Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 21: Yo

Bella
«¡A un lado!» Vociferé lanzándome contra un puto gorila como si fuera una fiera. Lanzo patadas, puñetazos, arañazos, rugo cual bestia mientras el tipo calvo me tiene alzada con mi espalda sobre su hombro y yo jalo sin remordimiento a su compañero por su corbata.

—¡Le vas a arrancar la cabeza! ¡Loca! —ladró un tercero tratando de ayudar a su amigo a deshacer la corbata.

—¡Entonces suéltenme!

—¡No puedes estar aquí!

—¡Pues me lo llevo conmigo! ¡Hijos de puta!

Ja, ja, ja. ¿Qué es lo que pasa aquí? De acuerdo, veamos. El tipo grande y calvo que me tiene agarrada es el encargado de no dejarme pasar específicamente a mí, a la iglesia. Los otros son relleno, no importan, punto.

Pero ¿por qué estoy siendo arrastrada para no entrar a esa iglesia? Muy buena pregunta, rebobinemos un poco, a dos horas antes de llegar aquí.

×~×~×~×~×

Viento que llegas a todos lados,
ve y susurra lo que él me ha causado.
Cuando antes había calor era porque estaba su esencia,
ahora lo que queda es su vacío abrazador.

Cuando no lo tengo cerca todo es tan frío a mi alrededor,
pues a su presencia me he acostumbrado sin temor…

Mi cálida luz,
que no dejas mi corazón.
Firme mano que me eleva y no me suelta,
quiero ver otra vez contigo las estrellas.

Meteoro letal,
que a mí viniste a impactar.
Estrella fugaz,
hoy un deseo quiero que seas capaz de dar.

Que mi flor jamás se marchite,
que mi príncipe me escuche,
que la medianoche nunca llegue
y que de mi sueño nunca despierte.

Meteoro letal,
que a mí viniste a impactar.
Estrella fugaz,
hoy un deseo quiero que seas capaz de dar.

Que a través del espejo logre verlo,
que las telas del disfraz la rueca teja,
aunque la cordura y cabeza pierda,
felizmente estaré de aullar su nombre a la luna llena.

El hechizo me condenó,
ni un milagro me espera hoy,
la villana que ya no soy,
me redimiste sin compasión.

El cielo y las estrellas no bajaste para mí,
con tus alas me alzaste y llevaste a sentir.
Estrella fugaz,
hoy tengo un deseo que pedir.

La nueva canción que escribí inspirada en Alten me deja un sentimiento alegre y a la vez triste.
Como quisiera poder cantárselo, pero las cosas hechas, hechas están. Por ese temor me escondí de mis sentimientos pensando que lo que pasó entre mi hermano y Romina me pasaría a mí.

Mi teléfono suena, así que decido tomarlo y contestar después de leer el nombre de mi hermano en él. Ni siquiera pude decir algo cuando él me alzó la voz.

—¡¿Por qué mierda no contestas?! ¡Tonta! —aunque me enfadé por un momento decido calmarme para entender la razón de su exaltación.

—¿Qué he hecho yo para ganarme ese desprecio?

—No contestar —bufo rodando los ojos—. Ahora mismo estoy yendo por ti, así que estate lista para cuando llegue.

—Ah… —esto cada vez estaba más confuso— ¿No se supone que estabas en la recepción para la boda de Alten?

—Mira, ya llegué, así que baja y te explico en el camino.

—Wo, ¿qué rayos sucede? —el claxon suena con violencia, le presté el auto para que condujera con cuidado, no para que me lo malogre— ¡El puto claxon se creó para avisar y prevenir a los peatones y autos de otro vehículo! ¡No para que revientes la bocina! —bramé exasperada.

—¡Pues baja de una puta vez! —tomé mi chaqueta con mucha mala gana.

—Voy a bajar a putearte la cara —refunfuño mientras bajo las escaleras, agarré las llaves, y cerré la puerta a la vez que era apresurada por mi tonto hermano mayor que no sé qué mosca le picó—. ¡Ya estoy aquí! ¡Ah! ¡¿Pero qué pasa?! ¡¿Me quieres matar?!

No entiendo qué es lo que ocurre con él, apenas entro y el imbécil arranca el auto como loco.

—Vas a impedir esa boda ¡ya!

Le miré, extrañada no, lo que le sigue, está completamente loco y ni siquiera sabía el porqué, y la razón que me dio menos me lo esperaba.

×~×~×~×~×

Por eso ahora estoy aquí peleando con tres tipos y un cuarto que viene a joder también. Wo no está porque se quedó atorado en el tráfico, así que tuve que salir del auto y correr a la iglesia.

—Ayuda… —el pobre hombre no podía ni respirar.

Ese cuarto sujeto logró zafar mis manos de la corbata haciendo que el alma de su compañero regresara a su interior. Me estaban llevando, pero claro, una bestia pelea con todo, así que mordí su brazo logrando hacer que me soltara y poder correr.

Uno de los tipos trató de tomarme de nuevo. Le golpeé en la entrepierna y pasé por en medio de las piernas de otro, por fin dejándoles atrás y llegar a abrir las puertas con estruendo.

—¡Yo! ¡Me opongo!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro