12-Espadas Versus Patadas
La primera ronda del Torneo Sun Wukong había terminado, Yamiko se había ido a dormir temprano para tener suficientes energías para mañana mientras que Kirei y Akira se divertían en el hotel. Estando envuelta en sus sábanas, tiene un sueño, un sueño que le hizo recordar su triste y miserable pasado.
https://youtu.be/zmYDOd2e-64
Estaba en un salón de clases que parecía sacado del país de las maravillas, o quizás, de las pesadillas. El espacio alrededor se deformaba en forma de espirales. Por alguna razón ella se sentía amenazada, sentía el peligro por doquier. Al salón de clases entraron espectros de sombras humanoides , con múltiples ojos y múltiples bocas dientudas.
Yamiko desenfundó el Juicio del Avīci y se puso en guardia, pero lo único que recibió por parte de estos engendros fueron burlas.
—¡Miren a la demonio! ¡Cree que puede cortarnos!
—¡Eres débil Kuroneko Yamiko! ¡¿Por qué no saltaste junto a la idiota de Fujiwara!?
—¡Siempre serás débil! ¡Eres un monstruo que no merece ser feliz jamás! ¡Los demonios como tú deberían morirse!
—¡No soy un demonio! —les gritó apretando los dientes— ¡Usted son los demonios! ¡Los enviaré al Avīci!
—Ay, pobre, ¿La demonio quiere llorar? ¿Lloraras sangre?
—Eso es lo único que eres, una débil demonio llorona. Por eso no pudiste salvarla.
Yamiko cortó al que tenía más cerca por la mitad y después fue por los demás, cortándolos en pedazos con furia y con ojos llenos de lágrimas.
—¡Cállense! ¡Los odio a todos, malditos humanos! ¡Todos ustedes son los verdaderos demonios!
De la nada, se escuchó un crujido y cuando Yamiko volteó, se encontró con el cadáver de una chica que tenía gran parte de sus huesos rotos. Extendió sus manos hacia ella, como si quisiera atraparla.
—¡Yuko-chan! —gritó al despertarse con la respiración agitada.
—¿Una pesadilla? —preguntó Tsukuyomi, apareciendo a su lado.
—Los fantasmas del pasado... me persiguen —dijo cabizbaja—. Debo drenar toda esta furia.
A la cafetería del hotel entraron Kirei y Yamiko, encontrándose con Shui Li, Lucifer, sus hermanos y su equipo de porristas. En otra mesa cercana, estaban Yasunari Oyama y Florentino Cantaclaro, jugando a lo que parecían ser a las cartas.
—¡Hola chicos! —llamó Shui desde su mesa— ¿Quieren unirse a nosotros? La comida de Belcebú es increíble.
—Shui-senpai, se ve diferente —comentó Akira mientras se acercaba—. Perdone mi comentario, pero se ve... más viva.
—Hahaha, no te preocupes es entendible la sorpresa. Todo es gracias a este collar —dijo, señalándolo—. Siempre que lo tenga puesto, podré volver a ser una humana. Fue un regalo de mi querido novio y sus hermanos.
—Hehehe, Baobéi, haces que me sonroje —dijo Lucifer, con una ligera sonrisa.
—Sírvete todo lo que quieras, joven, los más grandes luchadores tienen que alimentarse de mucha carne —mencionó Lucifer, sirviéndole un plato de comida a Akira.
—Muchas gracias, Belcebú-sama —dijo, tomando asiento.
Por su lado, Kirei fue a ver a Florentino y a Oyama, ya que le daba curiosidad lo que estaban jugando.
—¿Qué hacen? —preguntó con las manos detrás de la espalda.
—Oh, tú estabas acompañando a Kuroneko-san, debes ser su amiga —dijo Oyama, levantando la mirada de sus cartas para verla—. Me encontré con Florentino-dono y me está enseñando a jugar un juego de su país, eh... ¿Cómo dijo que se llamaba, Florentino-dono?
—Se llama quinchoncho —respondió, mientras tomaba un sorbo de una cerveza—¿Quiere jugar con nosotros, bonita chama?
—¿Soy bonita? —preguntó en tono pícaro.
—Hmm... ¡por supuesto! —respondió con jovialidad.
—¿Y qué tal ahora? —interrogó mostrando su rostro cortado.
Yasunari Oyama no se inmuto ante ella, ya había visto a un ser mucho más espeluznante antes, pero quería saber la reacción que tendría Florentino.
—No sé que has hecho, pero su voz es tan hermosa como el canto del turpial —respondió con voz gentil.
La Kuchisake-onna se volvió a cubrir la boca, algo ruborizada por el comentario, pero su curiosidad por el anciano extranjero había aumentado.
La noche de la segunda ronda del Torneo Sun Wukong había llegado, el público estaba emocionado por ver las peleas de los pesos pesados que habían superado la noche anterior.
—¡¡¡Tras los combates del día anterior, los "gladiadores" han vuelto a su "coliseo" para mostrar tanto su fuerza física como sus técnicas!!! —anunció Tominaga, subido a su mesa de presentador— ¡¡¡¿Quién ganará en esta lucha de espadas contra patadas?!!! ¡¡¡La capoeira se enfrentará al Estilo Tsukuyomi!!!
Mauricio Da Silva entró de un salto a la jaula, comenzando desde un inicio su movimiento de pies, estaba consciente de que se enfrentaría a una persona letal.
Kuroneko Yamiko emergió de las sombras, estando meditando en la posición del loto. Al salir por completo abre los ojos y sonríe de forma macabra, quería desahogarse después de la pesadilla que había tenido anoche y aquel brasileño le parecía un oponente divertido, por lo que se pone de pie de un salto y desenfunda su bokken.
—¡It's party time! —exclamó emocionada.
Los dos oponentes se miraron fijamente, mientras Mauricio estaba con una expresión que mostraba a varios kilómetros su precaución, Yamiko se mantenía sonriendo.
—¿Peleadores listos?... ¡Que empiece este combate! —anunció la referí.
La primera en atacar fue Yamiko, saltando en el aire para ejecutar cortes curvos ondulantes, Mauricio logró esquivarlos con agilidad al realizar su danza capoeria y aprovechando la flexibilidad de su cuerpo.
—Eres mucho más ágil que ayer, que divertido —comentó Yamiko, sin esforzarse en ocultar su malicia y su emoción—. "Malandro-chan", muéstrame tu técnica.
https://youtu.be/-VbflLhugVM
El joven brasileño tomó la iniciativa e inicio la ofensiva contra Yamiko, con una danza tradicional de la capoeria y al cortar distancias, giró en el suelo, manteniéndose en equilibrio con solo su cabeza para lanzar patadas veloces, las cuales fueron bloqueadas con maestría por la joven Kuroneko. Acto seguido, Mauricio se puso de pie nuevamente y trató de derribar a Yamiko con un barrido, cosa que ella ya esperaba.
—Técnica del Estilo Tsukuyomi № 8: Brillo Lunar en la Cascada.
Con aquel ataque, logra golpear a Mauricio en el costado de su pecho, agrietándole un par de costillas, por lo que el practicante de capoeira decide tomar distancias para poder pensar en su próximo movimiento.
—Estoy algo preocupado por Yamiko —confesó Tsukuyomi, cruzado de brazos.
—¿Sucedió algo anoche? —preguntó Kirei.
—Tuvo una pesadilla —respondió suspirando—. Empecé a notarlo desde nuestro enfrentamiento contra el Shinsengumi, Yamiko está haciendo todo lo que puede para controlar su odio ante los humanos ya que no quiere deshonrar a su familia en este torneo, pero temo que la pesadilla de anoche pueda desencadenar algo.
De regreso en la jaula, Mauricio Da Silva no detenía su ginga (balanceo del cuerpo), pero tampoco se movía se de su sitio.
—Ella es peligrosa, es muy inteligente al saber como debilitar al rival —pensó frunciendo el ceño—. Me temo que estoy obligado a usar todas mis técnicas de una... ¡mierda! Pensé que podía reservarlas para cuando me enfrentara a Shui Li, pero la situación la amerita.
La danza de Mauricio se volvió más enérgica, estaba preparado para ir en serio.
—Oh, ¿este es el verdadero potencial del capoeira? —preguntó con una sonrisa similar a la de un demonio eufórico—. Déjame responder a tu danza con la mía, Técnica del Estilo Tsukuyomi № 28: Danza de los Lirios Violetas en Honor a la Luna.
—¡¡¡Impresionante!!! ¡Los dos peleadores quieren demostrar la supremacía de sus artes marciales en un desafío de baile! ¡¿Qué arte marcial tendrá la danza más mortal?!
—¿Qué clase de técnica es esa? —preguntó Lucifer, intrigado.
—Esto confirma mis sospechas —mencionó Uriel, masajeándose la frente con las yemas de los dedos—. El Estilo Tsukuyomi de kenjutsu es una derivación del Yagyu Shinkage-Ryu, creado por "El Santo de la Espada" Yagyu Munenori.
—¿Qué es un "Santo de la Espada"? —preguntó Shui Li, arqueando una ceja.
—Un término creado por los ángeles encargados de los Registros Akáshicos, como yo, para referirse a humanos que alcanzaron un nivel transcendental en el arte de la espada —explicó Uriel, sacando su Ojo del Ayer para ilustrar mejor su explicación—. En toda la historia humana, solo existieron cinco "Santos de la Espada": el Rey Arturo Pendragón, Kamiizumi Ise-no-Kami, George Silver, Miyamoto Musashi y Yagyu Munenori. A diferencia del estilo Ganryu que busca la mayor velocidad y letalidad de los cortes, el Yagyu Shinkage-Ryu busca el control máximo del cuerpo para ejecutar movimientos perfectos. De ahí que exista esta técnica que emula una danza.
La jaula de combate se volvió un terreno de guerra, ninguno de los dos quería retroceder ante el otro. Mauricio se acercó a Yamiko dando volteretas para ejecutar una meia lua de compasso dupla, una técnica que consiste en pararse de manos en el suelo para girar y lanzar una patada giratoria con ambas manos; Yamiko logró evitar en golpe haciendo un split en el suelo y desde esa misma posición contraatacó con una estocada que Mauricio esquivó de milagro.
—Técnica del Estilo Tsukuyomi № 7: Resplandor de Lunas Nuevas.
Yamiko se lanzó al ataque con aquellos golpes curvos ondulantes, Mauricio los bloqueó con los antebrazos, dejándolos con grandes moretones. Él devolvió el ataque con una bênção o bendición, una patada frontal bastante típico tanto en la capoeira como en el muay thai, la joven Kuroneko la bloqueó con su bokken, pero el impacto fue tal que la alejó unos ocho metros. Cuando se fijó bien, se dio cuenta de que su arma tenía una pequeña grieta debido a la patada, finalmente decidió tener en cuenta las patadas de Mauricio como una amenaza real, por lo que realizó una maniobra poco común y esperada.
Usando una postura similar a una lanzador de beisball, lanzó su bokken como si fuera una lanza. Pese a la sorpresa, Mauricio logró atraparla antes de que lo golpeara en el rostro, pero aún así, recibió de lleno una patada giratoria de Yamiko en todo el rostro, que le partió la nariz, seguido de un golpe en la garganta que lo dejó desorientado unos segundos. Yamiko simplemente tomó de regreso su bokken y le miró con una sonrisa burlona.
—Deberías rendirte de una vez —dijo con tono despectivo—. Es imposible que me derrotes y si alargas demasiado esto, no podré controlarme y me pondré mucho más agresiva contigo.
—No puedo rendirme estando tan cerca de lograr mi objetivo —replicó Mauricio, mientras se acomodaba su nariz rota—. Mi familia vive en la pobreza de las fabelas de Río de Janeiro, con el premio de este torneo podré sacarlos de esa miseria y conseguirles una vida mejor, ¡¿Puedes entender mi convicción, Kuroneko Yamiko?! ¡Debo ganar por ellos!
—Ja... jajaja... ¡ajajajajajajajaja! ¡¿De verdad piensas que me importa?! —inquirió con una sonrisa siniestra—. Tu familia, tus sueños, tu vida y tu alma, todo eso me importa una mierda. Lo único para lo que vivo es para ser la mujer más fuerte en la historia del Clan Kuroneko, todos los demás humanos solo serán mi alimento. Maurico Da Silva, déjame enseñarte un pedazo del Avīci.
La joven Kuroneko volvió al ataque, utilizando la vigésima octava técnica del Estilo Tsukuyomi, danzando alrededor de Mauricio mientras este se movía con su ginga, esperando el siguiente movimiento de su rival. Yamiko se impulsó en una postura baja, usando la sexta técnica para quebrarle una pierna, pero el brasileño la esquivó saltando hacia el frente y dándole la espalda a Yamiko, donde decide usar una chapa-de-Costas. Estando de espaldas se apoyó de ambas manos y de una pierna para lanzar una patada a una desprevenida Yamiko que la hizo chocarse contra las rejas de la jaula y provocando que su sed de sangre aumente.
—¡Técnica del Estilo Tsukuyomi № 25: Hermosa y Trágica Luna Superior!
Golpe, golpe, golpe, y golpe, Yamiko no le dejaba respiro alguno a Mauricio en este combo de ataques curvos que penetraban sus defensas, ya que Yamiko usaba cada articulación y músculo de la cintura para arriba para potenciarlos y causar el máximo daño posible. Yamiko tomó distancias para apreciar el cuerpo lleno de moretones de Mauricio, el joven brasileño tenía varias fracturas en múltiples partes del cuerpo, pero sus piernas aún estaban en buenas condiciones al ser bastante resistentes gracias a sus años de entrenamiento.
Mauricio Da Silva cortó distancias con Yamiko para atacarla con un gancho, una técnica similar a muchas otras del taekwando en la cual el usuario levanta la pierna en un diagonal hasta una posición alta, para después retraer la rodilla bruscamente y descargar un golpe con el talón en dirección descendente. El giro de esta patada la hace difícil de prever, pero no para Kuroneko Yamiko.
—Técnica del Estilo Tsukuyomi № 2: Luna Nueva que se Alza en el Cielo Nocturno.
Moviendo su espada en forma de media luna, Yamiko fue capaz de desviarla y contraatacar con un rodillazo en todo el pecho de Mauricio, fracturándole el esternón. Mauricio no se dejó derribar por ese último golpe y lanzó un Vôo-do-Morcego, es decir, un vuelo de murciélago el cual es similar a una dropkick. Sacrificando su equilibrio y control, lanzó una doble patada voladora contra la chica, pero ella pudo evitar gran parte del daño girando y recibiendo la patada con el hombro izquierdo y cuando Mauricio aterrizó con una pierna, se aprovechó de esos pocos segundos en los cuales él trataba de recuperar el equilibrio para golpearlo con fuerza en toda su espalda.
El dolor que sentía por ese último golpe fue intenso, tanto que cayó al suelo retorciéndose mientras se agarraba la espalda. Yamiko había logrado romperle dos vértebras.
—¿Qué pasa? ¿Acaso no vas a volver a levantarte, humano de mierda? —interrogó con una sonrisa sádica—. Parece que tu convicción era solo humo, pero aún no estoy satisfecha con el daño que te he hecho.
Mauricio apretó la mandíbula con fuerza para ejecutar levantarse y ejecutar un escorumelo, un cabezazo ascendente cuyo objetivo era la mandíbula del rival, pero Yamiko simplemente se echó para atrás para evitarlo y decidió ponerle fin a este combate.
—¡Hell to you! —exclamó con gran euforia— ¡Técnica del Estilo Tsukuyomi № 4: Luna Sangrienta del Avīci!
Con una sonrisa digna de un demonio, Kuroneko Yamiko comenzó una danza mucho más agresiva a pocos metros de Mauricio. El capoerista trató de alejarla con varios golpes con el codo, martelos y chapas, pero ella tenía una coordinación, un equilibrio y un control de su cuerpo digna de un maestro de capoeira. Yamiko comenzó a golpear repetidas veces el cuerpo de Mauricio con lo que parecían golpes pequeños, pero dolían como un látigo. Los gritos de Mauricio Da Silva se escuchaban por todo el lugar.
—¡¿Qué estás haciendo referí?! ¡Detén el combate! —gritó uno de los espectadores.
—Aunque quisiera hacerlo, no podría a menos que Mauricio se rinda o caiga desmayado —pensó la harpía, sintiéndose impotente ante esta situación.
—¡¿Qué estamos viendo, queridos espectadores?! ¡Kuroneko Yamiko no detiene esa cruel técnica a pesar de los gritos de su oponente!
—No es suficiente, no es suficiente, no es suficiente, no es suficiente, no es suficiente —murmuró Yamiko, con una mirada sombría—. Todos deben pagar por lo de Yuko-chan, ¡Todos son culpables por su muerte!
—¡Es suficiente, Kuroneko Yamiko! —gritó Tsukuyomi desde las gradas.
Fue en ese momento en que Yamiko reaccionó y se alejó de Mauricio. El capoerista cayó al suelo, no podía mover ni un musculo, todo su cuerpo estaba magullado. La joven Kuroneko se veía confundida, como si no hubiera sido consciente de lo que hubiera hecho.
—¡Mauricio Da Silva es incapaz de continuar! ¡La ganadora del primer combate de la segunda ronda del Torneo Sun Wukong es Kuroneko Yamiko!
Yamiko se retiraba de la jaula, mientras el público estaba en silencio total.
Desde la Sede de Tokio de la Organización Lovecraft, Kuroneko Munenori observó todo el combate junto a Tsuyu, su segunda hija y Musashi, su único hijo.
—Era lo que me temía, la oscuridad de Yamiko aún no ha desaparecido, no está dispuesta aún en dejar ir el pasado —mencionó cabizbajo.
—Dale tiempo, reaccionó por Tsukuyomi-sama, a lo mejor todavía hay esperanza para ella—dijo Tsuyu con una ligera sonrisa.
En los pasillos del lugar, Kuroneko Yamiko se encontró con Akira, quien estaba apoyado a una pared y temblando de miedo.
—Tu pelea está a punto de iniciar —dijo Yamiko, cabizbaja.
—Voy a renunciar —confesó apenado—. N-no quiero enfrentarme a ella... voy a morir si lo hago.
De pronto, Yamiko agarró a Akira del cuello, estrangulándolo.
—Escúchame bien, Akatsuki Akira, eres jodidamente fuerte —declaró Yamiko, mirándolo a los ojos con una mezcla de sentimientos—. Únicamente yo puedo derrotarte, así que no te atrevas a perder contra nadie que no sea yo o de lo contrario... ¡Te enviaré al Avīci!
Yamiko lo soltó y se fue corriendo del lugar. Akira no sabía el por qué de las acciones de la chica, pero no quería desilusionarla, no sabía los motivos por los cuales ella quería combatir con él, pero haría todo lo posible para cumplir con sus deseos. Para eso, tenía hacerle frente a sus miedos.
En un rincón del lugar, Yamiko estaba sentada en posición fetal mientras tomaba una lata de refresco.
—¿Por qué esos deseos de querer combatir contra Akatsuki-kun? —preguntó Kirei, sentándose a su lado. Cuando acabó la pelea, la Kuchisake-onna había salido a buscar a su amiga y había escuchado la conversación que tuvo con Akira.
—El produce un sentimiento en mi pecho que no puedo describir, pero se siente... diferente —confesó con cierto rubor—. Mi madre solía contarme historias de cómo grandes guerreros samuráis se convirtieron en grandes amigos después de un combate, como es el caso de Miyamoto Musashi y Hōzōin Inshun o Musashibou Benkei y Minamoto no Yositsune. Tal vez... pueda llegar a ver si Akatsuki-kun realmente es así conmigo o solo está esperando la oportunidad perfecta para apuñalarme por la espalda, no lo sé, pero quiero llegar a ver al verdadero Akatsuki Akira.
La segunda ronda estaba por iniciar, la primera en ingresar a la jaula fue Suni Kim, dando un salto desde las gradas hasta su interior, donde ya estaba en su pose de peleas.
—¡¿Podrá la agente Suni Kim superar al Estilo Amaterasu?! ¡¿O acaso el sol quemará sus alas cual Ícaro?!
Akatsuki Akira entró a la jaula, aún seguía temblando un poco, pero tenía que ganar por Yamiko.
—¡Puede que Akatsuki Akira sea un genio del kenjutsu, pero Suni Kim es una agente de la Organización Lovecraft con trescientos años de experiencia en el Taekwondo, será un combate muy igualado!
—¿Eh? ¿Tú tienes trescientos años? —preguntó incrédulo.
—¡Grosero! ¿Nadie te enseñó a nunca preguntarle la edad y/o el peso de una dama? —replicó frunciendo el ceño—, pero sí, tengo trescientos veintidós años y he sido agente de la Organización Lovecraft de Corea desde hace doscientos cincuenta años, ¿por qué quieres saber?
No hubo respuesta alguna del joven de cabello rojizo, únicamente golpeo su cabeza con el bokken para caerse desmayado.
—¡¿Otra vez?! ¡Ni siquiera hemos iniciado! —exclamó Suni, atónita por esta acción.
Akira se levantó en tan solo dos segundos, sacudiéndose un poco la cabeza.
—Lo siento, solamente necesitaba reiniciar mi cerebro —se excusó ahora con más seriedad.
Ahora estaba seguro, ella no era la kitsune que había asesinado a sus padres, ni siquiera era una kitsune sino una kumiho, una zorra Yokai de Corea, una raza distinta a las de Japón. Todo su miedo había desaparecido, ahora solo quedaba la determinación de ir más lejos y poder pelear contra Kuroneko Yamiko.
—¿Peleadores listos?... ¡Que empiece este combate!
Suni Kim fue la primera en tomar la iniciativa de la ofensiva, lanzando una dropkick que mandó a volar una parte de las rejas de la jaula y por poco también a Akira de no ser porque este logró moverse a tiempo, pero la kumiho no le daría respiro, sino que se lanzó hacia el con una serie de dollyo gachi o patadas circulares del taekwando. Esto asombró al joven Akatsuki, su oponente era igual de rápido que él.
—¡Increíble! Hace más de cien años que no conocía a alguien tan rápido como yo —comentó Suni en medio de su ataque.
—¿En serio? ¿Quién era esa persona? —preguntó Akira, tratando de mostrarse tranquilo.
—Akatsuki Kotaro, la persona que humilló a Isami Kondou —respondió con una sonrisa—. Esto es obra del destino, sé un buen oponente, Akatsuki-hunbae.
(Nota del autor: "hunbae" es un honorifico coreano usado para referirse a una persona menor que tú, como el "Kohai" de Japón)
—Entonces te mostraré el legado del Estilo Amaterasu que heredé de mi padre, Suni-sunbae —declaró Akira, lleno de determinación.
(Nota del autor: "sunbae" es lo opuesto a lo anterior, usado para personas mayores como por ejemplo: un consejero.)
https://youtu.be/SVhHhtG4DPM
Un feroz intercambio de golpes y bloqueos comenzó en la jaula, ninguno de los dos quería darle al otro la oportunidad de conectar el primer golpe. Para una parte del público le fue difícil seguir la pelea debido a la velocidad en la cual se movían, únicamente los hechiceros con más experiencias, como Shui Li, Sara García, Victoria Holmes, Kuroneko Yamiko y los seres divinos y demoniacos en las gradas podían seguirle el paso a estos dos combatientes.
La kumiho atacó con una nacko chagui, es decir, una patada enganchando que iba directo a su cuello, pero Akira la esquivo agachándose y cuando Suni iba a lanzar otra patada, Akatsuki Akira desapareció y recibió un estoque de parte del chico en su vientre que le hizo sentir nauseas.
—Técnica del Estilo Amaterasu № 3: Amanecer.
—Es una técnica curiosa —comentó Azazel, llevándose la mano a la barbilla.
—Eso demuestra su velocidad, esperó a que parpadeara para poder acercarse lo más rápido posible —explicó Uriel, fascinado—. Según el alumno de la escuela Ganryu con el que hablé hace siglos, Kojiro Sasaki tenía una técnica llamada "Esfumarse", la cual consistía en esperar el parpadeo del oponente para poder tomarlo por sorpresa en un punto ciego, era una técnica de asesinato muy letal. A diferencia de la primera técnica este estilo, esta es una réplica bastante fiel a la original.
Suni Kim no perdió el tiempo a pesar del dolor y ejecutó una mondollyo nacko gachi, una patada giratoria de casi 360 grados.
—¡Técnica del Estilo Amaterasu № 11: Nubes que Vuelan por la Suave Brisa!
Akira hizo girar su bokken 360 grados dos veces para bloquear la potente patada de Suni y allí fue cuando Akira se dio cuenta de un pequeño detalle que podía costarle la victoria. Su bokken estaba empezando a agrietarse debido a las fuertes patadas de la Kumiho.
—¡Técnica del Estilo Amaterasu № 9: Ráfaga Solar!
No había tiempo que perder, era ganar antes de que su arma se rompiera por completo, por lo que usó todos los músculos de su cuerpo para lanzar los ataques a gran velocidad de este combo. La taekwandoka esquivaba como podía los golpes, se había equivocado, Akatsuki Akira era más rápido que ella y esa subestimación le estaba saliendo cara en este combate. Para librarse de este cansino ataque, ejecutó un golpe directo a su garganta, haciendo que Akira empezara a toser con fuerza, como si sus pulmones mismos hubieran sido golpeados, por lo que aprovechó su estado para lanzarle una patada lateral que conecta de lleno con su torso, partiéndole un par de costillas.
—Esto era lo que me temía —dijo Amaterasu, mordiéndose las uñas—. Para dominar el Estilo Amaterasu no solo se necesita una gran velocidad, sino también una excelente capacidad pulmonar, si se dañan los pulmones o si se interrumpe la respiración de una manera muy agresiva, las técnicas quedaran anuladas. Fue un movimiento muy ingenioso.
Yamiko se levantó de su asiento de forma brusca y empezó a agitar y a girar con energía dos varitas luminosas.
—¡Akatsuki-kun, no puedes perder! ¡De lo contrario ya sabes lo que va a pasar! —gritó a todo pulmón.
—¡¿Naniiii?! ¡Impresionante damas y caballeros, parece que Akatsuki Akira tiene una gran admiradora!
—¡Cla-claro que no! —negó la joven Kuroneko, con un poco de rubor—¡Si alguien va a derrotar a ese cabeza de manzana soy yo y nadie más!
—¡Zehahahahaha! ¡No te preocupes, Yamiko-chan! —le gritó de regreso con una sonrisa de oreja a oreja—. Es imposible que pierda contra alguien que no sea tú.
—Tienes una relación bastante curiosa con esa chica —comentó Suni a forma de broma.
—¡Y eso es lo que la hace grandiosa! —exclamó Akira, listo para luchar una vez más.
—¡Lo siento, Kuroneko-hunbae, pero odio perder! —advirtió en una curiosa pose.
—¡¡¡Oh noooooo!!! ¡¡¡Aqui viene, la legendaria técnica de Suni Kim con la cual hizo añicos a Xiong Wu en la primera ronda!!!
—¡Gung-geug-ui Taegwondo Gisul: 18 Gaeui Sin-ui Balchagi! (Técnica Definitiva de Taekwando: Dieciocho Patadas Divinas)
Suni Kim se movió a una velocidad sobrehumana, hasta estar a pocos metros de Akira, a pocos segundos de ejecutar su técnica, el joven Akatsuki pensó rápido.
—¡Técnica del Estilo Amaterasu № 15: Rayos Solares que Bañan mi Piel!
La Kumiho lanzó su técnica, un combo de dieciocho patadas continuas con toda la fuerza de su cuerpo, aprovechando la fuerza de la rotación del mismo para potenciar su fuerza y velocidad. La técnica impedía el contraataque hasta que llegará a su fin, pero Akatsuki Akira no sería fácilmente vencido ante esta técnica, ya que la décima quinta técnica del Estilo Amaterasu le permitía fluir a través de esta lluvia de patadas, gracias a que el usuario relaja por completo los músculos de su cuerpo y minimiza el daño al seguir la dirección del ataque, un principio similar al Flujo de Shui Li. Habiendo cortado por poco la distancia y habiendo acabado, comenzó el contraataque de Akira.
—¡Técnica del Estilo Amaterasu № 1: Corte del Fénix Volador!
Los golpes de la técnica dieron de lleno contra Suni, rompiéndole la clavícula derecha y un par de dientes, pero antes de caer al suelo, se estabiliza con una mano y lanza una patada contra Akira la cual logra bloquear, pero su bokken queda destrozada. Parecía estar desprotegido y fue ese momento que aprovechó Suni hacer una tuit chagui, es decir, una patada hacia atrás.
—Técnica del Estilo Amaterasu № 2: Rotación del Sol —murmuró.
Akira atrapó el pie de Suni antes de que impactara contra él y lo hizo girar de tal forma que su oponente cayó al suelo, con una ligera mueca de dolor.
—¡Auch, auch, auch! Oiga referí, me rindo —informó alzando la mano.
—¡Suni Kim se rinde! ¡El ganador del segundo combate de la segunda ronda es Akatsuki Akira!
Desde las gradas, Yamiko sonrió aliviada, ya tenía su tan ansiado combate asegurado. Por su parte, Uriel estaba ligeramente impresionado por esa técnica.
—Utilizó el flujo de poder de su oponente en su contra —mencionó llamando la atención de sus acompañantes—. La rotación o flujo de poder es la fuerza creada por el cuerpo al realizar una técnica o simplemente un golpe. Cuando Akira atrapó el pie de Suni, utilizó la rotación de su pie para dislocarle el tobillo. Es interesante, no sabía que el Estilo Amaterasu poseyera técnicas de combate cuerpo a cuerpo.
El joven Akatsuki ayudó a Suni Kim a levantarse, sirviendo él de muleta para poder llevarla a la enfermería.
—Oye, Suni-sunbae, ¿cómo fue que conociste a mi antepasado? —preguntó con curiosidad.
—Él me salvó de la primera división del Shinsengumi —respondió con una ligera sonrisa—. Era un samurái noble y caballeroso, de hecho, tú te pareces mucho a él.
—¡Zehahaha! Me alegra escuchar eso.
Notas del Dr. Alto Clef.
Con esto terminamos la primera mitad de la segunda ronda del torneo. Díganme, ¿cúal creen que sea la relación de Yamiko con Fujiwara Yuko? ¿Por qué creen que odia tanto a los humanos.
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