estabas caminando por los pasillos del hospital, recién salías de tu cita.

las caídas, el cansancio, el estrés, todo se debía a que estabas enferma.

hubo veces en la que le quisiste contar todo a keisuke, pero temías su respuesta, no te quedaba mucho tiempo según lo que le habían dicho.

— te volveré a encontrar en la realidad, que en mis sueños ya envejecimos juntos... —murmuraste. 

había una solución: tenías que ser sometida a una cirugía, habían un grandes probabilidades de que funcione, sin embargo, debido a que tu enfermedad ya estaba demasiado desarrollada
tu cuerpo estaba más frágil que cuando eras pequeña. a temprana edad fuiste sometida a múltiples cirugías, a pesar de eso, tus hospitalizaciones se hicieron más frecuentes y prolongadas, lo que te llevó a faltar a menudo a la escuela.

mirabas las paredes de color monótonas, te disgustaba el olor a hospital, hiciste leves pucheros queriendo irte a casa ya, pero tus padres estaban conversando con el doctor.

sin darte cuenta, habías estado dando vueltas por todo el hospital, te encontraba nuevamente en el consultorio donde estaban sus padres, te acercaste un poco a la puerta para escuchar de lo que ellos hablaban.

suspiraste y te recostaste en la pared hasta caer al suelo, te hartaba el hecho de que otra vez debías de quedarte en cama durante días en los que tu única compañía serían los cables que te rodeaban.

odiabas los hospitales.