella, sus brazos se desdibujaban en el aire por lo rápido que actuaba pese al dolor en su pecho. Estaba eufórico debido a la adrenalina y su inmenso orgullo como guerrero no le iba a permitir perder así de fácil. Acercarse a ella era difícil, esto es Jujutsu: Ōke no tani no suna (Técnica Maldita: Arenas del Valle de los Reyes), una Jujutsu continuamente activa que protege a Yumei de cualquier ataque, sintiendo la vibraciones del aire y pudiendo distinguir las formas de los objetos que se acerquen a ella, pudiendo determinar cuales son un peligro y cuales no.

Destellos eléctricos empiezan a aparecer en el cuerpo de Rai y sus ojos se vuelven un plateado metalizado.

—¡Jujutsu: Ōke no Tani no Herusutōmu! (Técnica Maldita: Tormenta Infernal en el Valle de los Reyes).

Yumei disparó una de sus flechas al aire y al perderse de la vista humana en las alturas, descendió como cien flechas doradas que parecían estrellas fugaces en el cielo nocturno.

—Técnica del Estilo Susanoo № 7: Vientos que Anuncian la Tormenta —murmuró con una voz entre divina y demoníaca.

Rai esquivó todas las flechas con una velocidad superior a la mostrada antes, Yumei estaba incrédula de que pueda moverse así después de todo el daño a sus órganos internos, algo había cambiado.

—¡Detente imbécil, no te atrevas a usar esa técnica! —advirtió Susanoo, genuinamente preocupado por Rai.

Lamentablemente ya era tarde, cuando el cuerpo humano se encuentra en una situación de riesgo extremo este se libera de todas sus limitantes físicas y mentales con tal de sobrevivir al peligro que amenaza su vida. El cerebro de Rai constantemente enviaba órdenes a toda la maquinaria de su cuerpo de activar al máximo todo lo que tenía debido al terrible daño que estaba sufriendo en este combate y como consecuencia, el Kamui fue activado, desatando todo el poder divino de Rai.

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El cabello de Rai se vuelven ondulado y de un gris oscuro como nubes de tormenta y su Energía Kundalini se estaba desbordando sin control fuera de su cuerpo, dejando escapar este nuevo poder divino que le invadía.

—Esta presencia es diferente a la de antes, se ha vuelto más fuerte —murmuró Yumei aterrada y su temor aumentó aún más cuando en menos de un parpadeo Rai apareció detrás suyo y casi decapitándola de no ser por la arena— ¡¿Qué demonios acaba de pasar?! ¡Jujutsu: Kingu Obu kingu, waga sakuhin o mite zetsubō seyo! (Técnica Maldita: Rey de Reyes, Miren mis Obras y Desesperad).

Con un movimiento circular de sus manos como si moldeara algo, Yumei invocó Arena del Caos que hizo levitar en el aire, adoptando la figura de un rombo de diez metros que se extendió por todo el lugar como largas cuchillas que buscaban empalar a Rai, estas al impactar contra el suelo se extendían de forma infinita hasta que el enemigo muere. Pronto la Oni se daría cuenta de que eso no sería eficaz, ya que Rai esquivaba los ataques de patrón impredecible.

—¡Técnica del Estilo Susanoo № 28: Muerte de Relámpagos Dorados!

Las guadañas eléctricas lanzadas por Rai eran mucho más grandes y rápidas de lo normal, Yumei presentía el peligro inminente, pensaba que su Jujutsu impenetrable podría soportarlo, pero estaba equivocada, cuando las cuchillas impactaron contra su defensa de arena provocaron una explosión tan grande la mandaron a volar al aire donde casi fue cortada por Rai. Por suerte logró bloquear el ataque a tiempo usando su arco reforzado con aquella arena dorada, pero la fuerza del chico era tal que la regresó al suelo como meteoro nada más chocar sus armas. El golpe fue tan devastador, que Yumei sintió como casi todos los huesos de su espalda se hicieron añicos.

Cuando Yumei abrió los ojos vió con horror como las espadas habían atravesado su Jujutsu y la arena apenas pudo frenarlas antes de que tocaran su cuerpo, Kaioh Rai se estaba volviendo más rápido que su Jujutsu. Sin embargo, había otro detalle que Yumei notó y era que aquellas espadas se estaban agrietando de forma preocupante. 

Con un ademán de manos, Yumei hizo que la arena se abalanzara sobre Rai, buscando sofocarlo para poder derrotarlo de una de una vez, pero en caso de que lograra escapar preparó otro disparo con su arco. 

El cielo rugió como un titán, parecía que iba a caer una tormenta eléctrica en Tokio. Un rayo cae donde Rai estaba siendo sofocado por la arena, cristalizándola al calentarla y permitiéndole escapar de una muerte segura.

—¡Jujutsu: Nasu no Yoichi no muteki shūto! (Técnica Maldita: Disparo Imbatible de Nasu no Yoichi).

La flecha disparada por Yumei era mucho más grande que las anteriores y su filo tenía forma de espiral y era más rápida. Rai trató de bloquearla con sus dos espadas reforzadas de su magia eléctrica, creando un choque de poder que creaba ráfagas de viento que levantaban gigantescos escombros y se los llevaba lejos, el chico de cabellos dorados estaba llevando su poder al máximo producto de su mal uso del Kamui y esto, finalmente trajo sus consecuencias. 

Las espadas de Rai se rompieron en pedazos, desactivando casi al instante el Kamui. Rai cayó al suelo de espaldas totalmente debilitado, sentía como si le hubieran destrozado el alma. Cuando sus espadas fueron destrozadas, Yumei deshizo su técnica a tiempo antes de que conectara un tiro fatal contra él. Ella ya no le veía sentido luchar contra un oponente desarmado.

—No quería que las cosas acabaran así, en serio —murmuró cabizbaja.

—¡Hokuto no Ken: Ichido ni sen no Dageki! (Puño de la Estrella del Norte: Mil Golpes en Uno).

Varios proyectiles de Energía Kundalini en forma de puño son lanzados contra Yumei, pero como siempre, su arena la protegió.

Yasunari Oyama hizo acto de presencia para ayudar a su amigo, al ver sus espadas destrozadas, le quitó su haori para poder guardar todos los fragmentos posibles junto con los mangos y lo cargó en su espalda. Yumei no hizo nada para detenerlo, no le gustaba lastimar a gente buena. 

—Eres un tonto Kouhai, se supone que no debías usar esa técnica hasta que estuvieras listo, ¿tan fuerte es esa cuatro ojos? —murmuró empezando a correr—. Debemos retirarnos, según me informaron Kirei-san y Li-dono, Kuroneko-kouhai y Akatsuki-Kouhai están igual de graves que tú.

—Has cambiado desde la última vez que te vi, muchacho —declaró una voz a lo lejos, llamando la atención Oyama al poder reconocerla claramente.

Oyama alzó la vista y vio volando en el aire a su mayor némesis, a la persona que más odiaba en este mundo. El Tengu que años atrás había asesinado a su maestro, Oliver Frank.

—¿Ootakemaru-dono? —dijo Yumei, sorprendida de verlo allí.

—¡Maldito, ¿trabajas con esta gente?! —gritó con una expresión iracunda— ¡¿Ellas te ordenaron matar a mi maestro?!

—Te equivocas, Yasunari Oyama, ellas no me ordenaron nada —confesó acariciando su barba blanca—. Yo mismo busqué a Oliver Frank para medir nuestras fuerzas, había oído de sus hazañas y quería batirme a duelo contra alguien de su calibre. Puedo decir con orgullo de que fue un duelo maravilloso.

—¡Me importa una mierda qué te pareció, voy a matarte! —declaró Oyama con toda su ira saliendo a flote, pero sin olvidar su misión—. Solo espera, Ootakemaru... cuando nos volvamos a ver, te mataré sin piedad alguna.

—Mmmm... antepones la vida de tu compañero sobre tu venganza, que admirable, muchacho, muy admirable —comentó con una ligera sonrisa—. Te esperaré pacientemente, Yasunari Oyama, con solo verte puedo asegurarte de que estás destinado a superar a tu maestro.

Oyama abandonó la escena de la pelea sonriendo de forma neurótica, finalmente había encontrado al objetivo de su venganza y cuando vayan tras este grupo nuevamente, no dudará en ir primero a por él.

Para saber el terrible error de Akira y Yamiko tenemos que rebobinar en el tiempo, unos cuantos minutos atrás cuando todas las peleas comenzaron.

Cuando todo esto empezó, Akira fue lanzado lejos por Katsuki a una zona alejada para poder pelear a gusto con él y tomarse su tiempo para jugar. 

El joven pelirrojo cayó al suelo y rápidamente se puso en guardia con el Sol Orgulloso en alto, viendo a su nueva enemiga, que no paraba de sonreír de forma siniestra.

—Tengo muchas preguntas ahora mismo, te derrotaré y luego te sacaré la información que necesito —declaró con un rostro serio.

—¡Uhahahaha! ¿Piensas que puedes vencerme, humano? —inquirió Katsuki con tono burlón—. Siento romper tus ilusiones, pero esto terminará contigo partido en trozos y yo disfrutando tu carne con un buen té de China. 

—Lo siento, pero solo puedo dejar que mi futura esposa me coma, aunque no de forma literal si sabes a lo que me refiero —replicó con una sonrisa pícara.

—Mente sucia —murmuró Katsuki, abriendo sus dos abanicos.

—Desde aquí puedo ver claramente lo filosos que son abanicos de guerra —pensó Akira, impresionado—. Son perfectamente capaces de cortarme las manos de forma limpia, por lo que tengo que mantenerlos alejados de mi cuerpo.

—¡Tecnica del Estilo Amaterasu № 18: Garras Llameantes!

El primero en atacar fue Akira lanzándose con una velocidad que impresionó hasta a la misma Katsuki y aún así, ella no se veía asustada.

—Jujutsu: Buraddomisuto (Técnica Maldita: Neblina Sangrienta)

Antes de que Akira pudiera conectarle el primer corte, el cuerpo de Katsuki se convirtió en neblina y su espada simplemente la atravesó. Akira estaba perplejo ante este Jujutsu, pero no tenía mucho tiempo para distraerse. Inmediatamente después tuvo que bloquear los rápidos cortes que hacía la Oni con sus abanicos, usando al máximo su Precognición y los músculos, ambos parecían igualados en velocidad.

—Es un usuario de la Precognición al igual que Sakura-Onee sama, no será fácil tomarlo desprevenido después de todo —pensó Katsuki, pensando fríamente la situación.

https://youtu.be/yerlgBoMEs4

Ambos oponentes tomaron distancias del otro, Akira analizó la Jujutsu de la Oni, viendo si había una forma de tomarla desprevenida para que no se transformara y evitara el golpe, por lo que tendría que probar aquella técnica.

—Técnica del Estilo Amaterasu № 3: Amanecer.

Akira desapareció de la visión de Katsuki, debido a sus instintos de Oni sabía que el peligro se acercaba.

—¡Jujutsu: Shinsengumi e no Shi no Chinkonka! (Técnica Maldita: Réquiem de Muerte para el Shinsengumi).

Katsuki movió sus abanicos con elegancia en el aire y, varios cortes de un Miasma de color turquesa aparecieron en el espacio, cortando todo a su alrededor, incluyendo a Akira cuya técnica fue superada por aquella Oni.

—Eso estuvo cerca, esa técnica es realmente perfecta para los asesinatos —pensó Katsuki, frunciendo el ceño.

Akira cayó al suelo de rodillas tras ese último ataque, había recibido un corte limpio en el pecho a pesar de su velocidad y sangraba de forma preocupante. 

—¡Jujutsu: Kiri Otomenomai! (Técnica Maldita: Danza de la Doncella de la Neblina).

La Oni de cabello turquesa empezó una danza tradicional de abanicos, en cada movimiento, una de esas cuchillas turquesas era lanzada contra Akira.

—¡Técnica del Estilo Amaterasu № 41: Flamas Abrazadoras!

Con rápidos y constantes movimientos circulares de su nodachi, Akira bloqueaba y desviaba cada una de las cuchillas que le eran lanzadas, la Precognición le era realmente útil para evitar estos ataques, pero tenía que actuar rápido ya que las cuchillas no paraban y cada vez se estaban movimiento más rápido.

—¡Técnica del Estilo Amaterasu № 16: Mariposas de Fuego!

Sin dejar de lado su defensa, Akira se movilizó dando grandes saltos por el lugar para que sus movimientos sean impredecibles para su oponente, logrando estar lo suficientemente cerca.

—¡Técnica del Estilo Amaterasu № 30: Estoque Purificador de Suzaku!

Ignorando el primer estoque, Akira apuntó su nodachi con firmeza hacia Katsuki y disparó una poderosa llamarada de fuego de más de cinco metros de alto que devastó todo a su paso. Incluso si logró convertirse en neblina, con la rapidez que ejecutó su movimiento debió de haber sufrido algún daño, o, al menos eso pensaba.

Aquella neblina apareció detrás de Akira y el produjo un corte en X en la espalda que lo hizo soltar un grito de dolor ahogado.

—¡Jujutsu: Kiri ni hisomu kaibutsu! (Técnica Maldita: El Monstruo que se Oculta en la Neblina).

Katsuki sacó una cantidad inmensa de neblina de su boca, la cual se moldeó hasta convertirse en una especie de bestia cuadrúpeda que parecía una combinación entre una hiena y un lobo, de doce metros de alto y ojos rojos. El monstruo se arrojó contra Akira con ferocidad, atrapándolo entre sus fauces y mordiéndolo con fuerza, enterrando sus colmillos en su carne. 

Para sorpresa de Katsuki, la bestia fue destruída por unos cortes llameantes por parte de Akira usando la vigésima primera técnica del Estilo Amaterasu, además, su presencia estaba cambiando. Sus ojos se volvieron de un color amarillo casi dorado y una sonrisa confiada estaba adornando su rostro.

—¡Akiracchi, no lo hagas, aún no estás listo para usar el Kamui! —advirtió Amaterasu, con los ojos llorosos.

—¿Eh?... Diablos, debo de calmarme... mi cuerpo está pidiendo a gritos que sobreviva a cualquier costo —murmuró tratando de anular dicha técnica, pero le era difícil al no haberla practicado adecuadamente.

—¿Qué le está pasando a ese chico? El ambiente se volvió diferente, ¿acaso es una especie de técnica de potenciación? —dijo Katsuki para sus adentros—. No perderé el tiempo, debo de matarlo antes de que esto se salga de control.

Justo cuando Katsuki se disponía a lanzar un golpe de gracia, una risita se escucha en el ambiente y Akira siente aquella presión que sintió la noche que sus padres fueron asesinados.

—¿Qué...? ¡¿Qué demonios haces aquí, Tamamo no Mae?! —exclamó Katsuki, poniéndose en guardia ante aquella zorra que no era de confianza.

La zorra de nueve colas estaba sentada con las piernas cruzadas de forma seductora sobre el techo de uno de los almacenes del complejo.

—Fufufu... ¿por qué esa actitud, Katsuki-chan? Tu madre nos invocó a mí y a Ootakemaru-san —informó con una sonrisa burlona—. Necesita de mis habilidades para poder escapar de esta situación, ya que han aparecido más miembros de la Organización Lovecraft. Así que se buena niña y deja que la tía Tamamo te ayuda a escapar.

Akira la reconoció al instante solo viendo sus orejas, colas y garras, estas últimas nada verlas le produjeron una sensación de ardor en la cicatriz que tenía en la mejilla. Era ella, la persona que había matado a sus padres hace tres años.

—¡¡¡Maldita zorra!!! —gritó dejándose llevar por la ira.

Ya no lucharía contra el Kamui, si destruir su preciada arma, el legado de su familia significa llevarse a aquel ser sin corazón al infierno, lo haría sin dudarlo. Akira fue envuelto en un aura ardiente de color escarlata de Energía Kundalini, su cabello obtuvo mechas de color amarillo en forma de llamas y varias venas se marcaron en sus brazos y frente, dirigiendo su mirada hacia Tamamo no Mae. Con el Kamui, Akira decidió convertirse en un berserker con tal de vengar sus padres.

https://youtu.be/41MeYv5iCkE

Envuelto totalmente en llamas se impulsó como un meteoro contra Tamamo no Mae, quien lo vió extrañado bloqueó su ataque con un escudo tan reluciente como un espejo que levitaba en el aire.

—Finalmente te encontré maldita zorra —dijo Akira, consumido por la locura.

—¿Quién eres? —preguntó Tamamo no Mae, arqueando una ceja—. No tengo tiempo para jugar contigo, ¿me perdonas?

Con un chasqueo de dedos, Tamamo manda a Akira contra el suelo al lanzarlo un rayo eléctrico, creando un crater de cinco metros de profundidad en su caída, pero el chico parecía no inmutarse ante aquel ataque, ya que se levantó al instante y con una velocidad el doble de lo usual bloqueó un ataque de Katsuki sin siquiera verla directamente.

La Oni tuvo que apartarse rápido debido al calor que emanaba el cuerpo de Akira, decidiendo atacarlo a la distancia.

—¡Jujutsu: Kiri ni kakureta sato no ryū! (Técnica Maldita: Dragón de la Aldea Oculta entre la Neblina)

Otra bestia en forma de dragón oriental es invocado por Katsuki para atacar al chico. Akira empuñó con fuerza su arma y ni siquiera se molestó en esquivar el ataque, iría de frente ante el monstruo.

—Técnica del Estilo Amaterasu № 4: Danza Alegre de la Diosa.

Akira se volvió un borrón escarlata en el aire debido a lo rápido que se movía al realizar sus cortes, tanto que Chikatsu apenas si se dio cuenta de que Akira estaba a centímetros de ella y de milagro logró activar su técnica para convertirse en neblina y cuando volvió a su forma base, notó como parte de su kimono había sido cortado de forma limpia por el chico. Se estaba volviendo un peligro para ella.

—Veo que tienes problemas para deshacerte de ese insecto, querida, déjame ayudarte —dijo Tamamo no Mae, extendiendo su mano de forma autoritaria—. Jujutsu: Teikoku Tokken... ¡Gekichin! (Técnica Maldita: Privilegio Imperial... ¡Hundete!).

Con esa simple orden, Akira fue hundido en el suelo por una presión misteriosa que lo aplastaba con fuerza. En su desesperación, se levantó a pesar de que sus huesos se estaban rompiendo, y lanzó su ataque hacia esas dos mujeres que quería ver muertas.

—¡Técnica del Estilo Tsukuyomi № 16: Chakrams Igneos del Gran Ashuatama!

Lanzó dos docenas de chakrams de fuego del tamaño de autos contra ellas a gran velocidad, Chikatsu los esquivó convirtiéndose en neblina, mientras que Tamamo no Mae los esquivó usando su propia velocidad, hasta descender hasta donde estaba Akira.

—Veo que tenemos un insecto que no quiere seguir las órdenes de la emperatriz —dijo con una mirada sádica—. Jujutsu: Teikaku Tokken... Tobidasu (Técnica Maldita: Privilegio Imperial... Sal Volando). 

Una nueva fuerza quería mandar volando a Akira, pero este lo resistía gracias a su locura eufórica, teniendo tan cerca a la asesina de su padres una sola cosa pasaba por su mente: matar.

—Los insectos deben obedecer a la emperatriz —declaró con una sonrisa maquiavélica—. Admiro tu resistencia a mis técnicas, pero la palabra de una emperatriz es absoluta. Jujutsu: Teikaku Tokken... ¡Keppuyu Seyo! (Técnica Maldita: Privilegio Imperial... ¡Sucumbe!)

Tal y como dijo Tamamo, la palabra de la emperatriz es absoluta y con esa simple orden, El Sol Orgullo terminó de sucumbir al tremendo poder del Kamui, rompiéndose en varios pedazos y Akira salió volando hasta estrellarse contra una pared, cayendo inconsciente, sangrando y con varios huesos rotos. 

Katsuki se disponía a acabar con el, pero de la nada una cúpula de roca la encierra por completo mientras que un meteorito de lava caída del cielo hacia Tamamo, quien no tuvo otra alternativa más que teletransportarse a un lugar seguro. 

La autora de estos ataques había sido Nara, quien salió de su escondite para recoger todos los trozos posibles del Sol Orgulloso y cargar a Akira en brazos para salvarlo. Corrió lo más rápido que podía para sacarlo del lugar, en medio de su carrera él abrió los ojos y la vio llorando.

—¿Esto era lo que querías confesarme? —preguntó con voz débil.

—Lo lamento tanto, no quería que las cosas ocurrieran así —confesó entre lágrimas.

—Me salvaste... eso es lo que me importa ahora —dijo con una sonrisa antes de volver a caer inconsciente.

Nara dejó a Akira en la entrada del complejo para después retirarse, sabía que después de esta acción ahora era una traidora.

Dicha escena fue vista por Shui Li, quien se apresuró en sanar a Akira lo mejor que podía e informarle mediante su intercomunicador a Oyama y a Kirei que apoyen a Rai y a Yamiko, que podían estar en peligro.

Una vez más, tenemos que volver en el tiempo una vez más para saber cómo la última de estos tres espadachines cayó ante un frío igual al Noveno Círculo del Infierno.

Después de que sus compañeros y la demás Onis salieran del almacen principal, el lugar quedó únicamente para Yamiko y Sakura, quienes se miraron con ojos de depredador, blandiendo sus espadas y adoptando sus posturas, pero sin moverse de sus lugares aún. La temperatura en el ambiente poco a poco fue disminuyendo, provocando un efecto de vaho en el que ambas podían ver el aliento tranquilo de la otra.

—Se ve que te gusta el frío —comentó Yamiko, con una ligera sonrisa.

—Esta es la temperatura ideal, las bajas temperaturas matan bacterias —mencionó Sakura, con un rostro frío e inexpresivo—. Solo con ver tu espada puedo saber que eres parte del Clan Kuroneko, es un honor para mí el batirme en duelo contigo. Mi nombre es Sakura, El Hielo Fúnebre.

—También estoy emocionada, esta la primera vez que me enfrentaré yo sola a un Yokai de Clase S —comentó con orgullo—. Veamos que es lo que tienes para ofrecerme, ¡Técnica del Estilo Tsukuyomi № 25: Un Ángel Caído que le lloró a la Luna!

Yamiko se lanzó al ataque contra Sakura, ejecutando múltiples estocadas contra la Oni, quien bloqueó cada una de estas con unos reflejos sobrehumanos. Acto seguido tomó distancias para sumergirse en su mar de sombras y atacar desde un punto ciego, pero nuevamente sus ataques fueron bloqueados.

—Impresionante técnica, Kuroneko-dono —comentó Sakura una mirada analítica—. Me toca, Jujutsu: Fūjin no Itetsuku Kaze (Técnica Maldita: Vientos Congelantes de Fujin).

Al lado de ambas espadachines, una figura de hielo del dios sintoísta del viento, Fujin, apareció. Dicha invocación disparó una ráfaga de viento helado contra las dos. Yamiko se impulsó con todas sus fuerzas usando ambas piernas para evitar el ataque de un salto, pero aún así el frío de aquella técnica le llegaba y le hacía temblar los dientes.

—Mierda... es su primera técnica y ya me está afectando; el aire que lanzó estaba tan frío que mis pulmones me duelen —dijo Yamiko para sus adentros, mientras fruncía el ceño.

https://youtu.be/9bXCQ2CZCNE

—¡Técnica del Estilo Tsukuyomi № 29: Zarpazo Feroz de las Criaturas de la Noche!

Yamiko hizo que las sombras del lugar adoptaran la forma de garras y atacaran a Sakura, esta las repelió con maestría usando su katana, manteniéndose serena en cada momento. Yamiko la atacó por la espalda queriendo utilizar la cuadragésima tercera técnica del Estilo Tsukuyomi, La Muerte Sin Compasión de Mary Jane Kelly, pero con un moviendo veloz Sakura bloquea su apuñalada e inicia un intercambio feroz de ataques con la joven Kuroneko en la que ambas parecían igualadas en velocidad física y de reacción.

—En definitiva es una usuaria de la Precognición, no será fácil tomarla desprevenida —pensaron las dos al mismo tiempo.

—¡Técnica del Estilo Tsukuyomi № 30: Cortes Malditos de la Tragedia de Genji Monogatari!

La espada de Yamiko fue envuelta en oscuridad, aumentando su fuerza notablemente y haciendo que la expresión de Sakura se tense un poco en cada choque de armas.

—Yukinokesshō-ryū kengi: Natsukashī hibi no yukinokesshō (Técnica de Espada del Estilo Copo de Nieve: Copos de Nieve de Días Nostálgicos) —murmuró frunciendo el ceño.

Sakura atacó con una serie de cortes curvos de derecha a izquierda y viceversa, gracias a su Precognición Yamiko pudo bloquearlos, pero era tal la fuerza de la Oni de cabellos celestes que ella fue empujada diez metros de su oponente.

—¿"Yukinokesshō-ryū"? —inquirió sorprendida.

—Eso es correcto, es mi propio estilo de Kenjutsu el cual he pulido en los últimos cincuenta años de mi larga vida —explicó Sakura con un tono orgulloso pese a su rostro inexpresivo—. Por favor, Kuroneko Yamiko, permíteme mejorar en mi estilo contigo, Yukinokesshō-ryū: Tamashī no jaaku o han'ei suru kōri (Técnica de Espada del Estilo Copo de Nieve: Hielo que Refleja la Maldad del Alma).

La espadachín de las nieves atacó con un corte en diagonal, Yamiko lo esquivó por los por los pelos, recibiendo únicamente un corte en su haori.

—¡Técnica del Estilo Tsukuyomi № 28: Danza de los Lirios Violetas en Honor a la Luna!

Con una prodigiosa y hermosa danza, Yamiko buscaba atacar desde múltiples ángulos a su oponente, estando también preparada para alejarse en caso de que ataque otra vez con aire congelado.

—Jujutsu: Itetsuita kanashimi no yuri (Técnica Maldita: Lirios de la Tristeza Gélida). 

En el campo de batalla varios lirios de hielo empezaron a florecer y cuando Yamiko estuvo cerca de uno este explotó liberando nitrógeno líquido que bañó su hakama y haori, sintiendo el inmenso frío en sus piernas. Yamiko ya estaba consciente del terrible dolor que le invadiría después de que aquellas quemaduras por congelamiento se descongelen, tenía que deshacerse de esos lirios.

—¡Técnica del Estilo Tsukuyomi № 17: Calaveras en Agonía!

Disparando sus cráneos de sombras hace estallar cada uno de los lirios del lugar, pero Sakura no le da ningún respiro, inmediatamente ataca con cortes curvos con un dominio corporal excelente, muchísimo mejor que el que tenía Yamiko actualmente. Estaba siendo superada poco a poco.

—Jujutsu: Sugisarishi seijitsu no yuki otome (Técnica Maldita: Doncellas de las Nieves de los Santos Días Idos).

Cuatro geishas de hielo aparecieron, rodeando a Yamiko y disparándole a quemarropa ráfagas de viento gélido. Este ataque también se llevó a Sakura por delante, pero ella no se inmutaba por estas bajas temperaturas. Yamiko logró escapar de este ataque mortal sumergiéndose en su mar de sombras, pero aún así tocía sangre y se le dificultaba respirar.

—Esta puta... mis pulmones se están congelando con cada ataque y no puedo parar de temblar como gallina —pensó comenzando a arder en rabia—. No importa si evito morir de hipotermia con cada ataque, eventualmente mis pulmones se congelaran.

—¡Técnica del Estilo Tsukuyomi № 19: Corte del Cuervo que Anuncia la Muerte!

—Yukinokesshō-ryū kengi: Burizādo (Técnica de Espada del Estilo Copo de Nieve: Ventisca).

Con movimientos curvos y ondulados hacia todas las direcciones, Sakura fue capaz de repeler las cuchillas sombrías que Yamiko lanzaba desde múltiples ángulos. Sin embargo, esto era una treta de la chica para acercarse rápidamente y poder conectarle un corte letal.

—¡Técnica del Estilo Tsukuyomi № 40: Tragedia en la Noche Plutónica del Avīci!

Atacó cortando, cortando y cortando sin parar, pero Sakura repelía cualquier intento, parecía que Kuroneko Yamiko no tenía posibilidades de ganar.

—Jujutsu: Higeki no seppen (Técnica Maldita: Copos de Nieve de la Tragedia)

Sakura convocó varios copos de nieve alrededor de Yamiko los cuales giraron y fueron disparados contra ella como shurikens.

—¡Técnica del Estilo Tsukuyomi № 15: Estrellas Fugaces! 

Yamiko trató de cortar y desviar todos los que podía, valiéndose de sus propias habilidades y de su Precognición, pero el número de copos de nieve era tan abrumador que los cortes en su cuerpo aparecieron en pocos segundos. Eran cortes algo profundos que rasgaron su ropa y carne y sangraban poco a poco.

—Yukinokesshō-ryū kengi: Yukinoshita de no kodoku-shi (Técnica de Espada del Estilo Copo de Nieve: Muerte Solitaria Bajo la Nieve).

En un dinámico movimiento que destrozó el suelo donde estaba parada por el fuerte impulsó, Sakura realizó un corte profundo en el pecho de Yamiko, haciéndole escupir sangre y con mucho asco, se alejó rápido de allí para evitar ensuciarse, cosa que no fue del todo posible ya que su kimono se manchó con la sangre. Por primera vez en toda la pelea, Sakura mostró una notable expresión de repulsión, congelando la sangre en su haori hasta que se deshizo por el viento.

—Ajajajaja... ¿acaso tienes germofobia? —interrogó Yamiko, debilitada, pero teniendo una sonrisa burlona.

—¿Y qué si es así? La suciedad es una de las principales causas de las enfermedades —replicó Sakura, levemente avergonzada.

Con una risa pícara, Yamiko le escupió su sangre con saliva a la Oni, la cual se fue hacia un lado con torpeza para evitarla, recibiendo las burlas de Yamiko.

—¡Ajajajajajajajajaja! ¡¿Una Yokai de Clase S le tiene miedo a la suciedad?! —exclamó eufórica debido a la adrenalina— ¡Ajajajajajaja! ¡Que puta vergüenza para la Clase S!

—¡¿Tú que sabes de la suciedad y los gérmenes?! —gritó Sakura. No iba a permitir este insulto a su orgullo y a su pasado— ¡Maldita perra, con eso no se juega! ¡¿Entendiste?! 

—¿Qué me importa? Tal vez pueda darte un infarto del susto si te baño con mi sangre, ¿Quién sabe? No lo sabré hasta que lo intente —soltó dejándose dominar por su sed de sangre y por sus instintos de supervivencia—. Odio perder con cada célula de mi ser, por lo que no me rendiré hasta que caiga muerte, ¿entendiste?

—Yamiko, ¿acaso vas a...? —dijo Tsukuyomi, alarmado.

Yamiko dejó que el poder divino corriera por sus venas, su cabello se tiñó de un blanco resplandeciente y sus ojos se volvieron galaxias. Había activado el Kamui y con eso una sonrisa similar a la de un demonio se formaba en su rostro.

https://youtu.be/tVXU_K6iE6Q

—Voy a tomar tu cabeza, perra —declaró con una voz angelical y demoníaca, junto con una sonrisa de emoción neurótica— ¡Técnica del Estilo Tsukuyomi № 22: Jauría de Lobos de las Tinieblas!

Yamiko invocó a sus lobos de sombras, los cuales eran tan grandes como osos y todos juntos atacaron a Sakura con salvajismo.

—¡Jujutsu: Aijin no kokoro o kōraseru kui! (Técnica Maldita: Estacas que Congelan el Corazón de una Amante).

La Oni empaló a todos los perros que podía con varias estacas de hielo que extendió por todo el suelo del terreno de batalla, cortando al resto con su propia espada, pero al Precognición le advertía de un peligro de muerte y como un flash bloqueó el ataque de Yamiko directo hacia su cabeza.

—¡Técnica del Estilo Tsukuyomi № 1: Corte de Media Luna!

Otro choque ocurre, a pesar de que Sakura logró bloquearlo fue empujada siete metros de Yamiko por el impacto de sus dos armas. Teniendo que evitar más ataques de la chica, los cuales se volvían más rápidos, más fuertes y precisos.

—¡Técnica del Estilo Tsukuyomi № 14: Garras de las Tinieblas!

Otro sombrío ataque cortante es lanzado, pero este era muchísimo más destructivo, ya que las cuchillas cortaron todo el almacén principal, haciendo que se caiga en pedazos para asombro de todos los bandos que estaban peleando en aquel complejo.

—Florentino-dono, esa fue una de las técnicas de Yamiko-chan —observó Kirei, frunciendo el ceño—. Puede que esté en problemas, hay que ir a ayudarla.

—Yo la sigo, señorita.

Volviendo al combate principal, Sakura volvió a atacar con un combo de cortes ondulantes, buscando penetrar las defensas de Yamiko, pero le era difícil. En aquel estado sus reflejos se habían disparado.

—¡Jujutsu: Kurushimu tamashī o mamoru yuki no shinden! (Técnica Maldita: Templo de las Nieves que Resguarda las Almas en Pena).

En las ruinas de lo que antes era el almacén principal se alzó un gigantesco templo sintoísta japonés del cual salieron docenas y docenas de espectros de hielo que atacaron a Yamiko con ráfagas de hielo, pero en su estado eufórico no se preocupó por sus pulmones, solo estaba centrada en ganar.

—¡Técnica del Estilo Tsukuyomi № 42: Emboscada de Lobos Diabólicos!

Con unos movimientos similares a los de un animal salvaje cortó a cada uno de los espectros que la atacaban de una forma limpia y dinámica, reduciendo su número de setenta y dos a diez en menos de dos minutos. 

—¡Técnica del Estilo Tsukuyomi № 37: Eclipse Lunar!

El resto de los espectros fueron destruidos por una serie de cortes frontales en la que el usuario apuntaba a puntos vitales del objetivo, como la nariz, los ojos, la ingle, la garganta, etc. En un humano vivo esta técnica sería sumamente dolorosa.

—¡Técnica del Estilo Tsukuyomi № 25: Un Ángel Caído que le lloró a la Luna!

Al ya estar cerca de Sakura, Yamiko volvió a atacarla con una serie de estocadas que poco a poco parecían sobreponerse a la Precognición de Sakura, ya que rasgaban ligeramente su ropa, pero la Oni de cabellos celestes no iba a ceder tan fácilmente.

—¡Jujutsu: Yama kara furu satori no hasu! (Técnica Maldita: Lotos de la Iluminación que Descienden de la Montaña).

Flores de loto hechas de hielo cayeron del cielo, al impactar contra el suelo estallaban y disparaban fragmentos de hielo hacia todas las direcciones posibles, varios se enterraban en el cuerpo de Yamiko y sentía como se estaba muriendo del frío que sus pulmones volvieron a fallarle, empezando a respirar con dificultad y se agarró de la garganta por el dolor que sentía. Esta brecha en sus defensas no sería desperdiciada.

—¡Yukinokesshō-ryū kengi: Arare! (Técnica de Espada del Estilo Copo de Nieve: Granizo).

En menos de un segundo, Sakura realizó cortes limpios en los hombros de Yamiko, dejando expuestos sus músculos y huesos.

—¡¡¡Aún sigo de pie!!! —gritó blandiendo su espada pese al horrible dolor— ¡Técnica del Estilo Tsukuyomi № 30: Cortes Malditos de la Tragedia de Genji Monogatari!

—¡Jujutsu: Kōkina on'na no saigo no ibuki! (Técnica Maldita: Último Aliento de una Noble Mujer).

Justo cuando Yamiko iba a realizar un último ataque desesperado, Sakura expulsó una fuerte ventisca de su boca que congeló la hoja del Juicio del Avīci y al este impactar contra su katana se rompió en pedazos, provocándole a Yamiko un dolor sin igual, como si cientos de cuchillos se le clavaran en el cuerpo. Ella cayó al suelo desmayada, desangrándose por todas sus heridas. Sakura se acercó con cuidado de no ensuciarse.

—Lo hiciste bien, Kuroneko Yamiko, sin duda alguna el Clan Kuroneko es uno excepcional entre todos los humanos —declaró con genuino respeto, alzando su katana en el aire—. Sellaré de una vez nuestro duelo a muerte tomando tu vida, siéntete honrada.

Antes de que la decapitara, un machete detuvo su espada en el acto y cuando Sakura se dio cuenta, un anciano de rasgos latinos le había salvado la vida a Kuroneko Yamiko.

https://youtu.be/WSDqUvwhqPA

—¡Kirei tómala y váyanse de aquí, yo les daré tiempo! —ordenó Florentino.

La Kuchisake-onna corrió como alma poseída por el diablo, tomando todos los fragmentos que pudo del arma de Yamiko y tomó a su amiga en brazos para irse del lugar dando grandes saltos.

—Lo siento, linda mujer, pero yo seré tu nuevo oponente —declaró Florentino con una sonrisa retadora—. Por favor, sé amable con este anciano, ¿quieres?

—¿Eso es un machete? —inquirió tomando distancias del anciano—. Es la primera vez que usan algo así contra mí.

—Lo ordené hace unos días a la Sede de Tokio y hoy fue cuando finalmente terminaron de forjarlo —contó manejándolo con gracia—. En El Valle de las Sombras de la Muerte no solo se especializa en el garrote, sino también en el uso de cuchillos y machetes. Estás a punto de ver las habilidades de un arrecho venezolano.