Narra jungkook:

Después de escuchar el flash de la cámara lo vi subirse los pantalones de una manera apresurada, sus suaves ojos de lujuria cambiaron a una expresión de preocupación, yo me baje de el mientras miraba alrededor, no había rastros de quien había pulsado el botón, sabía que era un hombre bastante famoso pero me consterno que los de seguridad hicieran un error tan básico como dejar entrar a un reportero o un fotógrafo.

-creo que esto fue un grave error.- dijo mientras se vestía, por alguna razón, oírlo decir eso rompió mi corazón, sentí un vacío en mi pecho el cual no había sentido hace mucho tiempo, sentí que estaba siendo rechazado, debía despertar , no lo estaba haciendo, eso era parte de mi trabajo, el estaba pagando por un servicio, si eso era, no era nada más.. no estábamos "haciendo el amor" estábamos solo teniendo sexo, mientras intentaba autoconvencerme de que nuestra aventura no era más que una simple noche escuche su gruesa voz otra vez.

-te voy a pagar el doble y no se volverá a tocar este tema en el trabajo ¿entendiste?.- decía mientras se arreglaba su corbata y se ponía su saco, arreglaba su cabello, volviendo a su semblante frío de siempre.

-entendido jefe..pero...al fin pude hacer que se moviera su amiguito..- decía mientras miraba su entrepierna,  ni si quiera sabía lo que había dicho, mi cerebro se desconecto en ese momento, solo pensaba en como hacer que se quedara, necesitaba más de esta situación placentera, necesitaba más de todo eso, más de esta sensación que me hacía llegar al cielo.

El solo respondió con una mirada furiosa y tomó de cuello para estamparme contra la pared, en sus ojos había un sentimiento que no podía descifrar, parecía que esos decaídos ojos que parecían siempre melancólicos se transformaron en unos ojos de enojo máximo, no sabia que hacer, solo lo miré a los ojos, sabía que esto no debía de exitarme, me sentía mal por que provocará esta reacción en mi, pero al ver sus marcadas manos llenas de venas..y el como me sujetaba no podía evitar hacerlo.

-¿por que me sujeta así jefe? ¿quiere más?~.- decía mirándolo mientras daba un leve beso en su cuello y bajaba hasta su entrepierna

-puedo hacer que sea más placentero para usted todo esto~..- decía mientras lo miraba y

El solo me empujó hacia la cama y al contrario de lo que pensé saco de su billetera aquel dinero dicho y me lo lanzó.

-espero no volver a verlo aquí.. esto nunca pasó ¿okay?- decía mientras tosía levemente y acomodaba su corbata, cuando acabo de hacer eso se fue hacia su auto, yo en ese fin de jornada me vestí y me fui bastante desalentado hacia mi casa donde no comí nada, solo me acosté en mi fría cama y me dormí pensando en sus labios, esos labios que me hicieron creer que no habría suavidad más grande de la que toque aquella noche.

A la mañana siguiente me levante como es de costumbre, me di una ducha, mientras el agua caía por mis músculos definidos empecé  a recordar todo lo que pasó ayer, el como mi jefe me contrato y su amiguito se paro conmigo, eso me hizo tener una sonrisa en el rostro, una sonrisa traviesa, luego de vestirme con mi uniforme de trabajo y  mire mi cuello donde habían quedado marcas de lo ocurrido ayer, sus fuertes manos aun estaban marcadas en mi cuello.

Casi quería gritar que mi jefe me había tomado del cuello, pero prometí algo y no tenía el valor para incumprirlo, necesitaba el empleo y no iba a dejar que un jefe amargado con problemas erectiles me lo quitara.

Después de desayunar unas tostadas tome el metro para llegar a mi trabajo, en el asiento de al frente había una pareja gay dándose su amor en público, en modo de besos y abrazos, por un momento al verlos, mi mente reemplazó sus caras por la mía y la de mi jefe, así que froté mis ojos bastante confundido, no quería pasarme películas tan temprano.

En la oficina todo estaba bastante bien, como era la rutina, le pase a mi jefe el informe de finanzas, el solo respondió cerrando la puerta y pasándome una bufanda que el tenía.

-como se te ocurre llevar ese cuello en el trabajo..aun no encuentro a quien nos tiene fotos así que ten más discreción..-decía el mientras daba un suspiro y ponía la bufanda en mi cuello.

No era lo que quería pero ver sus manos en mi cuello me recordó lo de ayer, así que puse las mías sobre las suyas, viendo un leve sonrojo en sus mejillas pero luego solo sentó de nuevo, vio el papel sentándose en la mesa  y dio un largo suspiro.

-esto no está bien, estas fueron las mismas finanzas de ayer..estas ganandote menos sueldo..- decía mientras me miraba y me pasaba de nuevo el papel con una sonrisa traviesa, como si quisiera reírse de lo que estaba diciendo, yo solo respondí con una mirada seria.

Para luego solo asentir  y pedír disculpas, ya venia siendo hora de un café, así que fui ala cafetería por el mio mientras miraba a las secretarias que estaban ahí.

- el Jefe está muy bueno~ aunque no se le para..su belleza gana a eso..- decía una en medio de risas mientras se comía un cupcake.

-si..oí que despedirá a su mano derecha..es una lastima..también era un chico tan lindo..- decía la otra mientras tomaba un sorbo de su te.

Eso me hizo reír un poco, nunca entendí los chistes de las mujeres ni de que hablaban, pero luego me detuve en seco..mano..derecha..ayudante de finanzas...espera..yo soy su mano derecha.

Deje el café en la mesa delicadamente para luego correr hacia su oficina, tenía la puerta entreabierta así que al mirar por ahí vi un papel sobre la mesa..quizá, es mi certificado de despido, mi encantador jefe iba a despedirme..