012.
Era lunes por la mañana y todos en el equipo de diseño debían de estar sumamente activos, inspirados y concentrados pues hoy daban inicio a la creación de la imagen corporativa de la marca.
En la conferencia con el representante del CEO de Calvin Klein, expuso la misión que tenían sobre la empresa, querían crear una nueva imagen derivada de Calvin Klein pero con una ropa interior más elegante, fina y sensual tanto para hombres y mujeres. En pocas palabras, querían vender un tipo de lencería masculina y femenina o unisex. Según el representante, querían abrir una sección más inclusiva de la ropa interior, una marca "Queer" por así decirlo. El nombre de la marca será Smith Jones, lencería Smith Jones, y los colores a utilizar serían el rosa pálido, negro y blanco, según representando el rosa con lo femenino, el negro con lo masculino y blanco con lo unisex.
El resto, el representante lo dejó a elección de los diseñadores, acordando que para la próxima reunión expondrían los cinco mejores diseños. Los encargados del diseño del logo eran Jimin y Ryujin, quienes tenían que hacer diez diseños diferentes de forma individual, dichos diseños tendrían que ser revisados, evaluados y aprobados por Jungkook para después él decidir cuáles se enviarían al cliente.
Jungkook llegó a la agencia con un aura alegre y confiada alrededor de las nueve de la mañana, según tenía entendido los demás diseñadores llegaron desde las siete de la mañana y habían estado realizando los diseños cada uno en su lugar. Por lo que les mandó el aviso de reunirse en una sala compartida para que les mostrara lo que tenían adelantado.
Estando en allí, primero se dirigió hacia Ryujin dedicándole una suave sonrisa quien la chica le devolvió con complicidad antes de que él se colocara a su lado en la mesa y comenzara observar sus diseños. Los diseños de Ryujin eran bastante interesantes, ella tenía un estilo de dibujo muy rebelde, original y moderno lo cual derivó en siete bocetos diferentes.
—Wow, me encantan —soltó Jungkook observando uno por uno con atención para después hacer una mueca— Sólo que... Estos tres —señaló los mencionados— Son lo únicos que veo más indicados para la marca, recuerda que es una marca para lencería, debemos hacerla ver más delicada, suave y elegante. ¿Comprendes?
—Comprendo, ¿entonces los otros cuatro diseños están descartados? —le miró con un poco de inseguridad— Creí que dándole una imagen más juvenil se vería mejor.
—No estamos vendiendo una marca exclusivamente para jóvenes, es para cualquier tipo de persona independientemente de la edad. Intenta hacer un diseño que mantenga una balanza entre lo joven y adulto, ¿okay?
Ryujin suspiró y asintió con la cabeza para comenzar a borrar los siete diseños sobrantes.
—Okay.
Jungkook se alejó de la chica para acercarse al otro extremo de la mesa donde estaba Jimin.
—A ver, ¿qué tienes para mí? —preguntó con una voz repentinamente suave mientras se posicionaba a su lado e inclinaba la cabeza, aunque de inmediato frunció el ceño al notar que sólo habían tres diseños— Oh, ¿sólo haz hecho tres?
—Sí, no he tenido mucha inspiración —relamió sus labios sin mirarlo a los ojos— Creo que necesito algo que me inspire, las ideas que sugirió el representante no fueron suficientes para mí.
—Entiendo, pero debiste aunque sea hacer un mayor esfuerzo, les pedí a ambos mínimo cinco diseños.
—Lo sé, Jeon —contestó volteando los ojos— Pero simplemente no tengo inspiración para tantos, no estoy concentrado lo suficiente y mis ideas no están completas.
—Pues entonces te quiero aquí —chasqueó sus dedos cerca de su rostro— Despierto, activo e inspirado. Yo sé que puedes hacer muchos más, las ideas están ahí sólo es de que las encuentres. Pero necesitas estar concentrado, este no es cualquier trabajo, es el trabajo. ¿Entiendes a lo que voy?
Jimin frunce el ceño y finalmente voltea a verlo con una expresión irritada, si antes estaba estresado el hecho de que Jungkook le chasqueara los dedos en su cara incrementó su molestia y estrés.
—Claro que lo entiendo, sólo necesito más tiempo.
—Debemos entregar cinco diseños diferentes al cliente el miércoles, ¿y qué día estamos hoy? Exacto, lunes. Por lo que tenemos un día, Park. Un día. Un día para hacer diez diseños individuales y elegir los cinco mejores entre ambos —explicó con un tono exigente— Así que no hay más tiempo, no es que no quiera, es que ellos quieren todo para ya y no podemos retrasarnos.
—¿Y acaso eso es mi culpa?
Ryujin observó bastante sorprendida e incómoda como ambos hombres comenzaban a discutir de forma pasivo agresiva entre ellos como si no se hubieran conocido hace un par de semanas. Le sorprendía el hecho de que tuvieran tanta confianza para hablarse de esa forma, y más por parte de Jungkook por hablarle así al prometido de su jefe.
—Bueno, entonces es así —continuaba defendiéndose Jeon— Si nuestro querido jefe se hubiera dignado a hacerme caso y a no perder tiempo contratando a nuevo personal en un proceso tan extenso, quizás, sólo quizás estaríamos bien de tiempo. Pero no, no lo hizo, porque a mí nadie me hace caso.
—Quizás es la forma en la que dices las cosas que los demás no te hacen caso —espetó Park— Podrías intentar ser menos arrogante, ¿no crees?
—¿Arrogante yo?
—¡Hey, chicos! —interrumpió Ryujin completamente abrumada— Wow, cálmense. ¿Qué carajos les sucede? —preguntó para mirar al rubio— Jimin, yo tampoco tenía mucha inspiración pero hice lo que pude para hacer más de lo mínimo y mira, ahora me hicieron borrarlos pero por lo menos lo intenté, ¿no? No deberías de rendirte tan fácilmente y menos ahora. Es nuestro trabajo —barrió sus ojos hacia el pelinegro para fruncir el ceño— Y Jungkook, no deberías ser tan duro con él, acaba de entrar y lo tratas como si hubiera cometido el peor error de su vida. Sí, estamos contratiempo pero son las nueve de la mañana, tenemos todo el día para hacer los malditos quince diseños. Así que, ¿por qué mejor no se tranquilizan y trabajamos todos en paz?
Ambos chicos se quedaron completamente mudos ante el regaño de la mujer quien no tenía pelos en la lengua para decirle las verdades a las personas, no importaba si se trataba de alguien a quien conocía hace poco o de la persona que le gustaba. Ryujin no estaba para tonterías ni peleas absurdas, y gracias a eso, había comenzado a hacer una pequeña teoría de lo que sucedía entre ellos dos.
—Yo... Lo siento —Jimin tragó saliva con una expresión avergonzada— Creo que necesito tomar un poco de aire fresco —sentenció levantándose de su asiento y saliendo rápidamente de la sala.
Jungkook suspiró pesadamente y se incorporó para también dirigirse a la salida.
—Ya vuelvo —avisó a la mujer antes de abandonar el lugar y comenzar a seguir al rubio.
Ryujin, por su lado, sólo pudo resoplar y continuar diseñando. Si esos dos tenían un problema, no era asunto suyo, ella continuaría su trabajo y listo.
————— [ 💌 ] —————
Jimin permanecía sentado sobre una banca afuera del edificio de la agencia donde perfectamente podía visualizar la autopista de lejos, unas cuantas montañas y el estacionamiento. En realidad estaba haciendo un lindo día, no era sumamente soleado ni frío, era un clima tranquilo y normal. Sin embargo, eso no ayudaba a su estado de ánimo porque desde que se sentó en esa banca había comenzado a derramar lágrimas.
Jungkook, quien lo había seguido y buscado durante toda la agencia hasta la salida, bajó las pequeñas gradas que dirigían hacia donde se encontraba Jimin para acercarse a él con decisión hasta que notó su rostro decaído y por ende, su expresión cambió a una preocupada.
—Jimin... —lo llamó con voz suave cuando se acercó a él notando que el rubio inmediatamente limpió sus lágrimas— ¿Estás bien? —preguntó sentándose con lentitud a su lado en la banca.
—Estoy bien —respondió con voz forzosa apartando la mirada y alejándose un poco de él— Sólo quiero un tiempo a solas.
El pelinegro tragó saliva y su mandíbula se tensó, pues una de las cosas que más odiaba en la vida era ver al rubio llorar. Le destrozaba completamente y más cuando él era el causante. No pudo evitar sentir un horrible deja vú al respecto.
—Lo siento... yo no quería-
—No, no fuiste tú —se apresuró a decir— Es algo completamente aparte y personal, no tiene nada que ver contigo.
—¿Estás seguro?
—Sí, no te preocupes —sonó su nariz sin aún ser capaz de mirarlo a los ojos— Volveré pronto, sólo necesito un momento.
—¿Lo que dijo Ryujin te molestó? —frunció el ceño.
—¿Qué? —finalmente alzó lo miró con una expresión confundida— Oh, no, claro que no. Es más, ella tuvo razón en todo lo que dijo y creo que eso me abrumó un poco...
—Sí, ella es así... —suspiró negando con la cabeza e hizo ademán de levantarse— Hablaré con ella.
—¡No! —le detuvo al instante del brazo viéndole con exasperación— Dios mío, Jungkook, ¿no puedes simplemente escucharme por un momento? —soltó y de inmediato tragó saliva.
Otro deja vú.
Sintiéndose ligeramente abrumado por ello, le soltó con lentitud y apartó la mirada.
Jungkook retomó su posición a su lado, sólo que esta vez más cerca.
—Bien, lo siento.
—Está bien —suspiró el rubio y volvió a limpiar su rostro húmedo— No tienes por qué quedarte aquí, en serio, no es necesario.
—Sabes que no lo haré.
Jimin suspiró con una pequeña sonrisa de lado y nariz roja. Pues sabía a qué se refería, Jungkook odiaba verlo llorar y era una de sus debilidades. Le sorprendía que después de tanto tiempo aún fuera así.
—¿Qué pasa? —preguntó el pelinegro con una peculiar voz suave e íntima que sólo llegó a utilizar en su momento con el rubio y sin darse cuenta de que la había usado.
Pero el contrario sí lo notó, y no pudo evitar sentir un escalofrío de pies a cabeza ante el sinfín de recuerdos ocultos que aquello le trajo y sólo tuvo ganas de echarse a llorar. Obvio, no lo hizo. Se controló. Pero, mierda, antes cuando Jungkook hacía esa voz era un detonante para derrumbarse en sus brazos y llorar como un bebé. Aún así, no supo por qué, pero sintió la necesidad de decirle lo que le sucedía, fue cómo si los años no hubieran pasado, cómo si nunca hubiesen estado tanto tiempo sin hablarse o saber del otro.
—Es... es mi madre —comenzó a murmurar viendo hacia la autopista— Desde que renuncié a mi trabajo ha estado más insoportable y necia de lo normal... Sólo pasa recordándome que estoy "desempleado", que soy un ingenuo por haberme unido a una agencia directa al fracaso y que no puedo abstenerme a quedarme en el mismo lugar donde trabaja Taehyung... Dice que es como si estuviera aprovechándome de él —soltó un largo suspiro— Me estresa tanto, me reclama y recuerda cosas que ya sé... Me hace sentir tan inútil, tan inseguro de mí mismo y lo que puedo hacer... Creo que por eso no encontré ninguna inspiración para hacer más diseños, creo que simplemente me dejé llevar por sus palabras y sentí que no sería suficiente... —terminó con una voz quebrada para después llevar una mano a su rostro y negar con la cabeza— Dios mío... ¿Por qué estoy contándote todo esto? Es tan raro...
Jungkook sonrió un poco.
—Sí, lo sé. Es un poco raro. Pero no te preocupes, no voy a juzgarte, no ahora —sentenció y mordió su labio— Así que... al parecer tu madre no ha cambiado en nada...
—¿Acaso los padres llegan a cambiar en algún momento? —voltea a verle burlesco y ambos se ríen— Sí... Mis padres... Siguen siendo iguales a como los conociste...
—Entonces de seguro todavía me odian.
Volvieron a reírse al unísono.
En el pasado, los padres de Jimin literalmente odiaban a Jungkook, no lo querían, no lo soportaban ni mucho menos lo aprobaban. Jamás. Para ellos y su mente cerrada, Jungkook representaba todo lo malo e incorrecto que había en el mundo. No lo querían cerca de Jimin porque según ellos lo iba a corromper con sus tatuajes, piercings y motocicleta. Fueron incontables las veces en que Jimin discutió con ellos por eso, fue como su época de rebelión y libertinaje. Inclusive había llegado a escaparse de su casa para irse con Jungkook y cuando sus padres se daban cuenta... bueno, sólo con decir que una vez llamaron a la policía dice mucho de lo que pasaba.
Era una locura.
Pero al final del día, sólo eran recuerdos.
—Probablemente... —afirmó Jimin con un rostro más tranquilo debido a la estimulación de reírse.
—¿Sabes algo? —comenzó a decirle Jungkook mirando detenidamente su rostro— A veces no es necesario mantener el vínculo con los padres, porque no siempre nos hacen bien, al contrario, pueden ser las personas que más nos dañen y empeoran nuestra salud mental... Por mucho que duela, a veces simplemente debemos de alejarnos, porque no podemos forzar algo que ya no tiene reparación...
—Yo... No quiero alejarme por completo de ellos.
—Jimin...
—Realmente no quiero hablar sobre mis padres, Jungkook —dijo con un suspiro— Ya sé lo que vas a decirme, pero... no quiero hablarlo.
—Está bien —aceptó el pelinegro no tan convencido— Entonces te diré esto, realmente creo que eres un excelente diseñador... —confesó obteniendo la atención del rubio— Lo digo de verdad, los diseños que me enseñaste, aunque sólo fueran tres...—negó con la cabeza y sonrió— Carajo, son perfectos. Eran demasiado buenos y justamente lo que tenía en mente.
—¿Qué? —parpadeó varias veces con un eje desorientado— ¿Entonces te gustaron?
Jungkook asintió lentamente con la cabeza.
—Te cuestioné el por qué sólo eran tres, nunca dije que no me gustaran ni te hice alguna corrección... —entonces hizo una mueca— Creo que por eso me irrité, porque vi tu talento y quería más... Pensé que no estabas tomándote en serio este proyecto.
Jimin suavizó su mirada y tragó saliva.
—Claro que lo tomo en serio, es sólo que... Ahg... —cubrió su rostro con ambas manos— Tengo tantas cosas en la cabeza... Desearía un respiro de todo por un momento.
Jungkook lo observó plácidamente y con una pequeña mueca insegura en su rostro, meditando en si era buena idea lo que tenía en mente. Pero entonces vió a Jimin levantar su rostro para limpiar de nuevo sus lágrimas y no lo dudó.
—Tengo una idea, ¿te gustaría ir a un lugar conmigo?
El rostro de Park palideció y lo miró con ojos abiertos y confundidos.
—¿Qué? ¿A dónde?
—Es un lugar para ayudarte con ese bloqueo creativo, no tardaremos mucho, quizás un par de horas pero creo que valdrá la pena —explicó con sinceridad— Pediremos permiso a Taehyung, cederá más si le digo que se trata de ti.
Park tragó saliva bajo la atenta mirada de Jeon, sólo en pensar en estar a solas con él por tanto tiempo le incomodaba, le ponía nervioso e internamente le emocionaba... ¿Ah? ¿Por qué carajos le emocionaba? Esto era muy extraño, así que mejor negarse.
—No lo sé, Jeon... No creo que sea buena idea.
—Vamos, será divertido, te lo prometo —insistió con una sonrisa— Sólo confía en mí.
Aquellas últimas palabras hicieron el corazón de Jimin bombear más rápido y su cerebro perder aquella química que necesitaba para pensar de forma correcta y moral, porque entonces no dudó en devolverle la sonrisa y asentir.
—Está bien.
————— [ 💌 ] —————
—¿Un permiso de salida?
Taehyung frunció el ceño sentado desde su escritorio demostrando lo sumamente confundido que se sentía al respecto. Jungkook asintió con la cabeza metiéndose las manos en los bolsillos y manteniendo un semblante tranquilo.
—Sí, solicito un permiso de salida para Park Jimin y mi persona, se encuentra en un bloqueo creativo y creo que le haría bien tomar un poco de aire fresco.
—¿Y por qué debería de permitir que te lo lleves a algún sitio desconocido? —inclinó un poco la cabeza viéndole con desconfianza.
—Bueno, no sería la primera vez que lo hago —explica con tranquilidad— Anteriormente he hecho eso con varios diseñadores y he obtenido buenos resultados... El hostigamiento, ambiente de trabajo y problemas personales no siempre son partidarios de buenas ideas. Creo que a Jimin le vendría bien ampliar su mente en otro lugar por un par de horas... Y si duda de mi credibilidad, puede preguntarle a Shin, él siempre me dejaba hacerlo.
Kim levantó una ceja y se cruzó de brazos mientras se echaba lentamente hacia atrás, analizando cada detalle y sugerencia de las palabras de Jeon.
—Uhm, no lo sé... —murmuró después de pensarlo por unos minutos— Hay mucho trabajo por hacer y no podemos retrasarnos, lo sabes muy bien.
—Por supuesto, pero lo tengo todo bajo control. Te aseguro que tendremos todo listo antes de mañana al mediodía —aseguró con una sonrisa confiada aunque después la borró— Y... realmente Jimin lo necesita, no se encuentra bien, creo que lo sabes mejor que cualquier otra persona...
Decir eso último se sintió como atravesar una estaca a su corazón, pero era verdad, Taehyung y Jimin eran pareja y vivían juntos, por lo que no dudaba en que él supiera que Jimin últimamente no estaba con los mejores ánimos. Y sacar esa carta funcionó, pues al instante el rostro de Taehyung se volvió más serio y pensativo al respecto, reconsiderándolo.
—De acuerdo —finalmente aceptó con un suspiro— Pero será después del mediodía, y sólo dos horas, ¿entendido?
—Entendido, gracias.
Jungkook se volteó para dirigirse a la salida con una sonrisa triunfante en su rostro y un aura traviesa.
En el tiempo restante antes del mediodía, se dedicó a terminar de revisar los diseños de Ryujin y Hanaku quienes demostraron una vez más su maravilloso talento y creatividad. Anticipadamente les indicó que estaría ausente por unas horas, por lo que le pidió a Ryujin que comenzara a pensar en ideas para el eslogan de la empresa y a Hanaku le dijo que continuará con el diseño de la página web. Mientras tanto, Jimin quiso quedarse pensando en más ideas pero Jungkook se lo impidió, así que sólo pudo esperar hasta las doce para irse con él a quién sabe dónde.
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Después de almorzar, Jungkook y Jimin se dirigieron al estacionamiento, o bueno, era más Jimin siguiendo a Jungkook en búsqueda de su auto. Finalmente Jungkook se acercó a un elegante Nissan Qashqai color negro, sacó las llaves y presionó el botón para desbloquear las puertas con un alegre sonido.
—Wow, qué lindo auto —halagó Jimin con las cejas levantadas mientras se acercaba al asiento copiloto y abría la puerta para mirar adentro— Un momento... ¿Este no era el auto que querías?
—Yep —sonrió satisfecho para abrir la puerta del piloto y subirse en él.
—Oh, Dios —Jimin no pudo evitar sonreír con alegría observando el auto por fuera. Cuando ellos salían, Jungkook siempre insistía e insistía en que quería ese auto y juraba con que algún día lo conseguiría. Y el hecho de ver que lo había logrado después de seis años, era increíble— Es... Eso es... —comenzó emocionado pero después recordó en qué posición estaban y se obligó a sí mismo a calmarse. Carraspeó— Me alegro mucho que lo hayas conseguido... —felicitó con voz neutral.
—Gracias... —suspiró de forma melancólica. Probablemente ambos habían pensado lo mismo— ¿Qué esperas? Súbete.
Y esta vez, Jimin no dudó en hacerlo, se subió al asiento copiloto y miró a su alrededor, inclusive el auto tenía una ventana arriba que podría abrirse. Sin más, Jungkook encendió el auto y la radio se colocó de forma automática comenzando a sonar de fondo una música popular. Concentrado, salió de su campo en el estacionamiento y se dirigió hasta la autopista.
Durante el inicio del trayecto permanecieron en silencio, Jungkook concentrado con los ojos en la pista y las manos en el volante mientras movía su cabeza al ritmo de la música, y Jimin mirando hacia al frente, a la ventana de al lado o a su propio celular, así sucesivamente, buscando algo con lo qué distraerse o concentrarse pues no había podido evitar comenzar a sobrepensar.
Se sentía ansioso y un poco incómodo al comenzar a repasar los hechos. No podía creer que ahora mismo se encontraba en un auto con su exnovio de la universidad dirigiéndose a un destino incierto.
¿En qué momento permitió que todo esto pasara?
—¿Y... se podría saber a dónde vamos? —se atrevió a preguntar después de unos minutos en silencio— Creo que merezco saber a dónde me llevas en contra de mi voluntad.
—¿Cómo que en contra de tu voluntad? Tú aceptaste —le miró de reojo con una sonrisa burlona— No te atrevas a tergiversar la situación o a arrepentirte, no sabes lo mucho que me costó convencer a Taehyung.
Jimin le miró con una ceja alzada.
—¿Cómo puedo garantizar no arrepentirme si ni siquiera sé a dónde voy?
Jungkook sonrió de forma pícara mientras cambiaba la marcha para ir más rápido en cuanto se le fue permitido.
—¿Quieres una pista?
—Por favor.
—Bien... Iremos a tu lugar favorito en el mundo.
Ahora sí, Park frunció el ceño completamente extrañado pues los lugares que categoraba como sus favoritos en el mundo no estaban ni siquiera en ese país, tampoco es que tuviera un lugar favorito como tal. Miró a Jeon con recelo y sospecha, temiendo lo peor al ver esa sonrisa traviesa en sus labios que conocía demasiado bien su significado.
—¿Qué planeas, Jeon?
—Cositas —se encogió de hombros de forma desinteresada y una sonrisa inocente— Te dije que confiaras en mí, ¿no?
—Sí, pero ahora comienzo a dudar de ello... —suspiró con fastidio y cubrió su rostro— Jungkook, si me llevas a un parque de atracciones o algo por el estilo...
Jeon se rió.
—¡Claro que no! ¿Por qué te llevaría a un parque de atracciones para inspirarte?
—¡No lo sé! Porque eres así de impredecible y caótico —volteó sus ojos mientras se cruzaba de brazos y suspiraba— Ya, en serio, ¿a dónde vamos?
—No seas tan impaciente.
—Necesito saberlo o me voy a morir de un ataque de ansiedad —el pelinegro estalló en risas— Y es en serio.
—Bien, ¿por qué mejor no hablamos de otra cosa? —sugirió cambiando la música en la radio a una más tranquila— Así dejas de pensar en eso, a ver, ¿quieres algo de tomar? Hay un McDonald's de camino, podemos pedir algo para llevar si quieres.
Park iba a hacer ademán de responder pero inmediatamente captó algo.
—Espera, ¿cómo que de camino? ¿Qué tan largo es el lugar a dónde iremos? ¿A dónde carajos vamos?
Jungkook entornó sus ojos y subió descaradamente el volumen de la música mientras Jimin hablaba.
—¡Jeon! —exclamó comenzando a molestarse y continuó hablándole pero el contrario le ignoró, a lo que finalmente bufó y apartó su mirada hacia la ventana de al lado— Dios, eres un insoportable.
—¿Ah?
Jimin le miró de mala gana a lo que Jungkook sonrió satisfecho para volver su mirada a la autopista mientras bajaba el volumen de la música a un nivel normal. Permanecieron varios minutos de esa manera, sin hablarse y escuchando música. Sin embargo, por increíble que parezca habían llegado a un punto en que no se sentía incómodo ni extraño, era... ¿cómodo? De igual forma, no era la primera vez que estaban en un auto juntos, pero sí la primera vez después de mucho tiempo.
Mientras conducía, Jungkook miró a Jimin de reojo quien estaba concentrado observando el paisaje afuera de la ventana y no pudo evitar enfocar su vista en la mano sobre su regazo donde tenía el anillo de compromiso en su dedo anular. De inmediato, sintió su cuerpo tensarse y apartó la mirada mientras removía sus dedos en el volante.
Intentó resistirse, pero debido a la situación tan privada en la que se encontraban no pudo evitar aprovecharla y querer alimentar a su lado masoquista.
—¿Cómo lo conociste? —preguntó de la nada, finalmente rompiendo el largo silencio en el que se encontraban desde hace diez minutos.
—¿Qué? —soltó el rubio volteando a verla con una expresión confundida al no haberlo escuchado.
—¿Cómo conociste a Taehyung?
La mirada del rubio se relajó y desorientó ante la repentina e intrusiva pregunta.
—¿En serio quieres hablar de eso? —interrogó haciendo una mueca extraña.
—Sí, ¿por qué no? —volvió a encogerse de hombros demostrando un aura tranquila y serena— Tengo curiosidad.
—Claro... —volteó los ojos, últimamente hacía mucho esa acción cuando estaba con el pelinegro. Entonces bajó su mirada hacia su propio anillo para comenzar a juguetear con él mientras mordía su labio inferior y a su vez, meditaba si realmente era buena idea contarle. Bueno, tampoco creyó que era buena idea salir con él y acá estaba. Así que no sería ninguna novedad seguir rompiendo las reglas invisibles entre exnovios— Bueno... En realidad lo conocía desde hace mucho... Era amigo de mi padre y siempre frecuentaba a venir a las aburridas fiestas que hacían en la casa... ¿Te acuerdas?
—Claro que sí —suspiró de forma agobiada al recordar aquella vez que había sido milagrosamente invitado a una de esas fiestas— Recuerdo haberle encontrado ritmo a la música clásica que ponían de fondo de tanto estarla escuchando... Y déjame decirte que realmente Mozart tenía su sazón.
Jimin estalló en risas.
—¡Es en serio! —insistió Jungkook con una sonrisa— Estoy seguro de que ese hombre y yo hubiéramos sido muy buenos amigos. Y especialmente ahora que me gusta tocar el piano.
El rubio guardó silencio para verle completamente sorprendido y con el corazón comenzado a latir fuerte.
—¿Qué? ¿Aprendiste a tocar el piano? —Una de las canciones favoritas de Jimin era Moonlight de Beethoven, la había escuchado tantas veces en aquellas elegantes fiestas que sus padres realizaban desde niño y esa era la única canción que siempre se detenía a escuchar. Mucha gente la consideraba triste y deprimente, pero por alguna extraña razón a él siempre le gustó mucho.
Y... Jungkook una vez le había prometido que algún día aprendería a tocar el piano para tocársela sólo para él. Probablemente el pelinegro había aprendido por otra razón e inclusive lo hallase olvidado, pero no pudo evitar pensar en eso por un segundo.
—Sí, aprendí hace un par de años —respondió relamiendo sus labios— No sé, simplemente un día nació el interés y aprendí. No soy un profesional pero creo que me la juego bastante.
—Eso... es genial... —formuló el rubio tragando saliva.
Jungkook le miró de reojo y carraspeó su garganta.
—¿Y entonces?
—¿Entonces qué?
—No terminaste de contar la historia.
—Oh, cierto... —suspiró y mordió su labio inferior, maldita sea, debía de dejar sus labios quietos o pronto los rompería— Pues... Yo conozco a Taehyung desde que tengo quince años pero por obvias razones nunca me había llamado la atención, hasta hace dos años, en una de las fiestas de mis padres se acercó a hablarme y yo no me acordaba de él porque hace mucho no asistía a esos eventos. Sin embargo, eso no importó mucho porque de igual forma platicamos toda la noche y al final me invitó a salir, y yo dije que sí, y pues... es todo —finalizó encogiéndose de hombros con simpleza. En realidad, sólo resumió la historia y omitió varias partes que lo hubiesen dejado en mal.
Jeon permaneció en silencio durante varios segundos sin ninguna expresión para después asentir lentamente con la cabeza.
—Oh, ya veo... Qué irónico. Y me imagino que tus padres lo aprueban, ¿no?
Park suspiró, entendiendo la indirecta y ya no gustándole el giro que estaba comenzando a tomar la conversación.
—Pues sí... —tragó saliva— Jungkook, escucha... —comenzó a decir de no ser que inmediatamente se detuvo así mismo al mirar hacia la ventana del pelinegro, su rostro palideció y su corazón empezó a bombear con fuerza.
Era el mar.
Buenaasss, espero les haya gustado el capítulo, era un poco largo pero con bastante info. Esto no alterará el orden de publicación igual voy a subir el respectivo cap el miércoles y sábado así que don't worry. Ojalán se encuentren bien y si no, mañana será un nuevo día para empezar de 0.
Háganle stream a Take Two, bye.
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