— oye... -llamó baji.

- ¿qué pasa? -sin apartar la vista de su libro, le cuestionaste.

- ¿me dejarías ser tu novio?... -dijo en un tono casi inaudible, al no entender, separaste tu vista del libro y observaste al azabache.

- ¿ah?

- dije que si me dejarías ser tu novio...

esta vez si le habías entendido, sin embargo, quisiste seguir molestando- no te entiendo, kei.

- no lo volveré a repetir. —se cruzó de brazos.

reíste— entonces, sí. quiero que seas mi novio. -sonreíste.

el azabache celebró internamente, pero fingió tratando de ocultar su emoción— bien. ahora termina tu tarea, te distraes con facilidad.