Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 22

Brithany.

Esta vez por nada en el mundo preguntare, que tan malo puede salir.

Son palabras mortales.

La última vez que lo hice todo salió mal.

Me di una última ojeada en el espejo, tengo que aceptar que me gusta cómo me veo, no tengo una autoestima baja, tengo una estable, una donde me analizo y digo que ahora mismo me veo bien.

Había amado mi cabello que ahora mismo estaba alisado con las puntas onduladas, me había maquillado con colores suaves, tengo que aceptar que me gustaba maquillarme y experimentar diseños en mí, pero tristemente me da mucha pereza hacerlo.

Sonreí viendo el vestido negro que había elegido, la chaqueta de jeans y mis tenis. Me siento una chica que está a la moda.

Agarre mi celular y salí de mi habitación dejándola con seguro.

Baje las escaleras de mi casa, escuchaba las voces cada vez más fuertes cuando me acercaba, me quede parada con un horrible hoyo instándose en mi estómago cuando Karina, Dereck y mi papá me vieron.

Siento que ahora no me veo bien, siento que me puse mucho maquillaje, no, solo me eché sombras.

Oh, mira, se cayó la autoestima que dices que tienes.

—¿Así te ves bañada? Deberías de hacerlo más seguido. —se burló Dereck.

—Lamentablemente a ti ni bañándote se te quita lo tonto.

—Eres más lenta que las tortugas, te tardas tanto en salir.

—¿Quieres pelear conmigo ahora?

—Tú empezaste.

—Tú empezaste.

—¿Se irán juntos? —Karina hizo que ambos dejáramos nuestra discusión para después.

—Aunque no quiera así es. —Dereck suspiro arreglando su cabello.

Mire a mi papá, después de todo a él es el único que tengo que darle explicaciones de donde vaya.

—¿Llegaran juntos? —mi papá estaba sentando en el sillón.

—No, tengo planes de dejarla en la golosinería más sola y oscura que encuentre. —mire mal a Dereck cuando dijo eso.

—Pues que mal secuestrador eres al contarnos tus planes. —le dijo mi papá.

—Por eso lo hago, para que no me pregunten cuando no la vean conmigo.

—Dereck —le dijo Karina con una voz tan suave pero sé que Dereck entendió esa amenaza —, no bromees así.

—Por eso no tienes novia. —dije, realmente hubiera preferido quedarme callada, cuando hablo siempre empieza una pelea.

—¿Quieres hablar de ese tema, Brithany? Tengo buenas cartas para jugar en tu contra.

Entrecerré mis ojos viéndolo muy amenazante, era en serio que haría eso. Sé que se refiere a mi enamoramiento compulsivo con Liam, y las ganas inmensas de arrojarle mi zapato en la cara era muchas.

Dereck sonrió muy inocente, como si quebrara ni un plato.

—Mejor vámonos. —le dije evitando quemarme delante de todos al exponerme sola.

—Muy sabio de tu parte, enana.

—No me digas enana.

—Eres enana, que no te avergüence tu estatura.

—Que odioso eres, niño mimado, posesivo, raro e idiota.

—¿No les alegra que cada día nos llevamos mejor? —Dereck ladeo su cabeza con una sonrisa viendo a Karina y a mi papá.

Mi papá nos dio una mirada amenazante, Karina por su lado nos miró confundida y asustada.

Antes de que diga algo mi papá se levanta del sillón y me mira serio, sé que me dirá algo de advertencias y todo eso, como es normal en él.

Él centro toda su atención en Dereck, eso fue extraño.

Ahora me está viendo a mí.

Oh no, ahora mira a Karina.

Hey, ahora nos está viendo a Dereck y a mí.

—Brithany, nada de alcohol, muchachos y problemas.

—Lo sé.

—Con todo respeto —Dereck como siempre hacienda enojar a todo con sus comentarios —, vamos a una fiesta no a un velorio, digo, solo para aclarar.

—Lo sé, pero ella tiene que entender que tiene límites.

—Señor papá de Brithany, no sea grosero y rudo con esta pobre criatura que emana mala suerte.

—Entendí, Dereck, no es necesario que digas cosas raras de mí. —me defendí.

—Te estaba defendiendo para que te emborracharas sin que tuvieras problemas, agradece.

—Pues si eso es defenderme no lo hagas, gracias.

—¿No se les hace tarde? —Karina interrumpió una nueva discusión que ella sabía que iba a empezar.

Escuche con mucha concentración todas las advertencias que mi papá me daba, juro que pensé que me mandaría a cambiarme cuando dijo que estaba haciendo mucho frio para que fuera con vestido, fue muy sutil al decir no me gusta cómo vas vestida, pero decidí asentir a todas sus palabras.

Dereck rodaba sus ojos impacientes por esperar tanto.

Cuando subí al auto de Dereck por segunda vez sentí una sensación extraña porque no me sentía tan cómoda. Su auto era cálido, tenía ese aroma a hombre, era limpio, seguro y fresco, este auto no conoce el polvo.

Quise quitar la incomodidad del silencio poniendo música. Apague la música porque sentí la mirada intimidante de Dereck, es como si dijera: no toques porque te tiro del auto. Así que junte mis manos sobre mi regazo impaciente para llegar.

—¿Por qué tan preocupada? —pregunto, su mirada está muy fija en la carretera.

—No lo estoy. —conteste.

—¿Es porque es una fiesta de tu amado idiota?

—No.

Dereck sonrió y relamió sus labios.

—Si no te conociera te creería.

—No me conoces.

—Pero si lo suficiente.

Decidí no responder dejando ahí la conversación, tengo que dejar la idea que Liam ya no me gusta ¿A quien engaño? A nadie, porque todos saben lo mucho que me gusta, aunque he sido muy valiente y he dejado de dejarle notas en su casillero.

Sé que no es mucho, pero para mí sí, porque con esas notas empezó todo y el no dejarlas me hace sentir que el día no esta completo.

Dereck estaciono su auto afuera de la casa de los Reinhart, algo alejado porque estaba muy lleno de autos. Cuando salimos me quedé sorprendida y estática cuando vi que había demasiadas personas, más que la última vez, afuera de la casa, dentro, en el jardín, en la calle, en los autos. Estaba muy lleno.

Seguí a Dereck hasta entrar a la gran casa, adentro estaba más lleno de personas, todos bailaban, reían, cantaban y millones de olores se mezclaban, alcohol, perfumen y sudor.

—Dereck —una voz femenina y chillona hizo que Dereck se tensara —, pensé que no ibas a venir.

—Ah, ahora recuerdo porque no iba a venir. —contesto, indiferente. 

—Te estaba esperando. ¿Quieres ir a tomar algo? 

Analice la chica mientras ella trataba de convencer a Dereck para ir con ella a algún lugar, y ahora recuerdo a esta chica, es la porrista.

Dereck suspiro y asintió como si lo estuvieran amenazando para ir.

Me dijo que estuviera pendiente de mi teléfono porque me llamaría para irnos, le sonreí viendo como la chica se lo había llevaba de arrastras y había rodeado sus manos en el brazo de él.

Ignorando la creciente sensación de soledad y decidí avanzar ignorando a todos aquí, me siento atada al saber que estoy sola, tal vez fue mala idea venir.

Quede en medio de la gran sala rodeada por jóvenes de diferentes edades mientras la música retumbaba fuerte.

Pero mis ojos no se alejaron de la presencia que estaba viendo.

Leo Reinhart, tengo que aceptar que es primera vez que lo veo en persona y tan de cerca, y me quede boca abierta cuando lo detalle, la luz hacia que su cabello rubio que ahora mismo está desordenado brillara, sus ojos azules que tiraban un destello de picardía, una hermosa sonrisa que puede hacer suspirar a cualquiera cuando relame sus labios y también esta su camisa negra tienes lo primeros botones desabrochados.

Me sorprendí al verlo sentando en un sillón con un vaso de alguna bebida entre su mano, una chica estaba tratando de hablar con él, mientras que él la ignoraba y solo sonreía. Ella se inclinó y le susurro algo en el oído mientras que pasa su mano por debajo de su camisa oscura.

Dirigí mi mirada de donde el grito de un chico en medio de todos hizo que gritaran y brincaran.

—¡Que no pare la fiesta! ¡Don't stop the party! ¡Yeah, yeah, yeah!

Louis Reinhart, tengo que ser sincera al decir que es el más divertido de los tres, está encima de una pequeña mesa rodeado de todos, con un sombrero de navidad, lentes de piña y un flotador en su cuello, no sé de donde haya salido todo eso.

Sin duda él es alma de las fiestas.

Algunos mechones de su cabello rubio salían del gorro de navidad que andaba puesto, se podía ver como unas gotas de sudor bajaban por los lados de su cara, se miraba tan despreocupado, riendo, cantando y bailando alrededor de todos, sus ojos azules tiraban ese destello de diversión, y en su brazo adorna un tatuaje de una rosa.

—Que no te sorprenda, él así es.

Escuchar su voz detrás de mí me hizo estremecerme. Me gire para verlo.

Liam Reinhart, su cabello rubio estaba más bajo, lo había cortado y podía ver su rostro más detallado, sus ojos se miraban más brillantes, su sonrisa pasa de dulce a seductora cuando me recorre con su mirada y sus labios carnosos se vuelen hacia abajo cuando me mira.

Mi cuerpo se tensa ante su apreciación, me siento traicionada por la forma en que mi cuerpo reacciona a su alrededor, claro ni siquiera mi cuerpo puede controlar la atracción que siento hacia él.

Soy consciente de lo atractivo que es, porque ahora mismo estoy muda y no ciega. Y me es imposible calmar mi alocado corazón.

Suspire suavemente.

—¿Qué hace una chica tan bonita en medio de todos estos idiotas? —la voz de Liam esta vez se escucha diferente, áspera y sensual, baje la mirada a su mano donde tiene un vaso plástico.

—Piensas que soy bonita. Eso fue encantador de tu parte.

—No lo pienso, lo eres.

Le dio un último sorbo a la bebida que tenía y tiro el vaso plástico en el suelo.

—No deberías de hacer eso. —le dije viendo el vaso plástico en el suelo.

—¿Hacer el que? —froto con el hueco de su mano su ojo.

—Tirar la basura ahí.

—Hmm, aquí vivo.

—Lo sé.

—Ya entiendo lo que tratas de decir, dices que no tire basura.

—¿Estas bien? —pregunte, confundida.

—Siempre estoy bien, ahora mismo estoy de maravilla ¿Tú estás de maravilla? No, tú hoy estas preciosa, notitas.

—¿Gracias?

—De nada, cariño. ¿Quieres ir afuera? Sí, pues vamos.

Liam entrelazo sus dedos con los míos e hizo que mi cuerpo se calentara, un escalofrío me recorrió de pies a cabeza.

Recorrimos toda la sala llena de personas, hasta llegar al gran jardín de su casa, había una piscina donde muchos estaban nadando y jugando con una pelota mientras que la música sonaba lejos.

Me recosté en la pared al lado de Liam, él estaba callado viendo sus zapatos.

¡Sus zapatos! ¿En serio?

—Dime ¿Qué te aterra, Brithany? —pregunto sin verme.

—El rechazo y quedarme sin mi papá.

—Mierda tan profunda, yo iba a decir que las arañas. Las detesto, mierditas de ocho patas, asquerosas y peludas, con ojos brillantes gigantes y desagradables y con una enorme posibilidad de saltar. Son repulsivas, las odio.

Me fue imposible no reír, me hizo sacar una risa, me aparte el cabello de la cara para pasarlo por detrás, lo vuelvo a ver. Liam tenía una sonrisa, no quiero quedar ida viéndolo, aunque las razones están ahí, sus ojos.

Decidí hablar antes incomodarme.

—Lo que menos pensé de ti fue que las arañas te dieran terror.

—Es porque probablemente tus suposiciones sobre mí están muy lejos de la verdad.

—Estoy de acuerdo, no creí todo el tormento que harías por unas notas, moviste cielo, mar y tierra. —sonreí. 

—Por poco iba donde una bruja para que me dijera el nombre de quien era la de las notas.

—Solo faltaba el cielo oscuro con un rayo, un trueno y completas tu personaje como detective de película de los ochentas.

—Soy de los que da una entrada infernal.

—A mí me salen mejor las salidas infernales.

—Confirmo que tus salidas me dejan confundido y sorprendido.

—Que puedo decir, mi abuelo me lo enseño.

Liam sonrió.

—¿Te puedo confesar algo? —mis ojos recorrieron su cuerpo antes de pasarse a su cara. Asiento. —¿Te vas a enojar?

—Tienes que decirme.

Suspire cuando extendió su mano y rozo con sus dedos mis nudillos.

—¿Es normal que quiera besarte tanto? —sus ojos brillan con una vulnerabilidad poco habitual en él.

Me quede callada cuando dio un paso hacia mí, se puso enfrente acorralándome entre la pared y él.

—Mi papá me dijo que nada de muchachos. —le dije.

—Mi parte favorita de las reglas es cuando se encuentra la mejor manera de romperlas.

—Liam...

—Te voy a besar, Brithany, ya habrá mucho tiempo para arrepentirnos.

No me dio tiempo de reaccionar cuando sus labios se unieron a los míos, suspire cuando bajo una de sus manos a mis piernas. Mi cuerpo se estremeció y mis labios tiemblan, trazas sus dedos por mis piernas con el más ligero toque, es leve, lo suficiente para decirme que quiere que el beso sea más acelerado.

Sin desaprovechar el momento le sigo el ritmo, lo hago porque yo me he estoy haciendo adicta a cada roce, beso y mirada que me da. Su mano libre me sujeta la cabeza y la otra deja de tocar mi pierna para subir a mi cintura y pegar su cuerpo más al mío.

Mi cuerpo completo se estremeció con su contacto.

Besar a Liam me hace querer más y más de sus labios, me hace recorrer un escalofrió y su mano en mi cintura me hace cosquillas.

Nos separamos y Liam dejo su frente pegada con la mía, sus ojos estaban cerrados y trataba de calmar su respiración al igual que la mía.

—Odio estar jodiéndome así. —me dio un beso corto en los labios.

—¿Así como? —le pregunte.

—Contigo. —abrió sus ojos y sonrió.

—¿Qué hago?

—Joderme.

—¿Y eso es malo?

—No simplemente me lo pones mas difícil.

—Eso definitivamente es malo.

—Puede ser, pero no es tan malo como pensé. Ahora iremos adentro porque estamos en mi casa en una jodida fiesta y esta mierda apenas comienza.

—Eres terriblemente engreído.

Liam sonrió y volvió a entrelazar su mano con la mía para llevarme hacia el interior de la casa nuevamente. 











Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro