BRITHANY.

Hola Dios, quería preguntar ¿por qué siempre me pones en momentos incomodos? Soy una buena chica, tengo buenas notas, soy obediente con mi padre y no desobedezco sus reglas y... bien, ya me quedo claro, lo sé, ahora mismo no estoy siendo obediente.

Di un paso atrás alejándome cuando se acercó Asthon a nosotras, no pude negar sentirme culpable de la última mirada que me dio Liam. Él había asentido rendido y se había alejado con Damián.

—¿Pasa algo? Parece que vieron un fantasma o algo.

—Pero aun —dijo Gissell —. A mi ex.

—Te entiendo —Miguel le dijo a Gissell —yo si mirara a mi ex la confundiera con un fantasma, pero de esas que regresan de la muerte para cobrar venganza.

—Pero no me refiero a eso, ustedes no entienden. Yo estoy tratando de arreglar las cosas, yo lo amo...

Los tres chicos se vieron entre sí, mientras que Gissell buscaba a Damián con la mirada.

—Guapa, tienes que entender que cuando un chico te ignora es porque ya no quiere nada. —Jorge se encogió de hombros.

—No siempre es así.

—Otra excusa no puedo darte. Te ignora, se aburrió, no quiere nada, te olvido, muchas veces así funciona la mente de los chicos, te lo digo porque soy uno de esos chicos que hace eso. —confesó Jorge.

—Es que no entiendes mi situación, él me busca...

—Y te ignora por lo que veo.

—Yo necesito hablar con él.

—¿Quieres ponerlo celoso? —propuso Miguel.

—No, creo que lo que menos quiero es hacer otra estupidez.

—Si dices que está aquí has que venga a ti, que te hable ¿Quién es? —pregunto Miguel.

—No entiendo que quieren lograr cuando dices que es tu ex, no serviría para nada. —Jorge le dio un sorbo a su bebida.

—Sí, yo creo que será una mala idea. —lo apoye

—Yo amo las malas ideas. —Gissell me paso su brazo por encima de mi hombro.

—Gissell no.

—Si Damián no viene sabré que él no quiere nada conmigo y entenderé.

—¿Solo quieres ver su reacción?

—Quiero que reclame lo que le pertenece.

—¿Qué pasa si Dereck me ve? —dije.

—Él no tiene que enterarse que estas aquí, solo evita que te vea.

—¿Dereck? —menciono Jorge —¿El chico que ha ganado más carreras que todos nosotros juntos?

—Creo que sí. —dije —¿Saben quién es?

—Sí, aquí todos lo conocen, al igual que sus amigos. —Asthon contesto, seguí su mirada y observe que estaba viendo a Dereck. —Si te refieres a ese chico, sí, sabemos quién es.

—Bueno, pues no quiero que él me vea.

—¿Por qué, es tu ex novio? —Jorge ladeo su cabeza viéndome.

—¿Que? —hice una mueca.

—Porque si lo es, déjame decirte que tienes gustos particularmente extraños, ya sabes, chicos que tiene pinta de malos y arrogantes. —Asthon se encogió de hombros.

—No es mi ex novio, que horror.

—¿Entonces por qué tanto pánico escénico en el aire? —preguntó Jorge.

—Vivo con él.

Jorge fue tan dramático que se ahogó con su bebida que empezó a toser.

—¿Es tu marido? —Jorge dijo, asustado.

—No seas imbécil, está más claro que el agua, Jorge. Son hermanos. —confirmo Asthon.

—No soy de entender indirectas, pueden estar insultándome y pienso que al que está detrás de mí.

—Como sea, esta es mala idea Gissell —me estaba comenzado a molestar.

—Lo hare, será rápido.

—Bien, hazlo, pero yo me voy. —dije.

—¿Que? ¿Cómo te vas a ir? ¿Me vas a dejar sola? —Gissell me miro.

—Ando dinero, me iré en taxi.

—Brithany.

—Tú te quieres quedar y hacer una escena, ¿por qué no solo vas y hablas con Damián? siempre me has dicho que sea valiente y que me dé cuenta de lo que valgo, pero esto que quieres hacer es raro hasta para ti, si lo quieres recuperar poniéndolo celoso con otro chico no ganarás nada. Lo que lograras haciendo eso seria en alejarlo más.

—¿Estas diciéndome que...

—No vayas a ponerme como una mala amiga que no te quiere apoyar, sabes que te quiero y te apoyo en todo, pero haciendo esto no. Si amas a Damián ve a hablar con él, como toda relación que necesita comunicación.

—Siento que me dirá que soy la peor novia que existe, la peor novia que él ha tenido.

—Tienes que hablar con él.

—He intentado y me ignora.

—Pues ve ahora, no pierdes nada en ir y decirle que te regale diez minutos de su valioso tiempo.

—¿Me esperaras si voy a hablar con él? —los ojos de Gissell se cristalizaron.

—Si vas como la chica que siempre sale ganando sí.

—Bien. Se aborta la misión, iré con mi... —a Gissell se le hizo un nudo, suspiro y negó —Iré a hablar con mi novio. —dijo sonriendo y quitado una lagrima que había bajando por su rostro.

Mire a Gissell caminar buscando a Damián, y cuando lo miro a lo lejos se quedó parada en medio de todos. Se dio la vuelta para verme y le sonreí dándole ánimos, ella asintió y se acercó.

Cuando llego enfrente de Damián, él levanto su mirada y quedo viendo a Gissell. Ella le dijo algo y él lo pensó y asintió con pereza. Damián se levantó y ambos empezaron a caminar alejándose de todos.

—Buena terapeuta, eh. —menciono Jorge.

—Yo si quería bailar con ella, vaya mierda. —Miguel negó, decepcionado.

—¿Ahora te quedaras? —me pregunto Asthon.

—Bueno, creo que tengo que esperarla, y tratar de esconderme para que Dereck no me vea... —mis palabras quedaron en el aire cuando perdí a Dereck e Isaac de mi campo de visión, ni siquiera veo a Liam.

Mire a todos lados tratando de ubicar a ese chico con espalda ancha, alto y con cabello oscuro, que vestía de negro. Mal día para vestirte de negro, Dereck, ¿no pudiste venirme con una camia naranja para ubicarme más rápido?

—No te alteres, allá esta. —Jorge lo ubico —Mira Asthon, esta con ese chico que golpeo el auto de Miguel.

—Ah, sí, mira es ese idiota.

Mis ojos se encontraron con los tres chicos que estaba buscando, Dereck, Isaac y Liam.

Oh no.

¿Y si Liam le pregunta que si él me trajo?

No, no, no, eso es malo.

—Si Gissell vuelve díganle que me llame por teléfono. —dije, alejándome lentamente —dejo mi mochila para que sepa que no me fui. —lance mi mochila y Asthon la agarro. 

—No te puedes ir ¿Por qué tanto drama? —dijo Miguel.

—Cálmate —Asthon me agarro la mano —No te puedes ir.

—Ustedes no entienden. Solo hagan lo que les digo, cuando llegue Gissell díganle eso. —me solté del agarre de Asthon.

Como una ladrona me escabullí por el gentío escondiéndome entre el medio de todos, no quiero ser dramática, pero enserio no quiero que Dereck me vea aquí o que se entere, sería como cavar una tumba.

Solo yo sé lo que arriesgo, sería una conversación larga con Dereck diciéndome que por qué voy a esos lugares cuando ya me había dicho que era peligroso. Y puede que vuelva a mencionar lo del altercado con aquellos hombres.

Un escalofrió me recorrió el cuerpo recordado cuando ese hombre empezó a susurrarme cosas en el oído e intento tocarme... borro eso de mi mente negando y hago un quejido de dolor cuando choco con alguien.

—Discúlpame... —dije, apenada.

Espere ver al chico con el que había chocado y mire a la chica que estaba a un lado de él, me sentí pequeña al lado de estas tres chicas y el chico que ahora estaban enfrente de mí.

—Pero vean lo que la vida me pone enfrente —dijo la chica. La misma chica que fue a buscar a Liam.

—¿Conoces a esta criatura? —dijo una de las chicas.

—Por suerte sí.

—Pero mira que tierna es —dijo el chico —¿De que museo te escaparte, preciosa?

—Disculpen, tengo que irme... —dije, di un paso, pero me impidieron el paso.

—Claro que no te vas a ir, sin antes desquitarme contigo algo que me hizo Liam. —la chica enfatizo Liam.

—¿Liam? —menciono el chico —¿Ella es de la chica que nos hablaste?

—Así es, pero ahora que esta sola no eres tan valiente.

—Déjame ir, no quiero problemas. —trate de sonar segura, pero estar delante de estas personas me aterra.

La chica de cabello rubio con mechones rosados sonrió mientras negaba.

—Te dije que me las iba a desquitar contigo, y mira qué bonito me trata la vida, apareciste. La vida es tan linda.

—¿Qué le harás, Andrea? —dijo una de sus amigas.

—Agárrenla, es hora de divertimos.

Todos mis sentidos se activaron cuando las chicas me agarraron a la fuerza y me hicieron caminar con ellas, y me asuste cuando me llevaron a un lugar oscuro que apenas se podía visualizar. Me sentí tan asustada que no sabía que había pateado al chico.

Sentí que él me había jalado el cabello e hizo que me diera un golpe en mi cabeza que hizo quejarme cuando me pegaron a una pared. Las dos chicas me agarraron los brazos para no escapar, y el chico se quejaba del dolor mientras me decía perra.

Sentí una lagrima bajar y la chica que ahora sé que se llama Andrea sonrió y limpio mi lagrima.

—No llores, a Liam no le gustan las chicas débiles.

—Yo no los conozco, a ninguno, no quiero problemas con ninguno. —pronuncie, asustada, las uñas de las chicas me ardían en la piel.

—A mí si me conoces, te refresco la memoria: No repito dos veces, tu amiga es sorda, yo no te he humillado ¿Recuerdas, cariño?

—Perra, me golpeaste. —me grito el chico.

—Débil. —me sorprendí cuando salieron esas palabras de mi boca.

—Y aparte le gusta contestar.

—Es una cajita de secretos —dijo la chica —¿Así le contestas a Liam cuando te folla?

—La pones nerviosa. —dijo la chica a mi derecha.

—Te daré una advertencia, niñita. Cuando estés en la cama por primera vez con Liam, ten en cuenta que no te mirara a los ojos y tampoco habrán caricias después de quitarte tu virginidad. Solo será un revolcón más a su lista.

—¿Eso te hizo a ti? —pregunté.

—Sí, eso le hace a todas con las que se acuesta.

—Pues que raro —dije, arrepintiéndome de esto.

—¿Por qué raro?

—Porque a mí sí me besa, me acaricia y me mira a los ojos.

¿Qué rayos estas diciendo?

Jamás he estado en la cama con alguien, bueno, llegue a tener un acercamiento con un chico en un campamento de tres días en el que mi padre me envió, pero luego el chico se arrepintió y no pasó nada.

Fue raro y vergonzoso.

—Niñita tonta. —la chica sonrió y se dio la vuelta, apartándose, ni siquiera logre ver hacia a donde iba, o que haría.

Iba a decir algo, pero no respondí cuando el chico se me acerco. Me sentí asqueada cuando sentí su respiración en mi cuello y no pude contener mis lágrimas cuando sentí su lengua.

—No me toques, apártate. —suplique.

—Liam tiene un bonito gusto —el chico beso mi cuello y cruzo su mirada con la mía —. No llores, amor mío. —acarició mi cabello y aleje mi cabeza.

—No me hagan daño.

—Preciosa, es lo que menos te haremos ¿Cómo lastimar una carita tan linda y delicada como la que tienes?

—Ya déjate de ridiculeces —Andrea lo aparto —. Haremos esto fácil, quiero que abras la boca.

—¿Qué? —dije, confundida.

—No repito dos veces.

Es obvio que no iba a hacer nada de lo que me pedía. No iba a abrir mi boca.

Pero estaba asustada como nunca, no miraba a nadie a mi alrededor y temía por mi vida, pensé en mi papá llamándome la atención diciéndome que no entre a lugares que no son actos para mí, ahora le hare caso, si es que salgo de esta.

—Bien, lo haremos por las malas si es que así lo quieres. Ayúdame. —le dijo al chico.

Él con sus grandes manos me sostuvo el rostro obligándome a abrir mi boca, trate de cerrarla, pero él me lo impedía.

Mis lágrimas salieron cuando Andrea tapo mi nariz impidiendo poder respirar haciendo que tragara algún líquido raro que tenía en un diminuto vaso plástico. Sentí como algo pasaba por mi garganta tragando lo que sea que me haya dado.

Todos me soltaron y me miraron divertidos mientras que yo secaba mis lágrimas y seguía pegada a la pared como un gato asustado.

—Te deseo lo mejor con Liam. —dijo Andrea.

—¿No se te olvida algo? —dijo una de sus amigas.

—Claro, olvide la magia, no hay fiestas más épica en la que te sientas en las nubes. —me aleje un poco y me volvieron agarra.

La chica saco algo de una bolsa plástica y se echó algo en la palma de su mano. Se acercó, me puso su mano enfrente de mí y soplo un polvo haciéndome toser. Aspire algo extraño que hizo que mis ojos y fosas nasales picaran.

—Que disfrutes la fiesta. —se alejó.

Tosí varias veces sintiendo una sensación de preocupación mientras limpiaba mis lágrimas regadas por mi cara.

Camine buscando a Gissell nuevamente, no me importa si me ven, necesito que me ayude a llegar a mi casa. No puedo llegar así a mi casa sabiendo que metieron un líquido raro a mi cuerpo.

Toque el brazo de Asthon cuando llegue donde ellos estaban.

—¿Y Gissell? —pregunte.

—Que rápido volviste.

—¿Dónde está Gissell?

—Tranquila ¿estas bien? —Asthon pregunto.

—Ocupo a Gissell ¿Dónde está Gissell?

—Brithany —sentí un alivio cuando escuche a Gissell —Oh, ponderosa Brithany, te amo. Ahora te pido diez minutos de tu valioso tiempo, creo que tenías razón, necesitamos hablar.

—Voy a sonar exagerada y dramática, pero tengo que ir a un hospital.

—¿Que? —dijeron los tres chicos.

—¿Hospital? ¿Estas bien?

—No, bueno sí, bueno creo que no. Solo necesito ir, acabo de ver polvo enfrente de mí. No miento.

—¿Estas bien? ¿Tienes sueño? —pregunto Miguel.

—¿Sueño? Puff, naw. Tengo miedo. —dije, riéndome.

—Esto no me gusta, vuelvo pronto. No te muevas, Brithany, vendré en unos minutos. —Asentí a todo lo que dijo Gissell.

Bien, unos minutos ¿Qué me puede pasar en unos minutos?

Me quede ahí viendo a todos a mi alrededor la música sonaba y me empezaba a doler horrible la cabeza, al igual que sentía mi garganta seca, escuchaba las voces de Asthon, Miguel y Jorge, pero las ignore cuando mis ojos volvieron a picar y arder, fue una sensación extraña, era primera vez que experimentaba algo así y no me estaba gustando, porque aumentaba mi dolor de cabeza y sentí mi corazón palpitar rápido.

Estaba siendo demasiado paciente con Gissell, necesitaba que volviera, pero estaba tardando mucho, así que salí a buscarla, ni siquiera me fije si los chicos estaban viéndome o dijeron algo, salí de ahí, me sentía en un diminuto lugar, me sentía sofocada y quería libertad.

Me agarre mi cabeza cuando sentí un ligero mareo que deje pasar, camine nuevamente por el gentío y me sentía perdida, ni siquiera sé dónde estoy parada.

Volví a mirar a mi alrededor y me di cuenta que estaba en medio de todos, muchos bailaban al ritmo de música latina, bajé mi mirada al suelo y sonreí viendo la arena de la playa.

De repente empecé a sentir la necesidad de bailar junto a las personas y empecé a moverme lento y algo apenada al ritmo de la canción.

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Hola, gente ❤️

¿Cómo los trata la vida?

Quiero decir que sí, me informe sobre las drogas y cuánto tiempo una persona empieza a afectarse, solo quería decirlo por si tenían dudas, pero si, una persona que consume capsulas de drogas empieza a tener efectos desde el minuto 10-20 minutos, depende la sustancia, pero como en este caso hubieron dos sustancias, polvos y capsulas que son revueltas con líquido (la cual podría ser agua entre otros líquidos, depende la persona)

La MDMA o también se conoce comúnmente como éxtasis o Molly.

La (MDMA) es una droga sintética que altera el estado de ánimo y la percepción (la conciencia de los objetos y las condiciones circundantes). Su composición química es similar a la de los estimulantes y los alucinógenos y genera una sensación de aumento de la energía, el placer y la calidez emocional. Además, distorsiona la percepción sensorial y temporal. Las personas que usan MDMA por lo común la ingieren en cápsulas o en tabletas, si bien hay quienes la beben en forma líquida o aspiran el polvo. (lo cual fue el caso que acaba de pasar)

Y solo para dejar en claro, no es que este dando clase, pero quiero que sepan, je, je que algunos efectos; los cuales son varios hace que la MDMA aumenta la actividad de tres sustancias químicas en el cerebro:

—Dopamina: aumenta la euforia y genera mayor energía y actividad.

—Norepinefrina: acelera la frecuencia cardíaca y eleva la presión sanguínea, lo que es especialmente riesgoso para las personas que sufren de problemas cardíacos o circulatorios.

—Serotonina: afecta el estado de ánimo, el apetito, el sueño y otras funciones. También activa hormonas que afectan la excitación sexual y la confianza. La liberación de grandes cantidades de serotonina es probablemente lo que genera la cercanía emocional, el estado de ánimo elevado y la empatía que sienten las personas que consumen MDMA.

Y otros efectos son:

—Nauseas.

—Calambres musculares.

—Rechinado involuntario de los dientes.

—Visión borrosa.

—Escalofríos y sudor.

RECORDATORIO: NO COSUMAN DROGAS.

Siga para adelante que le falta un capitulo. 

Saludos desde mi habitación, besos oscuros, cartas por motón y melodías de amor.

Abby