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Capítulo 10

BRITHANY

Mi plan de esta tarde sería simple, sencillo, exquisito y tranquilo.

Yo, una pizza, una Coca cola, y el maratón de la cuarta temporada de The Walking Dead.

Todo iba a salir perfecto.

Después de salir de clases me vine rápido a mi casa, no soy mucho de salir o quedarse en algún lugar cuando salgo del colegio, soy más del colegio a la casa.

Y no vuelvo a poner un pie fue de mi casa hasta el siguiente día.

Había pedido una pizza a domicilio y estaba esperando que llegara muy ansiosa porque me pusieron un reto.

Que si el repartidor se tardaba más de veinte minutos la pizza sería gratis, acepte porque la pizzería queda muy alejada de mi casa.

Quería esa pizza gratis.

El timbre sonó.

¿Es la pizza? Se vinieron en avión o por qué llegaron tan rápido. Tal parece que tendré que pagarla.

Abrí la puerta de mi habitación y salí corriendo como una niña cuando papá llegaba con regalos el día de su cumpleaños.

Dereck y Karina estaban ahí y me miraron algo raros, y los entiendo salí corriendo por toda la sala.

—Es para mí —dije.

—No lo creo —pude escuchar que se burló Dereck.

—¿Qué dijiste? —me quedé con mi mano en el seguro de la puerta.

—Que no es para ti.

—Sí es para mí, pedí una pizza, llego antes de los veinte minutos y la pizza lamentablemente no salió gratis —abrí la puerta.

No es la pizza.

Son ellos.

Son los chicos.

Damián e Isaac están parados, me miraron con sus ceños fruncidos, confundidos.

—¿Qué haces aquí? —me pregunto Isaac.

—Aquí vivo ¿Ustedes que hacen aquí?

—Aquí nos dijo Dereck que viniéramos.

—¿Saldrán?

—Somos unos chicos raros, nos reunimos a jugar FIFA o juegos de autos de carreras —Damián contesto —¿Y Gissell?

—Seguramente esta en su casa —conteste —, estoy segura que la fuiste a dejar hasta la puerta de su habitación.

—Que especifica —se rio —, y no, su mamá no me dejó entrar —se miraba algo triste.

—¿Te vas a quitar? —me dijo Dereck atrás de mí.

—¿Por qué ella está aquí? ¿Por qué tú estas aquí? ¿Qué está pasando? —preguntó Isaac rápido.

—Yo insistí en que no vinieran aquí, pero ustedes si jodieron.

—No fue idea de nosotros —dijo Isaac —, Liam dio la idea de venir.

Me gusta descubrir secretos.

Sus palabras hicieron un recuerdo en mí.

Qué tramas Liam.

—¿Dónde está ese bastardo amargado? —dijo Dereck.

—Aquí estoy, degenerado sinvergüenza.

Sí está aquí.

Él está aquí.

Liam está aquí.

Y yo estoy parada escuchando una conversación ajena a mí.

Él estaba detrás de Isaac y Damián. Él no parecía sorprendido de mi presencia, no como los dos chicos me miraban confundidos.

Liam parecía divertido, como siempre, él se burla de mí.

—¿Nadie va preguntar por qué Brithany esta aquí? —volvió a indagar Isaac.

—No —contestamos Dereck y yo unísono.

—Vamos, no se queden el secreto —mire a Liam que empezó a hablar —¿por qué estan aquí? ¿Por qué éstas vestida así en una casa ajena?

Me sentí tan patética cuando Liam me recorrió de pies a cabeza. Y me dio mucha vergüenza porque él miraba burlonamente mi vestimenta.

No voy a usar ropa bonita para andar en mi casa. Traía puesto un short para dormir con emojis de WhatsApp, una camisa de Elmo, y andaba calcetas con cros.

Y Liam me estaba viendo vestida así.

—Yo aquí vivo —dije, respondiendo la pregunta que Liam había hecho.

—¿Dereck, también vives aquí?

—Aunque no quiera sí.

—¿Por qué? —cuestionó Isaac.

—Ella es la hija del esposo de mi mamá —dijo Dereck.

—Vaya —dijo Isaac.

—Vaya —le siguió Damián.

—Vaya —completo Liam.

Pero miren quien llegó.

La pizza.

El chico bajó de su moto y traía en un sus manos la pizza mientras miraba su reloj de mano. Cuando llegó enfrente sonrió.

—Perdón la tardanza, soy nuevo en esto —dijo, apenado —, vengo a hacerle una entrega a...

—Brithany, sí, soy yo —dije.

—La pizza te salió gratis, tristemente tengo que pagarla con mi sueldo.

—Que suerte tienes —dijo Isaac —, me permiten, voy a pasar ¿Tu mamá esta en casa? —le pregunto a Dereck.

Dereck asintió, Isaac entró a la casa.

Y me sentí rara porque no estoy acostumbrada que vengan visitas a mi casa.

—¿Le darás la pizza o te quedaras viéndola? —dijo Dereck.

—Que grosero —dije.

—¿Me darás pizza?

—No.

—Entonces que te mire todo lo que quiera, grosera, te estaba defendiendo.

Dereck entró a la casa y Damián entró detrás de él.

Agarre la pizza y escuche una innecesaria explicación por la cual se había tardado y había llegado diez minutos tardes.

Le dije que no se preocupara y me dejó la pizza gratis.

Liam recostado en el respaldo de la puerta me alarmó, lo mire ahí viéndome con una sonrisa.

—¿Qué? —dije.

—Ese chico no sabe coquetear.

—¿Y tú sí?

—Tal vez, y no es necesario que yo coquetee con chicas cuando con una sonrisa todas están a mis pies.

—Engreído, arrogante y creído.

—Los tres adjetivos que usaste tienen el mismo significado.

—Pero todos se escuchan diferente.

—Como sea —se acercó para quedar enfrente de mí —¿me invitas a pasar a tu casa?

—Aunque no quisiera no eres mi visita, eres la visita de Dereck.

—Hermanastro —se burló —, se escucha que es un dolor de cabeza.

No respondí.

Aunque quiera parecer valiente ante su presencia no puedo, Liam tiene un poder en mí y eso es humillante, porque siempre hace que me ponga nerviosa.

Nos miramos un par de segundos y un cosquilleo recorrió todo mi cuerpo, los dedos de su mano acariciaron mis brazos, y en ningún momento quito su vista de mí. Sus dedos rozando mi piel me quemaron.

Él, yo, y la pizza en medio.

—Provecho, notitas

Él entró a la casa.

Respire hondo antes de tranquilizarme porque ahora mismo siento que me arrojaron al abismo y caigo muy lenta y dolorosamente.

Tenía que entrar a la casa, no me iba a quedar toda la tarde parada afuera esperando que ellos se fueran, tenía que entrar e ir a mi habitación y no salir de ahí hasta que sea hora de cenar. Aunque la pizza seguramente será mi cena.

Con toda la valentía que tengo entre a la casa e ignore a todos subiendo las escaleras y entrando a mi habitación.

Me tire en mi cama y abrí mi laptop para poner la serie, que Dereck haya traído sus amigos aquí no iba a interrumpir mi plan de hoy.

Después de una hora que había pasado no podía concentrarme con la serie, las risas de los chicos me interrumpían, así que la quite y empecé a escuchar música.

Friends de Chase Atlantic inundó mi habitación haciendo eco.

Empecé a ordenar mi habitación, porque, aunque suene raro me puse celosa de que Dereck tuviera su habitación más limpia que la mía.

Hoy le di una ojeada rápida antes de salir de mi habitación, y pude ver que era muy aseado y me molesté porque mi cuarto tiene ropa mía regada por todos lados.

Así que mientras dejaba que la música me inundara empecé recogiendo mi ropa.

Me quedé parada de espalda cuando escuché la puerta de mi habitación abrirse.

No me gire, no quise ver quien había entrado porque me puse tan extraña porque el aire en el alrededor se puso pesado. Me preocupe.

—Sí, confirmo, eres la señorita de los dramas.

Liam.

—Eres tan dramática, Brithany.

Me gire lentamente para verlo. Su sonrisa estaba ahí queriendo darme a entender que él puede dominarme a su antojo con su sonrisa.

Pero, aunque este muy enamorada de Liam, no puedo aceptar que él pueda hacer lo que quiere cuando está a mi lado.

—Bonita habitación, llegue en un mal momento, éstas ocupada.

—Sí, ¿Qué haces aquí?

—Pensé que tenías un altar mío o fotos mías pegadas en tu pared.

—No tengo fotos tuyas en mi pared.

—Apuesto que las tienes que tener escondidas por ahí.

—Claro que no.

Si tienes fotos de él.

Largo conciencia.

Es que en efecto tienes fotos de él.

Cállate.

Están en una caja que me gusta llamarla la caja de la vergüenza, o algo más elegante, la caja de pandora.

—¿Qué haces aquí? —pregunté.

—No es obvio.

—No.

—Vine por un cargador para mi celular.

—Oh... espera ¿venias por qué?

—Por un cargador para mi celular.

—¿Por qué a mi habitación? —cuestione.

—A la de Dereck, el cabron no quiso venir por el cargador, pero al menos sabia que iba a encontrarte aquí.

—Pero esta no es la habitación de Dereck —dije.

—Lo sé —cerró la puerta de mi habitación.

—¿Por qué cierras la puerta? —pregunté, alarmada.

—Porque la puerta estaba cerrada —dijo, muy tranquilo.

Dio un paso, se acercaba muy lento, juro que mis piernas están temblando. Así que yo cabe mi propia tumba y di un paso hacia atrás.

En el rostro de Liam se le formó una sonrisa y yo maldecí en mi mente, porque él me estaba volviendo a acorralar.

Mi espalda tocó con la pared, y las manos de Liam volvieron a acorralarme, me tense, pero quería saber que estaba tramando.

No aparte mi mirada de él, porque estaba ansiosa de saber que quiere de mí. Acercó su rostro hasta llegar a mi cuello, y su aliento se posó ahí.

Sentí como la punta de su nariz rosaba mi cuello subiendo hasta llegar a mi oído. Sentí un escalofrío delicioso en mí.

—¿Qué estás haciendo? —dije, nerviosa.

—No es obvio, Brithany —susurro en mi oído, le había salido una voz ronca.

—No, no sé qué quieres hacerme.

—¿Qué quieres que te haga?

—Ah, yo no lo sé...

—Odio que me contesten algo con una respuesta que no te especifica nada.

—Es que no sé qué quieres.

—¿Quieres que te bese?

Suspiré cuando una de sus manos acaricio mi brazo formando círculos, sus dedos rozando mi piel me queman, me da una sensación nueva, una que nunca había experimentado.

—Notitas... —dijo en mi odio —¿Eso quieres?

—No lo sé.

—Odio esa jodida respuesta, notitas.

—Es que...

—¿Quieres que te bese sí o no?

Dile que te bese.

Él se separó de mí volviendo a apoyar sus manos en la pared, me miró muy fijo, su cabeza ladeada y está vez no había sonrisa burlona. Él bajó su mirada a mis labios, y relamió los suyos.

Suspiré asintiendo.

—No te oigo —dijo acercando su cara un poco a la mía.

—Quiero que me beses, Liam.

Entonces, él sonrió.

Su cara esta tan cerca de la mía, más cerca de lo que estuvo esta mañana. Su aliento cruzaba con el mío, Liam está tranquilo, relajado y muy satisfecho del poder que puede causar en mí.

Yo soy todo lo contrario, quiero que Liam me bese, he querido esto desde que me empezó a gustar, he estado tres años enamorada de él, y al fin tengo la oportunidad de tenerlo tan cerca que me emociona la manera en que mis notas hayan hecho algo productivo.

Sus ojos azules y brillantes tiran un destello de querer tanto lo que yo quiero.

Entonces...

Sus labios rozaron los míos.

Juntamos nuestros labios y una explosión de sensaciones estallaron en mi boca.

Pensé en lo que Liam estuviera pensando. Esto es demasiado, estoy tan nerviosa que podría estallar.

Sus manos se entrelazaron con la mías para no moverlas hacia ningún lugar, y sentí una descarga de mariposas en mi interior.

No quería que él pensara que yo no podía besar, porque, aunque suene ridículo solo he besado dos veces.

Así que empecé a mover mis labios. Pero Liam parece saber lo que quiere, y sus besos era tan suave, pero tan pecaminoso que te deseaba querer hacerlo con velocidad.

Sus labios dominaron los míos y los llevaron algo compás de los suyos, hacia arriba, hacia abajo, dando besos y más besos...

Necesitaba pararme a respirar unos segundos y tras eso, volvimos a besarnos.

Nos dimos tres besos cortos y luego uno largo antes de separarnos.

Nos besamos mientras que sonaba idfc de Blackbear.

Nos miramos un par de segundos, y sus labios están hinchados y apuesto que los míos igual, pero no me importa ahora mismo eso.

La música que estaba reproduciendo desde mi laptop se detuvo.

—Brithany..

—Ay, no —me separe de Liam.

Mierda.

Los dioses de los acosadores hoy no me ayudarán.

Te dije que no lo besaras, aunque sus labios, bueno, son excitantes...

Mire como Liam se daba vuelta para ver a mi papá muy enojado.

Esta enojado, mi papá está enojado, los castigos de papá me aterran.

Mi papá esta en mi habitación, mi papá estuvo viendo como Liam me devoraba a besos, esto es incómodo y aterrador.

—No quiero explicaciones —dijo mi papá molesto viendo a Liam.

—No daré una explicación de algo que usted ya vio, señor, aparte no me gusta dar explicaciones, y estoy siendo muy hipócrita porque estoy dando una explicación de porqué no doy una explicación.

—Salte de aquí.

—Gusto en conocerlo, señor.

Había odiado a Liam por ese mini segundo porque él no parecía preocupado por mí, al contrario, le divertía. Engreído arrogante.

Lo seguí con la mirada, llevaba una sonrisa y cuando llegó a la puerta relamió sus labios y me guiño el ojo.

—¿Te fuiste? —dijo mi papá sin quitar la mirada de mí.

Entonces Liam cerró la puerta dejándome sola con mi papá.

Tengo miedo, juro que tengo miedo, estoy aterrada, papá es alguien temperamental y calculador, y muchas veces puede llevar a ser muy frío.

Levante mi mirada para verlo. Sus ojos color miel me miraban con tanto enojo que podrían gritarme muchas groserías.

—Perdón —dije en voz baja.

—Cállate, Brithany.

Él dio un paso adelante y yo retrocedí como conejo asustado.

—¿Qué pasó?

—Nada.

—¿Nada? Vine temprano del trabajo y te encuentro con un chico en tu cuarto y me dicen que pasa nada, no nací ayer.

—Es que...

—Es que nada, ¿por qué lo dejas entrar? ¿Por qué dejas que te bese de esa forma? ¿Qué te esta pasando?

—No me pasa nada.

—¿Por qué dejaste entrar a ese chico a tu habitación?

—Él entró solo.

—¿Quién es él? ¿Es tu novio? Hemos hablado de ese tema muchas veces y sabes lo que opino al respecto.

—No es mi novio.

—¿Es tu amigos con derechos? ¿Así es como le dicen ahora a esa cosa de estar besándote con amigos?

—Tampoco es mi amigo.

—Prácticamente es un desconocido.

—Es un compañero de clases.

—¿Así se le dice ahora?

—No.

—Lo dejaste pasar, una persona normal no hubiera aceptado eso.

—Perdón, cometí un error lo acepto, me siento culpable y avergonzada.

—Tus labios están hinchados.

—¿Me vas a castigar, verdad? —dije bajando mi cabeza, estaba avergonzada.

Odiaba sentirme así, papá es alguien que me causa temor, no me gusta admitirlo, pero sus castigos son horribles y aunque suenen tontos son una tortura.

—Claro que te voy a castigar.

—¿Me dejaras elegir mi castigo esta vez?

Papá siempre ha sido muy serio y estricto con tema de los castigos, y la última vez que hice algo malo él me puso a elegir mi castigo, me sentí tan feliz porque no fue algo tan difícil de llevar.

Pero esta vez dudo que yo elija el castigo. No es que sea una chica rebelde, pero si he cometido errores y cosas que como hija no debería hacer y papá me castiga, pero siendo sincera, esto ha superado todas las travesuras que he hecho.

—Tus castigos son fáciles, y está vez te pasantes ¿Cómo quieres que te dé confianza cuando te vi besarte con ese chico?

—Perdón...

—Dame tu celular y tu laptop.

—Papá, no...

—Brithany, sabes que no me gusta repetir dos veces, rápido, tus cosas.

Camine hasta llegar a mi cama donde estaba mi celular y mi laptop.

—¿Puedo ver mi Facebook antes?

—No.

—Dos memes, solo dos memes —rogué. Papá negó  —, solo eso pido.

—Uno.

—Papá, ya no soy una niña para que me cuentes...

—Dos, no me hagas llegar a tres.

Le di mi celular, papá enrollo mis auriculares alrededor del celular que estaban conectados. Seguí con la laptop.

—Te quiero abajo ahora, vas a ir a ver tres películas que te van a ayudar a reflexionar sobre la vida.

—Todo menos eso —dije en súplica, odiaba ese castigo.

—¿Quieres cuatro?

—No.

—Perfecto, ahora son cinco.

—Papá —me queje.

—Ya te ganaste seis, ¿quieres siete? —dijo, negué —, abajo ahora.

Suspiré y asentí rendida, agarre mi pizza que ni siquiera había abierto, papá me miró extrañado y le explique que le pizza me había salido gratis.

No quiere ni siquiera abrir mi boca porque estaba con el temor de que me pusiera otra película aburrida a mi lista.

Baje las escaleras y agradecida de que ninguno de los chicos que habían venido estaban, mi papá me hizo señas que me sentará en el sillón y empezó a poner una película en el televisor.

Dereck y Karina se dieron una mirada rápida e incomoda, pero no le pusieron interés.

Me senté con mis piernas cruzadas y la pizza encima de ellas, viendo como papá le subía el volumen al televisor y dando a entender la película empezaría.

—Te voy a preguntar por cada una de ellas, no estoy bromeando —dijo papá.

—¿Las veré sola?

Papá miró su reloj de mano.

—Después de la cena vendré, siento que te dormirás y no quiero que pase eso.

—Mañana voy a clases.

—Lo sé, cuando terminen todas las películas asearas tu cuarto.

Mire a Dereck sentarse en el otro sillón burlándose de mí, lo mire con una ceja arqueada.

—¿Verás las barbies o algo? —pregunto burlón.

—No, veré siete películas que me harán reflexionar sobre la vida.

—Se escucha que será una pesadilla.

—Y mi pesadilla empieza ahora porque ya comenzó la película.

Fije mi mirada en la pantalla. Odiaba este tipo de castigos, porque realmente no es la primera vez que me castiga y tengo que ver películas o documentales aburridos, a veces me pone a ver noticias, es una tortura. Agarre una pedazo de pizza.

—¿En esto se basan tus castigos? —dijo Dereck —, ya hablando enserio ¿tu papá te castigo haciéndote ver películas jodidamenete feas?

—Sí —respondí sin apartar mi mirada de la pantalla.

Dereck comenzó a reír.

Mire a papá y Karina que miraban a Dereck reír. Dirigí mi mirada hacia él.

—Tu papá es pésimo para dar noticias, pero es un genio para los castigos.

—Que chistoso.

—Enserio, aprenderé esto, cuando tenga mis hijos los castigare viendo películas asquerosas y aburridas, espero los cabrones se porten mal porque cuando los castigue me voy a reír y me voy a acordar de ti.

—Dereck —le dijo su mamá.

—Mamá, tu marido es un genio.

—Dereck...

—Ya, me calmo, veré esta película que está siendo narrada por un ansiado y explica sobre qué es vivir con la amnesia.

Rodé mis ojos y volví a ver la película.

Todo por Liam, todo por ser débil, todo por dejar que me besara.

Bien sabes que te gusto que te besara.

Y aunque odio decirlo este es el primer castigo que vale la pena.

Dije que sería el tormento de Liam, pero parece que él será mi tormento.

Los papeles van a cambiar.

—————

https://youtu.be/IubidrXfB7U

Pido perdón, no soy de escribir capítulos tan largos, pero que puedo decir cuando la inspiración llega, no sé si sintieron largo o aburrido el capitulo, porque enserio tiene muchas palabras.

Saludos desde mi habitación, besos oscuros y cartas por montón ♡

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