Armonia
Capitulo dedicado para mi Gresia Bebe que hace poquito fue su cumpleaños, para los que no sabian el personaje principal esta insipirado en ella, se me hace una niña tan preciosa en todo sentido que ha sido mi modelo en esta historia, feliz cumpleaños Sunnie mi amor.
—Me encanta el clima de la isla, es una pena que debamos irnos mañana.
Sunnie jugaba con las olas del mar mientras recorría la playa con Jungkook.
—Siempre podemos volver después —se acerca a ella y la toma de la mano entrelazando los dedos —pero me alegra pasar el último día contigo a solas, solo no sé lo digas a tu hermano.
La linda pelinegra se acerca más a Jungkook, rodeándolo con los brazos por el cuello.
—Igual está dormido, además de que mis padres también están en una especie de cita y tu madre y Jin..
—Ni lo menciones aún no lo asimiló, me agrada Jin pero será raro tenerlo como mi padrastro.
—¿Quieres ir a cenar a algún lado? —Sun Hee se acerca a sus labios de manera lenta —¿Tal vez una hamburguesa?
Jungkook sonríe y la atrae más a su cuerpo.
—Te tengo una sorpresa más.
Se aleja de ella para tomarla de nuevo de la mano empezando una especie de carrera hacia el otro lado de la playa. Llegan a unas pequeñas cabañas.
—¿Qué es esto?
—Me enteré de este lugar y pensé en ti —la ayuda a entrar —cenaremos aquí.
Había una mesa adornada con velas y un par de copas, ayudó a Sunnie a sentarse que no dejaba de ver maravillada el lugar.
—Cada vez me sorprendo más, no se a que horas planeas todas estas cosas.
—Mi ventaja de que tú y tu hermano tengan el sueño tan profundo, tu duermes y yo cumplo tus sueños.
Lo dijo de manera tan tranquila que no sonó cursi o meloso, Jungkook estaba orgulloso de poder mimar a la pequeña pelinegra, jamás había sentido nada igual por nadie y estaba seguro que se aferraría a ese sentimiento lo más que pudiera. Así que quería externarlo con ella, mostrarle lo mucho que le gustaba. Se fue por una canasta de pic nic sacando, un par de termos.
—No se me ocurrió otra manera de mantener caliente el estofado.
Sun Hee rio mirando la expresión de cachorro de Jungkook.
—Me parece una manera ingeniosa, y creo que incluso frio sabrá delicioso.
—Eso es verdad, no conozco a nadie que cocine mejor que yo, incluso supere a madre en esto, siento que, si la música no llega a ser mi destino, abriré un pequeño negocio de sopas y sándwiches.
—Perfecto, así me darás trabajo como tu mesera.
—De ninguna manera tu serás mi socia, ponemos a tu hermano a meserear.
El ambiente era relajado para ambos, comían mientras imaginaban sus futuros trabajos lejos de la música, era una de las razones por la cual podía estar al lado del pelinegro, era divertido y sus platicas nunca eran de un solo tema, pasaban de lo mas simple a lo mas complejo y terminaban con ejemplos absurdos siempre dejando a Yoongi como comodín en todo.
—Hablando de música —se levanto y el tomo de la mano —tengo algo más que mostrarte.
Pasaron al fondo de la cabaña donde estaba un piano, Jungkook se sentó y palmeo a su lado para que la pequeña pelinegra se sentara.
—Una de las pocas maneras que puedo expresarme de manera mas abierta, es esta —comenzó a tocar algunas teclas —Se que conoces la canción.
Nunca me sentí de esta manera, no es suficiente, así que quédate conmigo.
Sun Hee conocía a la perfección la canción, pues recientemente se había convertido en una de sus bandas favoritas y aunque era el cover de la canción original, la tonada era de la banda.
No es como si tuviéramos grandes planes.
Continuo la pelinegra, Jungkook sonrió de manera amplia.
Vamos manejando por el pueblo, tomados de la mano y necesitas saber que eres la única. Está bien, Esta bien.
Y necesitas saber que me mantienes despierto toda la noche, toda la noche.
Dicho esto, junto su frente con la de Sunnie, ambos cerraron los ojos dejándose llevar por la música, empezaron a cantar al mismo tiempo, de manera lenta y sincronizada.
Oh, mi corazón duele tan bien, te amo cariño, tan mal, tan mal.
Unieron sus labios en un tierno beso, dejando que lo acompasado de sus respiraciones fuera lo único que se escucharan junto con la humedad de la acción, Sun Hee se abrazo del cuello de Jungkook profundizando aún más el beso.
—Espera —Jungkook la separo y se quedo con su frente unida a la de ella —no sé qué me pasa Alicia, deseo tanto estar contigo, que temo arruinarlo —le beso la nariz — estoy cayendo tan rápido ante ti, que debo admitir que estoy un poco asustado, jamás había sentido nada así, es intenso, es enorme, siento que el corazón me quiere explotar cada que te veo, sonríes y me derrito.
La risa de la pelinegra lo hizo abrir los ojos por la sorpresa.
—Alicia te estoy expresando mis emociones y tú te burlas.
—¿Cómo es posible que alguien de tu tamaño me tire con facilidad? —trato de imitar el tono de la voz de Jungkook —ya estaba destinado que caerías por mí.
Sun Hee se levanto para sentarse ahorcajadas sobre el pelinegro, puso sus manos en los hombros de este, se le acerco a los labios.
—En mi versión del cuento, Alicia siempre atrapa al conejo.
Jungkook sintió que el corazón se le saldría por el pecho, Alicia no solo era tierna y dulce, acababa de descubrir que tenia un lado atrevido. ¿Cómo si no pudiera enamorarse mas de ella?
La beso de nuevo pero esta vez la tomo de la nuca, metiendo su lengua con descaro absorbiendo cualquier rastro de inocencia en el beso, se dejaría llevar, dejaría que Alicia lo guiara al país de las maravillas
Los besos descendían por su barbilla de manera lenta, saboreaba la piel salada entre el sudor, la brisa del mar, además de la loción corporal de la pelinegra, no pensaba que tal combinación fuera lo mejor que hubiera probado en su vida, sus manos se bajaban por las finas líneas de su cintura, escucho un pequeño jadeo.
Solo un sonido leve.
Bajo hasta los muslos, la piel tersa se deslizo por sus dedos, millones de corrientes eléctricas se esparcían por el cuerpo de Sun Hee, el tacto era delicado, era preciso, sentía que Jungkook la trataba como una obra de arte, algo que estuviera dándose el lujo de apreciar. El pelinegro se levanto aun con la pequeña Sun Hee en si cintura, la llevo hasta la cama, el vestido que llevaba se había alzado hasta casi rozar su entrepierna.
Jungkook froto su rostro cuando la vio tan indefensa sobre la cama, se relamió los labios, estaba planeando seriamente en cambiar de cuento, tal vez caperucita roja, donde el claramente sería el lobo. El pelinegro se quito la camisa dejando ver su trabajado cuerpo, Sunnie sintió que todo el calor de su cuerpo se fue hacia sus mejillas, la visión que tenia frente a ella era digno de cualquier sueño erótico de alguna adolescente. Jungkook fue sacado de alguna especie de fantasía, sus facciones eran tan marcadas, la mirada que tenia hacia ella en este momento era intimidante, se sentía deseada, se sentía que poseía un enorme atractivo como para tener a tal hombre a su disposición.
—Eres tan hermosa Sun Hee —bajo para besarle los muslos —eres la mujer mas bella que pude haber visto —empezó a subir los besos hasta llegar a la entrepierna, beso sobre la tela de la ropa interior causando un gemido leve — hueles divino.
—Siento demasiado calor.
—Debemos solucionar eso pronto — empezó a alzarle el vestido hasta que lo saco por fantasía los brazos —¿Aun tienes calor? —Sun Hee asintió —es que aun queda un poco de ropa.
Jungkook deslizo su mano por el abdomen liso de la pelinegra, llegando hasta la ropa interior, metió la mano para tocar la humedad sobresaliente de los pliegues de Sun Hee, su dedo rozo muy poco, pero la joven se mordió el labio reprimiendo cualquier sonido. Jungkook volvió a besarla sin dejar de mover su dedo en círculos lentos por el duro y húmedo botón, con su otra mano libero los clips del sostén, la erección que presionaba cerca del centro de la pelinegra no paso desaperciba.
Dejo de atenderla un segundo para poder quitar lo que quedaba de su ropa interior, Jungkook también se desnudo sacando un par de preservativos, abrió uno para colocarlo cuando logro liberar su erección, el pulso de Sun Hee estaba descontrolado, no dudo en admirar con algo de descaro el miembro del pelinegro.
El pelinegro regreso a los brazos de Sun Hee que comenzó a besarlo una vez a su alcance, rodeo con las piernas la fuerte cintura del chico ansiosa por un poco mas de contacto, Jungkook se alineo para empujar un poco abriéndola de manera lenta.
Esta vez el gemido fue un poco más fuerte.
—Ese sonido, es la armonía más hermosa que jamás había escuchado —se movió un poco mas profundo haciendo que el cuerpo de la chica se arqueara y brotara un gemido más —Si, Es lo más dulce.
Entre besos acalorados, jadeos y embistes lentos, se dieron cuenta de lo mucho que sus cuerpos encajaban con el contrario, Jungkook nunca había amado tan lento y Sun Hee nunca se había sentido tan apreciada.
Y para ambos fue lo mejor del mundo...
AAAAAAAH NO SUELO ESCRIBIR SMUT TAN TIERNO, DIOS QUE MIEDO TWT, PERDONEN SI EL CAPITULO NO FUE DE LO MEJOR...
ESTAMOS CERCA DEL FINAL.
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