051.
Mantener una relación independientemente de lo que sea, es demasiado difícil.
Y no porque no se quiera o aprecie a la otra persona, sino que la relación entre dos individuos con personalidades, gustos, estilos de vida, perspectivas y crianzas diferentes conlleva compromiso, respeto, comunicación, responsabilidad y afecto.
Para muchas personas estar en una relación romántica es como exponer de frente o sacar a relucir sus traumas personales y miedos más profundos hasta aprender a lidiar con ello. Y en el peor de los casos sufrir malas consecuencias y experiencias en una relación por eso.
Jungkook y Jimin sabían perfectamente que, en efecto, no eran perfectos uno para el otro, no eran uña y mugre, pan y mantequilla, que uno dijera sí y el otro también, que estuvieran cien por ciento de acuerdo en todo sin ningún tipo de objeción y disputa. Existían muchas parejas que sí lograban este tipo de afinidad y conexión, pero en general es casi imposible que durante una relación amorosa con otra persona todo sea flores, luz y arcoiris, y no surjan problemas, discusiones o desacuerdos.
La diferencia es que la relación de ellos en el pasado aquellos problemas, discusiones y desacuerdos permanecían todo el tiempo, a cada ocasión y sin ningún sentido aparente. En el momento ellos no le habían visto lo malo y problemático hasta que comenzó a pasar factura, pagaron las consecuencias y su relación se arruinó.
Y es que eran tan diferentes pero a la vez tan iguales que lograban complementarse de una forma extraordinariamente eficaz.
Aunque eso no significaba que fuera fácil, y menos cuando tu pareja tenía el mismo temperamento y carácter que tú, y la misma forma de resolver conflictos o enfrentarse a los problemas. Ambos sabían que el volver juntos no sería fácil, se comprometieron a cambiar pero hasta la hora de la verdad se dieron cuenta de lo jodidamente complicado que sería a nivel personal.
Después de que se reconciliaron aquella tarde bajo la lluvia, pasaron los meses y no habían vuelto a tener ningún tipo de desacuerdo ni discusión, todo había sido como el inicio de una nueva relación y etapa. Jimin se mudó al apartamento de Jungkook logrando finalmente vivir juntos después de tanto tiempo, al inicio fue maravilloso pero sólo fue cuestión de un pequeño percance para que aquella estabilidad que habían creado flaqueara un poco.
Aquella noche, Jimin se sentía paranoico y a punto de darle un ataque de ansiedad porque Jungkook no había llegado a casa después del trabajo a las seis que era su respectiva hora de llegada. Comúnmente Jimin salía de su trabajo a las cinco y siempre estaba en casa antes que él, la mayoría de veces teniendo la cena lista o esperándole para cocinar algo más tarde juntos. Sin embargo, esta vez fue diferente porque eran las diez de la noche y Jungkook no había llegado a casa, así como Jimin no había recibido ningún tipo de llamada ni mensaje de él al respecto.
La mente de Jimin le jugó una mala pasada llegando a pensar que algo le había sucedido, cualquier cosa, pero al intentar comunicarse con él no respondía absolutamente nada y Jungkook siempre lo hacía. Esto sólo terminó preocupándolo más al punto de pensar en ir a buscarlo, aunque llegó a creer que podría ser un poco invasivo así que se mantuvo paciente.
Probablemente todo tenía una explicación y Jungkook estaba bien. Tal vez tuvo más trabajo y se le había olvidado avisarle que llegaría más tarde, era una posibilidad. Así que distrajo su mente tejiendo un poco sentado sobre la cama que compartían mientras lo esperaba.
Jungkook llegó a las dos de la mañana.
Entrando a su propio departamento como si fuera un ladrón en completo silencio mientras cargaba su saco de vestir en su brazo e intentaba no golpear nada hasta que fue sorprendido por la luz de la lámpara de la sala encenderse repentinamente y mostrando a un Jimin viéndole de forma indescriptible.
—¡Hola, ángel! —exclamó en voz baja al verlo con una extensa sonrisa somnolienta y en cuestión de segundos acercarse rápidamente a él para darle un casto beso en los labios que Jimin no correspondió— Oh, perdón por despertarte no fue mi intención.
—¿En dónde estabas? —fue lo único que dijo el rubio retrocediendo un poco de él y viéndole con un sinfín de emociones en su rostro: sorpresa, enojo, preocupación y miedo— Estuve esperándote toda la noche...
—¿Ah sí? No tenías que hacerlo, cariño, sólo salí un rato con unos compañeros del trabajo y después fuimos a jugar bolos. ¿Sabías que hay boliches nocturnos? ¡Hasta te dan bebidas gratis y todo!
—¿Estuviste bebiendo todo este tiempo? —preguntó en un tono molesto que intentaba disimular con todas sus fuerzas, de la misma forma en que se estaba resistiendo en no explotar en ese momento.
—Sólo un poco —respondió haciendo un gesto diminuto con los dedos y encogerse de hombros— Tenía que conducir devuelta a casa así que tampoco podía emborracharme pero estoy bien. ¿Por qué lo preguntas?
De inmediato Park le dedicó una mirada filosa con intenciones de expresar intensamente lo que sentía en ese momento y al respecto pero antes de eso, se dignó a inhalar y exhalar con profundidad.
—Pudiste haberme avisado que saldrías, no llegaste a las seis como habitualmente haces, tampoco respondiste mis mensajes y llamadas... Pensé que te había pasado algo... Estaba muy preocupado por ti...
—Oh, es que mi celular murió —se justificó mostrando el dispositivo apagado y esbozando una sonrisa culpable— Y ninguno de mis compañeros tenía un maldito cargador en ese momento así que no pude hacer nada.
—¿Y no pensaste en pedirle prestado el celular a alguien y aunque sea avisarme por medio de una llamada?
Jeon optó una postura diferente y frunció el ceño viéndole entre confundido y sorprendido.
—Amor, no tengo por qué estar pidiéndote permiso para este tipo de cosas. Tengo una vida personal aparte de ti y el derecho a salir cuando y a la hora que yo quiera.
—Jamás dije que tenías que pedirme permiso, sólo avisarme —tragó grueso sintiendo las lágrimas amenazar con salir de sus ojos— Por un segundo casi llamo a la policía porque pensé que-
—Shh, está bien, está bien —Jungkook se acercó a él e intentó abrazarlo— Descuida, ángel, no tienes que preocuparte por nada, estoy bien.
Pero Park rechazó el abrazo, retrocediendo y apartándolo de su cuerpo con el ceño fruncido.
—Apestas a cigarro —espetó finalmente molesto antes de alejarse de él.
—Jimin —Jungkook lo llamó sin mucho afán cuando este se dirigió rápidamente a la habitación y se encerró allí. Soltando un largo suspiro se dirigió hasta la puerta para abrirla y encontrar a su pareja con una almohada y una cobija en sus manos— ¿Qué haces?
—Dormiré en el sofá —explicó el rubio haciendo ademán de salir pero siendo retenido por el pelinegro.
—¿Estás bien?
—Duérmete en la habitación, estás ebrio y probablemente drogado con algo que desconozco.
—¿De qué hablas? No estoy drogado —se rió un poco fuera de sí— Te he dicho mi justificación y es la única verdad, ¿por qué estás molesto?
—¡Porque yo-...! —se detuvo a sí mismo y al instante meditó que no valía la pena discutir con el pelinegro en ese momento y menos en ese estado, lo único que quería era dormir después de haberse desvelado esperándolo como un idiota— Olvídalo, me iré a dormir —sentenció avanzando hacia la sala para comenzar a alistar el sofá cama que tenían— Buenas noches.
Jungkook quería seguir insistiendo y no dejar que Jimin durmiera en la sala, pero sinceramente estaba demasiado cansado y borracho como para pensar de forma coherente en ese momento por lo que optó por asentir y entrar a la habitación.
—Bien, buenas noches.
————— [ 🎢 ] —————
Cuando Jungkook despertó al día siguiente y miró instintivamente el otro lado de la cama vacío, sintió una sensación de ahogo, nostalgia y amargura en su interior. Fue como un deja vú, de aquellas veces que despertaba en su cama con la esperanza de tener a Jimin al lado o extrañándolo.
La diferencia de este deja vú es que no podía encerrarse más en esa añoranza porque ahora había vuelto con Jimin.
Al mismo tiempo recordó lo sucedido anoche y las palabras preocupantes que le dijo, no podía creer que lo había dejado irse a dormir al sofá.
Esto no le estaba gustando para nada.
De inmediato se levantó de la cama con las ropas y cabello desordenado para salir de la habitación en busca de su pareja. El olor a café gobernó sus fosas nasales y supo enseguida que estaba en la cocina al no verlo en la sala, se encaminó allí y en efecto, Jimin estaba tomando tranquilamente una tasa de café mientras veía su celular.
—Buenos días —saludó Jungkook en un tono agitado y con todos los planes en mente esfumados.
—Hola —Jimin le miró de reojo antes de fijar nuevamente su vista al celular con un aura indiferente.
En silencio, el pelinegro tragó saliva entrando a la cocina para tomar una taza y comenzar a servirse también café desde el pichel. El rubio permaneció igual sin mirarle. La tensión podía sentirse hasta en la otra calle, demasiado evidente como para seguir ignorándola a pesar de que habían pasado sólo quince segundos.
Existían personas que podían convivir con tensión y evitarla por bastante tiempo, Jungkook pensaba que era ese tipo de personas, quería buscar el momento correcto para hablar con Jimin, pero en cuanto este hizo ademán de irse Jungkook inmediatamente le detuvo del brazo.
—Ángel, perdóname —le dijo en un tono y rostro afligido.
Jimin presionó sus labios negándose a mirarle.
—De nada sirve que te disculpes por algo si no tienes idea de la razón.
—Claro que lo sé, debí de haberte avisado anoche que llegaría más tarde y no dejarte esperando por horas.
—Me hiciste sentir que estaba exagerando —resintió el rubio con voz ahogada— Pero yo realmente me preocupé por ti.
—Oh, amor, lo siento mucho —Jungkook lo abrazó sin importarle nada y para su tranquilidad Jimin le correspondió segundos después mientras comenzaba a derramar algunas lágrimas— No debí permitir que fuéramos a dormir enojados con el otro, te extrañé toda la maldita noche.
—Yo también —murmuró el rubio cerrando sus ojos y apoyando su mejilla en el hombro del contrario— Me hiciste enojar mucho, aun lo estoy.
—Lo sé... Y no estaba drogado, sólo bebí... Y fumé.
—Me dijiste que lo habías dejado...
—Y así era, pero... —suspiró pesadamente acariciando la espalda del contrario con sus manos— Recaí.
Park se tensó un poco al recordar que Jeon fumaba tabaco cuando se sentía en un estado depresivo y ansioso.
—¿Qué pasó? —preguntó en un tono calmado.
—Nada, sólo... —volvió a suspirar de aquella pesada forma y se mantuvo en silencio durante largos segundos— Ayer fue el cumpleaños de Appa Yejun... —Jimin se alejó un poco para finalmente verle a los ojos y ahora fue él quien bajó la mirada— Hubiera cumplido setenta y ocho años... Él siempre había dicho que su sueño era ir a Noruega, así que compré los boletos de avión meses antes de que enfermara... —sus ojos se tornaron brillosos— Pensé que se recuperaría antes de eso, nunca le dije que había comprado esos boletos porque era una sorpresa... Y ahora él ya no está —finalizó con la voz rota y encogiéndose de hombros— Jamás podré saber cual hubiera sido su reacción ni tampoco llevarlo.
—Oh, cariño —Jimin de inmediato se compadeció de él y tomó su rostro entre sus manos para limpiar con sus pulgares las lágrimas que comenzaron a bajar del rostro de Jungkook— No tenía idea de eso... Lo lamento, estoy seguro de que a él le hubiese encantado.
—No, yo lo lamento —negó con la cabeza— Te juro que iba a volver a casa como cualquier día pero me sentía tan mal que simplemente quería desconectarme de todo... Ni siquiera terminé de fumar el cigarro, si olía a tabaco es porque mis compañeros estaban fumando al lado mío y yo les pedí uno pero al final no quise porque me lo había prometido a mi mismo... —tragó grueso viéndole con tristeza— También es cierto que mi celular se descargó pero aún así pude haberte avisado antes de cualquier otra forma, me desconecté de todo y olvidé que no podía hacerlo de ti.
Jimin suspiró e hizo una pequeña mueca antes de darle un casto beso en la frente a Jungkook.
—Está bien, lo entiendo —asintió en un susurro viéndole fijamente a los ojos, ambos estaban lagrimeando— Te perdono, son cosas que pueden pasar y tuviste tus razones... Sólo que... —mordió su labio inferior— Tengo miedo.
—¿De qué tienes miedo? —interrogó el pelinegro viéndolo con repentino desconcierto.
El rubio bajó la mirada de él, sintiendo un repentino nudo en su garganta que gritaba con todas sus fuerzas decir la inseguridad que tenía, pero se arrepintió de abrir la boca. Pues Jungkook acababa de contarle algo que le afectaba y no quería quitarle el protagonismo con algo suyo, aunque en realidad era un asunto de los dos. Aun así, había aprendido a decir lo que le inquietaba por mucho que le costara lo antes posible para evitarse problemas a futuro.
—-N-No confío tanto en nosotros —confesó en voz baja y sin mirarlo aun a los ojos— Creí que lo hacía, pero anoche me di cuenta que tengo mucho miedo de que todo se vuelva a repetir... Tengo miedo de arruinarlo, otra vez... Sé que dije que esta vez sería diferente y que cambiaríamos, pero míranos anoche —alzó una mirada angustiada— ¿Y si no lo logramos por más que intentemos? No quiero perderte, otra vez, Jungkook.
—Oh, ángel —soltó Jeon esbozando una suave sonrisa antes de acariciar con delicadeza la mejilla del contrario— No vas a perderme, ¿crees que me iré tan fácilmente después de lo mucho que tardé en recuperarte? Ambos hicimos sacrificios para estar con el otro, yo dejé un país y tú un jodido matrimonio, no vengas a decirme ahora que no lo lograremos porque lo haremos —limpió con su pulgar una lágrima que bajaba por su mejilla— Sí, flaqueamos un poco, pero ambos sabíamos que volver no sería fácil...
—Lo sé...
—En ninguna relación todo será color de rosa y arcoiris, siempre habrán sus altibajos, lo importante es cómo lidiamos con eso.
Park le miró con diversión.
—¿Desde cuando te volviste tan sabio?
—Fui a terapia, amor —respondió dándole un casto beso en los labios y juntando sus frentes quedando a una íntima distancia— No tengas miedo, Jimin, yo te amo, tú me amas, sé que a veces el amor no es suficiente, pero hagamos que valga la pena esta vez y para siempre.
—Te amo —susurró el rubio perdiéndose en la mirada oscura de su pareja— No puedo creer que vaya a casarme contigo.
—Y yo aun no puedo creer que me pediste matrimonio —le sonrió con cariño el pelinegro— Por cierto, debemos de ir a comprar los anillos, unos nuevos, no quiero que tengamos anillos de alguien más o del pasado porque éramos otras personas con otros sentimientos. Ahora tú y yo hemos cambiado, lidiamos mejor con nuestras diferencias a comparación de antes. Sólo mira, anoche fue la oportunidad perfecta para habernos mandado a la mierda pero no lo hicimos.
—Ahg, no sabes lo mucho que luché por no hacerlo —volteó los ojos y después reflexionó sobre eso— Pero es verdad... Hay una diferencia entre pensar y en hacerlo, y no lo hicimos, quizás estemos avanzando en algo, pero... Me gustaría intentar algo nuevo, no lo sé, quizás... ¿Ir a terapia? —le dedicó una mirada inocente— Terapia de pareja.
—¿Eso existe? —frunció el ceño.
—Claro que sí —relamió sus labios— Mi psicóloga también da terapia de pareja, pensé que podríamos agendar con ella... Al inicio quería agendarla yo, pero me dijo que ambos teníamos que estar de acuerdo para hacerlo... Siento que es la última ayuda que necesitamos, no lo sé, ¿qué opinas?
Jungkook hizo una mueca y rascó su nuca mostrándose indeciso.
—No estoy seguro, me costó mucho seguirle el ritmo a mi antigua psicóloga y no quiero arruinar una terapia en la que estás involucrado por eso.
—No arruinarás nada porque no sería una terapia individual, sino en dúo, sólo tú y yo... Vamos, amor, hay cosas que tenemos juntos que no sabemos cómo trabajar... No quiere decir que no podamos hacerlo ni mejorar por nuestra propia cuenta pero quizás necesitamos un poco de ayuda...
—Bueno, en eso tienes razón... —asintió pensativo y luego recordó algo— ¿Con tu psicóloga? ¿A ella no le caigo mal?
—¿Por qué le caerías mal? —sonrió incrédulo— Ni siquiera te conoce.
—Pues no sé de qué le has hablado de mí, porque déjame recordarte que te dijo que te alejaras de mí.
—Sí, ¿y tu psicóloga no te dijo lo mismo? —alzó una ceja— Nos dijeron eso porque en ese momento no estábamos emocionalmente ni mentalmente disponibles para una relación, pero si decidimos mejorar por nuestra parte no creo que haya problema ahora. ¿Qué dices?
Jungkook inhaló y exhaló de forma pausada y observó a Jimin durante un largo período de tiempo, en el fondo le daba un poco de pánico ir de nuevo a terapia o arruinar también las cosas, iba a seguir negándose, pero sólo necesitó ver ese suave rostro de su pareja, su amante y futuro esposo para que todas las inseguridades se esfumaran de su cuerpo. Haría lo que fuera por él, y si lo que necesitaban era ir a terapia juntos para no volver a perderse, lo haría.
—Bien, lo haré —afirmó después de un momento y al instante el rubio chilló y se lanzó a abrazarlo.
—¡Gracias, gracias, amor, te prometo que valdrá la pena! —exclamó Jimin con alivio.
—Si tú lo dices... —sonrió nervioso y de pronto recordó el aroma a café en la cocina para después mirar su propia taza— Oh, no, creo que mi café se enfrió.
—Descuida podemos hacer más mientras vemos esa nueva película que tanto quieres que vea —volteó los ojos.
De pronto Jungkook se emocionó.
—¡Oh, es que es buenísima! ¡Es sobre Oppenheimer, el hombre que creó la bomba nuclear!
—Prefiero ver Barbie —se encogió de hombros volviendo a encender la cafetera— Es más impactante.
—Vale, podemos ver Barbie pero primero veamos Oppenheimer.
—¿No es mejor ver algo lindo y después algo desgarrador?
—¿Qué te hace pensar que Barbie no es desgarradora? —contraatacó Jungkook colocando sus manos en su cintura.
Y así, Jungkook y Jimin continuaron debatiendo por cual película ver primero durante varios minutos con argumentos y especulaciones del contrario para terminar resolviéndolo con una moneda. Jimin era escudo y Jungkook cara. Salió cara y él no dejaba de saltar de alegría por primera vez ganarle en algo a Jimin quien sólo volteó los ojos y se sentó a su lado a ver la película sin hacer berrinche al respecto puesto que había sido un arreglo justo.
Quizás seguían teniendo muchas diferencias que jamás cambiarían, sin embargo, era su responsabilidad el cómo reaccionaban ante esas pequeñas diferencias entre ellos y que sólo eran la esencial de su especial, caótica y afectuosa relación.
Buenas noches :D *le miran feo* Bien, perdón por dejarles :(, no todo sale como uno lo tiene planeado porque siempre pasan cosas inesperadas, pero ya estamos chill, en todas, así que no se preocupen.
Volví para ya terminar este fanfic de una vez por todas, queda el final, así que espero puedan releerse algunas partes de la historia para que refresquen la memoria y así entender algunas cosas que saldrán en el capítulo final.
Muchas gracias por la paciencia, el apoyo y por haber llegado hasta acá. De verdad les aprecio, extraño y quiero mucho.
Por cierto, el 10 de noviembre es mi cumpleaños así que espero que me digan feliz cum o no actualizo 😡 (no mentira, JAJAJA) anyways, les tkm. ¡Nos vemos si todo sale bien el próximo finde! ✨
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