Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Yoon, gracias por quedarte

A NamJoon le encantaba comer. No era sorpresa para cualquiera que lo conociese, en sus días buenos él podría darse un buen festín a la hora del almuerzo. Sin embargo, sabía que debía limitarse un poco. Después de todo se estaba preparando para ser un buen enfermero y no quería ser participe del clásico estereotipo sobre que todos los que trabajan en el ámbito de la salud, incluso hasta el nutriólogo tenían sobrepeso.

Aunque habían veces que su gusto por la comida podía más y no se limitaba para nada. Comía y comía hasta que se sentía a punto de explotar.

Ese día se encontraba en un puesto de comida rápida dentro del centro comercial, había quedado con Yoon para verse y al final terminaron comiendo ahí porque Namjoon tenía hambre.

—Si sigues comiendo así te hará daño —dijo el profeta Yoon.

—Me vale.

—Me valdrá más cuando estés en el hospital con tus piernas amputadas —dijo Yoon llevándose a su boca una papita frita con molestia.

—¿Y? Me valdrá el doble de lo que te valdrá a ti —refutó Namjoon dando un sorbo a su refresco.

—Me valdrá tres hectáreas más grandes que tú. Punto final.

—¡No es justo! ¿Por qué siempre tienes que tener el punto final? ¿Alguna vez me dejarás ganar?

Yoongi hizo amago de pensarlo un momento.

—Sí.

—¿En serio? —preguntó Nam asombrado.

—No.

—Cabrón —murmuró Nam.

—¿Dijiste algo? —Yoon lo miraba suspicaz.

—Nada.

—Eso creí.

Namjoon volvió a murmurar, pero esta vez Yoon le tiró una servilleta sucia directo a la cara. Nam solo rio.

* * *

—¿Qué harás el sábado, Yoon? Mi abuela dice que saldrá y llegará al día siguiente.

—¿A dónde irá ella?

Namjoon suspiró. —Alguna cosa religiosa.

—¿Y qué quieres que haga?

—Invitame al cine o a comer ese día, por favor —dijo descaradamente.

—¿Estás bromeando, verdad? —Yoon trató de ocultar el sonrojo en sus mejillas mirando hacia cualquier lado que no fuesen los ojos de Namjoon.

—No. —Namjoon negó con un movimiento de cabeza—. La abuela me redujo mi mesada por la última broma que le hice Ho.

—Eres un idiota, te lo mereces. Decirle a tu abuela que Ho había muerto porque por "accidente" —hizo comillas con sus dedos—, le dejaste la jaula abierta durante la noche y no volvió hasta dentro de tres días.

—En mi defensa, querido amigo, fue lo mejor para matar sus esperanzas y no seguir esperándolo. Él muy bandido regresó con una ala rota, y la abuela tuvo que llevarlo al veterinario, dijo que lo cobraría de mi mesada. Y si ella se va... ¿Qué voy a comer? Sabes que soy un asco cocinando.

—Quizás quiere que incendies la casa para mi tener que cuidarte más.

Namjoon lo miró.

—¿Por qué estás siendo tan mamón últimamente? Ayúdame.

—Estoy siendo realista, amigo. Tu abuela se cansó de ti —dijo Yoon muy seriamente.

Namjoon hizo un exagerado puchero. —Eso no es cierto.

—¿Seguro?

El silencio se extendió unos segundos más de los que Yoon podía soportar.

—Oye, Nam. Disculpa, me excedí con...

No pudo terminar su oración porque Namjoon comenzó a reírse a carcajadas.

—Hubieses visto tu cara —rio más fuerte.

—Idiota.

—Sí, como sea. ¿Me harás de comer o no?

Si las miradas mataran, la que le estaba dando Yoon a su amigo hubiese bastado para acabarlo ahí mismo. Sin embargo, respiró profundamente y sacudió su cabeza un poco.

—Sí, lo que sea.

—¿Quién lo quiere? —preguntó Namjoon con una sonrisa y sus manos haciendo gestos como si fuese un bebé.

—Apuesto que tu abuela me quiere más que a ti.

Namjoon bajó las manos y comenzó a comer.

—Nunca se puede jugar contigo.

—No hables con la boca llena.

—Sí, mamá —dijo Nam cuando terminó de masticar.

Yoon sonrió internamente.

* * *

Prepara comidas para su amigo era algo que Yoongi sabía hacer muy bien, porque ese chico no era capaz de hacer mucho realmente. A veces hasta el mismo Namjoon se sorprendía cuando la comida le salía bien, y se felicitaba él mismo dando palmaditas a su pecho. 

Yoon tuvo que aprender un par de técnicas más para hacer nuevos platillos pues comer siempre lo mismo le resultaba aburrido. Además, había algo en cocinar para lo demás, específicamente para Namjoon que le resultaba satisfactorio aunque no solía pensar mucho en esa sensación.

Ese fin de semana, Yoon llegó a casa de su mejor amigo con un par de bolsas dispuesto a trabajar arduamente para que su amigo no sé muriera de hambre.

Sin embargo, cuando entró con la llave que le había dado, su amigo no se encontraba por ninguna parte. Eso lo desconcertó un poco.

—¿Nam? —preguntó casi gritando—. ¡¿Namjoon?!

Dejó las cosas en la cocina, y subió hasta la habitación. La cama estaba destendida y la puerta del baño abierta. Namjoon estaba de rodillas junto al retrete, vomitando.

Se acercó lentamente y tocó la puerta del baño para avisarle su llegada.

—Hey, Nam —dijo preocupado—. ¿Qué sucedió?

Namjoon tardó en responder, pero cuando lo hizo su voz salió débil como un murmullo.

—Siento que voy a morir en cualquier momento —dijo sentándose a un lado del retrete con una mano sobre su estómago.

Namjoon todavía estaba en pijama, con su cabello muy desordenado, con ojeras enormes y una palidez que sin duda no era propia de él. Yoongi se apresuró a tomarlo del brazo cuando Nam intentó levantarse. Se notaba tan débil que no quería atacarlo de preguntas en ese momento.

—No, espera —alcanzó a decir Namjoon cuando se dobló para vomitar una vez más. Aunque logró alcanzar el zapato de Yoongi—. Lo siento —dijo cuando se percató del asunto.

—Vamos, hombre. No importa.

Con mucho cuidado y esfuerzo, Yoon lo llevó hasta su cama una vez que se aseguró que había terminado de vomitar. Colocó su mano en la frente ajena y se percató de su temperatura alta. No demoró mucho en llamar al médico de cabecera de la abuela Kim, mientras se quedaba a lado de Namjoon. Temía que si se iba podría pasarle algo más grave, no obstante tuvo que bajar rápidamente para abrir la puerta en cuanto el médico llegó. Yoon sin querer lo hizo apresurarse, pero realmente estaba preocupado.

Cuando el médico se fue, asegurándole que nada grave podía pasarle, Yoon todavía no se encontraba tranquilo. Debía salir y conseguir las medicinas para Namjoon, pero no quería dejarlo solo, y su abuela estaba sin contacto.

—Estaré bien —dijo Namjoon al ver que Yoon no se marchaba.

—¿Lo prometes?

—Yah, ¿desde cuándo somos tan sentimentales? En serio, estaré bien.

Yoon asintió con una leve sonrisa y se marchó. Fue tan veloz como pudo, haciendo que Namjoon se sorprendiera por verlo regresar tan pronto.

—¿Qué le dijiste a la cajera?

—Nada.

Namjoon rió.

—¿Qué le dijiste? —repitió. Estaba seguro que Yoongi había hecho algo. La forma en como se rascaba su oreja lo delató.

—Le dije que me atendiera a mí primero o si no iba a decirle a su madre que la vi besándose con el chico de la otra vez. Y ambos sabemos que ese chico no le cae bien a su mamá.

—¡Yoongi! —exclamó Nam.

—¿Qué? Funcionó, ¿o no? Además, parece que ya estás mejor.

—Sí, un poco.

Yoongi procedió a darle sus medicamentos con el médico había prescrito. Tuvo que bajar a preparar el almuerzo aunque con un poco de cambio en el menú, pues una sopa era lo más conveniente para Namjoon en esos momentos. Cuando terminó subió a revisar a su amigo, pero se había quedado dormido.

—Yoon —murmuró Nam cuando estaba por salir de la habitación—. Yoon —repitió.

—¿Qué sucede?

—Creo que sería mejor que te fueras, puedo contagiarte. Además, no tiene caso. Estaré todo el día aquí.

—¿Estás loco? ¿Y si empeoras?

Namjoon hizo un ruido amargo.

—No tienes qué.

—Somos mejores amigos, además tu abuela no está. ¿Quién te cuidará? —dijo un poco enfadado.

—No te enojes. Solo no quiero causarte molestias.

—Namjoon —dijo acercándose a la cama—, desde el día en que te conocí supe que ibas a hacer un dolor de cabeza, y aún así me quedé.

Namjoon sonrió ligeramente.

—Además, no creo que me enferme, no soy tan débil como tú.

Namjoon rió un poco. —Chico, tú te enfermas hasta porque está lloviendo.

—Ese no es el punto —dijo Yoon haciendo a Namjoon a un lado para acostarse junto a él.

Sintió como Namjoon colocó una mano debajo de su cabeza y Yoongi solo se permitió dejarse llevar. Cualquier cosa, era la enfermedad de Namjoon quien lo estaba haciendo actuar de esa forma.

Yoongi se acomodó más junto a Namjoon, y procuró cubrirlo con las sábanas pues ya se estaban cayendo al suelo.

—Gracias —murmuró Namjoon besando la sien ajena—, por quedarte.

Yoongi hizo todo lo posible por no sonrojarse, pero fue en vano. Miró a Namjoon por el rabillo del ojo avergonzado, pero ya estaba durmiendo, así que suspiró aliviado.

«Gracias a ti», pensó Yoongi acurrucándose más hacia él, tratando de dormir.

Jamás pensó que cuidar de Namjoon hubiese terminado de esa forma, pero él no se estaba quejando. Jamás lo haría.

- - -

Demasiado tiempo desde que me pasé por aquí. Ay, padre. Deben haberse olvidado que esto existía. Igual y tengo en mente terminarla de una buena vez.

A todas las personitas que pasen por aquí, ¡muchas gracias por seguir!

Los tqm+. Nos vemos ;*.

¡Dense una vuelta por mis demás historias! 💜💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro