002.
Jimin lleva la copa de champagne a sus labios y le da un sorbo mientras observa atentamente los libros abiertos en la mesa con imágenes de diferentes estilos de boda.
—Puede optar por un estilo clásico con tonos blancos y adornos florales —explicaba la organizadora de bodas al lado suyo— O un estilo romántico con tonos cálidos, pastel y velas. También existen los estilos vintage o rústico. ¿Cuál es la idea que tiene en mente?
—Me gustaría una boda con estilo industrial, esas que son dentro de un edificio con bombillas colgantes y paredes de ladrillo. Algo más... privado.
La mujer de mediana edad asintió con la cabeza y anotó algo en su libreta.
—Por supuesto, aquí hay algunas imágenes de referencia —indicó moviendo las páginas del libro— ¿Su pareja también está de acuerdo?
—Oh.
Jimin alzó la mirada del libro y llamó a Taehyung a lo lejos quien estaba eligiendo la paleta de colores de la boda. Inmediatamente el hombre azabache se acercó a él con su tranquilo caminar y bebiendo de su copa de champagne.
—¿Qué sucede, cariño? —cuestiona al colocarse a su lado y posar una mano sobre su espalda baja.
—¿Qué opinas de una boda estilo industrial?
Taehyung alzó levemente sus cejas en sorpresa al ver las imágenes de referencia.
—Se ve genial. Me encanta.
—¿Seguro? —le miró confundido— ¿No te gusta otro estilo diferente? Hay muchísimos más que puedes elegir.
—No, este me gusta también.
Jimin asintió sin mucho afán.
—¿Qué hay de la paleta de colores?
Taehyung hizo una señal a lo lejos al decorador y este inmediatamente llegó con los papeles que traían diferentes gamas de colores con tonalidades cremas y blancos.
—Están preciosos. Este fue mi favorito —señaló una gama en específico— ¿Te gusta?
El rubio hizo una pequeña mueca y señaló una gama de colores diferente.
—Uhm, me gusta más ese, es más suave... pero si quieres el otro también está perfecto.
—No, no, optemos por el que elegiste.
—Pero...
—Tienes razón, es más suave y bonito.
Jimin estuvo a punto de oponerse de no ser que el celular de Taehyung comenzó a sonar.
—Oh, es de la agencia. Vuelvo en un momento —avisa dándole un beso en la mejilla y alejándose para responder.
Jimin lo vió irse con un rostro serio. Últimamente Taehyung había estado más ocupado de lo normal debido a que le fue otorgado un puesto temporal de jefatura en una importante agencia de publicidad y ahora prácticamente no tenía tiempo para nada más que trabajar. En realidad a Jimin no le molestaba, pues entendía perfectamente que era una gran oportunidad en la carrera profesional de Taehyung. Aún así, su prometido se esforzaba por siempre sacar tiempo para estar a su lado y suspender reuniones si era necesario.
Lo adoraba muchísimo por eso.
Sonrió al verlo ponerse molesto. El rostro del chico enojado siempre le parecía tierno y atractivo a diferencia de muchas personas. En sí, Taehyung era uno de los hombres más atractivos que había conocido. Era alto, de cabello oscuro y sonrisa perfecta. Además de ser rico y doce años mayor que él, literalmente todas sus amigas estaban celosas y le molestaban diciéndole que se había conseguido un "sugar daddy".
Sin embargo, Jimin pensaba que exageraban, él tenía veinticinco y Taehyung treinta y siete, no había tanta diferencia...
Bajó su mirada y observó su anillo de compromiso con una suave sonrisa sin poder creerlo. Ellos habían sido novios durante dos años y ahora se casarían dentro de tres meses. Era una locura. Literalmente todo su mundo estaba de cabeza con todos los preparativos de la boda, no sabía lo difícil y cansado que era planificar una. Agradecía que tenía a Taehyung a su lado porque de lo contrario hubiera colapsado hace días.
Taehyung siempre había sido como un estabilizador para él, era como si hubiera llegado en el momento justo para ofrecerle su mano y ayudarlo a no caer.
Jimin trabajaba como diseñador en otra agencia publicitaria, lo cual muchas veces era algo agotador y estresante. Pero al llegar a casa Taehyung siempre estaba ahí para darle un beso en la mejilla y un chocolate caliente.
Era tan agradable.
—Listo —dijo el azabache después de colgar el celular y regresar a su lado— Lo siento, era un asunto importante.
—Descuida —le restó importancia aunque de repente tuvo curiosidad— ¿Con quién hablabas?
—Oh, con un compañero del trabajo que es algo desesperante —volteó los ojos.
—¿Por qué?
—Siento que no confía en mí como su jefe, cuestiona todas mis decisiones y no parece satisfecho con nada... Dios, si no fuera porque es uno de los mejores empleados de la agencia ya lo hubiera echado.
Jimin hizo una mueca pensativa después de tomar de su copa.
—Quizás sea una persona que le cuesta mucho adaptarse al cambio y necesite tiempo para aceptarlo, pero mientras cumpla su trabajo sin interponerse por completo creo que está bien... No deberías preocuparte mucho por eso.
—Lo sé, amor. Tienes razón —suspira sintiéndose más tranquilo y prosigue a ver su reloj— Joder, mira la hora. Tenemos que estar en casa de tus padres en media hora. Vámonos.
Jimin tragó saliva. Habían quedado en reunirse en casa de sus padres esa tarde para darles la noticia oficial de su compromiso. Hace bastante tiempo no los veía y se sentía sumamente nervioso por su reacción. Ellos siempre habían sido personas demasiado exigentes, reservadas y críticas. Aunque eran bastante abiertos a muchos temas actuales, como el tener una pareja hombre, no quitaba el hecho de que se tomaban muy en serio las decisiones que Jimin elegía en su vida, aún más cuando ya no podían controlarlo como antes.
Sin embargo y a pesar de los años, los padres de Jimin seguían influenciando mucho en él.
No estaba asustado porque no aceptaran a Taehyung o algo por el estilo, al contrario, sus padres lo amaban. Su madre era demasiado cercana a Taehyung y siempre se la pasaban conversando sobre cualquiera cosa con fluidez. Su padre le gustaba hablar de negocios con él porque contaban con un mismo sentido de opinión que les facilitaba una comunicación asertiva y coincidir en muchísimos temas.
Dios mío. No llevaban saliendo dos meses que ya sus padres querían que se comprometieran.
Lo que le asustaba era su reacción al respecto, su verdadera opinión e ideas a su matrimonio. Le asustaba que fingieran aprobación con Taehyung presente pero después disgusto a sus espaldas.
No quería pasar por eso de nuevo.
—Y cuéntame, cariño —comenzó a hablar su madre mientras todos se encontraban sentados en la gran y elegante mesa— ¿Cómo te ha ido en el trabajo?
Jimin terminó de masticar un pedazo de carne de su comida antes de responder.
—Muy bien, es cansado pero disfruto hacerlo.
—Ya veo... Sabes, si hubieras continuado con la medicina ni siquiera estarías aquí sino salvando alguna vida y ganando muchísimo más.
Su madre siempre le iba a reprochar toda la vida por haber dejado la carrera de medicina y decidido estudiar diseño publicitario. Siempre aprovechaba la oportunidad para demostrar cuanto le había decepcionado esa decisión, pues ellos eran doctores y su esperanza era que Jimin siguiera el mismo camino, pero al final no fue así. Aunque hace años a Jimin le había dejado de importar.
—De seguro —respondió con una sonrisa completamente falsa.
—¿Y qué hay de ti, Taehyung? —esta vez fue su padre quien tomó la palabra— Escuché que te cedieron el puesto de jefe en una gran agencia, eso es fascinante —halagó viendo a su prometido con ojos que podría descubrir como orgullosos.
Su padre nunca le había mirado así.
Taehyung sonrió de forma encantadora antes de limpiar su boca.
—Muchas gracias, señor. Aunque realmente es temporal, mis habilidades empresariales están dando buenos frutos y estoy muy agradecido por las oportunidades que estoy teniendo. El señor Shin Seokmin me dejó en claro que si lo hacía bien, habían probabilidades de que pueda reemplazarlo por completo cuando se retire. Y no le mentiré, ha sido difícil y de mucha presión, pero sé que puedo con ello y más si tengo a su hijo a mi lado.
Agarró la mano que estaba sobre la mesa del mencionado y le miró con ojos cariñosos.
—Y hablando sobre eso... —continuó el azabache e inmediatamente sintió la mano del rubio tensarse— Jimin y yo tenemos algo muy importante que decirles... —lo miró incitándole a seguir con una sonrisa— ¿Jimin?
Jimin le devolvió una sonrisa completamente nerviosa y volteó su rostro hacia sus padres.
—A-Ah, yo... Quiero decir, n-nosotros...
No podía continuar, su cuerpo no respondía al estímulo de hablar y terminar la frase. Pensarlo era fácil pero decirlo era difícil. ¿Por qué no podía hacerlo?
Taehyung notó la mano libre de Jimin arrugar su pantalón con inquietud y sentir la otra temblar, por lo que inmediatamente decidió tomar el control de la situación.
—Estamos comprometidos —soltó fugaz.
Los padres de Jimin dejaron de comer de golpe y sus rostros cambiaron a una expresión seria e impactada. Hubo un corto silencio que Jimin sintió como una completa tortura y el más largo de toda su vida, hasta que repentinamente fue recompensado con gritos de felicidad y aplausos.
—¡Dios mío! ¡Es una maravillosa noticia! —exclamó la señora Park levantándose de la mesa y corriendo a abrazar a su hijo— ¡Felicidades, cariño!
Jimin se quedó inmóvil y completamente sorprendido pues su madre no acostumbraba a abrazarle. Las lágrimas en sus ojos fueron inevitables y también la abrazó con una sonrisa, disfrutando ese momento aunque sea por unos segundos. Por otro lado, su padre se había levantado para abrazar a Taehyung mientras le daba palmadas en la espalda, entonces lo miró y alzó un pulgar arriba en su dirección, su rostro reflejando algo parecido al orgullo. Sí, definitivamente Jimin necesitaba unos minutos más para disfrutar el único momento en que sus padres se habían sentido orgullosos de él.
De vuelta a sus asientos los padres de Jimin comenzaron a atacarlos con un sinfín de preguntas al respecto.
—¿Cuándo será la boda? —cuestiona su madre entusiasmada.
—Será a inicios de abril cerca de nuestro aniversario —respondió Taehyung— Estamos cerca de cumplir dos años juntos, es algo apresurado pero... —le miró a los ojos— Nada se siente rápido con la persona correcta.
Jimin suavizó su mirada y sonrió ampliamente aunque había cierta inquietud en sus ojos.
Al instante el celular de Taehyung volvió a sonar rompiendo todo el ambiente romántico.
—Disculpen —avisó levantándose de su asiento— Es algo urgente del trabajo.
Los señores Park le restaron importancia y continuaron hablando entre ellos sobre sus ideas y opiniones de la boda sin evitar incluir a su hijo. Jimin fingió prestarles atención mientras discutían pero la verdad es que estaba atento a la conversación de Taehyung alejado a unos pocos metros de él. Literalmente estaba rogando con que terminara la llamada porque no quería seguir contestando preguntas sin él a su lado.
Taehyung se veía repentinamente molesto mientras daba pequeños pasos sobre su propio eje con una mano en la cintura.
—No, no podemos hacer eso y lo sabes —decía en un tono exigente— Sería una completa imprudencia, Jeon.
Jimin agarró delicadamente su copa de vino e hizo ademán de llevarla a sus labios.
—Dios mío, Jungkook. Estoy en una situación familiar, ahora mismo no puedo atenderte.
Se detuvo de golpe. Su respiración se cortó. Su corazón se congeló.
Tardó unos segundos en asimilar si fue su propia imaginación o la realidad hasta que Taehyung volvió a pronunciar ese nombre. Entonces volteó a verlo tan rápido que pudo haber dolido, sus ojos sólo reflejaban miedo. Efectivamente no era su imaginación.
No.
Era imposible.
Y a su vez jodidamente posible.
Desvío nuevamente la mirada hacia su comida y bajó la copa con la respiración pesada en cuanto Taehyung colgó la llamada y regresó a su lado.
—¿Quien era? —se atrevió a preguntar intentando mantener la serenidad en su voz.
—Él mismo sujeto del que te hablé la vez pasada, su nombre es Jeon Jungkook y me tiene hasta los huevos —suspiró negando con la cabeza y continuó charlando con los padres de su prometido.
Jimin tragó grueso. Cuando menos se dio cuenta tenía ese nombre sonando por toda su cabeza, gritando, doliendo y exigiendo salir desde esa caja con candado en la cual había decidido guardarlo para siempre.
El candado se rompió.
Y fue cuando su mente colapsó.
—Hijo, ¿estás bien? —preguntó su madre viéndole con extrañeza— Estás completamente pálido.
No. No estaba bien. Los latidos de su corazón se incrementaron con fuerza y su cuerpo comenzó a temblar. Sentía que sus fosas nasales se bloqueaban con algo inexistente y le costaba respirar. Lo reconoció de inmediato: era un ataque de ansiedad. Llevaba años sin haber tenido uno.
—Vuelvo enseguida.
Se levantó rápidamente de la mesa y prácticamente corrió hasta la salida del comedor. Taehyung lo vió huir y de inmediato fue detrás de él.
Jimin no supo de dónde sacó la fuerza para poder moverse hasta su antigua habitación en el segundo piso y esconderse ahí. Aún aferrado al pomo de la puerta su cuerpo se debilitó y cayó al suelo, respirando agitado por la boca al sentir como si algo estuviera bloqueando su nariz. No podía respirar. Sentía que se estaba ahogando.
—¡Jimin!
Escuchó la voz de Taehyung acercarse e inmediatamente le colocó seguro a la puerta. Nunca lo había visto en ese estado y no quería que lo hiciera.
—Amor, ¿qué sucede? —cuestionó preocupado Taehyung al intentar abrir la puerta y fallar— ¿Estás bien?
Jimin comenzó a llorar por el pánico. Quiso responderle que estaba bien pero no podía abrir su boca más que para inhalar y exhalar como un desquiciado mientras buscaba algo en lo qué aferrarse. Sentía que iba a morir. Tenía miedo y estaba desesperado. Era horrible.
Taehyung tocó la puerta con fuerza al escucharlo.
—Abre la puerta, por favor. Si necesitas espacio sólo dímelo pero tengo que ver si estás bien... Lamento haberte puesto en esta situación. ¿Jimin?
—Estoy bien, n-no es tu culpa —respondió el rubio con voz agitada y entrecortada— Sólo necesito un momento, por favor.
Taehyung suspiró inconforme con la respuesta pero siempre había respetado el espacio de Jimin. Era algo que le caracterizaba.
—De acuerdo, pero me mantendré cerca por si me necesitas.
Jimin lo escuchó alejarse y cerró sus ojos, tenía lágrimas secas en sus mejillas mientras una mano estaba posada en su pecho. Seguía mal. En cualquier momento se iba a asfixiar y nadie podría recurrir a él. Hasta que en su momento de desesperación los recuerdos del pasado llegaron a su mente para ayudarlo a mejorar.
Así que lentamente se abrazó a sí mismo y pensó en él.
Aún cuando se había prometido y exigido así mismo que nunca más lo haría desde hace seis años.
Lo recordó, recordó sus palabras, su voz y sus brazos sosteniéndole de forma tranquilizadora cada vez que había tenido un ataque de ansiedad. Pues maravillosamente era lo único que lo calmaba en esos momentos.
Aunque claramente no era lo mismo, dio resultados pues poco a poco su corazón se calmó, su respiración volvió a la normalidad y sintió que podía respirar.
Su corazón se había calmado. Pero eso no evitó que cubriera su rostro entre sus manos con frustración, pues ahora su mente estaba completamente abrumada por el suceso y sin indicios de dar retorno.
Esto no era nada bueno.
[ 1/2 ]
Buenas, buenas, les comento que estaré subiendo otro capítulo después de este pues tengo varios capítulos escritos pero no quiero subir todo de golpe y también necesito el tiempo para organizar las ideas, editar y seguir escribiendo la historia. Yo estaré subiendo consecutivamente los capítulos acorde a cómo vea la actividad de la historia y demás, y entonces haré un horario establecido como acostumbro hacer para mayor comodidad y seguridad tanto para ustedes como para mí.
Muchas gracias por el apoyo y espero confíen en mí en esta historia.
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