Sábado a mediodía viendo series en la TV mientras estoy en mi pijama de Stich, 911 es un programa muy divertido y también tiene su toque de drama, normalmente Bella y yo la vemos juntos comiendo sandwiches preparados por mí, pero ahora ella no está por haber ido a su escuela por el papel que actuarán, no me dejó ir, me amenazó con no preparar hotcakes mañana.

Estaba riéndome cuando la puerta fue abierta con un portazo fuerte, un poco más y seguro la tiraba de una. Está que echa humos por las orejas, se lanzó al sofá largo (que es donde estoy sentado en una esquina) dejando caer su cabeza a mis piernas y usarlas de almohada, así que tuve que dejar mi emparedado en la mesita de lado.

—¿Qué pasó? —pregunté masticando y tragando.

—¡La estúpida obra es lo que pasó! —alzó el libreto que tomé leyendo el título «La bella y la bestia»

—¿Conseguiste el protagonismo?

—¡No lo conseguí! —estoy confundido, se supone que no lo quería— ¡Me lo impusieron! —ladró cruzando los brazos y poniéndose de lado dándome la espalda— Ni siquiera tuve que intentar actuar porque mis compañeros y algunos más sugiriendo que lo haga, ¡así que el incompetente del encargado aceptó sin pruebas! —me miró— ¡No te rías!

No pude más y solté la carcajada más potente que tenía en esos momentos, empecé a darle mimos a su cabello pasando los dedos. —Pero lo harás espectacular, vas a ver.

—Deja de decir eso —se encogió de hombros relajando su furia, volvió a acomodarse quedando bocarriba sin que yo dejara de peinar con la mano sus cabellos—. No me siento cómoda haciendo esto.

—Lo sé, pero eso ampliará tus horizontes, quizá conocerás nuevas facetas y supongo que tendrás créditos para tu Kardex ¿no? —asintió no muy convencida, regalándome la vista a esos ojos nebulosos tan hermosos— Lo harás bien, linda —dije bajando a besar su frente apenándola un poco.

Suspiró más aliviada volteando a ver el maratón de una de nuestras series preferidas, quedando en la misma posición, ella con la cabeza en mis piernas, sin embargo, hace ya un rato que quedó dormida. Su cara es intensa cuando está despierta, es como una fiera atenta a todo a su alrededor, pero dormida eso cambia a una intensamente adorable, como un minino.

Este es unos de los privilegios que tengo al ser amigos, me permite observarla en su forma más indefensa, así puedo aprovecharme de acariciar su mejilla con los nudillos de mis dedos con primor, de la misma manera tengo la necesidad de que uno de mis dedos roce su labio, un muy corto roce para luego fingir que no la acecho mientras duerme. Si ella se llega a enterar de eso (o cualquiera) pensará que soy un pervertido.

Maldito Travis, eres un desgraciado con suerte.

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Bella
Las luces bajas arriba del escenario y las altas debajo dándonos la iluminación correcta mientras mi banda y yo tocamos I Think It’s Arrogance de Set It Off.

La mayoría de las canciones con las que nos presentamos son de esta banda ya que tienen un estilo fuerte de instrumental y a la vez delicado con la letra, haciendo una combinación perfecta. Oficialmente me considero una gran fan, sobretodo porque algunas de sus canciones suelen pegar con cosas de mi vida.

Los aplausos del público en el antro que nos contrató muestran lo satisfechos que están con nuestro show, y a mí me llena de orgullo el poder transmitir los sentimientos que tengo al interpretar las canciones que canto.

Miro a mis compañeros, somos cinco en total, Travis, mi novio es el baterista, su cabello rubio lo tiene corto, casi al ras, tatuajes que cubren sus brazos y piercing de puntas por debajo del labio inferior. Oscar y Daniels son los guitarristas, el primero está teñido de verde y su cabello llega a los hombros, en cambio Daniels llega arriba de las orejas y es castaño. Fred, el teclista, es pelirrojo y tiene un estilo gótico. Y por último estoy yo, uso el bajo eléctrico además de ser la voz principal, Fred y Oscar me acompañan en el coro.

Una canción más, como tenemos planeados, otra de Set It Off: Wolf In Sheep’s Clothing

Cantar esta canción me es especial por la historia que hay detrás de la letra, y no me refiero solo a la canción, sino a parte de mi pasado, una donde siento que estoy siendo arrastrada por él.

Igualmente los aplausos del público no se hicieron esperar y los gritos de satisfacción aumentaban el mío. Por supuesto que la sensación de que los demás disfruten de lo que haces es innegablemente fantástico.

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—¡Woo! —gritó Oscar abrazándome por detrás del asiento de la camioneta— Esta noche fue espectacular, y como siempre, nuestra vocalista fue estupenda —hizo un ademan de quitarse el sombrero.

—Bien, aquí tienen —Daniels tendió la parte del dinero que nos toca a cada uno que nos pagaron por tocar—. Seiscientos para cada uno.

Todos dijimos un gracias de forma burlesca. Como Travis maneja tomé su parte y la metí en su chaqueta —Chicos, vamos a celebrar a un bar —propuso mi novio despegando sus ojos un momento para vernos y de nuevo los colocó en la carretera. Los chicos estaban de acuerdo mientras yo revisaba la notificación de mi teléfono.

Alten (Florecita): ¿Cómo te fue en la presentación? Creo que ya debiste de haber salido, ¿vas a venir a cenar? Si vas a celebrar no tomes, o al menos no mucho, ya sabes cómo te pones si bebes con el estómago vacío.

Sonreí por su mensaje, estaba por responder cuando Travis me habló —Bella, vamos al bar.

—¿No quieren pasar a celebrar a mi casa? Alten va a pedir comida por nosotros —todos se quedaron en silencio—. ¿Qué pasa? —Oscar dio palmaditas en mi hombro.

—No lo tomes a mal, Bella, pero tu amigo, pues verás…, es raro —fruncí el ceño en desaprobación.

—Alten no es gay y aunque lo fuera no tendría nada de malo.

—Cálmate Bella —Travis se detuvo en un bar—, pero él no es como nosotros, ya sabes, no congeniamos.

—Porque no le dan oportunidad de estar con nosotros. Trátenlo, verán que es un gran chico.

—Ya veremos luego, mientras tanto vamos a celebrar —mencionó saliendo junto al resto de los muchachos.

Solté todo el aire que había aspirado de manera profunda para seguirlos. Una vez dentro envié un mensaje a Al avisándole que estaría con los chicos, y hablando de ellos, Fred y Daniels están fumándose unos porros, Oscar se fue a fajar con una chica que recién encontró, Travis, bueno, él está a mi lado bebiendo su tercera cerveza. Cómo ninguno va a controlarse yo voy a tener que ser la conductora designada.

—Bebe algo Bella —pidió con la boca de la botella en sus labios.

—Tengo que conducir —respondí seca ante la tarea autodesignada, pero más que por eso, es debido a sus actitudes de no querer relacionarse con Alten—. Denle una oportunidad, él es genial.

—Ya has escuchado a los chicos, no nos vemos relacionándonos con alguien como él —le di una mirada hastiada, y su movimiento de cabeza junto a un largo suspiro me cabrea más—. No puedes culparnos por pensar que sea gay luego de vivir juntos dos años.

—¿Eso qué tiene que ver Travis? Somos amigos —su sonrisa de lado aparece llevando la cerveza a su boca—. Existe algo que se llama fidelidad, y yo lo soy.

—Yo solo digo… —le interrumpí levantándome y dejando la propina por todos— Bella, ¿a dónde vas?

—¿A dónde crees? —Travis me siguió hasta la camioneta— Me largo a casa.

—Bien, pero deja las llaves —frunció el entrecejo irritado, esperaba con la mano al aire a que le entregara lo que pidió.

—Claro que no, ninguno de ustedes estará en condiciones de conducir.

—¿Piensas dejarnos aquí botados? —elevó un poco la voz arrugando más el ceño.

—Hay muchos taxis que pasan, además es temprano, no dan ni las nueve, sin mencionar que mañana tenemos ensayo en mi casa por lo que igual debía llevarme la camioneta con tu batería, bocinas y demás cosas.

—Debes dejarnos en nuestras casas.

—¿Disculpa? —mi voz también estaba subiendo de tono— Yo no soy chofer de nadie, les hago un favor, es todo.

—Bella —intenté abrir la puerta, pero él interpuso la mano dándome la vuelta pegando mi espalda contra el auto—, mira cómo te pones por ese amigo tuyo —acerca su rostro al mío—. ¿Quieres que empiece a sospechar?

Me besa efusivo, rudo, mientras toma de mis caderas y me pega a su cuerpo, yo tomó su cabeza con ambas manos. Separa sus labios dando un pequeño mordisco a los míos

—Con esto es suficiente —sonrió atrevido—. Quédate con nosotros.

—Lo siento —suspiré abriendo la puerta y entrando—. Los veo mañana.

No esperó a que me marchara cuando ya se había dado la vuelta enfadado. Él es cinco años mayor que yo, al igual que los otros, han sido amigos de toda la vida hasta donde me han contado, excepto Oscar, a él lo conocieron en preparatoria. También sé que Daniels tenía una gemela de nombre Daniella, que por desgracia murió hace cuatro años, era la vocalista y novia de Travis, sin embargo él jamás me ha dicho algo de ella, los demás, incluso Daniels, poco dicen de su memoria o la relación entre ellos.

Y no los culpo, la perdida de una persona querida te marca el alma, ni siquiera tiene que morir para ello.

Detuve el auto mirando a mi casa, pienso que estaría igual si perdiera a Alten, él se ha convertido en alguien muy especial para mí. Con él no me siento presionada a mostrarme todo el tiempo con mi faceta de perra cruel, con él me olvido de eso, me hace romper mi propio escudo sin darme cuenta.

Como ese día en la pizzería donde se quedó atrapado en los tubos porque se perdió.
Llevábamos viviendo juntos ya seis meses, para celebrarlo fuimos allí, desde ya veía que tenía los ojos puestos en la piscina de pelotas, se tiene que entrar por los lados del laberinto de tubos o bien cayendo por el tobogán del mismo.

No le di importancia, pedimos la pizza y estábamos muy bien conversando hasta que tuve que hacer una llamada, así que me alejé un poco, pero al volver no estaba en la mesa, mis ojos logrando alcanzarlo metiéndose en la entrada de dicho tobogán. Grité su nombre corriendo hasta él, pero era tarde cuando me asomé, ya trepaba por los tubos.

Di pasos atrás para observar por dónde iba, la estructura tenía agujeros por los lados que servían de ventana, así que podía verlo pasar, hablar con los niños que se divertían con él, y darles espacio para que pasasen ellos y así continuar su camino. Me sorprendió verlo así, pero disfrutaba de eso.

Llegó a un punto en el que es como una pequeña habitación de descanso, analizaba por dónde ir ahora, entonces se asomó por la ventana, su cara extremadamente sonriente me lo decía todo: Se perdió.

—Bella, ayúdame —pidió, no sé si estaba apenado o no le importaba, pero no dejaba de sonreír.

—¡No! ¡Sal por tu cuenta! —con una mano en la cintura y la otra tapando mis ojos le di la espalda. Los clientes y el personal empezaron a llegar.

—¡Por favor Bella! ¡Me perdí! —bajé la mano a mi boca, pero no por la pena, sino para que nadie viera como mis labios se deformaban en una explosiva carcajada.

Risa que no contuve más y terminé por liberar, me dolía el estómago, y casi me hago encima. Pero Dios, no recordaba hace cuánto no me sentía tan bien o reía tan siquiera con genuinidad. Y ese idiota lo logró, lo logra cada día.

Al momento de pasar la puerta veo a Al que regresa de la cocina con una caja de pizza grande, él me ve dibujando su sonrisa risueña agitando una mano en el proceso.

—Pensé que seguías con tu Squad —dice imitando un acento divertido mientras camina a la sala.

—Me habías dicho que encargarías pizza —quité mi chaqueta lanzándola al mueble a la vez que acelero el paso para alcanzarlo.

—¡Bella! —gritó cuando me lancé a su espalda, no pudo sostener el repentino peso, así que caímos al piso junto con la caja— ¿Qué te pasa?

Estoy riendo bocarriba mientras tomo mi estómago, Alten se sostiene con los brazos apoyados al suelo mirándome raro. Entonces le miré decidida —Voy a hacerlo, me esforzaré por actuar en esa tonta obra—. Su sonrisa apareció enorme acercándose a abrazarme y alborotarme el cabello.

—¡Lo harás estupendo! Estaré ahí grabándote.

—Estarás ahí mañana, quiero que me acompañes en el primer ensayo. Necesito a un tonto para no sentirme la única tonta.

—Ja, ja, chistosa —se quejó con una sonrisa amiga.

Ambos nos miramos sonrientes, amigos, compañeros.
Cuando digo que es delicado no me refiero a que es un exagerado en su forma de actuar, sino que sabe como tratarme, hacerme sentir bien, y…, querida.

Por eso no quiero que lo nuestro deje de ser una hermosa amistad, porque una vez que eso se transforma en otra cosa la relación que se había mantenido hasta el momento se rompe, y si las cosas no funcionan como pareja todo se desmorona, y no quiero perder a Alten.

No enamorarnos. Esa regla se debe mantener sí o sí.

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Holis xD

1. Para quien no sepa, el Kardex es una básicamente la boleta de calificaciones.

2. ¿Alguien más gusta de Set It Off?

3. Wolf In Sheep's Clothing en multimedia. Pero igual siento que Bella canta más o menos como esta versión: