045.
Existen personas que tienen la verdad frente a sus ojos y se resignan a verla.
Existen personas que necesitan un pequeño empujón para atreverse a dar el primer paso.
Y existen personas que la única forma de hacerles entrar en razón es que toquen fondo para finalmente darse cuenta del desastre que hay a su alrededor.
Algo así le sucedió a Jimin en los últimos días desde su crisis existencial y emocional en Hawaii.
Jamás pensó en el verdadero significado de "caer bajo" cuando comenzó a llevar a cabo el plan de seguridad que había creado junto con su psicóloga en la comodidad de su hogar que compartía con Taehyung. Fue algo abrumador y duro observar como se eliminaban los objetos peligrosos que podían ser utilizados para hacerse daño en toda la casa. En el plan, debía de tener un "aliado" de confianza, una persona que estuviera dispuesta a ayudarle con todo y claramente Taehyung se ofreció a hacerlo, por lo que ahora era el encargado de administrarle la mayoría de cosas. Por ejemplo, en cuanto su medicación era quien le entregaba su dosis exacta y escondía los medicamentos sobrantes, a la hora de querer usar ciertos objetos de la casa para su vida cotidiana como lo eran una rasuradora, unas tijeras o un cuchillo debía de pedírselo a él.
Era humillante y ridículo a cierto punto pero sabía que así funcionaban este tipo de cosas y que era mejor prevenirlas. En efecto, Taehyung fue informado sobre absolutamente todo lo que padecía y se vió obligado a contarle sobre el indicio de sus pensamientos suicidas para poder controlarlo en un futuro. Tenía que confiar en él pues era la única persona con la que podía contar.
Jimin pensó que su ideación suicida había sido de una sola vez y que no volvería a pasar, pero grande fue su sorpresa cuando esos pensamientos volvieron a él sin ser tan agudos en cuanto observó una fotografía de él junto a sus padres de niño en un álbum de fotos. No supo en qué momento su cabeza fue gobernada por la voz de su madre diciéndole lo decepcionante, inútil e irresponsable que era dando inicio a un llanto continuo y una desesperación crecer en su interior al sentir la sensación de querer atentar nuevamente contra su vida. Agradeció que Taehyung estaba en la casa porque de inmediato lo llamó y le explicó la situación, así que él lo abrazó y se quedó a su lado hasta que pudiera tranquilizarse.
Pero Jimin aún seguía sintiendo que no era suficiente.
Comenzó a asistir dos veces por semana con su psicóloga, era bastante dinero pero no le importaba invertir en su salud mental cuando sabía que era lo que más le estaba afectando e impidiendo avanzar en estos momentos.
En cuanto a la vida real y laboral, pasó una semana hasta que Taehyung volvió al trabajo y Jimin obtuvo un permiso para poder ausentarse por un largo tiempo pero estaba considerando seriamente en renunciar.
Muchas cosas habían cambiado durante su ausencia.
Shin Seokmin, CEO original y principal de la agencia en la que todos trabajaban, volvió después de un largo viaje de negocios a recuperar el puesto que le pertenecía. Sin embargo, al ver el arduo desempeño de Kim Taehyung suplentándolo, decidió nombrarlo oficialmente director general de la agencia de diseño y publicidad en Seúl.
Su hija, Shin Ryujin, pidió la posibilidad de otorgarle un horario de trabajo híbrido, el cual se le fue concedido, obteniendo un trabajo virtual en el que asistiría dos veces por semana de forma presencial y así se evitaría tensiones en el ambiente laboral.
Sin embargo, durante su extenso viaje Shin Seokmin abrió su mente a nuevas posibilidades y fronteras para extender su negocio, por lo que abrió una nueva agencia de diseño y publicidad en Filipinas cuyo idioma principales era el inglés. Por lo que estando allá, contrató a varios empleados filipinos con el requisito de saber inglés a la perfección, y para obtener más familiaridad, decidió contratar a algunos empleados surcoreanos que quisieran optar por una pasantía en dicha agencia por seis meses.
Todo esto ocurrió después de la boda de Jimin y Taehyung, por lo que al regresar, Seokmin le ofreció la oportunidad al director creativo de la agencia, Jeon Jungkook, de optar por ir a Filipinas para capacitar a los nuevos empleados y pasantes durante seis meses y este, no dudó en aceptarlo.
Por lo que al volver a Corea del Sur, después de un mes en Hawaii, Jimin se encontró con la noticia de que Jungkook no estaba en el país y por un momento sintió su corazón detenerse al pensar que se había ido permanentemente, pero se tranquilizó al saber que era temporal. Mientras que su vida laboral, tanto él como Hanaku les ofrecieron el puesto de diseñadores oficiales en la agencia debido a que sus puestos eran temporales y exclusivos al proyecto de la marca Smith Jones. Hanaku aceptó sin dudar mientras que Jimin lo rechazó, pues no podía seguir arriesgándose y tolerando continuar trabajando con Jungkook después de todo lo sucedido.
Además no se encontraba en las perfectas condiciones para trabajar por lo que finalmente decidió renunciar a la agencia, despidiéndose brevemente de las personas que logró conocer del lugar en cuestión de meses incluidos Hoseok, Ryujin, Hanaku y Jongin. Estaba nuevamente desempleado pero era lo que menos le preocupaba, sabía que después podía intentar volver a conseguir otro empleo y continuar con su vida.
Pues su vida ahora mismo se sentía como en pausa, como una flor de cerezo revoloteando por los aires fríos de la época, ida, desorientada y perdida.
Debido a la ausencia de Taehyung por el trabajo, contrataron a una enfermera especializada para que pudiera cuidar y vigilar de él mientras no estaba. A Jimin no podía resultarle más incómodo y tonto, lo hacía sentirse como un niño indefenso que no podía protegerse de sí mismo, lo peor es que no estaba lejos de la realidad. Su nombre era Hye, y por fortuna la mujer de aproximadamente treinta años era rubia, amable, conversadora y divertida, Jimin se la pasaba horas hablando con ella para distraer sus pensamientos destructivos e intrusivos, jugaban juegos de mesa y comían juntos.
Aunque a veces Jimin prefería estar un tiempo a solas como todo ser individual y Hye se lo concedía pero sin dejar de estarlo revisando cada cierto tiempo en su habitación. Parte del plan de seguridad para volver a la normalidad, era crear una rutina, por lo que comía en horas fijas, se levantaba y dormía a la misma hora todos los días, hacía ejercicio y realizaba actividades regulares como leer, ver la televisión o utilizar su celular.
Esto último se le era concedido cierto tiempo, cosa que no le gustaba para nada pues no tenía pena en admitir que era un adicto a su celular y podía quedarse horas y horas navegando por Internet. El problema es que lo obligaba a mantenerse estático en un sólo lugar y a fundirse en un mismo hábito que podría perjudicarle por lo que no podía usarlo por tanto tiempo como acostumbraba.
Ese día Jimin realizaba su rutina de forma habitual, estableciendo conversaciones triviales con Hye sobre el clima y cómo el frío era muchísimo mejor que el calor. Más tarde, ella le dio su celular antes de ir a su habitación aunque extrañamente no tenía ánimos para usarlo por lo que lo dejó sobre la mesa de noche y se recostó en su cómoda cama mientras abría un libro de su preferencia.
No terminó de leer el primer párrafo cuando el timbre de llamada comenzó a sonar desde su celular, giró su rostro hacia el aparato electrónico temiendo por un segundo que se tratase de alguno de sus padres pero grande fue su sorpresa y confusión cuando distinguió que era un número desconocido.
Extrañado, dejó el libro de lado y se sentó en la orilla de la cama mientras tomaba su celular para observar la pantalla parpadear por unos segundos. ¿Debería de responder? Sin más, presionó el botón verde de aceptar la llamada y algo desconfiado llevó el celular a su oreja.
—¿Hola?
—¿Jimin?
De inmediato su corazón y respiración se detuvieron por un milisegundo cuando escuchó a la perfección la voz de Jungkook en la otra línea. Su rostro pasó por todo tipo de emociones, sin saber cómo reaccionar pero instintivamente sólo terminó por soltar un largo suspiro de alivio.
—Jungkook... —murmuró por lo bajo mientras cerraba sus ojos y sentía como si todo el peso del mundo hubiera resbalado de sus hombros sólo con haber escuchado esa voz.
—¿Estás bien? —preguntó el contrario en un tono preocupado.
—S-Sí, estoy bien —tragó saliva y por fin se permitió fruncir el ceño al captar la situación— ¿Cómo conseguiste mi número?
—Ahm, tengo mis contactos en recursos humanos...
—Oh, entiendo —relamió sus labios y bajó la mirada— Aguarda. ¿Cómo te enteraste? —preguntó con inconformidad pues lo que sucedió era algo sumamente privado y personal, se suponía que Taehyung no había dicho nada al respecto a nadie.
—Me enteré por Seokmin... Estaba cerca de él cuando recibió hace una semana una llamada de Taehyung avisándole que llegaría a Corea antes de lo previsto por una emergencia que era relacionada contigo...
Lo que Jungkook no dijo es que como todo era demasiado reciente y estaba asustado, Taehyung le contó brevemente a Seokmin lo que había sucedido al ser una persona de confianza. Jungkook estaba al lado de Seokmin mientras este intentaba tranquilizarlo por teléfono sin entender una mierda lo que estaba pasando. Cuando su jefe colgó y le contó de forma superficial la situación, lo único que su mente captó es que Jimin había intentado suicidarse o algo por el estilo.
De inmediato él salió corriendo despavorido hasta su oficina que tenía en la nueva agencia en Filipinas y tomó su teléfono del trabajo para comenzar a marcar a recursos humanos y exigirles, insistir y suplicar que le dieran el número de celular de Park Jimin. No fue algo tan difícil de obtener pues, como dijo, tenía sus contactos en recursos humanos, lo difícil fue intentar contactarse con Jimin porque no respondía las llamadas. Quizás era obvio que no lo haría, probablemente ni tenía su celular a mano. Quizás lo más sensato hubiera sido llamar a Taehyung y preguntarle, aunque no era la mejor idea. Pero lo único que necesitaba en ese momento era preguntarle directamente a Jimin si estaba bien y escucharlo vivo.
No tenía muy buena relación con la muerte quien ya le había quitado a dos personas importantes en su vida. Y sólo escuchar las palabras muerte y Jimin en una misma oración le hizo enloquecer, intentó llamarlo todos los días cada vez que tenía tiempo pero nunca contestaba y eso le desesperaba. Sabía que no tenía que hacerlo, sabía que estaba mal y que no tenía por qué saber de él. Pero necesitaba oírlo.
Lo que no sabía es que Jimin también había estado necesitando oír su voz.
—Ya veo... —continuó el rubio jugueteando con la textura de las sábanas— Lamento haberte preocupado...
—No hay problema. ¿Estás seguro de que te encuentras bien?
Sintiendo su corazón dar un vuelco ante la idea de Jungkook aún preocupándose por él, Jimin mordió su labio inferior al sentir un doloroso nudo en su garganta y sus ojos arder en lágrimas. De repente sólo tuvo ganas de echarse a llorar y decirle que realmente no estaba bien, abrió su boca dispuesto a responder con un "Te necesito" atorado en su garganta pero claramente no lo diría.
—Muy seguro... —contestó con la voz más decente que pudo— ¿Cómo te ha ido en Filipinas? —intentó cambiar el sentido de la conversación y saber más sobre él.
—Pues... No me quejo, hay empleados que no les entiendo una mierda hasta que me hablan en español o inglés, y el clima es algo extraño, pero comienzo a acostumbrarme.
Jimin soltó una pequeña risa limpiando sus lágrimas y asintiendo con la cabeza.
—Claro, sólo es cuestión de tiempo.
Permanecieron en un extraño pero para nada incómodo silencio durante unos segundos, escuchando la respiración del otro, con tanto por decir y a la vez nada por decir. En el fondo querían seguir hablando, preguntar y saber más sobre la vida del otro como si se conocieran desde siempre. Pero esa no era la realidad, su realidad. Y la realidad es que ellos habían dejado de ser parte de la vida del otro hace mucho, mucho tiempo atrás.
No tenían nada más de qué hablar.
—Bueno... Yo debo irme, tengo una reunión dentro de media hora —habló Jungkook poco convencido— Sólo quería saber si estabas bien, disculpa que haya resultado extraño e inesperado.
—Descuida, gracias por preguntar —suspiró con pesadez y afianzó el celular en su mano— Suerte en la reunión.
—Gracias.
Otro silencio. Parecía que ninguno se ponía de acuerdo para cortar la llamada, o simplemente no querían hacerlo. Jimin estaba seguro de que no lo haría, sólo cerró sus ojos intentando aferrarse a lo más cercano que tenía a Jungkook en ese momento y luchando con el impulso de pedirle que no se fuera.
—Adiós, Jimin —se despidió Jeon— Cuídate.
Jimin hizo ademán de responder pero entonces Jungkook ya había cortado la llamada. Llevándose consigo la poca estabilidad y aguante emocional que le quedaba, sintiendo que le arrebataban cruelmente una fuente de néctar para dejarlo a su suerte en medio de un desierto.
Cerró con fuerza sus ojos permitiendo que las lágrimas volvieran a caer lentamente sobre sus mejillas mientras alejaba el celular de su oreja, de pronto una rabia e impotencia gobernó su ser, por lo que arrojó el aparato con fuerza a algún lugar de la habitación y cubrió su rostro para romper en llanto. En cuestión de segundos, Hye entró a la habitación preguntándole qué había ocurrido pero él no pudo ni quiso responderle.
Así que ella se quedó a su lado sobando su espalda, vigilando y atendiendo cada una de sus acciones y necesidades, pero aún así, Jimin seguía sintiendo que no era suficiente.
————— [ 🎢 ] —————
Más tarde, en la noche, Jimin permanecía sentado en la esquina de su cama mordiendo efusivamente su labio inferior. Estaba solo. Hye se había ido hace una hora. Taehyung aún no había llegado, pues él y su equipo estaban trabajando en un nuevo proyecto que los mantenía quedándose en la agencia hasta altas horas de la noche.
Durante sus sesiones con su psicóloga y tomando en cuenta los acontecimientos recientes respecto a su matrimonio y sentimientos por Jungkook, Jimin había estado pensando y reflexionando mucho. Intentando buscar la valentía para comentarle todo lo que sentía a Taehyung, estaba dispuesto a contarle absolutamente todo.
Porque no podía seguir con esto, no podía seguir engañándolo, no podía seguir fingiendo, no podía seguir mintiéndose a sí mismo y a él. No era justo. Pero, carajo, no era para nada fácil. Tenía miedo, como siempre. Tenía miedo de que Taehyung se enfadara con él, y sí lo hacía, lo entendería. ¿Pedirle el divorcio después de que se casaron hace como dos meses? Era la cosa más descabellada, absurda y patética del mundo. Tenía miedo de romperle completamente el corazón a una persona que había sido tan buena con él.
Entonces recordó las palabras de su psicóloga: "Nadie dijo que tomar la decisión correcta fuera fácil". Había estaba debatiendo tanto sobre hacer lo correcto que simplemente ya no sabía diferenciarlo, pero su luna de miel fue en el fondo una completa pesadilla y su matrimonio estaba siendo parecido a pesar de que todo estuviera saliendo hipotéticamente a la perfección. Toda esta situación lo estaba drenando por completo y no podía seguir más.
No podía permitirse sanar a sí mismo si sabía que estaba haciéndole daño a alguien más.
Escuchó el sonido de las llaves de Taehyung abrir la puerta principal y cómo este se dirigía inmediatamente hacia su habitación.
—Hola, amor —le saludó el azabache con una pequeña sonrisa pero acompañada de un eje intranquilo— ¿Cómo estás? Hye me contó que lloraste hoy. ¿Está todo en orden? —preguntó agachándose a su altura y tomando sus manos para mirarle con atención.
—N-No fue nada —mintió ocultándose bajo una sonrisa fingida, pero al instante sintió una punzada en su corazón de culpabilidad y afianzó su agarre en las manos de su esposo— Bueno... En realidad no, nada está bien...
—¿Ah sí? ¿Por qué?
—Y-Yo... —de inmediato se sintió nervioso y bajó la mirada para tragar saliva con dificultad— T-Tengo algo qué decirte...
Con una expresión calmada, Taehyung relamió sus labios y asintió con la cabeza.
—Te escucho.
El corazón de Jimin comenzó a latir con fuerza, los nervios gobernando todo su cuerpo y mordió su labio inferior sin atreverse a verlo a los ojos.
—T-Tae... Q-Quiero que sepas que te amo y he disfrutado mucho estos meses a tu lado, agradezco inmensamente todo lo que has hecho por mí, es agradable vivir contigo y el hecho de que seamos esposos... P-Pero, yo... —su respiración se agitó un poco al mismo tiempo que sus ojos se cristalizaron y su nariz se enrojecía. Al instante Taehyung se puso en alerta y acarició sus manos con su pulgares en un intento de tranquilizarle— N-No puedo... No puedo seguir más con esto... —soltó Jimin alzando la mirada y provocando que el contrario se detuviera.
—¿Qué? ¿De qué estás hablando? —cuestionó Kim viéndole ligeramente abrumado y confundido.
—Yo... Yo no estoy listo para esto, pensé que lo estaría, pero no lo estoy en ningún sentido... —confesó Park con la voz rota y negando— Y-Y no es justo para ti estar con una persona que no... que no puede darte lo que realmente mereces...
—Shh, está bien, está bien —el azabache se levantó para abrazarlo de improvisto y acariciar lentamente su cabello— Estás teniendo pensamientos intrusivos, recuerda, debes ser más fuerte que ellos y no dejar que te dominen. ¿Quieres algo específico de comer? Puedo hacerte lo que quieras.
El rubio inmediatamente captó que el azabache pensaba que estaba atravesando una especie de crisis de ansiedad, otra vez, por lo que negó con la cabeza e intentó apartarse de él.
—No, no es eso, hablo en serio, yo no puedo seguir con todo esto, Taehyung —continuó de la misma forma y con una mirada suplicante— S-Sé que es difícil de entenderlo ahora y que es probable que te enojes conmigo, pero no puedo más... No puedo seguir mintiéndote sobre lo que realmente siento, no es justo para ti ni para mí —comenzó a sollozar viendo a su alrededor— Mierda. ¿Qué es lo que estamos haciendo? Nada de esto está bien.
—Jimin, amor, vamos a la cocina —probó Kim al ayudarlo a ponerse de pie aún con el pensamiento de que su pareja no estaba bien en ese momento— Te serviré un vaso de agua, aún no has tomado tu medicación de la noche y puede que sea la razón por la que te sientas así.
—¡No! ¡Maldita sea, escúchame! —exclamó Jimin perdiendo la paciencia y zafándose bruscamente de Taehyung para mirarlo con impotencia— ¡Deja de tratarme como si estuviera demente, estoy hablando en serio! ¿Qué carajos estamos haciendo tú y yo? —cuestionó con la respiración agitada y ojos llorosos— Joder, Tae, yo te engañé y aun así lo aceptaste sabiendo que no lo merecías. Todo debió de terminar ahí. ¿Por qué me perdonaste? Esto no estuvo bien desde el principio.
Kim tragó grueso con un rostro sereno.
—Jimin, ya habíamos hablado sobre esto y sabes mi opinión al respecto. No tienes nada de qué preocuparte, es pasado, estoy bien con eso y punto. No entiendo la razón de todo esto, pero parece que estás intentando separarte de mí.
Al instante Jimin expresó un rostro culpable y delatador que provocó la incertidumbre y sorpresa de Taehyung. El color desapareciendo del tono de su piel, abrió la boca para decir algo pero volvió a cerrarla para tensar su mandíbula y apartar la mirada hacia la pared.
—Déjame entender esto... ¿Estás diciéndome que ya no quieres estar conmigo? ¿Después de todo lo que hemos pasado y de llevar dos meses de matrimonio?
Jimin sintió un escalofrío de pies a cabeza, su cuerpo se paralizó por un momento ante el golpe de realidad por lo que estaba a punto de hacer y decir. Todos los años con Taehyung, los preparativos de la boda, su luna de miel y la felicidad de sus padres por su relación pasaron como recuerdos nítidos por toda su mente. Estaba a un paso de lanzar toda esa estabilidad, dedicación y esfuerzo por la borda. Por un momento un pensamiento intrusivo y cobarde le exigió detenerse, dar marcha atrás y negar todo. Sin embargo, él cerró sus ojos con fuerza, resistiéndolo, ignorándolo, alejándolo. Debía de ser fuerte, debía de ser valiente, debía de tomar la responsabilidad de sus actos y priorizar lo que realmente necesitaba en ese momento.
Y lo hizo.
—Sí, así es.
Sin moverse de su posición y las manos en la cintura, Taehyung asintió lentamente con la cabeza como si estuviera procesándolo por un breve momento que el contrario sintió como una eternidad y tortura.
—Jimin —suspiró al fin y viéndole a los ojos— Te amo y te respeto, pero no puedo aceptarlo.
—¿Qué?
—Lo siento mucho pero no voy a separame de ti, me rehúso. Y estoy seguro que no estás pensando esto con claridad, es una decisión completamente impulsiva e irracional. No quiero seguir hablando sobre esto.
Y sin más, abandonó rápidamente la habitación, dejando al rubio asombrado y confundido, aunque no tardó en retomar la compostura y seguirlo.
—¿Impulsiva? ¿Irracional? —repitió en un tono indignado— Taehyung, sabes muy bien de lo que estoy hablando, esto no va a poder funcionar entre tú y yo, creí que así sería pero no lo es —se detuvo cuando el contrario lo hizo en medio de la sala de estar— No puedo darte lo que quieres, no puedo darte una familia y sé que dije que lo haría pero no puedo.
—Te dije que no tenía que ser ahora, yo puedo esperarte todo el tiempo que necesites entiendo que no sea una decisión fácil.
—¿Es que no lo entiendes? —le miró frustrado— No estoy listo ahora ni nunca, simplemente no quiero. Mírame, soy un completo desastre, ¿en serio crees que sea correcto que yo críe a un niño? No puedo hacerlo.
Pasando una mano por su rostro, el azabache intentó mantener la calma y serenidad ante el asunto.
—Escucha, creo que estás pensando todo esto por los acontecimientos recientes que han sucedido. Entiendo que puedas asumir que de alguna forma arruinas la relación con todo esto pero quiero aclararte que eso no es así, soy tu esposo y voy a estar contigo en las buenas y en las malas.
—Dios mío, no estás escuchándome —cubrió su rostro soltando un suspiro frustrado— He hablado de esto con mi psicóloga, no es una consecuencia de mis problemas psicológicos, sé que ahora sea difícil de digerir pero es algo que realmente necesito.
—Jimin, lo menos que necesitas ahora es que te deje solo y no me importa lo mucho que lo intentes, no voy a separarme de ti. No puedes simplemente casarte conmigo y a los dos meses pedirme que te deje.
—¡Lo sé! Por eso es que he tardado tanto en decírtelo porque es absurdo, pero no puedo continuar más con esto y si sigo así estoy seguro de que volveré a recaer otra vez —las lágrimas volvieron a nublar su vista— Y no quiero hacerlo... No puedo avanzar si sé que estoy haciéndote daño con esto. No puedo darte lo que quieres y mereces, Tae.
Silencio.
Taehyung mantenía los labios presionados rehúsandose a seguir escuchando o entender la situación, estaba demasiado convencido de que no era lo que Jimin quería y que sólo lo hacía por sus propias inseguridades. O quizás en el fondo no quería enfrentarse a la presunta realidad.
—Tú no quieres esto, Jimin —garantizó con firmeza— Sólo estamos teniendo un mal momento, es un percance, no tiene que ser el fin de todo y no voy a ceder tan fácilmente.
Y entonces Jimin se hartó.
—¡Jungkook, yo no-...!
Se calló de inmediato al captar lo que había dicho, abriendo sus ojos de par en par y viendo al contrario completamente sorprendido y culpable, ya no sabía si de sí mismo o por él. La expresión de Taehyung fue de película pero sólo atinó a soltar un jadeo con una pequeña sonrisa irónica para negar con la cabeza y encerrarse en su oficina.
Jimin no tardó en seguirlo y tocar la puerta con una mueca lastimosa.
—Taehyung, ábreme... —suspiró pesadamente cerrando sus ojos con fuerza mientras se maldecía a sí mismo— Por favor, déjame explicártelo...
—Tengo que revisar unos informes del trabajo y mucho qué pensar, dormiré en la habitación de huéspedes. Hablaremos mañana. Buenas noches —respondió Taehyung en voz alta dentro de la oficina.
A lo que Jimin respetó y finalmente se alejó de la puerta para irse a su habitación en donde se recostó en la cama sintiendo un enorme arrepentimiento y culpabilidad en su mente pero convenciéndose de que estaba haciendo lo correcto al comenzar a priorizar lo que quería.
¿O no?
¡Hola, hola! Muchos dijeron que extrañaban a Jungkook pues ya tuvimos un breve vistazo de él. No se preocupen, ya sabrán pronto de cómo está él.
¿Qué piensan de la reacción de Taehyung?
Btw, por si no se dieron cuenta Jimin tuvo un lapsus y dijo el nombre de Jungkook durante la discusión porque le recordó a cuando ellos discutían, cosa que con Taehyung no frecuentaba mucho a hacer.
Veré si ahorita hago un live para ver sus reviews de la historia y hablar un rato en mi cuenta de insta de melovestaehyung.km para que estén atentxs.
Nos vemos el miércoles, cuídense mucho y les tkm. ✨
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