Capítulo 11: Ten cuidado II
Frente a frente nos encontramos bebiendo ese café que me prometió en una pequeña cafetería muy bonita. El piso lustrado, las mesas redondas y altas con sillas igual de patas largas y con su toque chistoso que parecen ser para niños, pero que un adulto cabe perfectamente, las que están en la ventana son mesas cuadradas y las sillas son sofás largos como un corchete donde un grupo de cuatro a seis personas pueden estar reunidas, en una de esas mesas estamos.
—¿Y sobre qué es lo que quieres hablar? —di el sorbo a un café descafeinado para no perder el sueño esta noche.
—Es interesante encontrar a una chica cantando en las calles, y en francés. ¿Por qué en ese idioma? —él no bebe nada, pero se recarga de la mesa con los brazos, un dedo suena la madera de la mesa muy ligero como si marcara un ritmo.
—Sé hablarlo, y me gusta —además me recuerda a mamá.
—Eso veo.
—Esta no es la primera vez que me ves ¿verdad? Dijiste que es interesante ver, por lo que supongo que ya me has visto en más de una ocasión —asintió sacando su teléfono, buscó algo y luego mostró la pantalla con un vídeo de mí cantando hace tres semanas.
—No suelo pasar por esa calle, siempre paso de largo, pero tú, tu voz me atrajo hace un mes —lo oía, pero no despegaba la mirada de esa canción que interpretaba, y que yo compuse—. Las siguientes semanas pasé para verte, te grabé ese noche sin pensar que cantarías algo como eso. ¿A quién se la dedicas?
Sonreí sarcástica, o tal vez lo hago para aparentar, le dirigí una mirada de soslayo junto a otro sorbo de mi bebida caliente —¿Sabes hablar francés?
—No, pero un amigo sí, le mostré el vídeo y él me tradujo. También lo escribió —sacó del bolsillo lateral de su pantalón, una hoja doblada que extendió abierta sobre la mesa.
Grand auteur.
Bâtard de menteur.
Que tu y vas,
Durable pour donner le ciel.
Je me suis vu vivre en toi,
Entre la soie et le miel.
Plus la brûlure d’une peau,
Ce n’était pas ce que je pensais.
Illusion parfaite.
Sort de tiroir.
Une vérité sournoise sous le joug de l’escrime.
Pourquoi es-tu toujours là?
Pourquoi te laisses-tu marquer?
Cage d’or et de diamants, belle prison pour le bel ange.
Que gagne-t-on à couper les ailes du moineau?
Admirez-vous leur chant, leur couleur, ou est-ce juste de la possession?
Illusion parfaite.
Sort de tiroir.
Une vérité sournoise sous le joug de l’escrime.
Tomé esa hoja entre mis manos leyendo la letra a pesar de que la conozco a la perfección. La odio, a papá lo odio.
Cerré mis ojos un momento y los volví a abrir para acabar mi café —Al grano, ¿qué quieres?
—Tengo una banda con unos amigos, eres perfecta vocalista para nosotros —alzo ambos párpados sorprendida por esa rápida respuesta, pensé que diría otra cosa, o cualquier cosa menos eso. Antes que pudiera decir algo, él continuó—: No tienes que darme una respuesta ahora —volteó la hoja mostrando un número y nombre escrito en él—, llámame cuando quieras, igual te iré a ver a esa esquina —se levantó dejando la paga del café—. Nos vemos, Bella.
Yo quedé mirando a esa hoja con ese número y ese nombre. Travis. Lo arrugué pensando en botarlo, pero me contuve, lo guardé.
Las siguientes semanas cuando me presentaba, él estaba siempre al frente, siendo el primero en dejar unos billetes en mi estuche y luego quedándose parado viéndome con su sonrisa ladeada hasta que termino. Durante un mes se nos hizo costumbre que me lleve a tomar café o comer algo a esa cafetería. Me mira atrevido, pero nunca se ha propasado.
—¿Has pensado en la propuesta? —preguntó antes de meter un bocado de espaguetis— ¿Botaste mi número? —dijo divertido.
Hice una pequeña risa sin despegar mis labios, negando con la cabeza —¿Por qué yo?
—Me gusta tu voz —solo eso dijo para continuar con su comida.
—Quiero ver a tu banda —sonrió orgulloso.
Preguntó qué día y hora podemos reunirnos. Así fue como un domingo en la mañana fui a una casa pequeña junto a él luego de reunirnos en esa esquina donde toco. Entrando veo a tres chicos reunidos en la sala comiendo palomitas, mirando una película y otro que no le interesa más que lo que hay en su celular. Me vieron rápido, en especial un chico castaño que me da unos ojos que al parecer están molestos.
—Hagamos está rápido, cariño —su tono fusco hace parecer que tiene algo contra mí. Los demás le miran con compasión.
—No —alto y claro, como me gusta ser, si cree que porque estoy rodeada de chicos, y si cree que soy una sumisa, está muy equivocado—. Vine por curiosidad, no para ser criticada por un idiota con complejo de artista internacional que busca el reemplazo para su preciado y famoso grupo.
—¿Disculpa? ¿Quién te…?
—No. ¿Quién te crees tú para tratar así a alguien que no conoces? Y una cosa más, no me llames cariño.
Nuestras miradas chocan con fastidio por el otro, el silencio aplastador solo fue interrumpido por la carcajada potente de Travis a nuestro lado. —Ella tiene carácter, Daniels, vamos todos abajo, hay que mostrarnos.
Los demás continúan, pero ese castaño y yo nos vemos con enfado aun, sin embargo voy con ellos hasta el sótano. Un clásico. Sus instrumentos están posicionados y ellos se colocan cada uno en su respectivo lugar.
No hay aviso, Travis empieza marcando el ritmo con el tambor grande, luego sigue con los palillos y entonces proceden sus amigos, el pelirrojo y el otro rubio cantan.
Vine con no muchas expectativas, pero las han superado, estoy sorprendida y maravillada, ahora comprendo esa confianza de Travis al hablar de su banda.
—¿Y bien? ¿Qué te parece? —Travis preguntó desde su batería.
—Acepto, me gustan —se levantó feliz a cerrar nuestro trato en un apretón cuando el castaño que ahora sé se llama Daniels, interrumpió.
—Eso no es justo, nosotros le enseñamos lo bueno que somos, ahora le toca a ella para ver si nos da la talla —tal parece que a Travis eso no le gustó.
—Concuerdo —dijo el otro rubio—. Queremos ver cómo lo hace. Por cierto, soy Oscar, y él es Fred —señaló al pelirrojo.
—Igual yo —ahora Fred mencionó colocando un cigarro en su boca—. Mira, chica, nosotros no usamos canciones melosas, no nos verás por ahí rogando a alguien ni dedicándole baladas a una niña. Así que…
—Tampoco voy a rogarles por un puesto en su preciada banda —repelé orgullosa de mí—. Pero tienen razón —fui a tomar el micrófono y conectar mi teléfono a la bocina buscando alguna canción que sea del agrado de estos chicos—. Ahora me toca a mí mostrarles lo que puedo hacer.
Ellos son más de rock, así que algo que suene potente es lo que buscan. De Set It Off, su canción Why Worry. Fui al sofá de la esquina y tomé prestado un bajo morado con detalles de flores blancas y pétalos puntiagudas con espinas en los tallos.
—¿Qué haces? —Daniels dio un paso alterado.
—Voy a tocar —pero no le di tanta importancia cuando conecté ese bajo eléctrico a la bocina y empecé a tocar, y cantar.
Comencé con ojos cerrados dando golpecitos al instrumento junto al canto de un coro como si fuera alabanza, luego la letra sintiendo el sonar de la guitarra. No elegí esa canción solo al azar y porque me guste, porque me encanta, sino porque ese chico, Daniels parece estar especialmente preocupado, así que, mejor que se relaje y disfrute del momento como yo, que me dejo llevar por la música.
×~×~×~×~×
—¿Cómo lo hice? —extiendo el bajo a Daniels con la intención de devolverlo teniendo una enorme sonrisa en mi rostro.
Él ve fijo al objeto sin expresión extrañándome por ello después de posar sus ojos en mí —Es tuyo ahora.
—¿Qué?
—Bienvenida a la banda, BlackRose —dijo sin más yéndose a sentar, mientras Oscar y Fred pusieron sus manos en mis hombros sacudiéndome ligeramente en son de festejo.
Lo veo tocando su guitarra con suavidad reflejando en sus ojos algo, una pena, que me resulta familiar.
—Felicidades Bella —por otra parte, Travis me sonríe de forma que no puedo dejar de verlo sintiendo como mi corazón se acelera y me grita tener cuidado.
Creo que me estoy enamorando.
×~×~×~×~×
Holis ( ╹▽╹ ) ¿Qué tal?
Unas cositas. xD
1. Why Worry de Set It Off en multimedia.
2. La traducción de la canción que compuso Bella:
Gran perpetrador.
Bastardo mentiroso.
Que vas por ahí,
jurando dar el cielo.
En ti me vi vivir,
entre seda y miel.
Más el ardor de una piel,
no fue lo que pensé.
Perfecta ilusión.
Hechizo de cajón.
Verdad furtiva bajo el yugo avallazador.
¿Por qué sigues ahí?
¿Por qué te dejas marcar?
Jaula de oro y diamantes, bella cárcel para el bello ángel.
¿Qué ganas al cortar las alas del gorrión?
Admiras su cantar, su color, ¿o solo es posesión?
Perfecta ilusión.
Hechizo de cajón.
Verdad furtiva bajo el yugo avallazador.
3. Usé el traductor de Google para ponerlo en Francés. Xd
Nos leemos pronto. (。•̀ᴗ-)✧
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