Nayeon caminaba tranquilamente mientras observaba como entrenaban a los alfas adolescentes en aquel campo especialmente para eso.

- Líder, Im - llamó una beta mientras se acercaba a la azabache.

- ¿Qué sucede? - cuestionó mirando fijamente a la persona a su lado, se preocupo al ver que era una beta que trabajaba en su casa, especialmente para cuidar a Jeongyeon - ¿Le pasó algo a Jeongyeon?

- Su esposa tiene fiebre - respondió en voz baja, sabía perfectamente que a la alfa no le gustaba para nada que otras personas se enteraran de lo que le sucedía a su omega.

- Iré de inmediato - anunció mientras trataba de verse neutral aunque se moría de preocupación por dentro.

Unas omegas miraban como Nayeon se alejaba a pasos lentos de ahí, dejando solo a la beta mientras secaba un poco de sudor de su frente.

- Ese beta trabaja en la casa del líder, al parecer le dijo algo de ese omega - habló una de las omegas.

- Si es así nuevamente Im deja en claro que no le importaba en lo absoluto ese omega - comento la otra.

- Im no la ama.

- En dos semanas será el baile de otoño, si nos arreglamos y nos esforzamos tal vez tengamos una oportunidad y Im la deje.

Ambas rieron mientras soltaban gritos de emoción y corrían con la mejor costurera del territorio.

Nayeon ingresó a la habitación un tanto agitada, cuándo estaba en el camino solitario que daba a su hogar corrió con todas sus fuerzas para llegar lo más rápido posible.

- Salgan - ordenó la alfa a los dos omegas que cuidaban de la castaña.

Los omegas obedecieron y salieron de la habitación con prisa, dejando a la pareja sola. Nayeon corrió hasta la cama donde reposaba el cuerpo de Jeongyeon.

- Cachorra, ¿Me oyes? - pregunto tomando con mucha delicadeza la mano de la menor.

- Nayeonnie... - susurro con una leve sonrisa.

- Cariño, ¿Te sientes muy mal? - cuestionó con preocupación.

Jeongyeon negó sonriendo mirando a su alfa, dió leves palmaditas en la cama para que Nayeon se acostara con ella. La alfa entendió y se sentó en la cama mientras daba un pequeño beso en la mejilla de la omega.

- Creo que me hizo daño jugar en la lluvia, alfa - comento con una leve risita.

- Jeong, te dije claramente que te ibas a enfermar. Afortunadamente solo es una simple fiebre - ayudo a Jeongyeon a sentarse a un lado de ella.

- ¿Estás preocupada? - cuestionó con una risita burlona mientras se quitaba el pañuelo mojado de su frente.

- Obviamente, aunque sea un raspón siempre me voy a preocupar - abrazo a la omega con delicadeza - No quiero que nada de pase, te amo tanto.

- Y yo a tí, alfa - se acurrucó en el pecho de la mayor, para oler mejor el aroma a café que desprendía la alfa, Nayeon sonrió en grande mientras sus mejillas tenían un leve rubor. Amaba mucho a su omega.

- ¿Ya te dieron algo para bajar la fiebre? - cuestionó.

- Uh, bebí un líquido muy feo - hizo una mueca.

- Iré con la curandera para saber que te dió, mientras te siguen cuidando. ¿De acuerdo? - acarició los sedosos cabellos de la castaña.

- ¿Te quedarás conmigo después? - pregunto con un pequeño puchero.

- Sí. Cuando vuelva estaré aquí contigo, cuidándote - beso el lindo puchero de la omega antes de levantarse.

- Te amo mucho, Nay.

- Yo te amo más - dijo con una sonrisa antes de salir de la habitación.

Su sonrisa se borró de inmediato mientras caminaba hacia unas betas que estaban cerca de ahí.

- Sigan cuidando de ella - ordenó con seriedad.

Las betas asintieron mientras hacían una leve reverencia y caminaban a pasos apresurados a la habitación donde estaba Yoo.

A Nayeon le preocupaba mucho lo que le pasará a su omega, la amaba demasiado y nunca se perdonaría que le sucediera algo malo a la linda castaña.

Muchísimas gracias a bear__koo por dejarme adaptar esta linda historia al 2yeon <3