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047.

Jungkook nunca había ido a una sesión de terapia psicológica.

Al principio pensó que sería fácil, sólo era de sentarse y expresar lo que sentía, ¿no? Sin embargo, cuando estuvo al frente de la psicóloga que le recomendaron en el trabajo en Filipinas, no supo por qué se sintió extremadamente nervioso. Nada salía de su boca por más que quería, estaba paralizado y no porque no supiera qué decir, sino porque no podía.

Sí, con anterioridad había dicho que asistió a terapias pero en realidad fue una mentira. Fue a grupos de apoyo sobre el enfrentamiento a pérdidas contra la enfermedad del cáncer y cosas así, pero nunca a una terapia de verdad.

Pensar en ir al psicólogo resultaba fácil en su cabeza, pero estar sentado en ese cómodo sillón y siendo cuestionado, le hizo cambiar de opinión por completo. Era extraño. Quería creer que era resultado de que en sus cortos veintiséis años no se hubiera permitido buscarse ayuda psicológica. En el fondo, cuando era más joven no creía tanto en eso, pensaba que era una pérdida de dinero y no veía necesario que él asistiera, pues estaba bien, no padecía de ninguna enfermedad, trastornos o déficit cognitiva.

Sin embargo, su opinión cambió cuando conoció a Jimin y se dio cuenta de lo importante que era para muchas personas la ayuda psicológica en sus vidas. Era un poco ignorante al respecto, jamás había presenciado a una persona tener un ataque de ansiedad o pánico, hasta que conoció a Jimin y se dio cuenta que no era una exageración o broma.

La psicóloga le preguntaba cosas y él respondía cada vez de forma más extensa pero no entendía por qué su corazón latía tan fuerte. Carajo. Era tan difícil hablar sobre lo que sentías, seguir o entender la dinámica de la terapia. No comprendía cómo Jimin había podido hacer este tipo de cosas tan seguido.

—Háblame sobre tu niñez —sugirió con amabilidad la psicóloga Kim la cual le calculaba unos cuarenta y resto de años, se veía mayor pero con bastante experiencia. Le trasmitía confianza y eso era lo importante, otra cosa es que a él le costara hablar o entender las preguntas.

—¿Mi niñez? —alzó las cejas, eso le había tomado desprevenido debido a que pensaba hablar de sus problemas actuales y no de su pasado. No entendía por qué eso iba a influir en algo, pero de todas formas respondió—Pues... —se encogió de hombros con indiferencia e hizo una mueca— ¿Normal? No lo sé, claramente no recuerdo mucho. Tenía amigos, jugaba y salía... Iba a la escuela... Perdón, pero no entiendo la razón de la pregunta.

—Verás, yo trabajo un enfoque psicológico que se llama cognitivo-conductual, eso significa que para cambiar la conducta debemos de cambiar la mente, y para poder comprender mejor la razón del comportamiento de un paciente tengo que saber su historia de vida.

Jungkook asintió lentamente con la cabeza.

—Ya entendí, ahm... Bueno, creo que tuve una infancia normal —sonrió un poco— Mi mamá fue una persona muy presente emocionalmente en mi vida, no tanto físicamente porque ella trabajaba mucho y casi no podía verla pero siempre intentaba sacar tiempo para mí. Me complacía en todo tipo de caprichos que yo quería, ya sea un dulce o un juguete, ella me lo daba, inclusive cuando sacaba malas calificaciones —rió por lo bajo— Creo que me malcrió un poco en eso, pero ella siempre decía que una calificación no me definía... Ahora comprendo que quizás el consentirme mucho era su forma de recompensar su ausencia, no la culpo, tuvo que esforzarse más desde que mi padre la dejó sola.

La psicóloga se mostró un poco más interesada y inclinó su cabeza con una expresión tranquila.

—¿No tuviste a tu padre presente?

—No, y no me interesa —respondió con simpleza y un aura repentinamente tajante e incómoda— Él fue el típico padre y hombre irresponsable que abandonó a mi madre cuando se enteró que estaba embarazada de mí. O sea, se fue del país. ¿Puede creerlo? Las personas me preguntan si me hace falta, y yo siempre respondo "¿Cómo me hará falta algo que nunca tuve?". Y la verdad es que no lo necesité porque él nunca fue mi padre y no lo será.

—Parece que tienes muy claras tus convicciones.

—Claro, ¿es que no es un poco obvio? No puedo aferrarme o sentirme mal por cosas que no fueron mi responsabilidad, fue decisión de él haber abandonado a su familia. Además, nunca me hizo falta porque mi padre siempre fue mi abuelo materno, si tuviera la oportunidad de conocerlo la rechazaría rotundamente.

Kim notó como su paciente estaba tenso, cruzado de brazos y volteando la mirada hacia otra parte como si estuviera molesto por algo.

—Tienes derecho y es entendible que pienses eso, padre es el que cría no engendra —comenzó a decirle— Aunque, ¿puedo hacerte una observación?

—¿Cuál?

—¿Por qué has reaccionado así?

—¿Cómo qué?

—Has reaccionado a la defensiva cuando pregunté por tu padre.

—Claro que no —frunció el ceño— Usted preguntó y yo sólo respondí. Se supone que tengo que hablar todo lo que sepa al respecto, ¿no?

—Correcto, pero he notado que hablaste más de tu padre, persona que aclaraste mucho que no te interesaba, más que tu madre. ¿Cuántas veces has tenido que autoconvencerte de que no te interesa hablar sobre tu padre?

—No tuve que autoconvencerme de nada, es que simplemente no me interesa. Mi abuelo fue mi padre y ya está.

—Sabes que no es lo mismo, ¿verdad? Sí, puedes tener una figura paterna, pero al final del día no es tu padre y esa ausencia siempre estará en ti aunque no lo notes.

—¿Por qué estamos hablando de mi padre? —interrumpió Jeon al sentirse extrañamente acorralado— ¿Podemos hablar de otra cosa?

—Está bien —asintió sin objeciones y apuntó algo en su libreta— Noté que hablas de tu madre y abuelo en pasado, ¿por qué?

El aura de Jungkook cambió de forma notable como si la tensión se hubiera ido de su cuerpo y pasara a uno ligeramente decaído.

—Es porque mi mamá falleció cuando yo tenía dieciocho años por cáncer y hace unos meses mi abuelo también...

—Lo siento mucho.

—Sí, bueno, no importa —hizo una mueca dolorosa— Así es la vida, ¿no? Nada dura para siempre por mucho que uno quiera... —tragó saliva ante eso último y bajó la mirada manteniéndose en silencio durante unos segundos— ¿Puedo preguntarle algo?

—Por supuesto.

Jeon volvió a alzar la mirada meditando y organizando las ideas en su cabeza para preguntar algo que ni él mismo podía entender pero necesitaba sacar.

—¿Es posible vivir dos veces un duelo por una misma persona?

—Depende —contestó la mujer sin sorprenderse mucho por el cambio de tema debido a que sabía que su paciente estaba principalmente en terapia por una relación pasada según su motivo de consulta— Si pasaste el primer duelo de forma correcta, no hay necesidad de que haya un segundo duelo.

—¿Y pasar un duelo de forma correcta es superar a la persona?

—Pues sí.

—Carajo- eh, perdón —carraspeo algo avergonzado— Es que siento cómo si yo estuviera viviendo un duelo otra vez, ya sabe lo de estar en negación, luego ira, depresión, negociación, aceptación y todo eso revuelto —volteó los ojos para soltar un largo suspiro— Lo viví antes, y fue una mierda, pero ahora se siente el triple de peor. Y no sólo ahora, cuando terminé mi relación se sintió peor que perder a mi propia madre, y ahora que perdí a mi abuelo, me destroza, pero no tanto como... como volver a perder a esa persona. ¿Eso tiene sentido?

—Bueno, hay estudios que confirman que el duelo por rompimiento amoroso es más difícil de superar que la pérdida por muerte —explicó pacientemente su psicóloga— Esto es porque cuando la persona está viva se tiene esa añoranza del reencuentro o que la expareja se haya enamorado de alguien más.

—Joder.

Soltó el pelinegro echándose para atrás sobre el respaldar del sillón mientras cubría su rostro con sus manos y resoplaba fuerte.

—¿Te gustaría hablar de esta persona? —preguntó Kim.

—Debo hacerlo, ¿no es así? —preguntó Jeon sin quitar las manos de su rostro y viendo a la mujer a través de sus dedos— ¿Puedo negarme? Hablar de él siempre me pone sensible y en verdad no quiero llorar.

—Puedes negarte, pero no avanzaremos en nada si no quieres hablar de tu verdadero motivo de consulta, ¿no crees?

—Esto es más difícil de lo que pensé.

—Nadie dijo que ir a terapia sea fácil, pero puedes intentarlo.

Volviendo a soltar un largo y pesado suspiro, Jungkook alejó las manos de su rostro y se sentó correctamente en el sillón con los brazos cruzados logrando resaltar sus músculos y notables tatuajes.

—¿Y por dónde comienzo?

—Pues desde el principio —sonrió la mujer con obviedad.

Y así fue como Jungkook comenzó a contarle a la psicóloga toda su historia con Jimin, habló de cómo se conocieron, cómo empezaron a surgir los sentimientos entre ellos cuando sólo se dedicaban a salir a todo tipo de citas, sobre la vida de Jimin y cómo debieron de esconder su relación por mucho tiempo, las complicaciones que hubo, los desacuerdos y discusiones que siempre tenían y cuando él decidió terminar la relación. Contando todo con sonrisas, miradas tristes, muevas y risas de por medio. Después continuó hablando sobre la actualidad cuando volvieron a reencontrarse después de seis años hace varios meses, mencionó a Taehyung y Ryujin, cómo seguían teniendo choques, su invisible intención de intentar llevarse bien entre ellos pero fracasando en el intento, el resurgimiento de sus sentimientos hacia él que creyó haber borrado pero nunca lo hizo, el corto tiempo cuando volvieron a estar juntos ocasionando una infidelidad y cómo le hizo darse cuenta que quería estar con él, otra vez, para finalizar con que nuevamente habían tomado caminos separados y esa persona ahora estaba casada con alguien más.

—Y eso es todo... —concluyó inclinándose para servirse un vaso de agua y beber debido a que se había quedado con la boca reseca. Realmente intentó resumir todo lo mejor posible, y esa recapitulación sólo le hizo darse cuenta de la larga, complicada y extensa historia que tenía con Jimin.

—Gracias por contarme todo esto, Jungkook —agradeció la mujer con una mirada apacible— Lamento mucho que las cosas no hayan podido funcionar entre ustedes, aunque, si bien me hablaste de su historia no me dijiste cómo te sientes en la actualidad.

—¿A qué se refiere?

—¿Qué sientes por él?

Jungkook liberó más tensión de su cuerpo mediante otro pesado suspiro.

—Vaya pregunta, pues... Jimin es... —esbozó una pequeña sonrisa— Por desgracia es la persona que más me conoce en este estúpido mundo... Creo que lo que siento por él no puedo explicarlo en palabras, cada vez entiendo y acepto la realidad pero eso no quita el hecho de que deje de amarlo, porque eso es lo que hago —la miró con seguridad— Lo amo. ¿Por qué sigo amándolo después de todo lo que pasó? —se encogió de hombros con una mueca— No lo sé, creo que ya es algo que está en mí y no puedo borrar... Jimin fue como una luz en la oscuridad, ¿sabe? Mi madre había fallecido hace poco y sentía que me hundía en un abismo sin salida, no le veía sentido a mi vida ni mucho menos motivación... Estaba perdido, entonces lo conocí y todo eso cambió. Una parte fantasiosa de mi cree que fue como un ángel enviado por mi madre para acompañarme... Y sé que él piensa lo mismo de mí... —miró a la ventana que tenía al lado— A veces pienso que la vida nos juntó en el momento exacto cuando más nos necesitábamos pero cuando menos podíamos mantenernos...

—¿Le guardas rencor?

—Antes lo hacía, pensaba que me había rechazado porque no me quería y existía un problema conmigo. Después crecí y me di cuenta de lo estúpido que fue haberle pedido matrimonio sabiendo la situación de ambos, joder, éramos unos niños. ¿Cómo pensé que era buena idea? —rió un poco y apoyó su mentón en su mejilla con un rostro reflexivo— Después le generé rencor cuando me di cuenta que se había comprometido con alguien más, ahora pienso que fue un poco inmaduro, pero qué más da... Me molestó... Y ahora se casó, pero extrañamente no le tengo rencor por eso... Porque entendí que ya no estaba en mis manos...

Kim frunció un poco el ceño sin comprender con exactitud.

—¿Qué quieres decir?

—Pues... Desde que conocí a Jimin supe que de alguna forma él no estaba bien... —tragó saliva con dificultad— No me di cuenta al principio pero sí después, y por supuesto que todos tenemos traumas, pero cuando él me contó el tipo de vida que tenía, sus inseguridades y pensamientos más profundos, pensé "Vaya, mis problemas psicológicos no son nada comparados con los suyos. ¿En qué me metí?" —bromeó con una pequeña risa— No, en realidad pensé que quería ayudarlo, era tarde para echarme atrás, me había enamorado... Y me prometí a mi mismo que jamás lo dejaría por eso, pero al final del día pudo más que él, más que mí y más que todo... Y sigue siéndolo... Así que no puedo salvar a alguien que no quiere ser salvado, no puedo borrar todo lo que está en su mente de la noche a la mañana porque quiero que esté conmigo y mucho menos puedo pensar que es mi culpa o tomármelo personal... Es un círculo vicioso del que no ha logrado salir y yo no puedo interferir más en eso... No lo justifica, pero puedo entenderlo un poco.

—Comprendo, es un pensamiento muy maduro de tu parte y es verdad —admitió la mujer— Muy poco se habla de lo difícil que es sobrellevar una relación con una persona que no mantiene una buena salud mental, ya sea que padezca algún trastorno de personalidad, ansiedad, depresivo, esquizoide, lo que sea. No es para nada fácil tanto para la persona que lo padece porque aunque no quieran eso puede sabotear la relación y dañar a su pareja, como la otra persona puede sentirse frustrada, herida e impotente por no poder ayudarle. Tú hiciste lo que pudiste, Jungkook, y me alegra mucho que puedas verlo desde esa perspectiva.

Jeon sonrió un poco y asintió con la cabeza en señal de agradecimiento aunque repentinamente sus ojos se tornaron un poco llorosos, no había tenido indicios de llorar durante toda la sesión hasta ahora.

—Es sólo que... —comenzó con un tono de voz más bajo— Me hubiera gustado que me hubiese dado la oportunidad para estar en su vida y acompañarlo en ese proceso, ¿entiende? Hace poco me di cuenta que quiso... —bajó la mirada y tragó grueso— Quiso atentar contra su vida, y, maldita sea... —pasó una mano por su rostro— Le juro por Dios que estuve a nada de tomar el primer vuelo a Corea sólo para asegurame de que estuviera bien, y si antes pensaba en él, ahora más, simplemente no puedo sacarlo de mi cabeza... ¿Usted cree que también hay algo mal en mí? —le miró con un eje vulnerable— O sea, yo sé que no soy perfecto ni el hombre ideal, sé que cometí y cometo los mismos errores una y otra vez, sé que yo también la cagué y que nuestra relación se arruinó por culpa de los dos, pero... ¿Por qué no puedo dejarlo ir? ¿Por qué no puedo simplemente odiarlo y ya? ¿Por qué sigo amándolo después de que rompió mi corazón, otra vez? ¿Estoy mal?

Hubo en pequeño pero necesario silencio en todo el consultorio, Jungkook limpiaba las lágrimas en las esquinas de sus ojos, él nunca había sido una persona que lloraba con facilidad y sólo lo hacía cuando se trataba de Jimin. Creía que era por una dependencia o debilidad hacia él, pero hasta ahora se había puesto a pensar si era un problema más personal.

—Escucha, Jungkook, es normal que sientas este tipo de cosas por una persona que significó tanto en tu vida y aún amas... —La psicóloga Kim comenzó a plantear su hipótesis de la situación con cautela— Pero, ¿no has pensado que quizás estos pensamientos, inseguridades y miedos que tienes respecto a esta persona no son tanto su culpa sino un resultado de algo interno contigo mismo? —El pelinegro abrió sus ojos de par en par al sentir que le había leído la mente y sólo atinó a asentir con la cabeza— Por una razón quise saber tu historia de vida, porque a veces hay pequeños detalles de nuestra infancia que pueden afectarnos en la vida adulto y la ausencia de un padre es una de ellas... ¿No crees que quizás, el hecho de que hayas crecido con este pensamiento de que tu padre te abandonó, más la pérdida de tu madre y ahora abuelo, pero principalmente de la ausencia de este padre, haya ocasionado en ti una extrema dificultad a la hora de soltar vínculos con otras personas? ¿Un miedo al abandono?

Completamente abrumado y confundido, Jungkook abrió su boca con la intención de responder a la defensiva pero al instante la cerró pareciendo que estaba teniendo una enorme crisis existencial consigo mismo. Así que sólo frunció el ceño y negó con la cabeza para decir:

—Esto ya no me gustó.

————— [ 🎢 ] —————

El sonido de su alarma madrugadora resonar con fuerza al punto de introducirse bruscamente entre sus oídos le hizo fruncir el ceño y removerse sobre su cama para estirar un brazo hacia su celular y apagarlo. No era tan temprano, su alarma estaba programada para sonar a las nueve de la mañana sólo que se encontraba más exhausto de lo normal porque se había desvelado leyendo efusivamente un libro de comedia romántica.

A continuación, se levantó de la cama con su cabello rubio tan desordenado que parecía que un ave podría alimentar a sus crías en él, avanzó por el apartamento con una bata de dormir blanca para proseguir a hacerse un café caliente. Después de prepararlo llevó la taza delicadamente a sus labios y prosiguió a beberla de la misma forma mientras se sumía en el relajante pero a la vez inquietante silencio.

Silencio puro, solo y crudo.

Era lo único que lo acompañaba todos los días desde que se había mudado allí.

Después de que tanto Taehyung como él hubieran decidido dar por finalizada la relación entre ellos hace dos meses, claramente ya no podían seguir viviendo juntos por lo que comenzó a tomar las medidas respectivas para continuar con su vida. Jimin demoró quince días en encontrar un bonito y accesible apartamento en el centro de la ciudad, por lo que abandonó la casa de Kim en la que vivió durante dos años para irse a vivir completamente solo.

Entre él y Taehyung quedaron en buenos términos, se habían separado pero cómo su matrimonio era bastante reciente, bajo los reglamentos de Corea del Sur no podía divorciarse tan rápidamente hasta dentro de cierta cantidad de meses por lo que en el registro civil seguían estando casados hasta que pudieran firmar los papeles de divorcio.

Una parte de él le dolió dejar a Taehyung y su casa, esa relación, conformidad, seguridad y estabilidad en la que había trabajado y añorado por tanto tiempo. Ya se había acostumbrado a estar con él y no hacerlo sería extraño. Aunque sabía que era lo correcto y mejor para los dos, en el fondo le daba miedo quedarse solo por su propia cuenta. Tenía a Hye quien eventualmente se trasladó a donde ahora vivía pero no estaba todos los días, pues podía manejarse mejor.

Hasta ese momento, Jimin se dio cuenta que nunca en su vida había experimentado lo que es estar literalmente solo.

No iba a mentir, la primera noche en ese solitario y frío apartamento no durmió nada, le costaba conciliar el sueño todas las noches aunque hallase asegurado todas las puertas y cortinas. Por un momento pensó que le daría un ataque de ansiedad y casi llama a todo el mundo, pero se obligó a tranquilizarse a sí mismo y seguir adelante. No echarse para atrás. Pues había tomado una decisión y esa era seguir su vida por su propia cuenta.

En cuanto a su situación económica o laboral, pudo mudarse a la perfección pues tenía un dinero ahorrado con el cual contaba para sobrevivir mientras se recuperaba mentalmente para volver a trabajar. Por ahora, se había mantenido durante esos dos meses en una pequeña rutina donde se despertaba, desayunaba, se duchaba y arreglaba, salía a caminar al parque más cercano donde se sentaba en una banca y leía mientras escuchaba música, en otras ocasiones se ponía a practicar horas y horas en frente del piano que había comprado para sí mismo, veía vídeos sobre temas que llamaban su atención mientras comía, escuchaba sus canciones favoritas mientras realizaba las pequeñas tareas que le mandaba a hacer su psicóloga y de vez en cuando meditaba.

Otras veces, Minnie quien estaba frecuentando más ir a Corea, lo visitaba para sacarlo a pasear e ir a diferentes restaurantes a conversar o a bailar en la noche en un club. También intentaba salir más con sus antiguos compañeros de su trabajo pasado o de la universidad para ponerse al día sobre sus vidas y tener algo de contacto humano.

Habían días en los que se sentía efusivamente productivo, animado y motivado, haciendo mil cosas durante todo el día y sin ningún pensamiento negativo e intrusivo en su mente. A como también surgían días en los que no podía ni levantarse de su cama a la hora que tenía establecido, el apetito y ánimos desaparecían por completo, con costos se levantaba para ir al baño y tomar sus medicamentos. Eran días en los que se la pasaba llorando a cada hora, sintiendo una enorme e inquietante ansiedad, llevando ambas manos a su cabeza y jalando su cabello con un fuerte sentimiento de culpabilidad y arrepentimiento. No había vuelto a tener una crisis como la que tuvo en su luna de miel, pues lograba manejar mejor la situación que antes, pero aún así, los contactos de la psicóloga Lee y su cuidadora Hye eran los más recientes en su historial de llamadas.

Algo que lo ponía sumamente ansioso y estresado e intentaba siempre ignorar, era el hecho de que sus padres no hubieran contactado con él desde su separación con Taehyung. Él no les dijo nada, pero sabía que tarde o temprano lo descubrirían pues ellos siempre se daban cuenta de todo. Cuando era muy reciente, se mantuvo todos los días comiéndose las uñas y con una presión en su pecho esperando aquella llamada de sus padres donde sabía que lo mandarían a la mierda, le dirían todo lo que hizo mal y recalcarían lo decepcionados que estaban de él. Ni siquiera sabía cómo reaccionarían después de todo este tiempo y lo mucho que ellos apreciaban a Taehyung, le atemorizada.

Sin embargo, para su gran sorpresa y desgracia para su estabilidad emocional, durante esos dos meses desde que se había separado de su pareja, sus padres no le habían hablado en ningún momento. Ellos siempre le llamaban, escribían o se comunicaban con él de alguna forma. Pero esta vez no fue así. Era como si estuvieran ignorándolo.

Y eso era peor.

Sólo le hacía pensar lo sumamente decepcionados y enojados que estaban con él.

—¿Has intentado llamarlos? —le preguntó Minnie esa tarde mientras ambos estaban en su apartamento sentados en el sofá de la sala comiendo un pudin de chocolate.

Jimin negó lentamente con la cabeza manteniéndose en posición fetal a la orilla del sofá y dejando la cuchara en en el envase.

—No quiero hacerlo, creo que es mejor mantenernos como estamos y sin decir nada.

—¿Y saben dónde estás viviendo ahora?

—De seguro —tragó grueso y miró a su alrededor— Ellos siempre se enteran de todo en mi vida, a veces siento que me vigilan por medio de pájaros o no sé... Podrían visitarme en cualquier momento y eso me aterra —cubrió su rostro y soltó un fuerte suspiro— Aun no me siento listo para enfrentarlos... No podría.

—Descuida, por ahora todo es muy reciente y estás intentando sanar paso por paso —explicó con una pequeña sonrisa la pelirroja— No te apresures, sé que lograrás encontrar ese valor en algún momento pero ahora debes de trabajar en ti.

—Lo sé, gracias.

Minnie se acomodó mejor en el sofá para apegarse más a Jimin debido a que se había alejado un poco conforme contaba sus pensamientos sobre sus padres. Aunque Jimin no podría notar los cambios o avance en él, ella podía hacerlo, se veía un poco más tranquilo y seguro en ciertas cosas, lidiaba mejor con sus pensamientos intrusivos y ataques de ansiedad que antes. Además la forma en la que decoró su apartamento era muy lindo y acogedor, le agradaba ver que Jimin estuviera aprendiendo el arte de vivir solo.

De todos modos, ella lo conocía, sabía que Jimin no era una persona que funcionaba estando sola. Jimin siempre había anhelado la idea del amor, estar en pareja y convivir románticamente con alguien más. Temía que guiado por esa necesidad volviera a buscar a alguien más, pero cuando salían y las personas se le acercaban para coquetear, él no les coqueteaba devuelta o no mostraba interés. Era entendible. Acaba de salir de una relación y aun seguía enamorado de otra persona. No era conveniente que estuviera con alguien nuevo y él lo sabía.

—¿Sabes algo de Taehyung? —se atrevió a preguntar por curiosidad— ¿Sigues en contacto con él?

—Sí, un poco —respondió el rubio con simpleza volviendo a comer de su pudin— Sigue trabajando en la agencia, creo que va a vender su casa y mudarse a otro lado... —hizo una mueca lastimosa— Espero esté bien...

—Lo más probable es que sí, quizás sea una forma de romper ciclos el querer cambiar de ambiente.

—Sí, lo entiendo.

La mujer le miró fijamente durante unos segundos debatiendo si era buena idea preguntar lo que tenía en mente porque era un tema delicado, pero quería saber qué tan delicado seguía siendo en la vida de su mejor amigo.

—¿Y Jungkook? —cuestionó con cautela pero aún así observó al rubio tensarse un poco— No has vuelto a verlo desde la boda, ¿verdad?

—No, no está en el país desde hace tres meses —relamió sus labios para bajar la mirada hacia su comida— De igual forma si estuviera aquí, no es como que planee visitarlo o verlo de nuevo... Él y yo... Volvimos a lo que éramos antes, uno lejos del otro y continuando en vidas separadas... Es lo mejor.

—¿Piensas en él?

—A veces... —su rostro cambió a uno pensativo— Es irónico, porque se siente como cuando terminamos, ambos intentando olvidarnos uno del otro y yo obligándome a no pensar en él pero al mismo tiempo preguntándome cómo estará o qué hará... Es como si siempre diéramos un paso y después retrocediéramos tres... Una estúpida tontería.

Minnie frunció el ceño en desaprobación.

—No puedes llamar lo que pasó como una estúpida tontería, ¿no crees que si volvieron a encontrarse fue por una razón?

—Para voltear mi mundo de cabeza y que termináramos peor, eso fue lo que pasó.

—¿Por qué no intentas verlo desde otra perspectiva?

—¿Cuál?

—Te diste cuenta de que aún lo amas y él también a ti.

Entonces el rostro de Jimin se relajó de forma considerable a uno dolido y afectado, pero no pensó mucho en su respuesta, sólo se encogió de hombros con indiferencia fingida y ojos brillantes.

—¿De qué sirve si lo amo o no? —murmuró con voz contenida— Nada cambiaría, yo tomé mi decisión y él la suya. El amor no siempre lo soluciona todo y ahora puedo entenderlo... Creo que simplemente no estamos hechos para estar juntos...

—Jimin...

—No dejé a Taehyung esperando a volver con él —aclaró comenzando a derramar unas cuantas lágrimas— La verdad es que no espero absolutamente nada, he aceptado que no podremos estar juntos otra vez... Es muy tarde para cualquier cosa y ya no creo que exista otra oportunidad... 

Dió por finalizado el tema queriendo volver a comer de su pudin pero el sentimiento de llorar le llega de golpe y no puede evitarlo, niega con la cabeza y cubre su rostro para romper en un llanto silencioso. Al instante Minnie corta la distancia con él y lo abraza con fuerza para consolarlo, sintiendo un enorme deja vú ante la ironía de que a pesar de los años seguía consolando a su mejor amigo por el mismo hombre. Y confirmando sus sospechas de que él seguía amándolo como el primer día.

Dicen que lo que es para ti, es y eventualmente, será para ti.

El problema es, que muchas veces nunca sabemos lo que es para nosotros hasta que lo tenemos o en peores casos, lo perdemos.

Hola, mi gente latino. ¿Cómo se encuentran? Yo meh, pero está bien no estar bien algunas veces, pero la vida los traumas y las personas son muy complicadas, ¿no creen?

Jungkook y Jimin están comenzando a avanzar por separado en sus propias vidas, otra vez, pero la diferencia es que ahora saben que aún siguen amando al otro. ¿Seguirán haciéndolo de aquí a seis meses?

Está historia está corta a terminar así que nos vemos en el miércoles en el siguiente capítulo, les tkm. Bye!

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