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031.

Cuando Jungkook y Jimin terminaron llevaban un año y ocho meses juntos, sólo les faltaban dos meses para cumplir dos años y a ambos les emocionaba demasiado. Pues ninguno de los dos había llegado a tener una relación tan larga, intensa y caótica como la que tenían.

Ellos se amaban, jodidamente se amaban y por eso se dejaban pasar tantas cosas uno del otro, se perdonaban y se entendían. Todo para nunca dejarse, para nunca separarse, para nunca estar lejos uno del otro.

Sin embargo, a pesar de que jamás habían tenido una relación como la que tenían entre ellos dos, ni jamás habían sentido lo que sentían por el otro con otra persona, desgraciadamente su relación no había sido estable ni duradera. Y mucho menos cuando tenían a terceros saboteando la relación, habían mentiras, rencores, inseguridades, desconfianza y falta de comunicación.

Y por mucho que lo intentaron siempre terminaban en una disputa, una cosa era decir y otra muy diferente era cumplir. Ninguno cumplía con lo que realmente prometían, y no porque no quisieran, sino porque no podían. Probablemente no tenían la madurez suficiente para resolver conflictos de forma sana, probablemente tenían muchos fantasmas y traumas del pasado que les impedían avanzar o probablemente eran demasiado diferentes como para estar juntos.

Quizás eran muy jóvenes para muchas cosas, especialmente para enfrentar las complicaciones de una relación estable combinada con el inicio de la vida adulta, pero lo intentaban.

Aunque intentaron en el momento incorrecto de sus vidas.

Y lo que sucedió esa noche de diciembre fue la gota que derramó el vaso para ambos.

En realidad, esa noche estaban mejor que nunca, hace tiempo que no discutían y habían hecho las pases por cosas insignificantes como siempre. Jungkook había decidido que dieran una pequeña caminata por un parque que estaba iluminado con faroles, luces navideñas por la época y árboles decorados, caminaron tranquilamente con las manos entrelazadas mientras observaban la decoración, hablaban, se besaban, sonreían y reían como los tórtolos enamorados que eran. En algún momento, Jimin se subió a la espalda de Jungkook y se aferró a él como una garrapata, este sostuvo sus muslos con sus brazos y siguió avanzando entre risas conforme veían las luciérnagas entre los árboles y arbustos.

Curiosamente había un elegante y hermoso kiosco navideño en el centro del parque en el que estaba sonando música romántica desde un parlante, así que Jungkook los guió allá.

—¡Vamos, ángel, baila esta canción conmigo! —pide Jungkook bajando a Jimin de su espalda cuando comenzó a sonar Thinking Out Loud de Ed Sheeran tomándolo con ambas manos para acercarlo a su cuerpo— Will your mouth still remember the taste of my love?

Jimin sonrió completamente enternecido y con las mejillas rojas e hizo ademán de alejarse.

—Ay, no. Esa canción es demasiado cursi, amor.

And, darling, I will, be loving you 'til we're 70! —exclama Jungkook ignorando completamente su reproche y volverlo a atraer— And, baby, my heart, could still fall as hard at 20! —cambió la letra a conveniencia por su edad.

Jungkook comenzó a mecer a Jimin de un lado a otro queriendo imitar la coreografía que aparecía en el video musical de la canción a lo que finalmente Jimin cedió y en medio de risas y movimientos torpes comenzaron a bailar bajo las estrellas mientras Jungkook cantaba en voz alta la canción.

So, honey, now! —vociferó el pelinegro cuando sus rostros quedaron cerca y se abrazaron mientras bailaban con suavidad— Take me into your loving arms... —le dió un beso para después mirar hacia arriba— Kiss me under the light of a thousand stars... —el rubio siguió su mirada y sonrió al notar la noche completamente estrellada— Place your head on my beating heart...

Sin soltarse mutuamente, Jungkook tomó el rostro de Jimin entre sus manos y unió sus labios para ambos besarse con delicadeza durante un corto tiempo hasta que finalizaron con una suave sonrisa sobre los labios del otro y un leve roce de sus narices.

Nunca pensé que tendríamos un último beso.

Jimin abrazó a Jungkook con fuerza ambos dejando de bailar y sólo meciéndose lentamente de un lado a otro mientras la canción continuaba sonando de fondo. Una pareja sumida en una burbuja tranquila y pacífica bajo el frío de la noche contrastada con la calidez navideña.

—¿Puedes prometerme una cosa? —susurra el rubio de modo que sólo el pelinegro pudo escucharle cuando un pensamiento intrusivo gobernó su mente.

—Dime —responde acariciando su espalda sin ambos dejar de abrazarse.

—Por favor, no te enamores de alguien más —pide con voz contenida aferrándose a su cuerpo— Por favor, no tengas a alguien más esperando por ti.

Conmovido, Jungkook besó su cien y cerró sus ojos mientras negaba lentamente con la cabeza.

—Yo siempre seré tuyo, ángel, siempre. Te lo prometo... —asegura con voz suave.

—Te amo muchísimo —confiesa finalmente mirándolo a los ojos con un eje inseguro— En serio te amo con todo lo que soy, lo sabes, ¿verdad?

—Lo sé.

Jimin volvió a abrazarlo comenzando a soltar unas cuentas lágrimas.

—Desearía que las cosas fueran diferentes... —empieza a decir en voz baja— Desearía poder presentarte formalmente ante mis padres sin tener que esconderme, desearía que pudieras estar aquí conmigo siempre sin necesidad de hacerlo en su ausencia... Desearía poder sentirme libre... contigo...

Permanecieron abrazados en silencio por varios minutos hasta que a Jungkook se le ocurre una idea y repentinamente rompe el abrazo para mirar a Jimin a los ojos.

—Eso puede cambiar.

—¿Cómo?

—Vámonos de aquí —suelta viéndole con ilusión— ¡A dónde sea! Si te lo propones puedes empezar desde cero, Jimin. Deja esa carrera que odias y haz el examen de admisión para una universidad pública, eres súper inteligente, pasarás con los ojos cerrados.

—¿Qué? —le mira espantado como si hubiera dicho una barbaridad— ¿De qué estás hablando? ¿Estás loco? ¡No puedo hacer eso! Mis padres me matarían.

—¡Claro que puedes! —le anima con una sonrisa— Ya no tendrías que depender más de tus padres para que financien tus estudios, con tus calificaciones podrías optar perfectamente por una beca universitaria y si quieres conseguir un trabajo.

Jimin le mira incrédulo pero sin decir nada.

—Puedo ayudarte a conseguir un trabajo —continúa Jungkook— Y podríamos irnos a vivir juntos lejos de aquí, imagínate, sólo tú y yo.

—¿Quieres que deje la casa de mis padres? —resalta al pensar en lo imposible que sonaba eso en su cabeza, una vida lejos de sus padres, dejar su casa, su vida y todo lo que conocía.

—¿No es eso lo que quieres? —pregunta el pelinegro— ¿Independizarte y ser completamente libre de ellos? ¿Dejar su control y sus reglas sobre ti? La única manera de obtener la libertad que quieres es abandonando ese lugar.

—Pero... ¿A dónde iría?

—Conmigo —toma delicadamente su rostro entre sus manos y sonríe— ¿Acaso no escuchaste? Puedes vivir conmigo y Appa Yejun mientras consigues un trabajo. Después podemos rentar un apartamento entre tú y yo, vivir juntos, ¿no te gustaría?

—Sería un sueño hecho realidad... —le devuelve la sonrisa— ¿Pero no crees que estamos muy jóvenes para eso? ¿No es demasiado arriesgado?

—Yo me arriesgaría a hacer cualquier cosa solamente para estar contigo, ángel —confiesa y suspira— ¿Y de eso no se trata la vida? ¿De arriesgarnos? ¡Sólo tenemos una vida! ¿En serio quieres pasar el resto de tus días bajo el control de tus padres? Ni siquiera consideraste la opción de independizarte por tu propia cuenta porque ellos ya tenían todo planeado y listo para ti. Demuéstrales que puedes salir adelante sin su ayuda y podemos comenzar a forjar nuestra vida, juntos.

Jungkook vió a Jimin pensativo y un poco convencido mientras la música aún sonaba de fondo, y no supo si fue la intensidad del momento, la conversación impulsiva, fantasiosa y mágica que habían tenido, lo increíblemente hermoso que se veía su novio esa noche, pero tuvo la inmensa necesidad de adelantar todo lo que había planeado desde hace tiempo para cuando cumplieran dos meses de novios.

Tuvo la inmensa necesidad de utilizar la pequeña caja de compromiso que tenía dentro de su abrigo y que había comprado hace un par de semanas. Siempre lo llevaba consigo por si en algún momento surgiera la oportunidad correcta para proponérselo, y sintió que ahora mismo lo era.

Así que repentinamente tomó su mentón con delicadeza y encontró sus miradas, y con las pupilas dilatadas y un rostro iluminado, las palabras salieron sin pensarlas más de su boca:

—Jimin, ¿te casarías conmigo?

De inmediato el contrario cambió su expresión a una completamente sorprendida, sonrojada y conmovida.

—¿Q-Qué?

Jungkook no respondió, sólo tanteó algo dentro de su bolsillo sin apartar sus ojos de Jimin y entonces se agachó, sacando una pequeña caja de terciopelo negro. Al abrirla, expuso un plateado, elegante y brillante anillo de compromiso que estaba adaptado al tamaño del dedo anular de Jimin y sus gustos en diamantes y joyería. Lo había comprado específicamente para él, y para ese momento.

Temblando ligeramente y soltando un largo suspiro, continuó:

—Escucha, sé que somos muy jóvenes, sé que apenas estamos empezando nuestras vidas y apenas estamos en la universidad, pero... —tragó saliva con dificultad— Jamás había sentido lo que siento por ti con nadie más, jamás había amado a alguien de la misma forma en la que te amo a ti, jamás había querido pasar el resto de mi vida con una persona hasta que te conocí a ti... —confesó con voz contenida y ojos brillantes— Quiero absolutamente todo contigo, Jimin. Todo. Y no tenemos que casarnos ahora, puede ser de aquí a dos, cuatro, seis años, no me importa. Pero quiero comenzar mi vida contigo, desde cero, siendo mi futuro esposo. Así que... ¿Te casarías conmigo?

No estuvo planeado, pero extrañamente todo estaba perfecto. Sus atuendos abrigados, la noche refrescante, la mejor época, las luces navideñas y faroles a su alrededor, la música romántica de fondo, el hermoso y solitario kiosco navideño para poder mantener un momento de privacidad.

Era perfecto, y sólo faltaba una respuesta.

Jimin estaba pálido, terriblemente pálido y petrificado en su lugar con las lágrimas cayendo como cascadas de sus ojos y el corazón a punto de salirse del pecho.

—Y-Yo...

Yo nunca estuve listo, así que te vi irte.

Jungkook permaneció aún inclinado en el suelo con el anillo expuesto y una pequeña sonrisa que poco a poco fue desapareciendo en cuanto Jimin seguía sin responder al estar completamente en shock.

A veces simplemente no sabes la respuesta hasta que alguien está de rodillas y te lo pregunta.

—Y-Yo... —volvió a balbucear el rubio hecho un mar de lágrimas hasta que comenzó a negar suavemente con la cabeza y sus labios temblaron— L-Lo siento mucho... P-Pero n-no puedo...

La forma en la que el corazón de Jungkook se rompió completamente en mil pedazos en ese momento lo seguiría perturbando y atormentando en los próximos años, nunca logrando haberse recuperado de ese rechazo en su vida.

Su rostro se contrajo a uno consternado y dolido mientras volvía a ponerse lentamente de pie y cerraba la pequeña caja de compromiso, enfocándose en el rostro afligido de su novio sin decir absolutamente nada. Estaba en shock. Jamás se había esperado esa respuesta de su parte.

—T-Te amo, Jungkook —sollozó Jimin posando sus manos sobre su pecho y mirándole fijamente a los ojos— E-En serio te amo con todo lo que soy, te amo más que a cualquier persona en este mundo y jamás amaré a alguien como te amo a ti... —confesó intentando organizar todas las emociones que sentía en ese momento— P-Pero no puedo hacerlo... n-no puedo dejar mi carrera, no puedo abandonar la casa de mis padres, no puedo irme a vivir contigo y-y mucho menos puedo casarme contigo... S-Somos muy jóvenes para esto, ni siquiera llevamos dos años juntos y no estoy listo para nada de eso... Sé que dije que sería un sueño hecho realidad pero sólo es eso, un sueño, m-mi vida es muy diferente a la tuya y no puedo simplemente abandonarla.

Aún desconcertado, Jungkook sacó la energía y estabilidad para tragar saliva y asentir con la cabeza, apartando suavemente las manos de Jimin de su pecho.

—¿Entonces eso qué significa? —formuló después de varios minutos en silencio con una voz completamente apagada— ¿En qué posición nos deja?

—¿D-De qué estás hablando? —cuestionó viéndole confundido y limpiando sus lágrimas.

—Te importa más tu vida privilegiada y padres estrictos que tu relación conmigo.

—¿Qué? No, no es eso... —negó varias veces con la cabeza y suspiró ante lo que estaba a punto de confesar— E-Es sólo que... H-Hace un mes mi madre me llamó al celular mientras estaba en su otro viaje a Tokio con mi padre, y-y al parecer lograron conseguirme una pasantía de un año en un prestigioso hospital de allá... A-Así que tendré que irme a Tokio por un tiempo... No puedo hacer planes contigo a largo plazo porque no funcionarán...

—Así que vas a dejarme para irte a Japón —afirmó Jeon con un rostro completamente serio— A hacer una pasantía de una carrera que odias y sólo porque no eres capaz de enfrentarte a tus padres.

Park reaccionó al instante negando otra vez.

—No, no, no es eso. Deja de suponer cosas que no he dicho.

—Es exactamente eso, Jimin. ¿Y cuando pensabas decírmelo? —interrogó con la mandíbula presionada— ¿Nunca, verdad?

—Jungkook...

—Jimin, escucha, n-no me siento bien ahora mismo para hablar de esto... —confesó cerrando sus ojos y suspirando, intentando calmarse— No quiero hablar, no aquí. Vamos a mi casa, Appa Yejun no está así que será mejor.

Jimin hizo ademán de hablar pero inmediatamente Jungkook se dio media vuelta y se alejó con rapidez mientras guardaba la caja de terciopelo negro devuelta a su abrigo. De inmediato, Jimin le siguió intentando alcanzarlo antes de que llegara al auto. Jungkook se subió al asiento piloto, encendiendo el motor sin molestarse en ver cuando Jimin se sentó en el asiento copiloto y cerró la puerta. Jimin tragó saliva viendo a Jungkook de reojo, no sabía qué decir o hacer en ese momento, pero lo conocía, sabía perfectamente que estaba muy enfadado o tenso. No sabía cuál de las dos opciones era la más factible pero se estaba comportando muy extraño, y lo entendía.

El trayecto al apartamento donde vivía Jungkook con su abuelo no fue largo, vivían cerca del parque, llegaron en menos de cinco minutos pero fue de los momentos más horribles y tensos que Jimin pudo haber experimentado. La tensión podía cortarse con el ligero roce del aire y en efecto, se rompió en el momento en que cruzaron la puerta de entrada.

—Jungkook, escúchame...

—Claro, te escucho —se volteó con una sonrisa sarcástica— Porque creo que eso es absolutamente lo único que he hecho, escucharte, escucharte y escucharte. ¿Pero alguna vez pensaste por un momento que yo también tenía algo por decir? ¡No, por supuesto que no! ¿Y sabes por qué? Porque, en efecto, eres un completo irresponsable ya estoy cansado de todo esto.

De inmediato Jimin frunció el ceño y se puso a la defensiva.

—¿De qué mierda estás hablando? ¡Claro que te escucho, siempre lo hago! Sólo necesito que entiendas que yo-

—Grandioso, comienza a hacerte la víctima otra vez —interrumpió Jungkook completamente fuera de sí, como una maldita bomba de tiempo a punto de estallar— Sí, ya sé que tienes unos padres de mierda y controladores, sí, ya sé que te obligaron a estudiar una carrera carísima y que odias. ¡Ya lo sé! ¿Y sabes qué? ¡Me importa una mierda!

—¿Q-Qué carajos te sucede? —reprochó el rubio mirándolo completamente anonadado y dolido.

Jungkook soltó una risa seca llevando ambas manos a su rostro y negando con la cabeza.

—¿Estás jodiéndome? —murmuró para volver a verlo y finalmente explotar— ¡¿Cómo mierda esperas que reaccione o esté bien después de lo que me dijiste en el kiosco?! ¿Cómo carajos vas a irte a Tokyo por un año y yo no estaba enterado de nada? ¿Es qué en serio no te pones a escuchar la mierda que sale de tu boca? ¡Eres un completo egoísta! Vas y haces siempre lo que te da la maldita gana y luego sólo esperas que yo me lo trage todo sin más.

—¿Egoísta yo? —resaltó Jimin comenzando a respirar agitadamente por la cólera y acercándose a Jungkook para colocar un dedo índice en su pecho— ¡Tú eres el que pasa ilusionándose y poniendo palabras en mi boca que yo jamás he dicho! ¡Tú eres el que me pide matrimonio, sabiendo perfectamente mi situación y esperando que acepte sin importar nada! ¡Tú eres el que se pone celoso porque salgo con otras personas y no piensas que tal véz es porque necesito otra clase de compañía! ¡Tú eres el que me idealizó todo este maldito tiempo y después me echa la culpa por su propia fantasía! ¡Tú fuiste el que decidiste salir conmigo aun sabiendo perfectamente mi estilo de vida! ¡Y tú eres el que espera que mi maldita vida gire entorno a ti! —exclamó con lágrimas en sus ojos e intentando calmarse— Y la vida no es así, Jungkook... No puedo tomar decisiones a tu beneficio, no puedo simplemente hacer la vista gorda a lo que me piden y simplemente huir.

Agitado y con el rostro duro, Jungkook asintió con la cabeza y sonrió con arrogancia.

—¿Te estabas guardando todo eso desde hace mucho tiempo, no? —murmuró comenzando a acercarse lentamente con un aura amenazante hacia el rubio quien por instinto fue retrocediendo— Tengo muchas cosas que decir respecto a todo lo que dijiste, pero sólo voy a reducirlas a una sola palabra, eres un maldito cobarde...

Jimin tragó saliva mientras las lágrimas comenzaban a bajar por sus mejillas.

—Eres un cobarde —volvió a repetir Jungkook con ojos oscuros y mirada rencorosa— No tienes las agallas de hacerle frente a tus padres, no tienes agallas para dejar la medicina y estudiar diseño que sé que eso es lo que quieres hacer, no tienes las agallas de tomar riendas a tu propia vida y controlarla, no tienes las agallas de defender tu relación, no tienes las agallas de responsabilizarte sobre eso... Y sólo buscas culpar a los demás de tus propias acciones, culparme a mí, ¿de idealizarte? Por supuesto que lo hice, creí que eras alguien completamente diferente. ¿Pero de idealizar nuestra relación? Mi querido ángel, en eso estás equivocado. ¿Querer hacer mi vida contigo, mudarnos juntos, casarme contigo? Pura idealización y fantasías mías en las que tú no tienes nada que ver, ¿ah? Perfecto. ¿Entonces de qué sirvió todo este tiempo juntos si ni siquiera compartimos los mismos planes de vida? ¿De qué sirve nuestra relación si ni siquiera visualizas un futuro conmigo?

—Sí, lo hago —aseguró Jimin soltando un inevitable sollozo ante las palabras de Jungkook, él siempre había sido muy hiriente cuando estaba enojado pero jamás le había hablado como ahora. Y en el fondo, sabía que probablemente se lo merecía— Jungkook, te juro por mi vida que sí lo hago, que sí quiero eso contigo y más, pero yo-

—Pero, pero, pero y más peros —bramó el pelinegro volteando los ojos— Me importa una mierda tus peros, eso sólo me suena a mentiras, mentiras y más mentiras. Porque eso es lo único que haces, mentirme todo el maldito tiempo y estoy increíblemente harto de eso. Hablas pero no veo ninguna acción de tu parte, me dices que me amas pero ni siquiera puedes defender nuestra relación... —le miró con una expresión dolida— Yo ya no confío en ti, Jimin.

Park inhaló y exhaló temblorosamente con la nariz roja.

—Estás comportándote como un completo hijo de puta en este momento.

—Lo sé, y me importa una absoluta mierda porque lo único que estoy diciendo es la verdad, mi verdad, mi ilusión, mi fantasía, ¿no es así, ángel? —inclinó levemente su rostro y frunció el ceño— Y no quiero escucharte más quejándote una y otra vez de tus padres sin hacer absolutamente nada al respecto, porque déjame decirte que tus padres son los seres humanos más detestables, narcisistas, hipócritas y basura que he conocido en mi puta vida... Y no me sorprendería si llegas a ser exactamente igual que ellos...

—¡Eres un imbécil —Jimin reaccionó de inmediato comenzando a empujarlo con fuerza desde el pecho— ¡No te atrevas a decir nada sobre mis padres! ¡No sabes absolutamente nada! ¡Cállate! ¡Estoy harto de ti!

Jeon se mantuvo sereno e intentó resistirse a los empujes de Park alejándose paulatinamente de él pero no tardó en imponerse y agarrarlo de las muñecas con fuerza para detenerlo y hacer que le mirara fijamente a los ojos.

—M-Me alegra saberlo —espeta el pelinegro con los ojos repentinamente brillantes y dolidos— Me alegra saber que estás harto de mí porque yo también estoy malditamente harto de ti. ¿Y sabes qué? —se quedó callado por unos segundos y tragó saliva con dificultad— Me parece perfecto que ahora estemos en la misma página porque tú y yo, terminamos.

Dicho esto lo soltó y se alejó rápidamente de él. Dejando al contrario completamente abrumado, confundido y destrozado.

—¿Q-Qué? —soltó Jimin en un hilo de voz sintiendo su respiración comenzar a agitarse y las lágrimas caer nuevamente por sus mejillas— ¿E-Estás terminando conmigo?

—Sí, eso es lo que estoy haciendo —afirmó Jungkook desde la cocina ahora con una caja de cigarrillos mientras sacaba uno, lo llevaba a su boca e intentaba encenderlo con sus manos temblorosas. Finalmente lo encendió e inhaló con fuerza para después soltar el humo y mirar al contrario— N-No voy a estar con una persona que no toma en serio su relación y que no es capaz de sacrificar cosas por mí. No voy a estar con un maldito mentiroso, irresponsable y cobarde —volvió a darle una rápida calada a su cigarrillo mientras sus lágrimas caían por sus mejillas por primera vez en toda la discusión— Y-Y me arrepentimiento de absolutamente todo lo que dije en el kiosco, no sabes lo terrible que me siento ahora mismo al saber que tú no sientes lo mismo que yo... Creo que simplemente no somos el uno para el otro, tal vez esto fue un error desde el principio...

Park sollozó con fuerza mirando a su alrededor completamente perdido y negando varias veces con la cabeza.

—P-Pero... D-Dijiste que nunca me dejarías... D-Dijiste que estaríamos juntos siempre... L-Lo prometiste...

—Y tú me prometiste que ninguna cosa en el mundo lograría separarnos, y mírate ahora... —dijo de inmediato Jeon acercándose nuevamente a él— A punto de irte a otro maldito país sólo porque tienes miedo de abrir la boca... Creo que nos ahorré lo inevitable, y ambos sabemos que esto ya no va a funcionar más.

Desesperado, Jimin perdió la cordura y estabilidad.

—J-Jungkook... —lloró rompiendo la distancia entre ellos dos y se aferró a su ropa, viéndole angustiado— P-Por favor, n-no hagas esto, no me dejes, lo siento mucho... —hipó y negó con la cabeza intentando seguir la mirada del contrario cuando este la apartó para no verle— Y-Yo te amo... Por favor, mírame... —suplicó tomándole del mentón y obligándolo a verlo— Te amo... Lo hago, te juro que sí lo hago, e-esto no tiene por qué separarnos, no es lo que quiero... P-Podemos solucionarlo como siempre lo hacemos... Juntos... Tú y yo... —sollozó comenzando a angustiarse— Siempre hemos sido sólo tú y yo... Por favor, no me hagas esto... No puedo vivir sin ti... T-Te necesito...

Jeon inhaló y exhaló lentamente con los ojos llorosos y negó con la cabeza.

—Perdón, ángel... Y-Yo también te amo... Te amo demasiado... Pero ambos sabemos que no lograremos solucionar nada... —tragó saliva con dificultad para después fruncir el ceño— Y ya no puedo más, estoy harto, no quiero seguir más contigo... No soy capaz de creerte absolutamente nada, sólo quiero acabar con esto de una vez por todas. Es lo mejor para los dos. Por favor, entiéndelo.

Poco a poco, el rostro afligido de Jimin fue cambiando a uno completamente furioso y gritó de frustración para darle un fuerte empujón a Jungkook desde el pecho.

—¡Bien! —exclamó sin dejar de sollozar a pesar de que estaba molesto— ¡V-Vete a la mismísima mierda! Yo tampoco quiero estar con un hombre tan malditamente manipulador, egoísta e insoportable. ¡Tú te arrepientes de mí entonces yo también me arrepiento de ti! ¡No quiero volver a verte en mi maldita vida! ¡Te odio!

Jungkook se zafó bruscamente de él viéndole de nuevo enfadado.

—¡Genial, lárgate a Tokio si eso lo que tanto quieres! —gritó igual señalando la puerta— ¡Jamás vas a encontrar a alguien como yo!

—¡Eres un egocéntrico! —espetó comenzando a retroceder hacia la salida— ¡Claro que lo haré, así no volveré a saber nada de ti!

—¡Perfecto!

—¡Fantástico!

—¡Maravilloso!

—¡Excelente!

Nunca imaginé que terminaríamos así.

Y sin más, y así de simple, rápido e impulsivamente, Jimin abandonó el apartamento de Jungkook tirando la puerta con fuerza dando por finalizada su relación.

Pasaron exactamente treinta segundos en los que Jungkook se mantuvo con la respiración agitada y manos en su cintura, manteniendo una expresión colérica mientras pensaba en todo. Hasta que poco a poco sus facciones comenzaron a relajarse, cayendo en cuenta de los hechos como un balde de agua helada y quedó paralizado. Y fue como si algo hubiera hecho click en su cerebro porque su rostro pasó a uno angustiado y negando con la cabeza corrió despavorido hasta la puerta del apartamento para abrirla y buscar a Jimin.

Pero él ya no estaba ni se veía por ningún lado.

Jimin se había ido.

Dijiste que me amabas. Entonces, ¿por qué te fuiste?

Exaltado, Jungkook llevó ambas manos a su cabeza y gritó con fuerza e impotencia para darle un golpe a la puerta con su pie. ¿Qué mierda había hecho? Tuvo el impulso de sacar su celular y llamarlo, tomar un maldito taxi y seguirlo, pero se contuvo. Intentó calmarse y convencerse a sí mismo de que había tomado la decisión correcta, era lo mejor para los dos y tenía sus razones. Dolía, dolía como el ardor de mil infiernos, pero se obligó a mostrar dignidad y volvió a entrar a su apartamento.

Después de eso no volvieron a hablarse, se dejaron de seguir en todas las redes sociales y se bloquearon permanentemente de las mismas, borraron sus números de teléfono, tiraron a la basura o guardaron todo lo que tenían que les recordara al otro.

Y nunca más volvieron a verse ni siquiera para disculparse o hablar mejor del tema, los dos cortaron abruptamente lazos como los jodidos orgullosos, testarudos y rencorosos que eran.

Dicen que todas las parejas atraviesan en algún momento de su relación una gran pelea. La gran guerra, por así decirlo. Momento en el que se enfrentan directamente con sus diferencias, preocupaciones y problemas. Esta gran guerra es dura, densa y no todos pueden combatirla. Muchos soldados, muchas parejas, no sobreviven a ella. Puede más que ellos y probablemente no tenían las armas, las herramientas suficientes para poder enfrentarla.

Dicen que al superar la gran guerra significaba que probablemente estarías para toda la vida con esa persona y que ningún problema, ninguna persona y ningún obstáculo lograría separarlos.

Y desgraciadamente, Jungkook y Jimin no sobrevivieron.

Oficialmente llegó el storytime más esperado desde el inicio de la historia, y ahora sabiendo cómo terminaron, más acorde a todo lo que han leído sobre el comportamiento y actitudes de ambos desde que volvieron a verse, sólo me queda por decir, ¿ahora lo entienden?

Prepárense mentalmente para el maraton del sábado porque comenzaremos a descender.

Nos vemos, gracias por seguir apoyando la historia, les tkm, bye, bye.

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