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038.

La noche es traicionera, cómplice y silenciosa.

Se pasa tan rápido y a la vez tan lento, es confidente de tantas acciones, palabras y sentimientos. Pero ella se queda ahí, observando en silencio hasta que el día vuelva y cambien de turno. Pero ella observa apaciblemente y sin interrumpir, nos da esa complicidad, intimidad y descanso que tanto necesitamos. Pero si la noche pudiera hablar, ¿qué nos diría?

Es cómplice de absolutamente todo, ella no sabe por qué las personas la optan como el mejor momento para hacer las cosas socialmente indebidas, para exponerse en el interior y para sentirse vulnerables.

¿Qué opinaría la noche sobre la relación de Jungkook y Jimin? ¿Qué opinaría de las largas sesiones de sexo entre ellos? ¿Qué opinaría de que la mayor parte del tiempo sólo se limitaron a besarse, acariciarse y abrazarse? ¿Qué opinaría de aquellas miradas que gritaban un sinfín de palabras que no se atrevían a decir en voz alta? ¿Qué opinaría de la sonrisa natural que brotaba de sus labios cuando hacían reír al otro? ¿Qué opinaría de las últimas lágrimas que escaparon de sus ojos esa noche?

La noche los miraba con melancolía y lástima desde un rincón manteniendo los brazos cruzados sin poder hacer mucho, lastimosamente ella no era la indicada para hacerlos reaccionar en ese momento, ella siempre era vista como un lapso de descanso e irrealidad en el que los humanos podían olvidarse de todo y mostrarse a sí mismos, ella nunca era vista como equivalente a seriedad. Así que cuando el día llegó, sólo pudo salir de la habitación mientras le murmuraba un agotador "Hazte cargo" y les dedicaba una última mirada antes de irse.

Finalmente el día llegó desde temprano, trayendo consigo el despertar de mente y cuerpo, racionalidad y seriedad. Él no iba a ser como la noche, él no iba a permitir que las cosas se ignoraran y se evitaran más, él no iba a poner excusas ni a evitar intervenir. No. Él iba a intervenir. Él iba a hacerlos despertar y poner las cartas sobre la mesa de una vez por todas.

Y eso hizo.

Logró primero que Jimin se levantara a primeras horas de la mañana, sabía que tenía trabajo en unas horas así que rápidamente comenzó a alistarse cuando encontró varias llamadas pérdidas de Taehyung e inclusive también de su madre. Oh, mierda. Se había olvidado completamente de todo. No podía creer que hubiera sido tan irresponsable. Quizás Jungkook tenía razón y sí era un irresponsable, ni siquiera podía mantener una relación estable con su madre o llegar temprano al trabajo.

Consecutivamente despertó a Jungkook aunque intentó hacer el menor ruido posible, el hombre se removió sobre su propia cama y alzó levemente la cabeza con el cabello desordenado y un ceño fruncido.

—¿Qué estás haciendo? —le preguntó al rubio en cuanto lo visualizó sumamente ocupado arreglándose con sus ropas de anoche.

—Me voy —respondió este mientras se colocaba los zapatos.

Jungkook arrugó mucho más su rostro y soltando un largo suspiro comenzó a incorporarse con pesar de la cama observando de forma somnolienta a Jimin.

—¿Qué hora es?

—Son las ocho de la mañana. Afortunadamente hoy tú y yo tenemos el mismo horario así que nos toca el turno de la tarde, si quieres puedes seguir durmiendo pero yo debo irme ahora —explicó dirigiéndose hacia la cocina.

Con su mente más despierta, Jungkook se incorporó de la cama vistiendo sus pantalones cortos y camisa gris para seguirlo a pisadas descalzas.

—¿Te irás sin desayunar?

—Comeré algo en el camino —aseguró antes de beber una botella de agua fría y dejarla sobre la mesa para dirigirse a la sala y buscar algo.

A los segundos, Jungkook tomó de la misma botella conforme comenzaba a sentir una horrible sensación en su estómago que no le estaba gustando para nada del mundo. Jimin finalmente volvió a la cocina con una expresión corporal que indicaba que ya iba a irse pero queriendo decir algo más, así que sólo se miraron fijamente sin decirse nada durante varios segundos.

—¿Podrías...? —comenzó el rubio tragando saliva e intentando mantenerse cuerdo— ¿Podrías darme mi anillo de compromiso, por favor?

La expresión del pelinegro hizo todo lo posible para ocultar su incredulidad en ese momento pero no pudo, así que permaneció captando la situación por un pequeño lapso de tiempo hasta que finalmente alzó un poco sus brazos y los dejó caer sin gracia para sonreír de forma irónica.

—¿Así que eso es todo? —bramó en un encogimiento de hombros sin molestarse en disimular su sarcasmo y molestia— ¿Volvemos a lo mismo?

—Jungkook... —comenzó Park en medio de un suspiro negando con la cabeza.

—No, y una mierda, Jimin —le detuvo Jeon con seriedad acercándose a él— ¿Así que esto es lo que planeas hacer siempre? ¿Venir acá, hacerme el amor y después volver con tu esposo? ¿Acaso me ves cara de amante? Yo no voy a ser tu jodido sustituto de segunda mesa cada vez que te aburres de él.

—Eso no es lo que estoy haciendo.

—Pues es exactamente como me estás haciendo sentir.

Volvieron a quedar en un silencio hiriente y tortuoso, viéndose con dolor e impotencia en sus ojos. Entonces Jimin se rinde, niega con la cabeza y se apresura a tomar las llaves de su auto de la mesa pero inmediatamente Jungkook las agarra antes de que pudiera tomarlas.

—Jungkook, devuélveme mis llaves —ordenó firme extendiéndole una mano— Por favor, esto no es un maldito juego.

—Sí, exacto, esto no es un juego, Jimin —repitió escondiendo las llaves en su bolsillo— Es la jodida vida real y tú y yo debemos de actuar como tal... No te vas a ir de aquí hasta que pongamos las malditas cartas sobre la mesa y hablemos, porque ya me cansé, ya me harté de estar fingiendo, ignorando y reprimiendo todo el tiempo lo que siento y lo que está pasándonos... Y sé que tú también, ¿no es así?

Durante todos los tres meses en que habían vuelto a reencontrarse, ellos sabían exactamente lo que estaban pensando, sintiendo y creyendo en cierta situación pero siempre se obligaban a no pensar en eso. Bueno. Pues ya no había tiempo para seguir haciéndose los locos, fingir demencia o ignorar y reprimir todo. Era el momento de soltarlo, de sacarlo a relucir y sentirlo. En algún momento todo eso iba a salir a la luz en una fuerte explosión, y probablemente ahora era el momento indicado para hacerlo.

Aunque ninguno de los dos se sintiera suficientemente listo.

—No quiero hablar —negó el rubio apartando la mirada y cruzándose de brazos.

—Pues qué pena, porque vamos a hablar y no me importa si no quieres —sentenció el pelinegro en un tono demandante como de un padre a un hijo, pero es que simplemente estaba perdiendo la paciencia y quizás un poco la cordura— Siempre he sido yo el que te incitaba a hablar y quería arreglar las cosas, y como no querías lo dejaba pasar, te reclamé eso la vez pasada —comenzó a explicar— Pero ahora no va a ser así, porque estoy seguro de que también tienes algo por decirme que no quieres decir y no voy a parar hasta conseguirlo... —suspiró y su mirada se suavizó— No voy dejarte ir...

Inmediatamente Jimin sintió un horrible nudo en garganta y las lágrimas queriendo gobernar sus ojos.

—Por favor, no hagas esto... —suplicó con su voz queriendo quebrarse— No quiero que seas mi amante, no te veo como una segunda opción y jamás lo haré. Sólo... no quiero seguir haciéndote daño...

—No me importa —aseguró Jungkook cortando la distancia entre ellos para tomar sus manos y verle con desesperación— Hiéreme, dáñame, rómpeme el maldito corazón si es necesario, pero sólo necesito saber qué es lo que quieres de mí. ¿Qué demonios soy para ti? ¿Un ex? ¿Un amante? ¿Un viejo recuerdo? Dímelo, por favor. Necesito saberlo, estoy cansado de suponer y suponer. Necesito escucharlo de tu voz. Necesito saber que todo esto no está sucediendo sólo en mi cabeza. Sólo dime la verdad, ángel.

—No me digas así... —susurró en un hilo de voz negando con la cabeza y apartado sus manos de él.

—¡Dímelo! —pidió con un rostro afligido y el corazón latiendo sin control— ¿Es que acaso necesitas escucharlo de mí? Porque si es así no tengo ningún problema en confesar que... que yo... —tragó grueso y suspiró con cautela— Jimin, aún siento algo muy fuerte por ti... desde que terminamos hace años atrás jamás pude sacarte de mi mente y corazón, te busqué... mierda, te busqué en incontables personas pero nunca te encontré, intenté reemplazarte pero no pude hacerlo, me obligué a odiarte pero sólo te pensaba con una estúpida sonrisa en mi rostro, ¿y sabes por qué?

Jimin retrocedió de él volviendo a negarse con las lágrimas cayendo por sus mejillas, no quería escuchar, no quería oírlo, no quería hablar y mucho menos podía soportarlo. Pero Jungkook volvió a impedirle echarse para atrás, él tomó sus brazos y lo acercó hasta que sus miradas brillosas se encontraron. Y Jungkook tembló un poco, sintiendo el nudo en su garganta y las lágrimas amenazando con salir mientras contemplaba los ojos mielosos del contrario con algo parecido al anhelo, angustia y... amor.

—Te amo, Jimin —confesó Jeon y finalmente sus lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas— Te amo, aún te amo, carajo... desde... desde siempre —su voz se quebró por un segundo y tragó saliva— Te amo desde el momento en que cruzamos miradas por primera vez en esa fiesta de Halloween... Te amo desde el momento en que te sostuve por primera vez en mis brazos aquella noche en la feria cerca de la playa... Te amo desde que sentí el sabor de tus labios sobre los míos por primera vez y lo declaré mi nueva adicción... —negó con la cabeza sin dejar de llorar— Mierda, es que siempre estaré locamente enamorado de ti... sólo, y únicamente, de ti... No importa lo que haya pasado entre nosotros ni mucho menos el tiempo... Aún sigo amándote como el primer día... Porque siempre serás el amor de mi vida... Y yo siempre seré tuyo...

Park se quebró, soltando un fuerte sollozo y negando con la cabeza. Su corazón dolía muchísimo en ese momento, no sabía qué decir, no sabía cómo reaccionar. Probablemente era demasiada información qué asimilar en tan poco tiempo.

—Y yo sé... —continuó Jeon a pesar de verlo tan inestable, pero no podía detenerse, no ahora que había empezado a hablar— Yo sé que aún me amas también —aseguró con voz ahogada— Lo siento en ti, en la forma en la que me miras, la forma en la que me tocas y la forma en la que me besas... Por eso estás aquí... No por el sexo, no por una distracción o por ese maldito anillo... Estás aquí porque todavía me amas... ¿No es así? —preguntó viéndole esperanzado— Vamos, ángel. Sólo dímelo... Sólo dime algo, por favor...

Intentando controlar sus sollozos, el rubio inhaló y exhaló con dificultad mientras tragaba saliva.

—J-Jungkook, y-yo... —comenzó con la voz temblorosa y la respiración agitada, el pelinegro creyó que tendría un ataque de ansiedad así que al instante tomó su rostro entre sus manos para limpiar sus lágrimas con sus pulgares y susurrarle palabras alentadoras.

—Shh, tranquilo... Sé que todo es demasiado... —susurró juntando sus frentes— Sólo... Sólo necesito que me digas lo que sientes... No tengas miedo, sólo somos tú y yo... Sólo soy yo...

Jimin suspiró de forma más tranquila aferrándose a la camisa del contrario mientras respiraba pausadamente e intentaba organizar sus pensamientos.

—Jungkook... —le miró a los ojos y aún así no pudo evitar hablar con la voz ahogada— T-También sigo sintiendo algo muy fuerte por ti... Me di cuenta de eso en estos últimos meses... —confesó en un pequeño sollozo— Soy débil a ti, siempre lo seré, siempre tendrás un espacio en mi maldita cabeza por mucho que tarde años y años en no pensar en ti, siempre lo hago... Pero sinceramente estoy tan confundido ahora mismo... —soltó intentando no volver a quebrarse— Porque a pesar de eso sé que por una razón no estamos juntos... Y es porque no somos buenos juntos, Jungkook... —afirmó en un tono doloroso— No lo somos... Somos muy diferentes y a la vez muy iguales... Lo único que hacemos es lastimarnos y destrozarnos el uno al otro cada vez que estamos juntos... Y-Y eso no está bien...

Jungkook tragó saliva mientras sostenía las manos del contrario con fuerza.

—Lo sé, lo sé muy bien, pero todo lo que dije sobre ti cuando discutimos aquel día... —suspiró negando con la cabeza— Eran sólo rencores del pasado que necesitaba sacar, de la misma forma en que tú lo hiciste conmigo... Pero sólo son eso, recuerdos, todo eso fue hace mucho, mucho tiempo atrás... No quiero seguir viviendo en el pasado cada vez que estoy contigo, quiero vivir el presente, quiero crear un presente contigo... —confesó con los ojos llorosos— Lamento todas aquellas veces que te lastimé en el pasado, jamás fue mi intención hacerte sufrir, hacerte sentir mal o hacerte sentir usado... Si tan sólo pudiera volver al pasado y enmendar mi error, si tan sólo pudiera volver y obligarme a que el orgullo no me impidiera dejarte ir aquella noche... Lo haría, pero no puedo...

—No... —el rubio relamió sus labios con la nariz roja y pestañas mojadas por las lágrimas— No es tu culpa... Es mía, yo soy el que debe disculparse por tantas cosas, la mayoría imperdonables... Te he hecho mucho daño, Jungkook... Porque tienes razón, soy un irresponsable —su voz se quebró un poco— Aún después de seis años vivo con miedo, sólo hago lo que esperan de mí y por eso nunca cuido lo que realmente me importa. Mírame ahora... Estoy aquí siéndole infiel al hombre con el que me voy a casar en tres días con otro hombre al que dejé ir hace seis años por la misma estúpida razón... No quiero seguir cometiendo errores, no quiero seguir lastimando y decepcionando a las personas a mi alrededor...

Ambos se quedaron en silencio durante varios segundos con las respiraciones agitadas y los ojos llorosos.

—Especialmente a ti —continuó Jimin viéndole fijamente con dolor— Lamento haberte hecho sentir insuficiente, lamento si llegaste a sentirte manipulado por mí, lamento haberte hecho sentir inseguro cuando hablaba con otras personas, jamás pensé que eso te hacía sentir así, jamás quise lastimarte... Pero sobre todas las cosas... —murmuró soltando un fuerte jadeo ante el doloroso recuerdo— L-Lamento haberte rechazado aquella noche... No sabes lo mucho que me arrepentí durante muchos años... Y me duele más saber que sigues con la cicatriz de eso, me duele más saber que todavía tienes ese anillo guardado en uno de los cajones de tu habitación... —admitió sorprendiendo levemente al contrario— Cuando me escondí en tu habitación para cambiarme de ropa, busqué en tus cajones mi billetera y celular, y lo vi... —se explicó tragando saliva— Te juro que regresaría a esa noche en diciembre y te diría que sí, porque realmente lo quería, pero no puedo, es pasado, y ahora es demasiado tarde... De verdad lo siento mucho...

Suspirando, Jungkook tomó el rostro de Jimin y volvió a juntar sus frentes en una cercanía íntima y confidencial, sintiendo el calor de sus cuerpos, sus pesadas respiraciones e inhalando sus característicos aromas. Jungkook nunca lo dijo en voz alta, pero amaba el olor de Jimin, olía a una combinación de vainilla con canela, tan dulce, tan delicioso y tan reconfortante como lo era él.

Sí, ambos sabían que eran diferentes, pero no que eso los hacía complementarse muy bien, no que a pesar de haber tenido contacto cero desde hace hace seis años sólo bastó que sus miradas se volvieran a encontrar hace tres meses para que toda esa estabilidad, mentira y bienestar se fuera cuesta abajo. Sólo bastó que el universo o el destino volviera a entrelazar sus caminos para que cayeran nuevamente por el otro como la primera vez. Y es que ellos jamás se habían tomado el tiempo de superarse mutuamente, sólo reprimieron los sentimientos o buscaron un reemplazo año tras año, pero no lo dejaron ir. En el fondo, no se dejaron ir tan fácil como parecía.

Y ahora, estaban disculpándose por todo el daño causado tanto en el pasado como en el presente, pidiendo perdón, cosa que nunca pudieron hacer peor debido a su maldito orgullo y terquedad.

—Jimin... somos adultos ahora... —habló el pelinegro al separarse un poco cuando ambos se habían calmado mejor— Ya no somos dos jóvenes de dieciocho y diecinueve años... Aunque a primera instancia no lo parezca, hemos cambiado... Yo no soy el mismo de antes y tú no eres el mismo de antes... Sí, nuestras personalidades no cambiaron radicalmente pero hemos madurado y aprendido a lo largo de estos años... —suspiró y acarició su mejilla con delicadeza— Yo estoy dispuesto a volver a intentarlo, a cambiar, a escucharte mejor sólo si es la única forma en la que puedo estar contigo... Si tengo la oportunidad de volver a amarte, te prometo que esta vez lo haré bien...

Los ojos de Jimin volvieron a llenarse de lágrimas, últimamente sus ojos no habían tenido ni un sólo día de descanso, pero eso sucedía cuando eran dueños de una persona tan sensible y emocional como él. Y eran expuestos a las emociones y sentimientos que sólo el hombre que tenía al frente podía transmitirle.

—Oh, Jungkook... —mordió su labio inferior bajando la mirada y comenzando a negar con la cabeza, quería decir algo pero tenía un doloroso nudo en la garganta que le impedía a hablar— Y-Yo... —sus labios temblaron y se calló.

—Escucha... —Jungkook decidió continuar con un tono de voz serio para captar nuevamente su atención— Soy un adulto ahora y sé muy bien lo que quiero, no estoy siendo irracional, no estoy siendo impulsivo y mucho menos estoy siendo imprudente... Mi abuelo antes de morir me dijo que como último deseo quería que yo siguiera siempre lo que dicta mi corazón... Y mi mente, mi cuerpo y mi corazón te quieren a ti... Sé muy bien lo que quiero, y te quiero a ti, Jimin —sentenció con voz firme— No quiero a otra persona en mi vida, sólo te quiero a ti... Y es por eso que no quiero rendirme tan fácilmente contigo... Pero al mismo tiempo soy realista... —tragó saliva con dificultad— Por mucho que te ame y esté perdidamente enamorado de ti, no voy a estar mendigando amor... no voy a seguir estando detrás de ti esperando una respuesta que nunca llegará y es por eso que decidí hablar ahora, yo estoy dispuesto a luchar por ti, otra vez... Porque, carajo, tengo un millón de razones para irme, un millón de razones para dar marcha atrás y rendirme contigo... Pero, ángel, sólo necesito una buena razón para quedarme y luchar por ti...

Y esa razón es saber honestamente que me sigues amando de la misma forma en la que yo lo hago.

Jungkook deseaba decirlo en voz alta pero no quería obligarlo o presionarlo a decirlo, lo sentía, sí, sentía en sus venas que Jimin sentía y pensaba lo mismo que él. Quería pensar que Jimin seguía enamorado de él, quería pensar que seguía amándolo y que lucharía de la misma forma por él. Quería pensar todo eso. Quería saber que esta vez sería diferente.

Sin embargo, toda esperanza e ilusión se fue directo a la basura en cuanto vió la expresión lastimosa y arrepentida de Jimin a punto de negarse. Y la reconoció al instante, era la misma expresión que le dedicó cuando le propuso matrimonio hace seis años, y de pronto, se sintió nuevamente en ese día, la misma escena, la misma emoción, las mismas personas y las mismas palabras... Pero principalmente, el mismo rechazo eminente... Deja vú.

—T-Tienes razón... —Jimin finalmente se dignó a hablar con un eje afectado pero intentando mostrarse estable— Somos adultos ahora, pero no estás viendo la realidad, cada vez que estamos juntos nos comportamos como dos malditos niños inmaduros y rebeldes... En esta relación no hay madurez ni mucho menos futuro... Y yo no sé en qué momento nuestra historia se convirtió en algo tan trágico e hiriente... —una lágrima bajó lentamente por su mejilla izquierda— Sólo mira a tu alrededor, hemos lastimado a personas que no lo merecen por culpa de nuestras acciones tan irresponsables... Taehyung... Ryujin... —resaltó y fue cuando los ojos del pelinegro volvieron a aguarse— No quiero seguir haciendo eso, Jungkook... —confesó con voz rota y negando con la cabeza— No quiero lastimar más a las personas, sólo quiero hacer lo correcto...

—¿Y qué es lo correcto para ti? —preguntó sinceramente no queriendo saber la respuesta pero al mismo tiempo necesitaba saberlo.

Park mordió su labio inferior con nerviosismo y culpabilidad antes de hablar.

—Tengo un compromiso con otra persona, Jungkook. Le di mi palabra y no pienso echarme para atrás, no pienso volver a rechazar a alguien más... Por una vez en mi vida quiero sentir que estoy haciendo lo correcto, que estoy tomando responsabilidad de las cosas y sin decepcionar a nadie.

—¿Y hasta ahora se te ocurre hacerlo? ¿Hasta ahora quieres asumir la responsabilidad de tus actos, decisiones y relaciones? —no pudo evitar reclamar comenzando a sentir un pequeño enojo en su interior pero que sólo era puro dolor disfrazado— ¿Es por eso que no lo rechazaste cuando te pidió matrimonio?

—Acepté porque realmente sí quiero casarme con él, y lo haré.

Jeon colocó sus manos en jarra y presionó su mandíbula mientras asentía lentamente con la cabeza.

—Muy bien... Comienzo a entender lo que está pasando aquí... —intuyó mordiendo el interior de su mejilla— Hacer lo correcto para ti implica casarte con el hombre perfecto, ¿no es así? Con el señor millonario, mayor y el que tus padres aprueban... Y yo soy lo incorrecto e imperfecto, pero lo entiendo... yo no puedo darte la misma estabilidad y vida que él.

—¿Estás asumiendo que me caso por conveniencia e interés? —levantó una ceja, tensádose.

—Sí, porque no lo amas.

Inmediatamente Park frunció el ceño y presionó sus labios, comenzando a irritarse.

—Tú no sabes absolutamente nada de nuestra relación para asumir eso.

—¿Lo amas?

—No tengo por qué darte explicaciones de mis propias decisiones o sentimientos.

—¿Lo amas o no?

—Y no puedo creer que intentes compararte con él cuando son personas completamente diferentes.

—¡¿Lo amas o no?! —volvió a repetir perdiendo la paciencia y cordura.

—¡Sí, sí lo amo! —respondió de la misma forma dejando completamente inmóvil al contrario— Lo amo, y es por eso que voy a casarme con él, no por estabilidad e interés, sino porque lo amo y quiero estar con él —garantizó con firmeza pero con los labios temblorosos, pareciendo que intentaba más convencerse a sí mismo que cualquier otra cosa.

Con intención de convencerlo o no, fue suficiente para Jungkook, pues si Jimin era capaz de amar a alguien más, eso significaba que no lo amaba a él. Quizás no estaban en la misma página como creyó, quizás él siempre fue el único aún enamorado entre los dos y sólo confundió las cosas. Y aunque haya sentido lo contrario, esperó una respuesta para confirmar sus suposiciones y dar un paso adelante, pero no la obtuvo, y el silencio también era una respuesta.

Jimin amaba a alguien más.

No a él.

Sin decir o preguntar nada más, Jungkook se dio media vuelta y se dirigió rápidamente a su habitación en búsqueda de algo. Jimin se mantuvo en su mismo lugar con la respiración pesada e intentando retener otra vez sus lágrimas, esperándolo. A los segundos, Jungkook volvió con algo encerrado en la palma de su mano y con la otra tanteando su bolsillo. Y antes de que Jimin pudiera interrogarlo, él colocó en sus manos su anillo de compromiso de parte de Taehyung y las llaves de su auto.

—Espero seas feliz en un matrimonio lleno de interés, mentiras e infidelidad —espetó molesto y dolido— Y espero nunca más vuelvas a buscarme porque oficialmente me has perdido.

Y entonces Jimin también perdió el hilo de la cordura y la paz ante esas palabras por lo que no dudó en enfadarse.

—Eres un maldito arrogante, ¿no puedes aunque sea desearme un buen matrimonio? ¿En serio quieres que las cosas queden nuevamente mal entre nosotros? Inclusive yo pensé que podríamos quedar como amigos.

Jungkook soltó un pequeño jadeo, viéndole completamente impresionado e irónico.

—Después de todo lo que tuve que pasar... las noches sin dormir por llorarte... las malditas terapias que tomé para intentar superarte y todos los amores de mentira que tuve que conseguir para olvidarme de ti... ¿Y ahora quieres que sea tu amigo? —esbozó una pequeña sonrisa sarcástica— Pues, "amigo", ¿dime cómo carajos borro esto que siento por ti? Es que eres un egoísta, si no quieres regresar conmigo, ¿entonces por qué vuelves a buscarme una vez más?

—Creo que te dejé claro la razón por la que volví —bramó el rubio volviendo a colocarse el anillo de compromiso— Y tienes razón, sería una terrible idea que tú y yo seamos amigos. Pues, la verdad, no hay otra cosa más que podamos hacer, tú no cambiarás, yo no cambiaré. ¿Entonces qué?

La respiración del pelinegro comenzó a alterarse, estaba sintiendo demasiadas emociones en ese momento y sentía que iba a explotar. Luchaba contra su orgullo. Luchaba contra su dignidad. Pero su corazón no le estaba permitiendo dejar ir a Jimin otra vez.

—Si te vas en este momento te odiaré —advirtió precipitadamente señalando la puerta principal— ¿Quieres irte? Porque si cruzas por esa maldita puerta te juro que no vuelves a saber más de mí.

—¡Dios mío! —exclamó el rubio sorprendido, mirando frustrado a su alrededor— ¿Es que acaso no te has dado cuenta de lo que está pasando con nosotros?

—¡Por supuesto que me di cuenta o eso creí porque debí de haber malinterpretado todas tus malditas señales!

—¡Sí, creo que así fue!

Exclamó Jimin dedicándole una mirada furiosa antes de comenzar a dirigirse rápidamente hacia la puerta de salida, y contra todo pronóstico, Jungkook le siguió. Jimin salió del apartamento y se dirigió hacia su auto.

—¡Estás aburrido! —le reclamó Jungkook detrás de él— ¡Él te aburre y lo sabes! ¡No estarías aquí si algo no te faltara! ¿Y sabes por qué? ¡Porque él sólo cede a ti todo el tiempo, nunca te reprocha nada a diferencia de mí y es por eso que quieres estar con él! ¿No es así?

—¡Arrogante! —soltó el contrario viéndole de reojo antes de abrir la puerta del auto— ¡Te odio!

—¿Me odias ahora, eh? ¿Me odias porque digo la maldita verdad que no te gusta escuchar? ¡Tú no volviste por ese anillo, no me vas a convencer, volviste porque quieres quedarte conmigo!

Entonces Park se detuvo de subir al auto y retomó sus pasos hacia Jeon para verle confundido.

—¿Quedarme contigo? ¿Para qué? ¡Míranos, maldita sea, estábamos hablando y ahora ya estamos peleando!

—¡Pues eso es lo que hacemos! ¡Peleamos! ¡Así somos! —respondió con exasperación manteniendo un breve silencio entre la discusión para ambos calmarse— Tú me dices cuando soy un maldito arrogante y yo te digo cuando eres un egoísta irresponsable, lo cual lo eres, el noventa y nueve por ciento del tiempo... A diferencia de otras personas, no me da miedo herir tus sentimientos, insultarte o decirte la verdad a la cara... Porque inmediatamente me lo devuelves de la misma forma y quedamos igual como los malditos tercos y orgullosos que somos... —sentenció antes de acercarse a la puerta del auto y cerrarla con fuerza para recargarse sobre esta con los brazos cruzados.

Jimin suspiró pesadamente y lo siguió sin entender a dónde se dirigían con esta estúpida discusión.

—Entonces, ¿qué? —preguntó encogiéndose de hombros mostrando una sonrisa fingida y rota— ¿Qué mierda hacemos? ¿Es que no lo entiendes? Jamás funcionaremos juntos, si no lo logramos en el pasado, menos ahora.

—Pues entonces no será nada fácil, será terriblemente difícil —admitió el pelinegro con seriedad y firmeza— Y tendremos que trabajar en eso cada día, poner de nuestra parte para cambiar, para no cometer los mismos errores del pasado y aprender, pero quiero hacerlo porque te quiero conmigo —afirmó con seguridad y su voz comenzando a romperse— Quiero absolutamente todo de ti, sólo tú y yo, todos los malditos días, para siempre... Estoy dispuesto a hacerlo porque te amo y no quiero perderte...

El rubio rompió en llanto y miró a su alrededor negando con la cabeza. Pero el pelinegro no quiso rendirse todavía, no aún, quería intentar hacerlo entrar en razón aunque sea una vez más.

— ¿A quién piensas que vas a engañar, ángel? —intentó con las lágrimas cayendo por su rostro— No importa cuánto discutamos, no importa cuánto digas que somos completamente diferentes y te enfoques sólo en lo malo de nosotros... Sabes muy bien que eres mi otra mitad, mi alma gemela, mi persona predestinada y el maldito amor de mi vida... Y yo soy el tuyo. No es una suposición. Es una jodida realidad. ¿Por qué mierda el destino querría juntarnos otra vez? No nos vimos ni una sola vez en estos malditos seis años. Ni una sola. Hasta ahora. ¿Por qué? ¿En serio no te has puesto a pensar en eso?

—Esto no es un maldito cuento de hadas con finales felices, Jungkook —respondió con voz ahogada y el rostro empapado— Sólo intento ser realista... Yo volveré a mi vida, me casaré, y tú podrás volver con alguien que sí vale la pena o a follarte a todas las personas que quieras, me da igual. Probablemente la vida sólo nos quiso juntar para demostrarnos que no somos el uno para el otro y obtener el cierre que nunca tuvimos. ¿No has pensado también en eso?

Pero el pelinegro se rehusaba a dar su brazo a torcer, así que tragó grueso y negó con firmeza ignorando todas sus palabras. Iba a intentarlo una última vez más.

—¿Harías algo por mí? ¿Por favor? —pidió con sinceridad— Imagina tu vida... De aquí a veinte años, treinta años, ¿cómo se ve? —observó al rubio morder su labio inferior con indecisión y negar varias veces con la cabeza, rehúsandose a hacerlo, pero él insistió— Por favor, hazlo. ¿A quién ves? Porque si lo ves a él, entonces vete. ¡Vete! —exclamó señalando a la nada— Te perdí una vez, y creo que puedo hacerlo de nuevo si supiera que es lo que realmente quieres... Pero no tomes el camino más fácil.

—¿Cuál camino fácil? —repitió en medio de sollozos— No hay camino fácil, no importa lo que haga o cuál decisión tome, alguien saldrá lastimado.

Jungkook soltó un suspiro frustrado y pasó ambas manos por su rostro.

—Dios mío. ¿Podrías dejar de pensar en lo que quiere todo el mundo? Deja de pensar en lo que quiero yo, en lo que quiere él o en lo que quieren tus padres... ¿Qué quieres tú?

Jimin sollozó y negó con la cabeza.

—No es tan sencillo...

—¿Qué quieres tú? —insistió con voz firme.

—No es tan-

—Carajo, ¿qué es lo que quieres tú? —interrumpió viéndole de forma suplicante e impotente— ¿Qué mierda quieres, Jimin?

Se quedaron en un crudo e indeciso silencio, mirándose fijamente con un sinfín de sentimientos, palabras y expresiones pero sin decirse nada. Probablemente ya habían dicho demasiado, todo lo que tenían por decir al respecto, o lo que se sentían capaces de decir en ese momento.

La espera fue interminable y tortuosa hasta que Jimin suspiró con más seguridad y simplemente dijo:

—Tengo que irme, Jungkook.

Un nuevo silencio. Pero esta vez más duro e impactante de parte de Jungkook, fue más un silencio doloroso que otra cosa. Le costó asimilar esa respuesta pero aún así apartó la mirada de Jimin y asintió lentamente con la cabeza, ya no podía verlo a los ojos.

—¿Sabes algo? —comenzó viendo un punto fijo a lo lejos— La vez pasada me preguntaste por qué no había vuelto a buscarte... Y yo te dije que no lo había hecho, pues la verdad es que mentí... —bajó la mirada— Sí, lo hice. Como nos bloqueamos de las redes sociales y cambiamos nuestros números. Te envié una carta, pero nunca la recibiste. Espero puedas encontrarla y leerla porque son las últimas palabras que te dije hace seis años y son las últimas palabras que te dedico a ti ahora mismo... Pregúntale a tu madre sobre su paradero, probablemente ella sepa donde está.

Jimin le miró entre sorprendido, dolido y confundido. Sin embargo, antes de que dijera algo al respecto Jungkook finalmente se alejó de la puerta del auto, dándole completo acceso para irse. Así que eso hizo, no quería pensar más, no quería decir más ni pasar un minuto más ahí porque era una horrible tortura y ya había tomado una decisión, por lo que sin mirarlo una última vez, abrió la puerta del auto y se subió al asiento piloto. Jungkook se cruzó de brazos y apartó la mirada de él o del auto, rehúsandose a observar como partía.

Y sin más, sin decir ni hace nada más, Jimin encendió el auto y salió rápidamente de allí. Mientras que Jungkook volvió a entrar a su apartamento sólo para dirigirse hacia su habitación en busca de aquel anillo de compromiso que había comprado hace seis años atrás y finalmente tirarlo al basurero.

Oficialmente la montaña rusa se detuvo, y ambos bajaron de ella.

Si alguna vez vieron la película Diario de una pasión, habrán notado que me inspiré y adapté varias escenas y diálogos al final del capítulo, porque en sí, la historia está en parte inspirada en esa película.

Bueno, Jimin tomó una decisión en base a la relación que tenían, y viendo objetivamente las circunstancias en las que se encuentran. ¿Habrá sido la correcta? ¿A dónde irá en su auto después de esto? ¿Qué decía la carta de Jungkook? ¿Habrá boda? Lo veremos en los próximos capítulos 🤠

Me voy a antes de que me funen, las tkm, cuídense y nos vemos el sábados 🏃🏻‍♀️❤️

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