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008.

La primera vez que Jungkook y Jimin se conocieron no fue precisamente en un aula universitaria.

Más bien, en una fiesta universitaria.

Una inolvidable fiesta de Halloween.

Jimin iba disfrazado de un vampiro o al menos eso intentó porque planeó el disfraz un día antes.

Su atuendo consistía en una elegante camisa de manga larga que estaba abotonada a la mitad, mostrando parte de su pecho desnudo y clavículas. Lo complementó con un abrigo rojo de terciopelo, unos pantalones ajustados color negro y botines de punta fina. Sin omitir los detalles como sus uñas pintadas de rojo vino, las marcas de mordida en su cuello, las leves manchas de sangre falsa en su labio inferior y camisa. Y no podían faltar los dos comillos en sus dientes.

Fue a esa fiesta con sus amigas de la universidad, pero en cuestión de segundos las perdió de vista, pero no le importó y decidió divertirse por sí mismo.

En cuestión de minutos, ya se había tomado tres shots de tequila que le habían ofrecido y un vaso rojo lleno de algún licor que no recordó su nombre pero era fácil de tomar por lo que decidió quedárselo. Se encontró a sí mismo bailando y disfrutando en la pista de baile con varias personas a su alrededor. Risas descontroladas, cuerpos sudorosos, manos traviesas y vasos rojos. Jimin cantaba a todo pulmón porque habían puesto una de sus canciones favoritas y saltaba completamente eufórico.

La canción terminó e inmediatamente le siguió otra mucho más movida, Jimin se movió al ritmo de la música sintiéndose ligeramente embriagado por los efectos del alcohol mientras tomaba un poco de su vaso, cuando a través de la multitud vió un rostro de un apuesto e interesante chico a lo lejos.

Estaba disfrazado con temática de la película Matrix, vestido completamente de negro con una gabardina de cuero, botas altas y finos lentes de sol.

Jimin ladeó su cabeza viéndole con repentino interés. El chico estaba alejado de la zona de baile, prácticamente arrinconado en una esquina siendo un espectador y moviendo su cabeza al ritmo de la música. También observó el momento en que el chico encendió un cigarrillo y lo llevó a sus labios con una experiencia inusual para alguien tan joven.

Y de pronto chocaron miradas, viéndose fijamente por un tortuoso largo período de tiempo.

Park Jimin no supo la razón pero todo su cuerpo y sentidos le atraían hacia él en ese momento, le resultaba extrañamente familiar, por lo que no dudó acercarse.

—Hola —saludó de forma amigable.

El chico sonrió con ironía y le dio una profunda calada a su cigarrillo.

—Hey, ¿qué tal?

—Mi nombre es Jimin —se presentó extendiéndole una mano con una enorme sonrisa y mirada coqueta.

—Mucho gusto —estrechó su mano y le devolvió la sonrisa— Soy Jungkook —aunque después frunció un poco el ceño e inclinó la cabeza— Disculpa, ¿nos conocíamos?

—No lo creo —entrecerró los ojos sin quitar su sonrisa— ¿Por qué?

—Me resultas un poco familiar, es todo.

A continuación, Jungkook agarró una botella de cerveza, la destapó con los dientes y seguidamente la bebió mientras miraba el atuendo del contrario.

—¿Estás disfrazado de algún prostituto de la edad oscura o qué?

—¿Disculpa? —el rubio le miró ofendido— ¡Soy un vampiro! ¿Qué no ves mis colmillos?

—Por supuesto que eres un vampiro.

—¿Te estás burlando de mí? Tú pareces que irás al funeral del presidente.

Jeon dejó de beber y fumar solamente para levantar sus lentes y dejarlos sobre su cabello, mostrando sus profundos ojos oscuros.

—Pero aún así luzco genial —le guiñó un ojo volviendo a tomar de la botella.

—Nunca lo negué —respondió el rubio sintiendo su corazón acelerado por ese estúpido guiño— ¿Cómo puedes beber y fumar al mismo tiempo? Podrías colapsar.

Jungkook soltó una carcajada y Jimin se quedó contemplando demasiado tiempo su sonrisa, dándose cuenta hasta ese momento que tenía un atractivo piercing en la esquina del labio superior.

—Si me pagaran por cada vez que me han dicho eso, joder, estaría en una isla privada y viviendo la vida loca.

—Quizás si te lo dicen muy a menudo es por algo, ¿no crees? —se cruzó de brazos.

—Lo dice el tipo que se mandó media botella de tequila y aceptó un vaso de un completo desconocido.

Park estuvo a punto de reprochar hasta que captó algo interesante y su expresión cambió por completo.

—Así que estabas mirándome —fue una afirmación más que pregunta y no pudo evitar sonreír de forma coqueta.

Jeon se encogió de hombros y siguió fumando mientras apartaba la mirada.

—Tu disfraz de prostituto gótico llamaba mucho la atención.

—Claro que eso fue —respondió sarcástico.

Volvió a mirarle, esta vez con el ceño fruncido.

—¿Qué insinúas?

Sonriente, Jimin se tambaleó ligeramente hacia el frente y presionó su dedo índice contra el pecho de Jungkook.

—Insinuo que te atraigo lo suficiente como para ser la única persona del lugar a la que mires.

—¿Ah sí? —rió burlesco— Mi mundo no gira a tu alrededor, amigo. Así que bájate de esa nube.

Jimin volteó los ojos.

—Qué grosero eres —espetó para finalmente irse de vuelta a la pista de baile de no ser que Jungkook le detuvo del brazo— ¿Qué?

—Ven conmigo —le pidió con voz suave e intensa mirada.

—¿A dónde?

—A algún lugar lejos de aquí.

—¿Y por qué debería irme contigo? —interrogó levantando una ceja— Vine con mis amigas, comenzarán a buscarme cuando noten mi ausencia.

—Ni siquiera sabes dónde están.

—De igual forma, apenas te conozco y ahora no me caes demasiado bien por decir que me veo como un prostituto. ¿Cómo sé que no intentarás aprovecharte de mí?

Jungkook frunció el ceño.

—¿Por qué me aprovecharía de ti?

—No lo sé —se acercó peligrosamente cerca— Soy un chico muy atractivo y caliente que está pasado de tragos. ¿Qué harías?

El castaño relamió sus labios ante la cercanía del rubio.

—Lo que haría sería invitarlo a salir fuera de aquí para conocerlo mejor y después besarlo.

—¿Así que ese era tu plan? —sonrió ligeramente atontado y acercándose más al rostro del chico— ¿Por qué mejor no me besas ahora?

—Para no caerte demasiado bien estás invadiendo mi espacio personal —murmuró vacilón y con la respiración pesada— Realmente estás ebrio.

Jimin enterró sus dedos en la camiseta de Jungkook, sonriente.

—Vamos, bésame —insistió haciendo el impulso de besarlo pero el castaño se alejó de inmediato.

—No, gracias. No me beso con borrachos —explicó rápidamente y comenzando a alejarse.

Indignado y mareado, Jimin le siguió sin razón alguna entre la multitud. Esquivando a varias personas y alzando su mirada para no perderlo de vista, pero fue en vano porque el chico desapareció en cuestión de segundos.

Jimin suspiró y se dispuso a volver hacia la zona de tragos cuando chocó contra el pecho de Jungkook quien derramó accidentalmente la mitad de su vaso sobre él.

—¡¿Pero qué...?!

—Uy, lo siento mucho —Jungkook fingió lástima y se encogió de hombros.

—¡Eres un idiota!

—Vamos, sólo era agua para ti —explicó divertido— Fui por ella para que se te bajara el alcohol —extendió el vaso a su dirección— Ten, aún queda.

El rubio miró furioso el vaso y después a él, resistiendo el impulso de tirárselo en la cara. Por lo que simplemente se volteó y se alejó.

Ahora fue Jungkook quien siguió a Jimin entre la multitud sin quitar la fastidiosa sonrisa de su rostro. Parecían como perros y gatos, yendo uno detrás del otro. Jimin salió al jardín trasero dónde habían más personas, quitándose con dificultad sus zapatos y su abrigo de terciopelo, dejándolos tirados en alguna parte. Avanzó tambaleante hasta la piscina que estaba vacía y caminó sobre la orilla, bailando al ritmo de la canción que se escuchaba adentro.

—¡Oye!

La voz de Jungkook a lo lejos le hizo apartar la mirada del camino y sin darse cuenta dio un paso en falso hacia la piscina, cayendo repentinamente al agua.

Al instante la sonrisa de Jungkook desapareció.

—Mierda.

Avanzó rápidamente hacia la piscina quitándose su gabardina y lentes de por medio. Sin embargo, Jimin salió a la superficie sano y salvo, secando su rostro.

—¿Estás bien? —pregunta Jungkook desde la orilla viéndole con preocupación.

Jimin estalló en risas cubriendo su rostro.

—¿Alguna vez te han dicho que para bajar la ebriedad es necesario un baño de agua fría? Pues efectivamente me ha funcionado.

Jungkook negó con la cabeza, inclinándose en la orilla de la piscina y sin evitar sonreír.

—Estás demente.

El rubio sonrió de forma traviesa y nadó hacia el castaño hasta colocar sus brazos en la orilla y mirarle desde arriba con ojos brillantes.

—¿Lo estaría si te pidiera que te metieras conmigo?

—¿A la piscina de agua fría?

Jimin asintió fugazmente con una perfecta sonrisa en sus labios. Jungkook hizo una exagerada mueca dudosa.

—Mhm, no lo sé, apenas te conozco y no me caes demasiado bien. ¿Cómo sé que no intentarás aprovecharte de mí?

Al instante Jimin le lanzó un poco de agua y Jungkook retrocedió entre risas.

—¿Y si te dijera que me caerías mejor si te metieras conmigo? —insistió el rubio con ojos suplicantes mientras mordía su labio inferior.

—Uy, esa sí es una propuesta interesante. Pero no voy a mojar todo mi disfraz por una boca y un par de ojos bonitos.

—¿Así que tengo ojos bonitos para el súper espía? —sonrió emocionado y se acercó peligrosamente a su rostro.

—¿Vas a morderme? —Jungkook también se inclinó más a su dirección—Porque le tengo un pánico a la sangre y a las agujas.

—Descuida, no te dolerá.

Ambos hicieron ademán de besarse nuevamente pero de inmediato Jimin se alejó y atrapó la camisa de Jungkook entre sus manos, tirándole a la piscina. El castaño salió del agua en cuestión de segundos soltando un sinfín de maldiciones hacia el rubio quien no podía parar de reírse a carcajadas.

—¡Debiste ver tu cara!

—¡Joder! —gruñó y le tiró un gran chasquido de agua— Terminarás haciendo que te deteste.

Enseguida el contrario se la devolvió con mucha más fuerza y así sucesivamente hasta que se convirtieron en un montón de agua y risas por doquier. Quedando muchísimo más empapados y menos ebrios que antes.

—Dios mío —Jimin volvió a cubrir su rostro sintiéndose repentinamente apenado— Lo siento por haber intentado besarte varias veces, te juro que en la vida real no soy así de lanzado. Debes pensar que soy patético.

—Está bien, no tienes nada de que preocuparte —aclaró Jungkook con un sonrisa calmada— Y no eres patético, en realidad creo que eres genial.

—¿En serio?

—Claro —asintió con entusiasmo antes de acercarse más hacia el rubio en medio del agua y tragar saliva— Uhm, no sé si lo sabes, pero mañana será la apertura de la feria cerca de la playa y tenía pensado en ir... ¿Qué tal si vienes conmigo?

Jimin le miró con sorpresa e ilusión en sus ojos.

—¿Estás invitándome a salir?

—Sí, es exactamente lo que estoy haciendo.

—Oh... —apartó la mirada con una sonrisa avergonzada.

Pero Jungkook la malinterpretó.

—No hay problema si no quieres, lo entiendo perfectamente.

—No, no es eso, es que nunca he ido a una feria, y...

—¿De verdad? —murmuró asombrado— ¿Nunca te has subido a una montaña rusa o a una rueda Chicago? —su mirada se amplió más cuando el rubio negó con la cabeza— ¿Por qué?

—Pues... De niño mis padres nunca permitieron que fuera a ese tipo de lugares por ser muy peligrosos. Ellos eran más de llevarme a ver obras de teatro y museos históricos.

Jungkook chistó.

—Vaya, eso es algo...

—¿Aburrido?

—Sí.

—Lo era —sonrió sin ganas.

Jeon observó el rostro levemente decaído de Park y de inmediato quiso animarlo.

—No te preocupes por eso. Siempre hay una primera vez para todo y será muy divertido. Te lo prometo.

Aquellas palabras lograron convencer a Jimin quien le dedicó una suave sonrisa a Jungkook y aceptó. Después de un tiempo decidieron salir del agua y seguir divirtiéndose, pensando que a pesar de que se habían atraído físicamente, podían convertirse en muy buenos amigos por la increíble química que tenían.

Sin embargo, no pudieron ser amigos por mucho tiempo porque no tardaron en enamorarse intensamente uno del otro. Eran dos adolescentes de dieciocho y diecinueve años ignorantes de que acaban de darle paso a el romance más doloroso, intenso y pasional que iban a tener en toda su vida.

Y del que jamás se recuperarían.

Y continuamos con el maratón devuelta al pasado, esta será una breve sección que verán durante el trascurso de la historia, habrán capítulos entrelazados que relatarán los eventos más importantes o primerizos en el noviazgo de Jungkook y Jimin de hace seis años al presente. Así se darán una idea de cómo eran ellos dos como pareja y más adelante saber con exactitud qué sucedió entre ellos.

¡Pueden pasar al último capítulo del maratón!

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