018.
La primera vez que Jungkook y Jimin se besaron fue en una noche estrellada después de ver una película romántica en un cine al aire libre.
Después de su primera cita en la feria, siguieron comunicándose arduamente por medio de mensajes de texto y llamadas durante toda la semana siguiente. Debido a que ambos eran estudiantes universitarios se les dificultaba poder coordinar otra salida y más porque Jungkook tenía un trabajo de medio tiempo, por lo que decidieron continuar conociéndose cada que tenían tiempo por medio del celular.
Fueron varios días en los que Jimin se desvelaba hablando con Jungkook sobre sus experiencias más traumáticas y al día siguiente se estaba muriendo del sueño. O Jungkook se distraía en sus clases de la universidad mientras le escribía a Jimin lo aburrido que estaba a escondidas del profesor.
Sin embargo y pesar de sus diferencias, siempre encontraban la forma de verse cada vez que podían. Habían ido a cafeterías, restaurantes, parques, cines e inclusive bares. Y en ningún momento se habían dado ni un sólo beso, oficialmente llevaban un mes desde que comenzaron a verse y nada. Lo peor es que parecía que ambos lo querían pero ninguno de los dos se atrevía a dar el primer paso.
Hasta esa noche.
Jungkook tomaba la mano de un Jimin perfectamente vestido con una elegante camisa blanca de mangas largas, jeans y botines negros, mientras que él andaba con una camisa de cuello tortuga negra, pantalones de mezclilla y una chaqueta de cuero. Después de haber parqueado el auto se adentraron en el espacioso lugar rodeado de bombillas en medio del bosque, habían varias parejas y grupos de amigos en el lugar así que decidieron elegir un espacio más arriba y alejado de todos. El cine al aire libre iba a consistir en una proyección de la película Diario De Una Pasión, con cómodos asientos o mantas en el pasto sedoso, más vino y pizza para combinar.
Los jóvenes decidieron recostarse sobre la manta con almohadones mientras esperaban a que las demás personas se acomodaran para comenzar la película. Jimin se encontraba algo distraído intentando abrir el vino mientras que Jungkook no pudo pasar desapercibido el hecho de que varios chicos en la función no habían dejado de mirar al rubio desde que llegaron. Podría decirse que Jeon tenía un sexto sentido o unos reflejos muy buenos para haber detectado eso desde un principio, la mayoría de chicos venían con sus parejas y de igual forma no se molestaban en disimular lo mucho que les había atraído Park. Y no los culpaba, pues esa noche se veía extremamente hermoso, llamativo e impecable.
Jungkook pensaba que no era un hombre celoso ni posesivo, siempre se había considerado alguien muy liberal, abierto y seguro de sí mismo. Pero no pudo evitar sentir una extraña y muy molesta inquietud en su interior, como un mal sabor de boca que le llenaba de ira. En su inconsciente quería levantarse y voltearle las caras a todos esos idiotas que estaban viendo a su cita como si pudieran tener una oportunidad con él. Nunca había sentido esa necesidad con alguien más, pero no le prestó mucha importancia y solamente se acercó más al rubio al punto de que sus cuerpos se tocaran.
—Déjame servirlo —pide con una sonrisa refiriéndose al vino, a lo que Jimin asiente y le extiende su copa. Jungkook le sirvió del vino y llenó su propia copa para después ambos hacer un brindis y beber delicadamente sin quitarse la vista.
Entonces Jungkook se inclina hacia Jimin y le susurra al oído:
—Te ves hermoso esta noche.
Enseguida el rubio se sonroja con una sonrisa y prosigue a beber más de su copa de vino mientras luchaba con los fuertes latidos de su corazón. Casi al mismo instante la película dio indicios de comenzar a lo que el pelinegro aprovechó para recostarse en el almohadón y rodear un brazo alrededor de la espalda del rubio para atraerlo hacia él. Seguidamente miró de reojo a su alrededor sólo para notar a los chicos de antes algo incómodos y decepcionados. Finalmente vuelve su vista al frente con una sonrisa satisfecha para concentrarse en la película y en el chico a su lado.
Comenzaron a ver la película mientras comentaban en voz baja y comían pizza, disfrutando del calor y cercanía del otro e intentando no pensar demasiado en lo estúpidamente íntimo y tenso que fuera la situación. Jungkook luchaba constantemente por no enterrar su rostro en el cuello de Jimin y aspirar su deliciosa colonia costosa mientras que Jimin se mordía los labios resistiéndose el impulso de besar a Jungkook cada vez que le hablaba.
—Esta película me da mucho sentimiento —comenta Jimin haciendo un mohín— Es muy triste que hayan pasado tanto tiempo sin verse.
—Sí, debió ser una tortura si realmente se amaban.
—No lo entiendo, ¿cómo es que ella decidió casarse con él si sabía que el amor de su vida era otra persona?
Jungkook hizo un pequeño sonido mientras terminaba de masticar un pedazo de pizza.
—Creo que muchas veces no terminamos con el verdadero amor de nuestra vida, son cosas que pasan y hacen del amor algo doloroso.
Jimin asiente y se sirve más vino.
—¿Y tú crees en eso? —pregunta viéndole a los ojos mientras bebía.
—¿Qué cosa?
—En que existen cosas como el amor a primera vista, amor de la vida, almas gemelas o destinados.
—Oh, claro que lo creo —sonríe y le mira— Especialmente en el amor a primera vista porque lo he experimentado.
—¿Ah sí? —balancea levemente su copa de vino y alza la mirada— ¿Con quién?
Jungkook no responde, sólo se le queda viendo con una mirada delatadora llena de atracción y romance. Jimin detiene toda su acción al captar la indirecta y sin evitar la sorpresa en su rostro, convirtiéndose en un manojo de nervios en cuestión de segundos.
—Oh, n-no juegues con eso... —niega con la cabeza mientras ríe con timidez—Es imposible, la primera vez que nos conocimos estaba ebrio y te tiré a una piscina.
—¿Y qué con eso? —ladea su cabeza a un lado sin dejar de recorrer con sus ojos el rostro del contrario— Soy muy bueno para ocultar mis emociones, ¿sabías? —sonríe coqueto— Pero es la verdad... Sentí un flechazo por ti cuando te vi a los ojos por primera vez, así que eso puede llamarse amor a primera vista, ¿no crees, ángel?
Ángel.
Ese fue el apodo cariñoso que Jungkook le había comenzado a llamar a Jimin con la justificación de que su rostro era como un hermoso ángel de ensueño debido a su tez delicada, labios y mejillas rosadas, cabello rubio y ojos mielosos. Cada vez que le llamaba así, Jimin sentía su corazón dar un vuelco y latir feliz, le ponía increíblemente nervioso pero al mismo tiempo le encantaba. Jungkook era la única persona que lo había llamado así.
Aún así, Jimin palidece y se queda boquiabierto por sus palabras.
—¿Estás... Estás declarándote ahora mismo? ¿A mí?
—Sí, eso es exactamente lo que estoy haciendo.
—Yo... No sé qué decir —balbucea quedándose sin palabras y sólo pensando en lo mucho que quería besarlo, pero no aquí— ¿P-Podemos ir a otra parte?
—¿Ahora? —le mira confundido por el cambio de actitud— Pero la película no ha terminado.
—Lo sé, p-pero... —traga saliva y muerde su labio— Quiero ir a un lugar en el que podamos estar solos, sin personas alrededor, sólo tú y yo.
Jungkook frunce el ceño por unos segundos para después sonreír con diversión.
—Pues lo hubieras dicho desde un principio y nos hubiésemos ahorrado una hora de película, ¿no crees?
—La película ni el lugar no tienen nada que ver, me encantan, es sólo... que cambié de opinión —sonrió con nerviosismo.
—Está bien, ángel —dice finalmente y se levanta del suelo para extenderle una mano— Tengo otro lugar en mente, vamos.
Con sigilo, y sin ver el final de la película, los dos jóvenes recogen sus cosas para pasar en medio de las personas entre risas e irse hasta el auto a la zona más alta del bosque mientras conversaban y reían sobre cosas triviales. Después unos minutos llegaron hasta un monte rodeado con una cerca, lleno de árboles, pasto sedoso y con una vista espectacular de la luminosa ciudad.
—¡Oh, qué recuerdos! —exclama emocionado Jimin saliendo del auto y trotando hasta la cerca para observar el paisaje— Qué vista tan maravillosa.
Jungkook quien ya había encendido un cigarrillo, se aproximó al lado de Jimin, apoyando su cuerpo sobre la cerca y contempló la vista.
—Es cierto, y la luna está hermosa —murmuró alzando la mirada— ¿Qué es lo que te trae recuerdos?
—Cuando era niño mi padre solía traerme aquí y hacíamos picnics —sonríe con tristeza— Comíamos rosquillas, volábamos cometas y veíamos los aviones pasar... Dejamos de hacerlo conforme fui creciendo...
—Entiendo, los padres tienden a cambiar muchas cosas con el paso del tiempo...
—¿Tú padre también dejó de hacer algo contigo? —le miró curioso.
El pelinegro se quedó en silencio durante varios segundos y le dio una calada a su cigarro antes de responder.
—En realidad no... Mi padre me abandonó cuando yo tenía cuatro años, así que no tengo muchos recuerdos con él... El hombre que me crió fue mi abuelo materno.
Jimin inmediatamente relajó su mirada e hizo una mueca lastimosa.
—Oh, no tenía idea. Lo siento.
—No tienes nada de qué disculparte —le sonríe con tranquilidad— Eso pasó hace mucho tiempo y ya lo superé.
—¿Nunca supiste nada de él?
—No, y no me interesa, ¿por qué me interesaría saber de alguien que no dudó en abandonar a su familia? —frunce el ceño con molestia— Era un hombre completamente irresponsable, según lo que dice mi mamá.
—¿Y qué hay de tu madre?
Jungkook apagó más su mirada y alejó el cigarro de su boca.
—Ella... —tragó saliva antes de hablar— Falleció a principios del año pasado.
—¿Qué? —le miró impactado— No puede ser, ¿por qué no me habías dicho nada de eso?
—Creo que es un poco obvio, ¿no? —hace una mueca y vuelve a fumar— Le detectaron leucemia un año antes y estaba demasiado avanzado, intentó la quimioterapia, pero... Ya sabes, no funcionó, así que junto con mi abuelo sólo esperamos hasta que la muerte viniera a por ella... Fueron los meses más dolorosos y hermosos que alguna vez pude vivir, porque fuimos a todo lado con ella, cumpliendo sus deseos y disfrutando sus últimos momentos... —suspira soltando el humo de paso y mira al rubio— No hablo mucho al respecto porque aún duele, en realidad no lo he hablado con nadie más que a mis amigos más cercanos, pero por alguna razón quería que también lo supieras.
Jimin le sonríe y lo abraza del brazo mientras apoyaba su rostro en su hombro.
—Gracias por contarme —susurra dándole caricias— Y lo siento mucho por tu madre, apuesto a que era una mujer maravillosa.
—Sí, lo era —sonríe melancólico— Le hubieras agradado mucho.
—No digas eso.
—¿Por qué no?
—Porque me da pesar —ríe sin ganas— De alguna forma... Siempre termino congeniando mucho con las madres de las personas cercanas a mí... Supongo que tu madre no hubiera sido la excepción...
—Oh, por supuesto, pero conocerás a mi abuelo —sugirió con una sonrisa emocionada— Appa Yejun, es un señor terco pero muy amable, y le encanta el ajedrez así que no te sorprendas si te obliga a jugar con él.
—Pues para tu información, soy muy bueno en el ajedrez —sonríe con superioridad.
Suspirando elegantemente el humo de su boca, Jungkook alzó las cejas con sugerencia.
—Oh, entonces con mucha más razón debes de conocerlo.
—Me encantaría.
—¿Y cuándo conoceré yo a tus padres, ángel? —preguntó de repente y en broma.
Sin embargo, inmediatamente la sonrisa de Jimin se apagó poco a poco al mismo tiempo que aflojó el agarre en el brazo de Jungkook, soltándolo para esconder sus manos en sus bolsillos y bajar la mirada.
—Ahm... No lo sé... —tragó saliva con dificultad enfocándose demasiado en observar el pasto verde del lugar— Y-Yo... Es decir, m-mis padres... no son muy... muy flexibles con este tipo de cosas... No son homofóbicos ni nada por el estilo... S-Sólo no me permiten salir con muchos chicos, por así decirlo...
—¿Así que esa es la razón por la que siempre que salimos lo hacemos a escondidas de tus padres y en la noche? —preguntó el pelinegro posicionando su cuerpo en dirección al rubio y dedicándole una mirada analítica— Dijiste que eran muy estrictos con tu hora de salida, no que simplemente no te dejaban salir con nadie... Espera —le miró sorprendido— No soy el primer chico con el que sales, ¿verdad?
—¿Qué? —alzó sus cejas y de inmediato negó varias veces con la cabeza— Oh, no, no... Por supuesto que no, yo... —relamió sus labios y volvió a apartar la mirada— Estoy acostumbrado a hacer este tipo de cosas cuando quiero salir con alguien... Pero no lo hago con tanta frecuencia, como... como ahora —le miró de reojo con ligero nerviosismo.
El pelinegro frunció levemente el ceño e inclinó un poco su cabeza en una expresión pensativa.
—Así que estoy saliendo con un chico rebelde, ¿no es así, ángel? —sonrió de forma coqueta— ¿Y que pasa si tus padres se enteran de que te escapas para verte conmigo? ¿Te prohibirán verme? ¿Seremos como Gnomeo y Julieta? ¿Un amor prohibido?
Soltando una pequeña risa, el rubio negó con la cabeza y mordió su labio inferior.
—Eres un idiota.
—Yo te llamo ángel y tú me dices idiota, creo que no estamos teniendo justicia en esta relación, ¿no crees?
Jimin volvió a reírse al igual que Jungkook quien aprovecha para acercarse más a él, provocando que quedaran cara a cara uno del otro. Jimin dejó de reír y su corazón se descontroló más, pues ya estaba hecho mierda con todas las palabras e indirectas que estaba diciendo Jungkook. ¿Amor prohibido? ¿Relación? Jamás había llegado tan lejos con una persona como para mencionar la palabra amor o relación. Además, sólo tenían un mes y una semana de haberse conocido, pero extrañamente sentían como si se hubieran conocido de toda la vida, como si el tiempo no existiera cada vez que estaban juntos, pero al mismo tiempo, era muy poco.
Y por alguna extraña razón, no se habían besado, aunque en ese momento, estando tan cerca, Jimin tuvo el impulso de besarlo en ese momento pero de repente una inseguridad suya lo retuvo.
¿Y si Jungkook lo abandonaba por estar saliendo a escondidas? ¿Y si no estaba de acuerdo con ninguna de sus condiciones? ¿Y si realmente le molestaba y a partir de ahora al volver a casa sólo dejaría de hablarle? ¿Y si no diría nada pero comenzaría a salir con alguien más?
Porque la verdad es... que no era la primera vez le pasaba, y lo entendía, generalmente las personas quieren estar con alguien que no los oculten y más bien les presuman. Sin embargo, en su situación era diferente, tampoco pensaba ocultar una relación durante toda la vida a sus padres, porque sabía que no eran estúpidos y tarde o temprano lo sabrían, pero prefería postergar ese tiempo y los problemas el mayor tiempo posible. Aunque no muchas personas lo entendían y por eso se le dificultaba mantener cualquier tipo de relación amorosa.
En medio de sus pensamientos, Jungkook hizo un pequeño ademán de inclinarse hacia su boca pero instintivamente Jimin se apartó un poco, y bajó la mirada, sintiéndose inseguro.
—¿Estás bien? —preguntó el pelinegro viéndole extrañado.
—Sí, yo... yo sólo... —suspiró mientras jugueteaba con sus dedos ante la situación ansiosa— E-Entendería si esta situación con mis padres llegue a molestarte o incomodarte... Yo... No puedo hacer mucho al respecto, y sé lo que dirás, todos dicen "sólo haz lo que quieras y listo", pero no es así de fácil... —sonrió con lástima— Ellos son muy... muy controladores, exigentes, perfeccionistas y hasta paranoicos, y no puedo simplemente llegar y decirles sin previo aviso que estoy saliendo con alguien o tengo novio... —se abrazó a sí mismo al sentir un pequeño escalofrío con el hecho de pensarlo— Enloquecerían.
Meditando sus palabras, Jungkook asintió lentamente con la cabeza.
—Comprendo.
—No, todos dicen eso y después se van —se apresuró a decir Jimin viéndole con una mueca triste y desconfiada— Piensan que sólo estoy exagerando y que no es la gran cosa, pero después comienzan a estresarse por mis horarios tan específicos, y escondites, y secretos, y lo sé, debe de ser molesto... Pero así es mi vida y no es tan fácil cambiarla, necesito tiempo para tomar las agallas y poder revelarme pero nadie tiene la suficiente paciencia para eso...
—Jimin.
—Y entendería completamente si quieres que dejemos de vernos, creo que es bueno que lo advierta desde ahora antes de seguir con esto porque no quiero que después te canses de mí, y después-
—Shh... —el pelinegro cortó la distancia entre ellos colocando delicadamente su dedo índice sobre los labios del rubio para hacerlo callar mientras lo miraba fijamente a los ojos— ¿Recuerdas lo que te dije durante la película?
Con la respiración un poco agitada por la repentina cercanía, Park tragó saliva con dificultad y negó con la cabeza.
—Sentí un flechazo y atracción por ti desde la primera vez que te vi en esa fiesta, ese famoso, "amor a primera vista" —explicó Jeon con voz suave— Y sí, yo te observé todo el maldito tiempo desde que entraste, ese disfraz de prostituto gótico realmente llamó demasiado mi atención pero en especial el chico que lo traía puesto —confesó con una sonrisa y el contrario no pudo evitar reírse— ¿Y sabes por qué? Porque me gustaste, Jimin... Y ahora mismo, me gustas... Joder, me gustas muchísimo... Nunca me había sentido así con nadie en mi vida, te lo juro.
—T-Tú también me gustas mucho, Jungkook... B-Bastante a decir verdad... —balbuceó variando su vista en los ojos del pelinegro y el atractivo e hipnotizante piercing de su labio inferior— Y-Y tampoco me había sentido así antes... C-Contigo todo es diferente, es como si hubiera olvidado todo lo que en algún momento aprendí, como si fuera nuevo en esto...
—¿Tan nervioso te pongo? —sonrió el pelinegro con arrogancia acercándose más al rubio y tomándole de la cintura, de inmediato este se tensó en su lugar y por instinto posó las manos en su pecho— Si olvidas cómo actuar o qué hacer yo puedo enseñarte perfectamente a hacerlo, ¿te parece?
—Oh, cállate —apartó la mirada con una sonrisa nerviosa pero inmediatamente el contrario tomó su mentón con delicadeza y lo obligó a verlo.
Sintiéndose encantado por su belleza y dulzura, Jungkook no dejaba de turnar su vista entre aquellos labios rosas y esos profundos ojos miel. Realmente moría por besarlo y no podría resistirlo por más tiempo.
—No me importa esperar —murmuró tan cerca de sus rostros que podían sentir sus calientes y fuertes respiraciones— En realidad, no me importa si tus padres lo saben o no, no me interesa, no me importa nada... Tres horas o treinta minutos, no importa cuánto tiempo esté contigo mientras pueda estar contigo, porque ahora mismo eso es lo único que quiero y me importa. ¿Lo comprendes, ángel?
Ido y embobado por la cercanía, Jimin se limitó a asentir con la cabeza mientras su respiración se agitaba conforme lentamente sus cuerpos se apegaban, sus rostros se acercaban y sus labios se atraían. Sintiendo que el corazón se le iba a salir del pecho y debatiendo con firmeza si todo esto era real, pero en definitiva, lo era. Y se sintió más real cuando poco a poco sus bocas comenzaron a hacer contacto una sobre la otra, tanteando, sintiendo, probando, casi con miedo e incertidumbre.
Y contra todo pronóstico, Jimin fue el primero en perder la cordura y paciencia, dejando todos esos pensamientos intrusivos de lado para tomar la chaqueta de Jungkook y atraerlo sin chistar a su boca.
Lo besó.
Finalmente lo besó con su pulso a punto de estallar y las emociones al tope. Intentó mover sus labios con delicadeza, intentó mantener la compostura y no asustarlo. Por unos quince segundos Jungkook le siguió el ritmo, lento, seguro y cortés. Pero después, él fue el siguiente en perder el autocontrol y es cuando de repente le toma de la nuca para besarle con más exigencia y comenzar devorar su boca.
Dios mío.
Jimin no supo que pasó en ese momento porque su mente se disparó lejos, se fue, y prácticamente se aferró a Jungkook como un maldito desesperado intentando seguir su ritmo. Los dos se besaron con ganas, deseo e impaciencia. Efectivamente Jimin no había sido el único que estuvo deseando esto por mucho tiempo. Las manos de Jungkook recorrieron toda su espalda y cintura mientras le besaba con fuerza. Y no podía describir con palabras lo que estaba sintiendo en ese momento, no podía explicar lo terriblemente cómodo que se sentían sus manos tocándolo, su boca besándole y su caliente respiración golpeándole.
Sin dejar de besarle, Jungkook posó sus manos en su cintura y lo apegó más a su cuerpo, a lo que Jimin no pudo evitar gemir sobre sus labios y abrazarle del cuello. Sintiendo mariposas, colores, orquestas, juegos artificiales en su cuerpo y a su alrededor. Nunca había sentido al tan magníficamente perfecto y placentero en su vida a la hora de besar a alguien.
Después de varios minutos, Jungkook aparta sus labios sin alejar sus manos del rostro de Jimin para así ambos tomar aire.
—Mierda... —murmura jadeante e incrédulo— Te juro que antes fumar era mi único vicio pero ahora creo que me volveré adicto a tu boca.
Jimin se ríe y lo atrae de nuevo para besarlo con lentitud mientras apega más su cuerpo.
—Tú besas muy bien —confiesa entre sus labios para fruncir el ceño— ¿Por qué tardé tanto en besarte?
—Porque no soy un hombre fácil, ángel.
Ambos rieron hasta que volvieron a besarse. Pasaron lo que quedaba de la noche sin despegar sus bocas del otro, miraron las estrellas y se besaron, fumaron juntos y se besaron, se contaron sus más retorcidos sueños y se besaron. Era como una maldita droga de la cual comenzaban a aferrarse más y más cada vez que podían. Simplemente no podían parar.
Finalmente Jungkook se estacionó cerca de la entrada de la casa de Jimin como la vez pasada, pero ninguno de los dos quería irse. En el momento en que el auto se detuvo, no pasaron cinco segundos y ya habían vuelto a besarse desde sus asientos. Al principio fue un beso calmado y controlado con intenciones de despedida, pero las cosas dieron un giro completamente diferente cuando Jungkook posó una de sus manos en el muslo interno de Jimin y le acarició. Por segunda vez en la noche, el rubio perdió la cabeza y besó con más intensidad al pelinegro para comenzar subirse sobre su regazo en el asiento copiloto. Jungkook no lo detuvo y sin dejar de besarlo se dejó llevar mientras bajaba sus manos hasta su cintura.
Ambos actuando como los jodidos adolescentes hormonales que eran.
—Mhm... —Jimin retrocedió su rostro queriendo detenerse pero Jungkook volvió a besarlo y agarrarlo con más insistencia— Tengo que irme, Jeon.
—No, no te vas a ir —gruñó entre sus labios con una sonrisa y tomando su nuca para besarlo con más ganas.
Siguieron besándose por varios minutos hasta que Park volvió a entrar en razón y finalmente pudo despegarse de Jeon, sus labios quedando hinchados y rojos.
—Es en serio, Jungkook —insiste sin quitar la sonrisa embobada de su rostro— Debo entrar antes de que mis padres se enteren de que no estoy en casa.
—A la mierda tus padres.
—Jungkook —regañó.
—Bien, bien, pero uno más —dicho esto se impulsó al frente para unir sus labios sin tomar en cuenta que el contrario se inclinaría hacia atrás hasta presionar accidentalmente la bocina del auto.
De inmediato ambos chicos se sobresaltaron del susto para proseguir a reírse en carcajadas sin parar.
A los minutos Jimin finalmente se levanta del regazo de Jungkook y se coloca devuelta a su asiento. Pero al instante vuelve a besarlo para morderle el labio inferior y alejarse con rapidez antes de que intentara agarrarlo de nuevo.
—Nos vemos —se despide abriendo la puerta del auto y saliendo cuando siente como el pelinegro le propina una rápida nalgada— ¡Hey! —se voltea estando fuera del auto fingiendo ofensa con las mejillas sonrojadas— Que te haya dejado besarme no quiere decir que puedas nalguearme.
—Lo siento, ángel. No pude evitarlo, y no finjas que no te gustó —se encoge de hombros con una sonrisa llena de picardía— Duerme bien.
—Lo haré, cuídate.
Se dedicaron una última sonrisa antes de que el rubio se alejara y desapareciera de nuevo por los arbustos de la propiedad de sus padres. Jungkook sólo puedo sonreír como un idiota y colocar una playlist de música romántica en la radio mientras se dirigía a su casa. Jimin entró a su cuarto desde la ventana como acostumbraba a hacer, se tiró sobre su cama y chilló como una colegiala enamorada al recordar todos los hechos ocurridos de la noche.
Por más de los dos durmieron con una sonrisa en sus labios, mariposas en sus estómagos y una emoción en su pecho.
Y fue ahí cuando comenzaron enamorarse uno del otro. La montaña rusa subió y subió.
Wenas, volví con otro storytime del primer beso, espero les haya gustado y sé que lo subí más temprano de lo usual pedo chill. Nos vemos el miércoles, les tkm <3
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