BRITHANY.

¡Agh!

mi cabeza quiere estallar, se siente tan pesada.

Traté de levantarme, pero volví a caer a la cama con mis parpados pesados. Sentía que me había caído un piano encima. Es como si todos mis pecados estuvieran atándome a la cama para no levantarme.

Bostece e intente levantarme una vez más.

Mire mi alrededor confundida porque no sé cómo llegue a casa.

¿De quién es esto? mire confundida la sudadera que andaba puesta, de hecho, traía puesta toda mi ropa, hasta mis zapatos.

¿Qué me paso?

Dios, me duele la cabeza horrible, siento que en cualquier momento caeré.

¿Qué paso anoche?

¿Cómo llegue aquí?

¿Y Gissell?

¿Y Dereck?

¿Y Ashton?

¿Y Liam? ¿Qué paso con Liam?

¿Y mi celular?

Me levanté rápido de la cama y me arrepentí cuando todo a mi alrededor dio vueltas y solo pude quedarme quieta. Cuando volví a reincorporarme caminé por toda la habitación buscando mi celular, pero ni siquiera mi mochila esta. 

No, no, no, papá me va a matar por perder el celular, es el segundo que me da en el año por perderlo o arruinarlos. Si no lo encuentro estoy segura que me mandara a trabajar para cómpralo con mi propio dinero.

Suspire tratando de calmarme y entre al baño, me mire en espejo, era un completo asco. Mi cabello estaba desordenado y disperso hacia todos lados, mis ojos se miraban cansados, el maquillaje que tenia se rego por toda la cara.

Tengo cara de no comer en una semana.

¿Qué paso contigo, Brithany?

Necesito una película mental de todo lo que paso anoche.

Solo recuerdo la pequeña discusión con Gissell, ella yendo a hablar con Damián, Asthon y sus amigos, luego yo escondiéndome de Dereck, Liam viéndome serio.

Yo yéndome a esconder...

El golpe...

La chica...

El lugar oscuro...

Todos sosteniéndome...

El golpe en mi cabeza...

Luego yo tomando algo...

El polvo nublando mi visión...

¡Ahg, ese dolor en mi cabeza otra vez!

Me eche agua en el rostro y cepille mis dientes para luego entrar a la ducha y bañarme. Me siento tan pegajosa y el cuerpo tan pesado.

Cuando salí me puse la ropa más cómoda que encontré y bajé las escaleras, me puse nerviosa cuando escuché voces en la parte baja y con mi corazón acelerado di mi cara de hambre a todos.

Mi papá fue el primero en verme y me puse tan nerviosa que sentí como mis piernas temblaba y muy fácil podrían traicionarme y caer, papá me miro muy serio y camine demostrando que nada pasaba.

¿Por qué papá no anda trabajando?

—¿Cómo amaneciste, Brithany? —me pregunto Karina.

—Bien. —mi respuesta fue rápida.

—¿Te sientes mejor? —pregunto papá.

—¿Bien? Ahm, si, si estoy bien.

—Ayer te mirabas muy mal.

¿Ayer?

¿Acaso me vieron e hice algo raro?

¿Qué hice que no recuerdo?

—Ahm, bueno yo. —trate de decir alguna mentira.

—Me vomito el auto. —mire a Dereck viéndome muy serio.

—Mhu. Perdón. —dije, sin saber que estaba pasando.

—Déjalo así, luego me ayudaras a lavarlo.

—¿Tan mal estuvo esa comida? —me dijo Karina.

—Demasiado, pregúntale a mi auto. —contestó Dereck.

Me quede callada mientras Dereck explicaba que me había pasado. Papá escuchaba muy concentrado y me daba miradas de advertencia.

Y juro que Dereck ahora mismo tiene ganado el cielo tapándome la ida a una fiesta en la playa en la cual termine mal, digo mal porque no tengo ni idea de cómo llegue a mi habitación.

—Le había dicho que no se comiera ese hot dog, pero no me hizo caso, se comió como seis y empezó a marease y hasta a alucinar. Cantaba las canciones en español que traía en la radio y se reía, seguramente esos hot dog tenían algo. —dijo Dereck.

—¿Dónde fue eso? —pregunto papá.

—Afuera de una iglesia. —Dereck me miro —¿Verdad, Brithany?

—Si.

—¿Ustedes andaban juntos? —Karina pregunto.

—No, Brithany andaba con una amiga, yo con unos amigos y nos encontramos, eso es todo. Brithany se pasó comiendo esa comida radiactiva y empezó a vomitar en mi auto cuando le dije que la traería. Qué asco.

—Por esa razón no me gusta la comida que venden en la calle. —papá me miro.

—Aun me duele el estómago. —dije.

—Nada te costaba contestar ese teléfono, para eso lo tienes.

—Estaba en silencio, perdón.

—Arréglate que vamos a salir. —me dijo papá.

—¿Salir? ¿Ahora? —cuestione, confundida —¿Conmigo?

—Si, Brithany, en media hora te quiero lista.

Papá se alejó y Karina me sonrió yéndose a otro lugar.

Quede con Dereck, él estaba recostado en el umbral de la puerta de la cocina, no traía playera, simplemente se le miraba el dorso desnudo y la playera sobre su cuello, ni siquiera tengo cara para verlo, me acaba de ayudar con mi papá.

Siento que esta se las va a cobrar.

—¿Cómo se siente estar bajo el mismo sol? —dijo, burlón.

—¿De que estas hablando? —me cruce de brazos.

Dereck se rio, su risa era burlona y ronca, su pecho subía y bajaba cada vez que reía.

Rodé mis ojos molesta, no sé qué se le hace tan gracioso.

—¿Me rio? —dije, molesta.

—Ay, enana, me debes una y grande —se acercó a mí muy amenazante —, así que cuando ocupe un favor tuyo no quiero un no por respuestas.

—¿Me estas amenazando, Dereck?

—No, solo te estoy confirmando algo —metió su mano en a bolsa de sus pantalón —. Estas a deuda conmigo, enana. —saco mi celular y lo dejo en la mesa, se dio la vuelta y se retiró.

¿En qué me metí?

Fui rápido a arreglarme para salir con mi papá, se me hizo extraño que me haya dicho que saldría conmigo, porque desde que llego Karina y Dereck no hemos vuelto a salir, incluso casi no hablamos ni nos vemos.

Ha sido algo triste para mí, porque he sido solo él y yo toda la vida, él y yo hablando de todos mis cambios, él y yo siento padre e hija.

Y ahora, ahora simplemente...

—Ya estoy lista. —baje las escaleras avisándole a papá.

—Bien, ya nos iremos. Déjame atender esta llamada.

Asentí viendo a papá hablando por teléfono.

Me quedé parada como si tuviera prohibido moverme o algo. Karina y Dereck estaban hablando, bueno, Karina hablaba y Dereck contestaba con su famoso Ah.

El timbre sonó y fue el momento adecuado para salir de esa situación tan incomoda para mí. Camine hasta llegar a la puerta para abrir...

—¿Qué haces aquí? —dije, viendo hacia atrás para que nadie me viera.

—¿No es obvio?

—No, no es obvio.

—Quería saber si estabas bien.

—¿Por qué no me llamaste? —dije.

—Porque quería verte. —se encogió de hombros.

—Bueno, ya me viste, necesito que te vayas.

—¿Por qué?

—Mi papá está en casa y voy de salida con él.

—¿Y eso a mí en que me afecta?

—Liam...

—¿Qué hace él aquí? —dijo papá detrás de mí.

¿Dios, que estoy pagando en la vida?

—¿Qué hace él aquí? —volvió a preguntar papá molesto —Te deje claro que no te quería cerca de Brithany.

—Sí, pero nunca le confirme que le haría caso.

—Lárgate de mi casa, y está será la última vez que te digo que te quiero lejos de mi hija.

—Eso me dijo la vez pasada y véame aquí.

—¿Qué quieres? —papá se cruzó de brazos.

—¿Querer de que?

—¿Con ella? ¿Qué quieres de ella?

Mire a Liam y sentí una pizca de decepción cuando él no respondió y ni siquiera me miró, no mire una reacción de nada, solo una donde no le importa lo que pasa a su alrededor.

Liam sonrió y negó burlón.

—Nada. —contestó él.

—¿Nada?

—No, no quiero nada, quiero... —Liam se quedo callado.

—Bien, porque si no quieres nada no te quiero cerca de ella, no vengas aquí a quitarle la paz que ella tiene que enfocarse en sus estudios. —dijo papá.

—Me quedo claro.

—¿Qué haces aquí entonces? —dije, molesta, triste, decepcionada.

Él se quedó callado viéndome.

Sentí la presencia de alguien atrás y reconocí el perfumen de Dereck y escuché cuando dijo: Me cago en mi puta vida.

—Hoy hay un partidos y nos vamos a reunir todos. Le dije que pasara por mí. —dijo Dereck.

—Ahm —dijo papá —Solo quiero volver a decirte algo —papá miró a Liam —no te quiero cerca de Brithany.

Él no dijo nada.

—Vámonos Brithany.

Camine a un lado de papá y pase al lado de Liam, sentí una sensación extraña de tristeza junto con decepción. Otra vez me esta rechazando y esta vez fue fue enfrente de mi pap y aparte Dereck escucho.

Dereck ya me lo había advertido y no quise hacer caso y ahora esta pasando lo que me dijo.

Evítalo.

Si no les agrada las deja y ya.

Es mi consejo,  pero tú sabes la decisión. 

Cuando pase al lado de Liam sentí como las con la punta de sus dedos me tocaba el brazo y molesta aparte mi mano ignorándolo.

Estaba muy molesta, por que no puede decir lo que me dice a mí, y ahora que esta papá se echo para atrás negando todo.

Eso me pasa por siempre creer todo lo que me dice, siempre va diciéndome cosas y luego voy y le creo, pero ya me quedo claro que él solo me está mintiendo, esta volviendo a ilusionarme.

Ya estoy cansada de ser yo la que perdona todo lo que dice y ser tan débil cuando él va, pero ya no, me quedo claro que Liam no quiere nada.

Y me sentí tan humillada cuando dijo eso delante de papá.

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—¿Dónde vamos? —le pregunte a papá.

—Ya vamos a llegar. —dijo, viendo la carretera. 

—¿Estamos cerca? —volví a preguntar. 

—Sí, bastante. 

—¿Y donde es?

—Había olvidado lo mucho que preguntas cuando salimos.

—Perdón, pero necesito saber dónde vamos.

—Ya estamos llegando.

Me quede callada viendo como papá estacionaba el auto enfrente a un gran portón de color negro. Empecé a respirar rápido cuando me di cuenta donde estábamos.

El cementerio.

Mamá.

Seguí a papá, él traía un ramo de rosas rojas, caminaba lento detrás de él y papá me espero para caminar a su lado, me extendió el ramo y lo sostuve nerviosa.

Nunca había venido aquí.

Nos detuvimos enfrente a una tumba y no supe como reaccionar cuando mire el nombre de mi mamá sobre la lápida.

Marisol Lennox.

Porque fue valiente hasta el final.

Mire a papá, él me señaló con su cabeza que colocará las rosas. Suspiré y me agache quedando invada enfrente a la tumba.

Aparte las flores marchitadas y coloque las rosas.

Me quede ahí viendo su nombre, y no voy a negar que mis ojos empezaron a picarme, porque no la conocí, y tal vez todo sería diferente si ella estuviera aquí conmigo, hubiera sido algo diferente si mamá me aconsejará, si mamá me diera palabras de aliento cuando todo va mal.

Sería una historia diferente si mi mamá estuviera aquí conmigo.

Pero no está, mamá no está y siempre tengo ese pensamiento de sentirme triste cuando me imagino que pasaría si ella estuviera aquí.

—¿Ella quería que me llamara Brithany? —pregunté.

—Sí. —papá le costó responder.

—¿Tú me odiaste por qué ella murió por mi culpa?

—No, Brithany, jamás te odiaría, eres mi única hija, eres lo único que tengo que me recuerda a ella.

Papá se sentó a un lado conmigo y solo nos quedamos callados, respirando el aire fresco que estaba a nuestros alrededor.

—Ella tenía muchos planes, siempre decía que te inscribiría a una escuela de ballet, e intente hacerlo por ella, pero tú no quisiste.

—Perdón por eso, creo que el ballet no es lo mío. —dije, viendo la tumba de mamá.

—También quería llevarte al mar.

—Mamá, no sé nadar —dije, sonriendo —Aparte, me da miedo ver mucha agua, tengo una fobia.

—También te decía Sol.

—Me contaron esa historia.

—Y te recordaba lo mucho que te amaba, siempre hablaba contigo. Nunca te hablo de ella porque me duele hacerlo, nunca la voy a superar y hablar de ella siempre me costara.

—Quiero saber como fue.

—Ella no murió de inmediato —confesó —Murió dos horas después de haberte dado a luz.

—¿Ella me conoció?

—Sí, te cargo, te alimento, lloro de la felicidad cuando te tuvo en sus brazos, te beso y te dijo que te amaba y que cuando crecieras serían muy hermosa, y tiene razón. Siempre tuvo razón.

—Pero yo no la conocí.

Mire a papá y él no apartó su mirada de las rosas que le había puesto a mamá.

Levantó su mirada y me miró, extendió sus brazos y no lo pensé dos veces para ir hacia él y papá me envolvió con sus brazos.

—¿Por que no me dijiste que te habías casado? —pregunte.

—Pensé que dirías que estaba reemplazando a tu madre.

—No,  las personas no se reemplazan con otras, menos las personas que dejan marca en uno.

—Tu madre nunca será reemplazada por nadie, Brithany.

—Nunca, pero me hubieras contado. —dije, recostada en su pecho viendo la tumba de mamá. 

—Pero nunca dudes del amor que tu mamá te tenía y te tiene —me dijo papá —Mary siempre estará contigo.

—Mamá siempre estará conmigo.

—Siempre estará contigo, mi sol.

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Qué onda gente.

Como esta la onda por allá.

Porque por aquí no me quejo, jajaja, vean que yo me bloqueo mucho y que vergüenza venir como si nada ha pasado, pero quien tenga miedo a morir que no nazca, nuestro lema es sin miedo al éxito.

¿Qué les pareció el capitulo?

Eh, creo que iba a decirles algo más, pero se me olvidó, así que ni modo, como siempre.

Saludos desde mi habitación, besos oscuros, cartas por montón y melodías de amor.

Abby ♡