Saiko sentía su alma salir de su cuerpo al ver el estado deplorable en el que estaba su garaje, tardaría horas en que esté limpio y más en que ese petulante olor saliera, su conejito había hecho una jugada buena, más en su preciado tesoro que estaba apestando de más. Esto lo pagaría caro muy caro.

Esto solo era el principio pues al día siguiente el edificio de su empresa central estaba completamente en pintura violeta y luminiscente, dos cosas que le desagradaba mucho, su conejito estaba siendo muy abusivo y la Intelli estaba bastante segura que esa mocosa tenía algo que ver, más por esa firma con forma de manzana que difícilmente olvidaría después de lo sucedido hace años.

Tenía que actuar con disimulo y hacer el Contraataque no con una broma horrible y de mal gusto, eso es caer demasiado bajo para alguien como Saiko Intelli por ello iba a atacar directamente a la relación de esos dos, puede que no tuviera la suficiente información pero tenía que hacer algo y sabía como lo haría.

Sabía que el conejito no era celoso, siempre apelaba a la lógica y razón por lo que no solía ponerse enojado dado eso tenía que tantear el terreno y provocar a la peliazul, entre pelea y pelea podría aprovechar y ganar al conejito, serviría bien por ahora.

Nejire- oye zuzu te llegó esto- era una carta con muy buen olor y la peliazul ya se veía venir lo que era

Izuku- hmm? - miró un rato aquello antes de abrir con brusquedad y revelar una carta escrita a mano y una foto muy tierna de el mismo

Nejire- una fan? - miraba por sobre el hombro de su asistonto quien a cada palabra que leía solo sonreía muy malicioso- que es tan gracioso?

Izuku- es el inicio de mi plan... - le pasó la carta a la jefecita quien no entendía a que se refería el asistonto- fíjate en esa R extraña solo hay alguien en el mundo que haría eso

Nejire- y es? - no sabía a donde quería llegar el pecoso

Izuku- Saiko Intelli- la peliazul cayó en cuenta y miró la carta un minuto más

Nejire- puedo quemarla? - preguntó teniendo la carta sobre un encendedor y el pecoso le retiró rápidamente

Izuku- aún no, eso después de alguna más que seguro llegan aquí en el edificio de mamá- la peliazul asintió y miró un poco confusa a su asistonto

Nejire- que haremos? - el pecoso se le acercó y dio un beso en la frente

Izuku- dejarla enviar cartas y allí es donde tu don actoral saldrá a la luz

Nejire- quieres decir... - por fin entendía a lo que su asistonto se refería y no le agradaba nada

Izuku- así es, tendremos una muy fuerte pelea y desgraciadamente terminaremos nuestra relación- a la peliazul se le oprimió el pecho, no le gustaba nada esto

Nejire- y entonces? - con nervios preguntó, sabía lo que seguía pero era un riesgo que el asistonto iba a tomar

Izuku- ir a la boca del lobo y dejarme comer- su mano derecha tembló levemente ante esto, tener que pensar en ir a tales extremos como intimar con Saiko era algo que no quería

Nejire- sabes que no tienes que llegar a esos extremos- tomó la mano derecha del asistonto acariciando su dorso- debe haber una manera distinta de atraparle

Izuku- no hay desgraciadamente- dijo en un murmullo- por mucho que piense no llego a ninguna solución que no implique cosas ilegales que seguro me llevarán a prisión y a Saiko a lo más alto que quiera, no Nejire, esta es la única manera

Nejire- pero te causará daño... - el pecoso solo le acarició la mejilla evitando que se sintiera peor por dejar a su novio hacer esto

Izuku- descuida estaré bien, no es algo que disfrutaré y será horrible pero es por un glorioso propósito- le  dio un beso y su jefecita pareció calmarse por fin- no tienes que preocuparte

Nejire- tengo que... Si mi novio está con otra tengo que preocuparme- el asistonto soltó una risa y le besó otra vez- deja de hacer eso! - hizo un puchero y el pecoso volvió a besarle

Izuku- hacer que? Yo no estoy haciendo nada- le dio otro beso y el puchero siguió más tiempo

Nejire- deja de disipar cada duda con un beso, sabes que tengo razón- le dio otro beso y la peliazul parecía tomate

Izuku- la razón por la que lo hago es porque me volviste adicto a tus labios y porque funciona- sonrió ante la mirada enojada de la jefecita- confía en mi Nejire

Nejire- lo hago... - el pecoso alzó una ceja sin creer lo que decía- bien...

Izuku- gracias... - tomó la carta y la guardo en un cajón con llave en el escritorio- guardaré estas aquí para el momento adecuado

Nejire- y ese sería? - la sonrisa de su asistonto daba mala espina

Izuku- cuando descubras mi infidelidad claro está y obviamente peleemos tanto que vaya a una taberna a ahogar las penas y en borrachera haga cosas malas- la peliazul suspiró, su asistonto era de temer y le preocupaba ello

Nejire- sólo promete que te cuidaras dado el caso... - el pecoso no solo asintió tomó algo del cajón y lo extendió a ella- que es?

Izuku- algo que me dio papá para simbolizar una promesa- la peliazul miró aquella perilla extraña- algo de él que me gusta usar, prometo Nejire-chan que estaré siempre a salvo

Nejire- bien... - suspiró un poco más calmada y miró el escritorio- que me toca hacer ahora?

Izuku- tenemos tiempo por lo que eres libre de hacer lo que quieras- la peliazul sonrió y arrastró al asistonto a algún lugar, aprovecharía cada segundo que tengan.

Mientras ellos estaban en lo suyo Saiko se sintió frustrada, esta idea era lenta por mucho, no sabía bien cuanto tardaría el conejito en caer o la peliazul en darse cuenta pero esperaba que sea poco para tener al conejito y por fin atarlo de una vez y para siempre con algo que quería hace mucho del conejito

Un niño fruto de su amor con él