Has mantenido en secreto durante varios días aquella "pequeña travesura" de Loki, simplemente para no meterlo en mas problemas, puesto que ya ha tenido demasiados.

Al no poder verse durante el día, Loki decide hacerse presente en tu habitación todas las noches, y charlan sobre cualquier tipo de cosa hasta que te quedas dormida, y finalmente el se marcha.

—Entonces, en ese "Arca de Noé", ¿Cabían todo tipo de animales?

—Exacto —Sonríes—. No sólo eso, sino que una pareja de cada tipo de animal.

—Eso es físicamente imposible —Rebate.

—¿Tú que sabes de física? —Alzas una ceja mirándolo frustrada.

—Se mucho más de lo que crees —Confiesa—. A demás, nunca he oído hablar del supuesto Dios de Midgard.

—¿Y?

—Tampoco lo conozco.

—¿Que intentas decir, Laufeyson?

—Olvídalo —Rueda los ojos—, te tomas muy a pecho este tipo de cosas.

—Yo tampoco hubiera imaginado que Odín existiera —Te sientas en el acolchado para ver mejor sus facciones.

—Es diferente —Rebate aún recostado en la cama.

—¿Por qué? —Cuestionas.

—Creo que hoy estás demasiado inquisitiva —Te mira con seriedad.

—Oh, lo siento, lo habré aprendido de alguien quizás —Sonríes, pero tu sonrisa se esfuma al recordar a tu familia.

—¿Qué sucede? —Pregunta al notar tu extremo cambio de ánimo.

—Nada —Respondes con desgano—. Pronto será navidad —Te encoges de hombros.

—¿Es una de esas celebraciones midgardianas?

—Así es —Esbozas una sonrisa con pesadumbre—. Se celebra una vez al año, mi familia y yo acostumbramos a reunirnos para esas ocasiones, aunque no todos nos llevemos bien es importante que la familia esté unida.

—Deduzco que quieres regresar.

—Sólo desearía compartir ese día con ellos —Suspiras implorando los abrazos del dios con la mirada.

—Puedo llevarte si quieres —Estira sus brazos en señal de que te acuestes junto a él, y eso fue lo que hiciste, dejándote envolver por su abrazo.

—¿En serio? —Sonríes con alegría.

—Lo que sea por mi bella mortal —Te apega más a el.

—Gracias Loki —Lo besas dulcemente en la mejilla.

—Aunque estarías doblemente endeudada conmigo, pequeña midgardiana —Alega con mofa.

—Bien —Bufas— ¿Qué quieres?

—Algo que te será fácil.

—¿Cómo que? —Enarcas una ceja.

—Te quiero a ti —Confiesa sin rodeos, clavando la mirada tus ojos color miel.

—¿Q-qué? —Cuestionas a su confesión.

Con un ágil movimiento Loki te atrapa entre sus brazos y se posiciona sobre tí, acercando sus labios con sutileza hacia los tuyos, mientras presta atención a tu respiración la cual se entrecorta al tenerlo tan cerca.

—Te quiero a ti —Murmura. La proximidad que ambos tienen causa que al susurrar, los labios del príncipe rocen con los tuyos y en consecuencia te estremeces.

—No hacia falta que me lo pidieras para saldar mi deuda —Esboza una sonrisa por tu comentario, y finalmente te besa con ternura.

—Lo sé, pero a fin de cuentas es todo lo que quiero ahora.

—¿Quién diría que resultarías ser un tipo tan dulce?

—Sientete afortunada, sobre todo porque detesto a los midgardianos.