Capítulo 19: Crutch
Canto en la calle como antes con la guitarra de mi madre, las personas se detienen y ponen dinero en el estuche, ya no son solo miradas por pasar ni oyen por oír, ahora me escuchan mientras ofrezco mi voz con canciones lentas y otras rápidas con letras de enamorada y claro que también de desamor, sin olvidar las que representan mi lado oscuro. [Rió internamente al recordar que así se burlaba Alten de mí.]
Ha pasado un tiempo desde que se fue de casa, ahora sólo me falta un año para terminar mis estudios y ya tengo una oferta en mi propia universidad para hacer mis prácticas ahí y además, posiblemente me den trabajo.
Alten no se ha olvidado de mí, me manda mensajes de Buenos días, tardes y noches, me dice que no tome con el estómago vacío, me manda la despensa cada domingo como si aún fuera su responsabilidad, porque dice que me quiere seguir ayudando ya que sabe lo mucho que me esfuerzo con la escuela y el trabajo. También me plática sobre que su hermana está mejor y que la convivencia con Perla, que si bien suele ser un poco tedioso, es buena chica, y eso me alegra de verdad, que sea alguien que lo merezca.
×~×~×~×~×
Alten: La invitación para la boda debería llegar mañana al buzón. :D
Yo: Gracias, me alegro por ti. ;)
Apagué mi teléfono para dejar todo listo a mi reemplazo antes de subir al escenario del bar en el que trabajo, pues el jefe me pidió cantar algo dándome la total libertad de hacer a mi gusto.
—Hola Bella —mis ojos se abrieron al escuchar esa voz ronca que reconozco a la perfección, haciéndome voltear a ver a mi hermano parado en la barra—. Que lindo verte de nuevo —su barba está un poco crecida y el cabello algo desarreglado.
Suspiré posando las manos en la mesa —¿Qué te ofrezco? —me encantaría decir que no voy a servirle nada, pero mi trabajo es servir tragos si paga por ellos, y solo dejar de darle hasta que se vea que no puede más.
—Vine a verte —da una leve sonrisa de lado.
—No tengo dinero Wo.
—¿En serio crees que es lo único por lo que vengo a verte? —mi compañero vino a cambiar lugares, algo que hice tomando la guitarra que tenía guardada abajo.
—Ha sido por lo único que siempre me hablas —intentó decir algo, pero continúe—: Cumpleaños, años nuevos, navidad, San Valentín. Ni una llamada o texto tuyo, nada para preguntar si estoy bien, si he comido, si me va bien en los estudios. Nada —mientras camino, él me sigue hasta llegar a las escaleras del pequeño escenario—. Ni una muestra de interés que no sea dinero.
—Perdón.
—Me golpeaste Wotan, me pusiste una mano encima, me prometiste frente a la tumba de mamá que no serías como papá. Yo prometí que no dejaría que nadie, menos una pareja me levantara la mano. Lo he cumplido.
—Lo sé, lo sé, y lo siento en verdad, pero, necesito de ti, yo… —negué apartándome.
—Ya no puedo Wo, no más, no voy a seguir siendo el soporte que te sostenga. Si lo permito me vas a llevar contigo —subí al escenario a sentarme en esa silla frente al público.
Wotan ensombreció sus ojos y fue a quedar frente a mí mirándome sin intención de apartar la mirada. Yo amaba verlo porque eran los ojos de mamá.
Empecé a tocar, mi voz se amplificó en las bocinas a través del micrófono mientras interpreto Crutch de Set It Off.
Su letra, lo que contiene, se la dedico a Wotan. Es mi hermano, era lo único que tenía que erróneamente pensé debía de apoyarlo en todo, pero es imposible si no pone de su parte, al igual que yo y todos, debe hacerse cargo de lo que hace y dice.
×~×~×~×~×
Mi jefe me dio la paga en su pequeña oficina al fondo del pasillo que hay en el bar. Me felicitó por el espectáculo sencillo y deseó que siguiera alto. Me hizo reír. Agradecí saliendo de ahí y del bar para llegar al auto que Alten en toda su generosidad me dio, pero el problema es que recostado de ello, Wotan estaba esperándome con las manos en su chaqueta.
Mordí mi labio por dentro porque no sé si está drogado y quiera hacerme daño, cuando avanzó yo retrocedí, no mucho porque me tomó del brazo.
—¡Suéltame! ¡Wotan! —intenté soltarme, pero no podía.
—Pequeña luz, pequeña flor, pajarillo cantor que acompaña mi cielo azul —dejé de moverme cuando dijo esas palabras en un cantar—. Tus sueños velo sin parar, pues es un sueño bello que me guía al hogar.
Sus brazos que pensé en un principio me estaban capturando en realidad me están abrazando. Eso que dijo, mamá lo compuso para Wotan como una canción de cuna y también me la cantó a mí. Prefirió hacerlo en español con ayuda de nuestra nana.
—¿Qué quieres lograr con esto? —cuestioné tratando de ser firme.
—Te necesito —esas palabras me están enfermando—, pero no como antes, no con dinero. Tuviste razón, la tienes, soy un desastre, rompí mi promesa, te lastimé y eso jamás me lo voy a perdonar. Quiero tu ayuda, quiero que sigas conmigo. Me sacaron del apartamento.
Y seguro quiere que lo lleve conmigo a casa. Pensé.
—Eso fue el siguiente mes que nos distanciamos, pero no te llamé. Viví un tiempo en la calle hasta que vi un centro de ayuda. Fui ahí, me ayudaron y me esfuerzo en verdad. También estoy llevando un tratamiento para el control de ira, me mantengo limpio de drogas y alcohol. Perdóname Bella, perdóname hermanita. Quiero ser mejor. Voy a ser mejor.
Oculté mi rostro en su pecho, rodeé su cuerpo con mis brazos y lloré con él —Te extrañé, hermano.
×~×~×~×~×
—¡Bella! ¡Apúrate! —vociferó Wo jugando con su celular estando acostado en el sofá de la sala de mi casa.
—¡Ay! ¡Ya voy! ¡Idiota! —bajo de dos en dos los escalones amarrando mi cabello en una coleta.
—¿Por qué tardas tanto? Está bien que seas mujer, pero no te pases —le miré ofendida, sólo subí a colocar mi arete de dragón.
—Oye, a comparación de Alten yo soy el ratón González.
—Sí, sí, como sea, vámonos que se me hace tarde para el trabajo.
Reí bajo porque Wo me invitó a ver su trabajo de bartender, al parecer es muy famoso ahí y es el galán del lugar.
—Por cierto, ¿estás segura que no quieres ir a la boda de tu amigo? —pregunta porque él tendrá que trabajar en la recepción sirviendo los tragos.
—No, ni le he dicho así que callado.
—¿Por qué no admites que te gusta? —tomé el cojín y me subí encima de él para asfixiarlo— ¡Retiro lo dicho! ¡Retiro lo dicho! ¡Ah! ¡Auxilio! ¡Una bestia me quiere matar!
—Payaso —me senté en un extremo de brazos cruzados y encogida de hombros.
Él se puso a mi lado dándome su hombro y un abrazo. Otro mes pasó, y en dos días es la boda.
×~×~×~×~×
Holis ( ╹▽╹ )
-Crutch de Set It Off en multimedia.
Nos leemos pronto. (。•̀ᴗ-)✧
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro