025.
Había pasado una semana desde la sesión de fotos para la marca Smith Jones.
A este punto, Jimin se había adaptado muchísimo mejor en el trabajo, a pesar de que su puesto era temporal y en cualquier momento se terminarían todos los detalles finales de la imagen corporativa de la marca Smith Jones. En total han pasado dos meses y un par de semanas desde que ingresó a la agencia y aunque al inicio le costó integrarse, ahora se sentía muchísimo más cómodo.
Describió que hacía muy buena pareja de trabajo con Ryujin, realmente encajaban muy bien en ideas y conversaciones. Sin embargo, en los últimos días entre ellos comenzó a haber una extraña tensión y distancia, no tanto de parte de Jimin sino de Ryujin. Él no sabía por qué, pero de la nada ella dejó de hablarle tan seguido y evitaba establecer diálogos extensos con él. Por un momento, Jimin se preguntó si de casualidad había hecho algo que la molestó o cometió un error.
Pero todo cobró sentido cuando se enteró que Jungkook y Ryujin habían comenzando a salir otra vez.
En un ambiente de trabajo, y más aún, de oficina, los rumores corrían y se extendían por todos los pasillos, oídos y bocas. Así que no tardó mucho tiempo en que llegara a sus oídos por parte de Hanaku, quien también le confesó que se había acostado una vez con Jungkook pero que no habían llegado a más y no volvió a repetirse. De pronto, en la conversación ella agarró confianza y le quiso relatar su noche con Jungkook. Y, claramente, Jimin se sintió sumamente incómodo y abrumado por lo que intentó cambiar el tema de conversación y alejarse.
Y más cuando sintió esa horrible sensación de enojo y desagrado en su pecho.
En un mismo día, se había enterado de que Jungkook literalmente se acostó con sus dos únicas compañeras de trabajo y por mucho que quisiera evitarlo ya no podía verlas de la misma forma que antes. No sabía por qué, de repente y simplemente se sentía muy irritado al lado de ellas.
Especialmente con Ryujin, y no tanto por hayan hecho algo malo, no le interesaba la vida sexual o amorosa de sus compañeras de trabajo, pero... esto era diferente. Además, si Ryujin había comenzado a actuar de repente muy extraña con él, sólo había una explicación al respecto y es que Jungkook le había contado sobre ellos dos.
Por otro lado, las cosas con Jungkook habían estado muchísimo más extrañas. De alguna u otra manera, parecía que se habían puesto de acuerdo para ignorar la presencia del otro en el trabajo. Desde la sesión de fotos, Jungkook no le había vuelto a dirigir la palabra a Jimin, y mucho menos él. Al parecer ambos tenían sus razones personales para comenzar a tomar distancia uno del otro de una vez por todas. Pero aún así, cuando coincidían casualmente en un mismo espacio tiempo, todo se volvía extremadamente tenso y hacían todo lo posible para salir de ahí.
No había vuelto a hablarse. No habían vuelto a saludarse. No habían vuelto a coincidir en ningún lugar y mucho menos a mirarse.
Era raro y a la vez... sumamente desesperante.
¿Por qué? No tenía idea.
Pero la inquietud por saber si el extraño comportamiento de Ryujin se debía a que habían empezado a salir y él le contó todo sobre ellos. Porque, en el fondo, le molestaba estar perdiendo poco a poco la confianza de su compañera más cercana del trabajo y no creía que fuera justo.
Así que, como el maldito impulsivo que era, en su rato libre se encontró así mismo dirigiéndose a la oficina de Jungkook.
En cuanto el hombre le dio acceso a entrar, lo hizo y cerró la puerta detrás mientras observaba su rostro confundido.
—¿Se te ofrece algo? —preguntó Jungkook con un lenguaje corporal incómoda mientras permanecía sentado en su escritorio y usando gafas al haber estado leyendo.
—Sí —respondió y soltando un largo suspiro prosiguió a cruzarse de brazos— ¿Acaso le dijiste a Ryujin sobre lo que pasó entre tú y yo?
—¿Qué?
—Lo que escuchaste, ¿le dijiste algo? Porque desde hace semanas ella se ha estado comportando muy extraña conmigo y acabo de enterarme que ustedes dos habían vuelto a salir, así que todo cobró más sentido.
Jungkook esbozó una pequeña risa y volvió a enfocar su vista en lo que leía.
—No sé de dónde sacaste eso, pero no es verdad.
—Bien, entonces iré a preguntarle a ella —hizo ademán de dirigirse a la puerta.
—Espera.
El contrario le detuvo, Jimin se volteó con una mirada satisfactoria al verlo suspirar de forma cansada mientras se quitaba las gafas.
—¿Quién te dijo eso?
—No importa quién me lo dijo, toda la oficina está hablando sobre eso.
—Mierda... Se suponía que lo mantendríamos en secreto, pero todos aquí son unos chismosos de primera.
—¿Qué esperabas? Es una oficina —se encogió de hombros aún manteniendo sus brazos cruzados— Pero eso no es lo importante, no respondiste a mi pregunta.
Sin más, Jungkook se levantó del asiento y rodeó el escritorio comenzando a caminar lentamente a su dirección mientras metía las manos en sus bolsillos.
—¿Y por qué tu pregunta es más importante que mi relación con Ryujin?
—Sólo quiero saber.
—¿Ah sí? —alzó una ceja sin detener sus pasos— Pues creo que la respuesta es obvia, ¿no?
—Entonces le dijiste —asumió y tragó saliva en cuanto él se acercaba mucho más a su posición— ¿Y por qué lo hiciste hasta ahora y no antes?
Finalmente Jungkook se detuvo a un metro de distancia de Jimin, eso era lo más cercano que habían estado uno del otro desde hace un par de semanas. Y aunque no estuviera invadiendo completamente su espacio personal, ante la cercanía Jimin sintió un escalofríos de pies a cabeza pero decidió ignorarlo.
—Porque antes no planeaba tener algo serio con ella, pero ahora las cosas han cambiado —respondió con simpleza y una pequeña sonrisa.
—¿Qué ha cambiado? —frunció el ceño.
—No lo sé, tu dímelo.
—¿Eso que quiere decir? —intensificó más su mirada— No entiendo de lo que estás hablando, lo único que quería saber es si le dijiste sobre lo que pasó entre nosotros o no, y ya. ¿Por qué estás actuando tan extraño?
—Yo no soy el que vino de repente a cuestionarme cosas sobre mi nueva relación —se defendió fingiendo una mueca— Y para tu información, sí, sí le dije a ella, porque he decidido tener algo serio y como yo me tomo mis relaciones amorosas con más confianza, decidí contarle la verdad.
Jimin le fulminó con su mirada.
—¿Se supone que es una indirecta para mí?
—Tómalo como quieras, Park.
Sin decir más, y arrepintiéndose de ir a hablar con él, Jimin se dio media vuelta y se dirigió rápidamente a la puerta de no ser que Jungkook se le adelantó y se atravesó en su camino, colocando una mano en la puerta para evitar que saliera. Jimin se detuvo de golpe y le miró sorprendido sintiendo su corazón comenzar a latir de forma acelerada ante la gran cercanía que tenían en ese momento y la fulminante mirada de Jungkook viéndole fijamente a los ojos.
—¿Qué haces? —cuestionó el rubio viéndole confundido y algo sorprendido— Quiero salir.
—¿Por qué me invitaste a tu boda?
Park se congeló en su sitio y su rostro palideció.
—Y-Yo... —relamió sus labios y suspiró, intentando mantener la clama— No fue de parte mía, sino de Taehyung. Él te invitó, no yo.
—¿Entonces no quieres que vaya a tu boda?
—Por supuesto que no —respondió con obviedad pero al ver la expresión que puso el pelinegro cambió de opinión— Digo... me da igual.
—Así que te da igual...
—Jungkook, no entiendo absolutamente nada de lo que estás-... —se detuvo en cuanto olfateó el aroma familiar y conocido de cigarro provenir de las prendas del pelinegro. Entonces su rostro se suavizó y le miró sorprendido— Aguarda, ¿estás fumando, otra vez?
—¿Cómo?
—Hueles a tabaco... —especificó para verle confundido— No entiendo, me dijiste que dejarías de hacerlo por tu abuelo... ¿Qué pasó? —cuestionó cambiando a un semblante preocupado— Sólo fumas cuando te sientes ansioso o depresivo.
Inmediatamente Jungkook se alejó de él como un rayo y caminó devuelta a su escritorio.
—No pasa nada, ya puedes irte.
—¿Cómo que no pasa nada? —insistió comenzando a seguirle— Dijiste que llevabas un año sin fumar, no puedes botar todo tu esfuerzo a la basura de esa manera y más cuando tu vida puede verse igual de arriesgada en un futuro. Tienes que dejarlo ahora mismo, otra vez. Entre más rápido mejor.
—No, no puedo —negó con la cabeza deteniendo su caminar para colocar sus brazos en jarra— ¿Y quién eres tú para decirme qué hacer cuando estás igual que yo?
Jimin arrugó el rostro viéndole sin entender nada.
—¿De qué estás hablando?
—Te he visto volver a salir cada viernes por la noche a tomar con los demás compañeros, y eso quiere decir que has vuelto a tu vida de alcohólico descontrolado, inclusive en privado —acusó con molestia— Y sólo haces eso cuando necesitas algo con lo que desahogarte, así que no vengas a reclamarme nada cuando estás peor que yo.
—¿Y eso qué carajos te importa a ti?
—Podría hacerte la misma pregunta, Jimin —sonrió con insuficiencia— Vaya, ¿es que acaso tú puedes reclamarme todo lo que quieras pero yo no a ti? Parece que volvimos en el tiempo...
El rubio tragó saliva y negó varias veces con la cabeza.
—Es completamente diferente tomar a fumar, lo tuyo es mil veces peor y no puedes seguir haciendo eso... No ahora que tienes el vivo y claro ejemplo de tu abuelo que ahora mismo está luchando por su vida en un hospital —reclamó con voz firme— ¿En dónde quedó toda la motivación que tenías hace unas semanas?
—No metas a mi abuelo en esto —advirtió viéndolo con seriedad— Tú no tienes ni puta idea de nada así que deja de decirme qué hacer.
—¿Por qué me hablas así? —murmuró con voz más suave y mirada sinceramente afligida— Sólo estoy preocupado por ti, Jungkook.
Y entonces, el pelinegro finalmente perdió la cabeza y la cordura, volteando a ver al rubio con una mirada que sólo expresaba enojo, dolor y rencor. Especialmente dolor. Lo más probable no estaba pensando con claridad en ese momento, cosa que se estaba haciendo muy común en él pero no le importaba. Sólo necesitaba soltar el vómito verbal que tenía atascado en su garganta desde hace días.
—Escúchame... —comenzó con voz retenida y molesta— ¿Quieres respuestas? Bueno, esta es tú respuesta. No quiero volver a tener ningún contacto contigo —confesó tragando saliva con dificultad— No quiero volver a saber absolutamente nada de ti ni mucho menos a hablarte, otra vez... No quiero que vuelvas a buscarme porque yo no voy a responder más. No me interesa nada más relacionado a ti. No quiero que estés más en mi vida de ninguna forma... Sólo quiero alejarme permanentemente de ti. Estoy harto de todo esto y estoy seguro que tú también lo estás. Así que, hazme un favor y hazte un favor, concéntrate en tu relación y yo me concentraré en la mía... Sólo aléjate de mí. ¿Te quedó claro, Park?
Sintiendo un doloroso nudo en la garganta, Jimin inhaló y exhaló para asentir con la cabeza manteniendo una expresión indiferente.
—Muy claro, Jeon —afirmó con la voz más decente que pudo hacer antes de darse la vuelta y salir velozmente de la oficina cerrando la puerta con fuerza.
Jungkook relajó su mirada y sintió sus ojos picar por lo que miró hacia arriba y llevó sus dedos al puente de su nariz, intentando calmarse.
Estando afuera, Jimin caminó rápidamente por los pasillos con la mirada gacha hasta llegar a los baños de hombres y meterse allí. No le importó si estaban vacíos o no, sólo se aferró al lavado y se permitió soltar el fuerte sollozo que estaba aguantando desde el principio. No supo por qué, sólo comenzó a sollozar por varios segundos sin control alguno hasta que logró calmarse, intentando controlar su respiración y limpiando sus lágrimas.
¿En qué momento nos convertimos en esto?
A continuación, abrió el grifo e intentó suavizar su rostro afligido con agua mientras tomaba un poco para bajar el nudo en su garganta que amenazaba con volver a romperse. Sin embargo, las palabras de Jungkook volvieron a resonar en su mente por lo que soltó otro sollozo y cubrió su rostro. Se sentía tan patético, débil y vulnerable por su reacción.
—Hey, ¿estás bien?
Jimin pudo reconocer aquel peculiar acento americano y de inmediato se sobresaltó para voltearse a verlo completamente sorprendido.
Era el CEO.
Al parecer el hombre no había reconocido de quien se trataba hasta que Jimin descubrió su rostro y lo miró, por lo que de inmediato suavizó su mirada a una completamente sorprendida y se acercó más a él.
—Oh, Dios mío. ¿Jimin? ¿Qué sucede? ¿Estás bien? —bombardeó con varias preguntas mostrándose sumamente preocupado.
Avergonzado, Jimin apartó la mirada y comenzó a limpiar rápidamente sus lágrimas mientras de forma inconsciente se alejaba de él.
—Sí, estoy bien —respondió con voz ahogada— Lo siento, no tenía idea de qué estabas aquí... —le miró confundido— ¿Qué haces aquí?
—Acabo de llegar, iba a reunirme con Taehyung para confirmar algunos asuntos con la imagen corporativa pero eso no importa ahora —respondió y negó con la cabeza acercándose a él para posar una mano en su mejilla y limpiar sus lágrimas con su dedo pulgar— Cuéntame qué sucedió, no me gusta verte llorar así.
De inmediato Jimin intentó apartarse disimuladamente de él al sentirse incómodo por la repentina cercanía pero este sólo volvió a acercarse con naturalidad.
—Yo... es una tontería —le restó importancia el rubio intentando evadir el tema y apartando su rostro de las manos del hombre— Estoy bien, no te preocupes por eso.
—¿Estás seguro? —levantó una ceja— Porque puedes confiar en mí, yo no voy a hacerte daño.
—Muchas gracias, pero estoy bien.
Pero el CEO no le creyó ni una sola palabra y el verlo vulnerable sólo significaba la oportunidad perfecta para finalmente acercarse a él como había querido hacer desde un principio.
—Definitivamente no estás bien, escucha... —comenzó colocándose a su lado mientras posaba una mano sobre su espalda baja y acercaba su rostro— Tengo una propiedad aquí en la ciudad, hay jacuzzi, chef personal y cualquier cosa que quieras, puedes venir conmigo este fin de semana y quedarte algunos días. Quizás eso podría despejar un poco tu mente, te prometo que te sentirás mejor.
El corazón de Jimin comenzó a latir repentinamente con más fuerza y no de forma nerviosa o cautivada, sino en señal de peligro, una sensación de peligro que reconocía bastante bien.
—Oh, qué lindo gesto de tu parte pero no creo que sea buena idea —explicó intentando ocultar su voz temblorosa y fingiendo una pequeña sonrisa— En serio, estoy bien, sólo tuve un mal momento y ya.
—Vamos, cariño. Sé que lo necesitas —insistió acercándose más y sonriendo de forma ladina— Además tengo una propuesta interesante para ti, vi tus fotografías y realmente quedé cautivado con tu trabajo, comienzo a considerar que podrías ser mi musa para mis próximos diseños.
—No lo creo —respondió intentando alejarse con más obviedad pero de inmediato el mayor intensificó su agarre en su cintura y le miró confundido.
—¿Por qué te alejas? —ladeó su cabeza— Yo no voy a hacerte nada malo, sólo estoy siendo amable y ofreciéndote una buena oportunidad. Ganarías muchísimo más de lo que ganas ahora como diseñador. Sólo tienes que acompañarme unos cuántos días en mi propiedad y puedo cambiar tu vida por completo.
Para ese momento el corazón y la respiración de Jimin estaban agitados y sólo pudo tragar saliva con dificultad mientras negaba varias veces con la cabeza.
—N-No sé qué impresión tienes de mí o la que te di, pero yo estoy comprometido y-
—Lo sé, ¿pero quién tiene qué saberlo? No hay necesidad de seguir fingiendo, tu esposo no está aquí. Vamos, ven conmigo y no te arrepentirás.
—P-Por favor, suéltame —pidió comenzando a alejarse con más fuerza de él pero este se resistía a soltarlo— En serio, no quiero nada de lo que me estás proponiendo y me siento muy incómodo ahora mismo.
Pero el CEO sólo terminó por acorralarlo desde la cintura contra el lavado y acercar su rostro. Inmediatamente Jimin colocó sus manos sobre sus brazos para intentar alejarlo.
—¿Estás seguro? —volvió a preguntar el extranjero en un susurro— Porque puedo darte la mejor noche de tu vida y mucho más.
Jimin comenzó a temblar, sentía su cuerpo paralizado y por mucho que quisiera moverse no podía coordinar mente y cuerpo. Su respiración estaba agitada y las lágrimas comenzaron a amenazar con volver a salir.
—N-No me toques. Suéltame.
—Vamos, dulzura. ¿Por qué no me llamaste? Estuve esperando días tu llamada y nada... No te hagas el difícil, sólo es una noche.
A continuación el CEO tomó su rostro entre sus manos y se impulsó hacia el frente en un intento de besarle pero de inmediato Jimin logró reaccionar y comenzó a apartarlo con fuerza de su cuerpo en empujes constantes y llenos de adrenalina hasta lograr quitárselo de encima. Tuvo el impulso de querer darle un golpe en el rostro después de eso pero su mente directamente le ordenó que saliera ahora mismo de ese lugar, y eso hizo.
—¡Eres un exagerado! —escuchó al americano reclamarle mientras salía corriendo de allí.
Jimin avanzó velozmente por los pasillos de la agencia sin ningún objetivo en concreto con las lágrimas nublando su vista y sintiendo que su corazón iba a estallar en cualquier momento. No supo cómo ni cuándo, pero de repente se topó con Taehyung y este lo tomó de los hombros viéndole asustado.
—¡¿Jimin?! ¿Qué mierda pasó? ¿Estás bien?
Jimin se aferró a la camisa de Taehyung mientras comenzaba a hiperventilar y sin dejar temblar.
—É-Él CEO-... —comenzó intentando acomodar sus palabras y pensamientos— É-Él intentó b-besarme y-... —no pudo continuar porque rompió en llanto y negó con la cabeza.
El rostro de Taehyung palideció y no fue necesario que Jimin le explicara completamente la situación para entenderla por lo que no dudó en fruncir el ceño y presionar su mandíbula. Al mismo tiempo, Hanaku aparecía en la escena y comenzaba a cuestionar qué estaba sucediendo.
—Tranquilo, todo estará bien, yo me encargaré —sentenció Kim apartando las manos de Jimin de su cuerpo y alejándose de él— Hanaku quédate con él yo iré a buscar a seguridad.
—Sí, señor —asintió la rubia para acercarse a Jimin y tomar su brazo.
—Taehyung... —este intentó detenerlo pero el azabache comenzó a alejarse y al tenerlo lejos sólo sintió su ataque de ansiedad incrementarse más y más.
—Está bien, Jimin. Sólo respira —intentó calmarlo Hanaku sumamente nerviosa sin saber qué hacer— V-Ven conmigo, te llevaré con la psicóloga de la agencia.
Pero Jimin ni siquiera sentía que podía caminar en ese momento al sentir sus piernas inmóviles y temblorosas, sólo pudo dejarse recaer en una pared hasta sentarse mientras llevaba ambas manos a su pecho. Las lágrimas no paraban de bajar de su rostro rojo y sudoroso, su cuerpo temblaba como si tuviera escalofríos y sólo podía respirar por la boca al sentir un bloqueo en el conducto nasal de su nariz. No sabía si se sentía así por los típicos síntomas de un ataque de ansiedad, por la situación traumática que acaba de vivir o un resultado de ambas cosas. Pero este era uno de los peores ataques de ansiedad que había tenido en su vida. Literalmente sentía que iba a morir en cualquier momento y comenzó a desesperarse.
—¿Jimin? —Hanaku se agachó a su altura y le miró completamente preocupada y asustada. Jimin se veía realmente fatal, no había nadie más en el pasillo y no podía dejarlo ahí para buscar ayuda, pero tampoco podía levantarlo del suelo. Jamás había lidiado con algo parecido en su vida y no tardó en perder la calma— M-Mierda, no sé qué hacer, dime qué necesitas. T-Todo va a estar bien.
De pronto e inesperadamente, Jungkook aparece en el pasillo como si estuviera buscando a alguien de forma desesperada hasta que sus ojos aterrizaron en Jimin y su expresión pasó a una pasmada. Hanaku lo miró como un héroe con un rostro esperanzado y no tardó en levantarse para trotar hacia él cuando este comenzó a avanzar rápidamente hacia ellos.
—¡Jungkook, ayúdame! —pidió angustiada hablando con rapidez— Jimin está muy mal y no sé qué-
—Ve por la psicóloga y llama a emergencias —respondió inmediatamente Jungkook sin haberla mirado a los ojos y apartándola del camino con su vista enfocada sólo y en dirección a Jimin.
Hanaku no lo dudó dos veces y salió corriendo en busca de ayuda profesional.
Mientras que Jungkook llegó rápidamente hacia Jimin y se inclinó para estar a su altura.
—Escúchame, procura respira hondo por la nariz y-
No terminó de hablar porque en el momento en que Jimin alzó la mirada y lo reconoció, soltó un fuerte sollozo y se lanzó a sus brazos sin importarle absolutamente nada. Su mente y cuerpo reaccionando de forma voluntaria hacia aquella persona que sabía le haría sentirse mejor. Se aferró hacia la única persona que podía calmarlo en esos momentos como hizo una y otra, y otra vez en el pasado. Se aferró a lo único que le trasmitía seguridad y estabilidad. Con los brazos envueltos alrededor del cuello de Jungkook, Jimin sollozó dolorosamente sobre su hombro, arrugando sus ropas y aspirando como un desesperado su aroma a colonia y cigarros que tanta tranquilidad le transmitía.
Claramente Jungkook no lo rechazó, lo recibió sin dudar y rodeó su espalda con un brazo apegándole más a su cuerpo mientras que llevaba una mano a su cabello y lo acariciaba.
—Lo siento —susurró en ese momento cerrando los ojos mientras lo sentía temblar y sollozar sobre su cuerpo. Anteriormente había estado en esta misma posición, pero jamás había visto a Jimin tan afligido— Respira conmigo, vamos sé que puedes.
—N-No puedo... —respondió prácticamente hiperventilando, y aunque en esos momentos lo mejor es darle su espacio a la persona, él no podía separarse de Jungkook y lo confirmó cuando este hizo un pequeño ademán de soltarlo— ¡No te vayas! —suplicó aferrándose más a su cuerpo y sollozando con más fuerza— P-Por favor, no te vayas. No me dejes solo.
—No voy a irme a ningún lado —aseguró Jeon sin soltarlo— Sólo estaba acomodándome mejor para que puedas respirar conmigo, estarás bien.
—Me voy a morir —admitió arrugando las ropas del contrario y negando varias veces con la cabeza— N-No quiero morir.
—No vas a morir, Jimin. Vamos, sólo sigue mi respiración, así —Jungkook inhaló y exhaló lentamente, sin dejar de sentir en su pecho el corazón acelerado del contrario— Sígueme, por favor. Puedes hacerlo, concéntrate en mí. Todo estará bien, sólo tienes que respirar conmigo.
Aún permaneciendo abrazados, sintió a Jimin asentir con la cabeza así que Jungkook prosiguió a inhalar y esperó a que Jimin también lo hiciera para después exhalar con lentitud, pero Jimin lo hizo de forma desorganizada y volvió a enfocarse en la respiración con la boca. Casi sofocándose.
—N-No, no puedo —sollozó comenzado a desesperarse y sintiendo que se ahogaba— Jungkook, no puedo... Haz que se detenga, por favor, haz que se detenga.
—Sí, puedes. Lo has hecho antes así que sí puedes, yo sé que sí —garantizó acariciando su cabello con intención de que el rubio enfocara su mente en eso y volviera al presente. En esos momentos lo principal es concentrar a la persona en el presente, en el aquí y ahora— Vamos, respira conmigo, otra vez —pidió nuevamente para comenzar a inhalar y exhalar de forma pesada y marcada, sin detenerse en ningún momento. Al principio sintió que Jimin le costaba seguir su ritmo, pero poco a poco comenzó a acercarse— Eso es, inhala... y exhala... Lo estás haciendo muy bien.
Jimin no se dio cuenta en el momento en que empezó a respirar otra vez por la nariz y de forma correcta. Jungkook podía sentirlo respirar mejor, pero aún su corazón seguía latiendo con fuerza y soltar uno que otro sollozo. Entonces rompió el abrazo sin alejarse de él sólo para tomar su rostro y limpiar sus lágrimas. Jungkook realmente luchó con no llorar ahí mismo también, no importaba cuanto tiempo pasara ni qué sucediera entre ellos dos, ver a Jimin llorar siempre lo derrumbaba por completo.
—Todo estará bien, sólo sigue respirando —le dijo sin apartar sus ojos de él mientras seguía limpiando su rostro— Dime, ¿cómo se hace una cesárea?
Park quién permanecía un poco agitado mirando a un punto incierto intentando organizar sus pensamientos, tardó cinco segundos en captar la pregunta de Jeon para alzar la mirada y verle completamente confundido.
—¿Q-Qué?
—¿Cómo se hace una cesárea? —volvió a preguntar con un rostro serio.
—¿P-Por qué quieres-...?
—Sólo responde a la pregunta. Necesito que pienses en otra cosa y sé que aún te acuerdas de cosas relacionadas con la medicina. Dime, ¿cómo se hace una cesárea?
Jimin tragó saliva con dificultad mientras una lágrima bajaba por su mejilla y fruncía levemente el ceño, intentando recordar.
—S-Se hace una incisión a través del abdomen justo por encima del área púbica... —suspiró negando con la cabeza— Después se abre el útero y el saco amniótico, y de ahí se saca el bebé...
—¿Y qué se hace después con el bebé?
—Se le limpian los líquidos de la nariz y de la boca y se le corta el cordón umbilical... —relamió sus labios sintiendo su corazón un poco más calmado que antes pero aún inquieto— Hay que verificar que su respiración sea normal y sus signos vitales estén estables...
Jungkook asintió lentamente con la cabeza sintiendo bajo su tacto el cuerpo de Jimin aún tembloroso y mordió su labio inferior.
—¿Cómo te sientes ahora? ¿Mejor?
—Masomenos —suspiró y de repente sintió ganas de llorar otra vez al recordar su conversación de hace rato por lo que sus ojos se aguaron— N-No tienes qué estar aquí si realmente no quieres, Jungkook... Y-Ya estoy mejor, la psicóloga y paramedicos pueden encargarse del resto.
—No voy a dejarte, Jimin —negó viéndole fijamente a los ojos con una expresión indescifrable que hizo al corazón del rubio dar un vuelco, y empeoró cuando Jungkook tomó sus manos con fuerza— ¿Puedes levantarte?
—E-Eso creo... —murmuró haciendo el intento de levantarse pero fallando en el proceso— Me siento muy exhausto...
—Yo te ayudo.
Sin soltar sus manos, Jungkook se levantó del suelo y jaló con precaución a Jimin hacia su dirección para levantarlo con dificultad. Finalmente Jimin pudo enderezarse correctamente, su cuerpo aún temblaba un poco y su corazón seguía latiendo con rapidez, pero ya no tan fuerte como antes. Al menos ya no sentiría que moriría de un ataque cardíaco o por asfixia. Todo gracias a Jungkook.
Y no supo por qué, si ya no tenía la urgente necesidad como hace unos minutos, pero sintió el impulso de volver a abrazarlo, así que lo hizo.
Fue algo inmediato pero no tan fuerte como antes, Jimin se aferró lentamente a Jungkook, cerrando los ojos y volviendo a aspirar su aroma, sintiendo un escalofrío de pies a cabeza ante su familiaridad, sintiendo su calor, sintiendo los calmados latidos del corazón y en especial la sensación de sus brazos tocándole. No pudo evitar derramar más lágrimas al respecto y esconder su rostro en su pecho. Jungkook acarició su cabello e inconscientemente depositó un pequeño beso en su cien, cerrando también sus ojos mientras lo tenía entre sus brazos.
Había pasado tanto tiempo desde la última vez que se abrazaron que ni siquiera lo recordaban, pero en ese momento sus mentes coincidieron en transportarse a la primera vez.
—Tranquilo, todo va a estar bien. Ya estás a salvo... —aseguró el pelinegro mientras el rubio asentía y suspiraba para aferrarse más a él.
Permanecieron en esa posición por varios minutos abrazándose y hablándose. Siendo consientes y a la vez inconscientes. Siendo ajenos a la realidad, especialmente a que Ryujin los había estado observando desde hace poco a la distancia con un rostro serio y ojos ligeramente inseguros.
————— [ 💌 ] —————
Jimin permanecía sentado en una silla en la oficina de la psicóloga de la agencia mientras era atendido por una paramedica que estaba tomando sus signos vitales y a su vez, la psicóloga le hacía varias preguntas.
Estaba sin compañía pero con la puerta de la oficina abierta, por lo que afuera se encontraban Hanaku, Jungkook y Ryujin esperando pacientemente. Había pasado una hora desde el suceso y milagrosamente lograron agarrar al CEO quien negó cualquier tipo de acusación y se forzó a ser detenido pero de igual forma la policía se lo llevó.
Jungkook estaba con los brazos cruzados mostrándose sumamente inquieto y enfadado, dando vueltas de un lado a otro. A los segundos, finalmente Taehyung apareció por el pasillo avanzando con un semblante preocupado hacia ellos.
—¿Dónde está Jimin? —cuestionó viendo a cada uno— ¿Está bien?
—Sí, está con la psicóloga y paramedicos ahora mismo —explicó Hanaku señalando con el mentón la oficina a lo que Taehyung siguió su mirada y lo vió a lo lejos— Según lo que escuché a los paramedicos probablemente vayan a llevarlo al hospital para hacerle algunas pruebas e inyectarle el nombre de un tranquilizante que no recordé cual es su nombre.
—¿Tranquilizante? —resaltó sorprendido y negando con la cabeza— Ese tipo me las va a pagar.
—¿Y tú dónde mierda estabas?
Todos voltearon a ver a Jungkook quien se acercaba de forma amenazante hacia Taehyung para detenerse a un metro de distancia con la mirada fulminante.
—¿Disculpa? —soltó el azabache viéndole confundido y más ante el repentino tono de voz— Estaba arrestando a ese idiota, ¿qué te importa dónde estaba yo?
—¡Lo dejaste solo! —reclamó Jeon con cólera y desesperación— Hanaku me contó todo lo que pasó y me dijo que lo dejaste con ella. ¿Cómo se te ocurre dejar a alguien en ese estado con una persona que no tiene ni puta idea de nada? Es lo peor que puedes hacer con una persona que atraviesa un maldito ataque de ansiedad. ¡Debiste quedarte con él!
—¿Y qué querías que hiciera? ¿Dejar que aquel tipo se saliera con la suya y huyera? —se defendió el azabache sin evitar tensarse y fruncir el ceño— ¿Y de qué estás hablando? ¿Cómo que un ataque de ansiedad?
El rostro de Jeon se suavizó a uno desconcertado.
—¿Estás jodiéndome, verdad?
—No me gusta el tono de voz que estás usando conmigo, te pido por favor que me hables bien o no responderé —advirtió formalmente el azabache aunque su mirada dijera que quería gritarle en la cara— Recuerda que seguimos en el trabajo.
Jungkook inhala y exhala con fuerza sin quitar la mirada penetrante de Taehyung.
—Jimin tiene ataques de ansiedad —comenzó a explicar intentando moderar el tono de su voz— Tiene ansiedad grave diagnosticada, inclusive se medica, ¿cómo es que no lo sabes?
—Pues no tenía ni idea de eso, jamás me lo dijo y nunca lo había visto así... —confesó el azabache relajando su mirada y tragando saliva— Ahora muchas cosas tienen sentido... Espera —volvió a verlo con el ceño fruncido en confusión— ¿Y tú cómo sabes eso?
El pelinegro relamió sus labios con repentino nerviosismo y permaneció en silencio. Ryujin se tensó. Y Hanaku frunció el ceño ante la reacción de ambos. Taehyung iba a seguir insistiendo de no ser porque finalmente Jimin había salido de la oficina con la paramedica y psicóloga. Así que enfocó su mirada en su prometido y se acercó rápidamente a él para darle un rápido beso en los labios.
—Cariño, ¿estás bien? —preguntó acariciando su rostro y viéndole angustiado— Realmente lamento haberte dejado solo, pero necesitaba garantizarme que ese tipo no se saliera con la suya.
—Estoy bien, amor —aseguró el rubio suspirando y negando con la cabeza— No te preocupes. No pienso presentar cargos.
—¿Qué?
Todos en el lugar se sorprendieron y miraron extrañados al afectado.
—¿Es una broma? —cuestionó Jungkook metiéndose en la conversación al haberla escuchado a lo lejos— ¿Cómo que no piensas presentar cargos? ¿Haz perdido la cabeza?
—No soy idiota —respondió Jimin bajando la cabeza— Es un hombre muy poderoso e influyente, sería una pérdida de tiempo y dinero presentar cargos e ir a juicio. Nadie me creería ante su palabra.
—Entiendo completamente lo que dices —dijo Ryujin haciendo una mueca lastimosa— Podría hacerse un escándalo de esto y que más bien termines tú perjudicado.
—Lo sé.
—Pero, cariño... —Taehyung posó una mano sobre su hombro y le miró con sinceridad— Podemos denunciarlo, no te preocupes por eso que yo te protegeré.
—No, no quiero hacerlo —volvió a negar el rubio con voz cansada, se veía realmente exhausto y afligido— Sólo... No quiero que vuelva a acercarse a mí y si es posible quiero romper el contrato para que mis fotos no se usen en ningún lado. No quiero tener ningún tipo de relación con él, ni su empresa ni nada por el estilo.
—Pero-
—Sólo pido eso, por favor —miró a su prometido de forma suplicante— ¿Podrías hacerlo por mí? Es lo único que quiero ahora mismo para olvidarme de una vez de todo esto.
Finalmente Taehyung asintió con la cabeza y acarició la mejilla con cariño.
—Claro, cariño, si eso es lo que quieres, lo haré —miró a la paramedica— ¿Es necesario que vaya al hospital?
La mujer que era parte del área de salud negó con la cabeza.
—No, al principio lo vimos tan afectado que pensé que sería necesario pero sería bueno que volviera a visitar a su psiquiatra de preferencia para aumentar su dosis y que reciba terapia psicológica.
Jimin se tensó en su sitio y miró a Taehyung de reojo esperando su montón de preguntas al respecto pero en vez de eso él asintió de forma comprensiva y agradeció.
—Correcto, eso haremos. Muchísimas gracias por su ayuda.
Sin más, la psicóloga le garantizó a Jimin que podría acudir a ella en cualquier momento y la paramedica se fue con su equipo para abandonar las instalaciones. Hanaku y Ryujin decidieron volver a su trabajo, aunque está última estaba esperando a que Jungkook la siguiera pero este le dijo que pronto la alcanzaría. No muy convencida, Ryujin asintió y se fue con Hanaku.
Jungkook se acercó hacia Taehyung y Jimin quienes estaban conversando sobre algo.
—Perdón —interrumpió y miró a Jimin— ¿Puedo hablar contigo un momento a solas?
Park asintió con la cabeza y Kim suspiró para decirle algo antes de irse.
—Yo iré a hacer algunas llamadas para encargarme mejor de esto, búscame en mi oficina y nos iremos a casa. ¿Okay? Necesitas descansar.
—Okay —sonrió levemente el contrario.
Taehyung le devolvió la sonrisa para darle un corto beso en la mejilla antes de retirarse lentamente del lugar. Jimin tragó saliva cuando Jungkook se acercó a él con un rostro confundido.
—No entiendo, ¿por qué no quisiste denunciarlo?
—Creo que ya di la respuesta de eso, Jeon —respondió cruzándose de brazos y viéndose nuevamente afectado— No quiero problemas... Es como dijiste, ¿no? Son gente poderosa que creen que pueden hacer lo que quieran porque siempre lograrán salirse con la suya, así que no vale la pena.
Jeon frunció el ceño.
—Es verdad, pero no quiere decir que en este tipo de cosas debas quedarte callado. Puedes amenazarlo con denunciarlo y arruinar su reputación. No hay CEO que no valore y cuide su reputación y si intentó huir es porque sabía perfectamente lo que pasaría.
Entonces Park volteó a verlo repentinamente con los ojos llorosos y la nariz roja.
—E-Es mi culpa —murmuró con voz rota y comenzando a derramar lágrimas— Por eso no quiero denunciarlo porque sé que todo fue mi culpa y no hubiera pasado si te hubiese hecho caso desde un principio... Ya sé lo que pasó e hice, así que guárdate tu "te lo dije" porque ya lo sé, ¿okay? —le miró afligido— Estaba malditamente claro desde el inicio pero yo fui un idiota y le di la entrada a hacerlo.
La mirada de Jeon era de película, especialmente llena de dolor y negó varias veces con la cabeza.
—Jimin, no es tu culpa... —intentó haciendo ademán de acercarse pero inmediatamente el contrario se alejó.
—Creo que tienes razón y lo mejor es que guardemos distancia uno del otro —sentenció Park con voz contenida y tragando saliva— T-Te agradezco por lo que hiciste, estaba vulnerable y necesitaba ayuda... Pero ya estoy mejor y pensando con claridad. Lo más sensato es que dejemos esta extraña y problemática relación que tenemos entre los dos...
—No debí decir eso.
—Sí, sí debiste —corrigió intentando mostrarse firme cuando se veía completamente lo opuesto— Y no tienes qué preocuparte más por mí porque en un mes mi pasantía en esta agencia acabará y me iré.
Después de unos segundos, finalmente Jeon asintió con la cabeza y permaneció con un rostro neutral.
—Tienes razón. Es lo mejor.
—Yo... Te deseo lo mejor con Ryujin.
—Gracias, yo-... —tragó saliva al sentir que le costaba decirlo— Espero tengas un buen matrimonio con Taehyung... Y no voy a asistir a la boda, espero puedas entenderlo.
—Sí, lo entiendo. No te preocupes.
—Bueno... Procura ir al psicólogo, de verdad —pidió el pelinegro viéndole con preocupación— Creo que tus ataques están empeorando mucho más y eso no es bueno.
—Bien, y yo espero dejes de fumar —devolvió con la misma expresión— En serio, debes parar antes de que sea demasiado tarde.
—Lo intentaré.
A continuación, se observaron con una extraña mirada fijamente a los ojos durante varios segundos sin decirse nada hasta que formularon una breve despedida para cada uno irse a direcciones opuestas.
La montaña rusa siguió bajando y bajando sin dar indicio de detenerse en algún momento o tener un fin.
Bueno gente, este capítulo era bastante largo y fuerte, cuando dije que pasaron cositas no necesariamente quiere decir sean buenas. A veces el corazón quiere lo que quiere, y los corazones de ellos quisieron regresar por un momento pero no siempre las cosas son tan fáciles como parecen.
Nos vemos el sábado, les tkm <3
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