Parte 3
–¿Primo que haces con tus ojos? –Yoongi se acercó a JungKook al ver que su primo estaba rizándose las pestañas –Te vas a lastimar, deja eso.
–Solo me arreglo un poco, yo he visto que las niñas lo hacen y se ven lindas. Y yo quiero verme lindo para mi alfa, –agachó su cabeza –¿Por qué no soy tan bonito como mi hermano?. –miró a su primo con tristeza. –Si lo fuera Tae se enamoraría de mi.
–Claro que eres bonito –Yoongi lo abrazó –solo que nuestros alfas están un poco ciegos. Pero ellos algún día se fijaran en nosotros. Ya lo veras.
–No lo creo, Tae tiene a muchos tras de él. Y muy lindos a mi solo me ve como un niño feo.
–No digas eso –lo tomó de la mano –Vamos por algo de comer, no estés triste Jungkook.
El pequeño omega asintió y junto con su primo salió hacia el bar de la Universidad, al llegar ahí vio una inmensa fila, había mucha gente que estaba esperando para comprar, como pudo se acercó y cuando llegó al mostrador se paró de puntillas para hacer su pedido, recargó su cuerpo sobre sus pequeños pies y levantó la cabeza lo más que pudo, le hablaba al señor que estaba frente a él pero el vendedor no le daba atención ni a Jungkook ni a su primo que estaba en las mismas condiciones.
–Señor hágame caso, –hablaba con los sus ojitos brillantes, mirando fijamente el producto que quería –véndame una leche de plátano por favor.
Jimin y Taehyung luego de tener una larga platica, decidieron ir por algo de comer, se dirigieron hacia el bar y al estar ahí pudieron notar en el problema que estaban los omegas, les parecía tan patético verlos rogar por algo de comer y simplemente el vendedor no les prestaba la más mínima atención, no sabían si era porque no los escuchaba o porque simplemente quería ignorarlos.
–Lo ves Tae, –el pequeño alfa habló con fastidio –son tan poca cosa que ni el vendedor los mira.
Taehyung asintió, miró la escena que tenía frente a sus ojos, realmente era vergonzoso lo que veía pero en ese momento una gran idea llegó a su cabeza, le parecía el momento perfecto para dar inicio a su plan.
–Llegó la hora de acercarse –miró a Jimin –y tu me acompañaras para que no se vea tan evidente mi intención.
–Estas loco, no cuentes conmigo, todos están aquí. Nosotros somos los más populares, no nos pueden ver con ellos.
–Eso no importa ahora, es el momento perfecto para acercarnos, necesitan ayuda y nosotros se la daremos.
Jungkook estaba muy triste, su pancita rugía y sus ojitos se nublaron al ver que no podría comprar lo que quería, y ya cansando de estar en puntillas, se rindió, recobró su postura y caminó hasta una de las sillas del bar.
–Yo solo quería mi lechita de plátano –se sentó y en sus labios se formó un pequeño puchero –solo quería eso pero el señor que las vende no me hace caso.
Taehyung ya no esperó más, era ahora o nunca, caminó a pasó firme hasta el omega y al llegar frente a él se agachó, quedando a su altura. Mostrándole una gran sonrisa antes de hablar.
–Hola Jungkook. ¿Por qué tienes esa carita? ¿estas bien? –el alfa hizo como si no supiera nada. Lo miró con asombro pero con preocupación a la vez.
–Hyung –Jungkook no podía creer lo que veía ¿acaso era un sueño? ¿de verdad Kim Taehyung estaba ahí preocupado por él?
–¿Qué te pasa pequeño? ¿hay algo en lo que te pueda ayudar?
Jungkook quería gritar de felicidad, su alfa estaba ahí, la persona que más amaba en el mundo lo buscó, sentía que su corazón iba a salir de su pecho.
< Kookie, di algo, nuestro alfa esta esperado por una respuesta >
–Hyung –lo miró –lo que pasa es que quise comprar mi leche de plátano, pero el señor del bar no me escucha, ni siquiera me mira.
–Ya veo –le sonrió, sabía que con solo una sonrisa ese pequeño omega se podía morir de amor y no pensaba desaprovechar eso. –No te preocupes Jungkook, ahora mismo iré a comprar lo que quieres, pero cambia esa carita.
–Hyung –sus ojos se abrieron con asombro –¿usted me va ayudar? –sentía su corazón latir a mil por hora y su pequeño lobo corría y brincaba de lo emocionado que estaba, –gracias alfa, para mi es muy importante beber mi leche favorita. –Sonrió en grande, sus ojos brillaban.
–Claro que si pequeño, te ayudaré con gusto –Sin decir más se levantó y caminó hacia el mostrador donde estaban esos jugos, él conocía esa leche de plátano pero nunca le llamó la atención. Sin perder tiempo llamó al señor que la vendía y sin que pasé ni un minuto. Taehyung ya tenía el producto en sus manos.
Regresó con una gran sonrisa en sus labios, se sentía un ganador y eso que solo había comprado algo tan simple como una leche de plátano, se acercó al omega y le extendió la bebida, viendo como este la recibió feliz y sin pensarlo dos veces ya la estaba saboreando.
–Gracias Hyung –se levantó para mirar al alfa de frente, y a pesar que se sentía pequeño frente a él, le encantaba sentir que su alfa es el chico más alto, fuerte y guapo del mundo. –De verdad muchas gracias, me encanta la leche de plátano.
Taehyung lo miró sin saber bien que decir, quería ser directo, necesitaba acercarse a ese omega para que que su plan sea un éxito, pero tampoco lo quería asustar luego que lo a rechazado tantas veces.
–De nada guapo, disfrútala. Si necesitas algo más solo debes decírmelo y yo te ayudaré con mucho gusto.
Jungkook no podía creer lo que escuchaba, ¿le dijo guapo? Santa madre luna ahora si sentía que podía desmayarse en cualquier momento.
–¿Hyung usted me dijo guapo? –lo miró mas que dichoso, su pequeño corazón no cabía en su cuerpo de tanta felicidad –Gracias alfa. Lo quiero mucho. –Quiso decirle que lo ama, pero debía calmarse y no dañar ese momento.
–Bueno y tu que tanto me ves –Jimin miraba a Yoongi, porque luego de que Taehyung se acercó a ese omega, a él no le quedó de otra que hacer lo mismo y contra su voluntad caminó hasta ese pequeño pesado que lo ha perseguido cada vez que lo ve y que ahora lo miraba como si tuviera monos en la cara. –¿Me quieres decir algo?, habla o me voy.
–Yo...–jugó con sus dedos, los nervios lo estaban traicionando, no podía creer que el alfa de sus sueños estaba frente a él. A parte su primo estaba a tan solo unos pasos y él ya había conseguido lo que quería. –Yo quise comprar un postre de chocolate, pero no pude, el vendedor no me escuchaba. –Agachó su cabeza y sin pensarlo mucho habló, ver a Taehyung ayudar a su primo le dio el valor para hacerle una petición –hyung me puede comprar uno por favor.
–¡¿Qué dices?! –lo miró muy sorprendido, –¿Pretendes que haga esa fila solo para comprar tu postre? Pues no, yo no te compraré nada. Porque yo no compro esas tonterías.
Taehyung que estaba muy cerca de su amigo, lo escuchó, era inevitable no hacerlo. El alfa había gritado y esa no le convenía para nada. Debía hacer algo para que Jimin no dañé sus planes. Se acercó a él y sutilmente lo abrazó.
–Que gracioso eres amigo, –miró a Yoongi y le sonrió –lo que Jimin quiere decir es que los mejores postres de chocolate los prepara él, por eso no los compra pequeño.
–Ah –Yoongi lo miró más tranquilo –igual creo que mi petición fue desubicada, perdón alfa. –Se dirigió a Jimin muy apenado.
–No tienes de que disculparte –Taehyung intervino porque sabía que su amigo no le iba a responder, –si quieres un buen postre, el mejor lugar es la casa de Jimin. Ya sé –habló con emoción, una gran idea llegó a su cabeza –¿les gustaría ir a la casa de Jimin?, ahí comeremos postres y nos conoceremos un poco más. ¿Qué dicen? –se acercó a Jungkook y le sonrió, podía sentir que el pequeño omega no iba a negarse.
Jungkook se quedó mudo de la impresión, todo lo que le estaba pasando era demasiado para su corazón.
< Kookie respóndele, nuestro alfa por fin nos invitó, es como una cita >
<Dile algo, grítale que si, que obvio aceptamos, si esto le hemos pedido a la madre luna de rodillas >
<Kookie, nuestro alfa nos quiere cerca de él, habla ya >
–¿Hyung eso sería como una cita verdad? –fue lo primero que pudo decir luego de esuchar a su lobo –claro que quiero, me haría inmensamente feliz estar con usted.
"Piensa Tae y ahora que le dices a este niño"
–Pues yo diría que sería una salida para conocernos, pero otro día podemos tener una cita pequeño. –Respiró más tranquilo al saber que por esta ocasión pudo salir bien librado.
Yoongi veía a Jimin muy serio. No creía que su mayor piense igual que Taehyung, su rostro no era nada amigable.
–Yo creo que mi hyung no quiere estar conmigo, lo mejor será que solo salgan ustedes dos –miró a Taehyung y su primo.
–No claro que no –Taehyung le respondió con rapidez, –lo bonito sería estar todos juntos y Jimin esta feliz de estar contigo y conocerte. ¿Verdad Jimin?
El pequeño alfa no respondió nada, no quería hacerlo. Estaba furioso por la idea de su amigo.
–¿Verdad Jimin? –volvió a repetir pero esta vez lo fulminó con la mirada –¿verdad que estás feliz?
Jimin sintió presión en esas palabras, no tenía otra opción, debía seguirle la corriente a Taehyung.
–Si estoy feliz, son bienvenidos a mi casa, los esperaré. –Su rostro era serio, fingir era muy difícil para él, más porque no soportaba a esos omegas, en especial a ese llamado Yoongi.
Taehyung notó eso y sin pensarlo se acercó a su amigo.
–Disculpen un momento chicos lindos. Regresaremos rápido, me olvidé de darle un recado a Jimin.
El pelinegro sin poder decir nada asintió, fue con su amigo hasta donde los omegas ya no los podían escuchar.
–¿Eres idiota o que? –Taehyung le hablaba muy enojado, cambia esa cara Jimin, si hechas a perder esto, nunca te lo voy a perdonar. Tú mismo me dijiste que ese omega era mi salvación. Entonces ayúdame para que él piense que me interesa. Reunámonos en tu casa y sé amable con su primo por favor.
–Lo sé, sé lo que te dije y sigo pensando igual, pero Tae esto es más fuerte que yo, no soporto a ese omega. Es tan pesado.
–Jimin por favor, haz un esfuerzo, créeme que te entiendo, siento lo mismo por Jungkook, pero lo necesito.
–Tienes razón, es más ahora que analizo esta situación, me doy cuenta que yo también puedo sacar un beneficio si hago lo mismo con ese pesado.
–Eso, piensa que lo más importante es graduarnos. Además somos seductores profesionales, seguirles el jueguito va a ser muy fácil. Los necesitamos, recuérdalo.
Jimin asiente, dándole una pequeña sonrisa a su amigo. Luego los dos regresan de los más felices y se acercan a los omegas que no podían dejar de verlos y contemplar su belleza.
–Solo regresé a despedirme chicos–Jimin los miró y como pudo sacó valor y habló mirando fijamente al omega que suspira por él. –Los espero esta noche en mi casa, en especial a ti Yoongi. Quiero conocerte más, no faltes por favor.
–Claro que no –Yoongi no dudó en responder, la alegría que sentía era inexplicable –ahí estaré hyung, contaremos las horas para verlos.
–Nosotros nos vamos –Taehyung intervino –pero los esperaremos en la noche chicos, te estaré esperando pequeño bonito –miró al omega y le regaló un pequeño guiño –compraré muchas leches de plátano para ti.
–Gracias hyung, –Jungkook estaba feliz, sin duda esa cita será la mejor del mundo para él. –No lo haré esperar, iré a ponerme muy bonito. Hyung lo quiero mucho, este día no lo voy olvidar nunca.
Los alfas les dieron una última sonrisa y se fueron, dejando a los omegas con el corazón en la mano y las ilusiones más grandes que hayan podido sentir.
–Yoongi ellos nos invitaron –habló el pequeño omega, quería gritar de felicidad –¿y lo escuchaste? Mi alfa me dijo que soy bonito.
–Es como un sueño. –suspiró el otro omega, llevando su mano a su corazón para sentir lo acelerado que estaba. –Jimin me sonrió ¿lo viste? No me quiero ilusionar pero creo que les gustamos.
Jungkook llevó sus manos a su boca. Se sentía demasiado sorprendido, pero en ese momento notó algo, –es verdad, lo que dices debe ser cierto. –Yoongi pero...¿Y si mi alfa me besa? yo no sé besar, no quiero que piense que soy un tonto.
–Cierto, no había pensando en eso.
–Santa madre luna ¿Qué vamos hacer si ellos nos besan?. He soñado con ese beso pero no sabría que hacer si pasa.
–Yo tampoco sé besar. Pero no nos preocupemos de eso, si pasa será hermoso ellos nos enseñaran, son nuestros alfas.
El tiempo pasó. Las clases de tutoría que los alumnos tenían para la tesis finalizaron y el momento acordado para la cita estaba a nada de suceder.
–Tu debes estar loco –el pequeño alfa lo miraba molesto mientras guardaba sus cosas–¿no era más fácil llevarlos a un parque? ¿Un restaurante?¿Porque mi casa?
–Perdón Jimin, pero tampoco podíamos llevarlos a cualquier lugar. Eso sería arriesgarnos a que nos vean con ellos, y eso no puede pasar. Cambia esa cara, al mal paso darle prisa, vamos a tu casa. Ahí los esperaremos y cuando lleguen les diremos sobre el proyecto. Ya veras que será fácil convencerlos. Prepárate para conquistar a esos niños.
Mientras Jennie terminó de guardar sus cosas, ella estaba en la misma carrera pero un año atrás que Taehyung. Fue hacia donde sabía el alfa estaba y lo espero hasta que lo vio salir con su amigo. Sin pensarlo dos veces se acercó y empezó hablar con los alfas.
–Hola chicos, ¿tienen planes para esta noche? estaba pensando que podemos ir a mi casa con Lisa y ver una película o algo así ¿Qué dicen?
–Me encanta la idea –el pequeño alfa habló emocionado a pesar que sabía que eso no sería posible.
–Hermosa, nos encantaría –Taehyung la miró –sería un super plan, pero no vamos a poder. Discúlpanos.
–Es una lástima, –respondió triste –ni modo, nos quedaremos las dos solas en mi casa.
–Pues si –Jimin habló decepcionado –lo que pasa es que tenemos un compromiso muy feo, con gente que es más fea aún, pero no podemos faltar, cuídate linda y dale saludos a tu amiga de mi parte. Adiós.
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