6 figuras se encontraban caminando, separandose para buscar a lo que debía ser Valper Galilei y Freed Sellzen, para poder destruir las Excaliburs. Xenovia e Irina acordaron ir al Oeste de la ciudad, mientras que Issei, Kiba, Rias y Asia irían al Este. La rubia se sentía atemorizada por el simple hecho de volver a encontrarse con ese Exorcista sádico, pero al recordar que su onii-san estaba con ella, se tranquilizó un poco.

- No hemos encontrado nada. - dijo la pelirroja.

- Issei-kun. - dijo Kiba refiriéndose su compañero.

- También pensaste lo mismo...? - preguntó Issei. El rubio sólo asintió.

- De que hablan, Kiba-san, Issei oni-san? - ahora preguntó la rubia.

- Vamos...- dijo Issei empezando a caminar en la cabeza, siendo seguido por sus acompañantes.

Tiempo después, llegaron a un lugar que no veían desde hace tiempo.

- No es el lugar donde Issei mató a su primer Demonio Vagabundo? - preguntó Rias.

- Entremos...- dijo Issei empezando a subir las escaleras, hasta que se detuvo de golpe.- Esta sensación...arriba...!

Todos voltearon a ver, para ver una silueta sujetando una espada extraña, hasta que se visualizó al Exorcista Freed, sujetando lo que parecía ser una Excalibur.

- Yahoo! - exclamó el peliblanco saltando hacia Issei con su Excalibur, e Issei sacó su katana y se cubrió del ataque. - Hola de nuevo! - dijo mientras se alejaba por el impulso que ejerció Issei. - Es bueno verte de nuevo, Ojitos raros-chan.

- Freed Sellzen...tuviste mucha suerte la ultima vez...- dijo Issei aún blandiendo su katana.

- Whaa! - dijo Freed notando a la pequeña rubia. - Asia-chan! Oria~ te volviste un Demonio de mierda. - dijo con una cara completamente depravada, que hizo que Asia empezara a temblar. 

- Atrévete a hacerle algo...y te mato...- dijo impulsándose con velocidad, pero sorprendentemente, Freed lo esquivó.

- Es verdad! No los he presentado! - dijo apareciendo de nuevo en el techo. - Esta es Excalibur Rapidly-chan, con ella puedo aumentar mi velocidad, y no me podrán alcanzar.

- Quieres apostar...? Boosted Gear...- dijo el pelinegro activando su guantelete rojo.

- Boost! - resonó el guantelete.

En ese momento, Issei se volvió aún más rápido, acertando varios golpes al Exorcista. En un momento dado, Issei inmovilizó a Freed con una patada en el estómago lo cual hizo que se arrodillara.

- Dónde está Valper...? - preguntó el pelinegro. Al ver que no respondía y simplemente lo miraba con una sonrisa macabra, Issei no tuvo más opción y activó su Mangekyo Eterno. - Amaterasu!

- WHAAAAAAAAA!!! - Gritó Freed al sentir un gran dolor quemando su cuerpo. Issei con haciendo uso de su Amaterasu quemaba vivo a Freed. Después de dos minutos, el Exorcista cayó muerto por el dolor.

- Kagutsuchi! - exclamó de nuevo el pelinegro, haciendo desaparecer el fuego negro.

La Excalibur Rapidly cayó al apagar el Amaterasu. Kiba estaba a punto de comunicarse con Xenovia e Irina sobre su adquisición, hasta que apareció un hombre obeso de edad, que usaba ropa de Iglesia y usaba lentes. En ese momento, Kiba sintió su sangre hervir a 580°.

- Valper Galilei! - exclamó furioso el rubio.

 - No esperaba que Freed fuera derrotado tan rápido. - dijo el viejo tomando a Rapidly. - Pero me imaginaba que moriría en algún momento.

- No escaparás desgraciado! - exclamó Kiba manifestando su Espada Demoniaca.

- 4 Demonios contra mi, tengo todas las de perder, pero por ahora me retiro con Kokabiel-sama. - dijo sacando de su bolsillo una bola y arrojándola al suelo, para que una luz cegadora distraiga a todos y logre escapar.

- Maldición! - exclamó Kiba sintiendo su rastro y siguiéndolo.

- Kiba...! - dijo Issei, pero ya tarde ya que su compañero se había ido. - Rayos...

En ese momento, se hizo presente un Círculo Mágico que todos reconocieron de inmediato.

- Rias, que se supone que estás haciendo? - preguntó apareciendo la Presidenta Souna Sitri acompañada de su Reina, Shinra Tsubaki.

- Souna...- dijo Rias.

- Tranquila, Souna Sitri...- dijo el pelinegro llamando la atención de todos. - Sólo estamos ayudando a nuestro compañero Kiba...

- Issei-kun, por qué ayudar a tu compañero? Se convirtió en un Demonio Renegado...- dijo Souna inexpresiva.

Issei no dijo nada por unos segundos, sólo viendo fijamente a la heredera Sitri, hasta que dijo...

- En el mundo...aquellos que rompen las reglas son considerados basura...- empezó a hablar. - pero aquellos que abandonan a sus amigos y seres queridos a su suerte...son peor que la basura...- esas palabras llegaron al corazón de todas las chicas, esas palabras de igual manera fueron escuchadas por ciertas Monjas que acababan de llegar, ya que sintieron el poder del Sekiryutei liberándose.

- Issei/kun/onii-san...- dijeron todas muy conmovidos por el chico.

- Salgan...Xenovia, Irina...- dijo el chico tomando por sorpresa a ambas chicas, quien inmediatamente salieron de donde se escondían.

- Parece que todo salió bien, Hyodou Issei. - dijo Xenovia.

- No del todo...- respondió el chico. - Valper Galilei sigue libre y Kiba lo estaba persiguiendo...al menos logré matar a Freed Sellzen...- eso último sorprendio a las dos Sitris y a las dos Exorcistas.

- Ya veo, puedes decirnos dónde está su cuerpo? - pidió Xenovia.

- Allá arriba...- dijo señalando la corniza donde peleaban él y Freed. - Pero creo que no es lo que esperan ver...

Irina y Xenovia fueron a la corniza para encontrarse con una escena nada agradable. Lo que una vez fue Freed Sellzen estaba completamente calcinado, con partes del cuerpo en el que eran visibles sus huesos, el cuerpo quedó completamente irreconocible. Ante esto, Xenovia entre cerró los ojos e Irina se tapó la boca al ver el cuerpo del Exorcista Renegado, al controlarse, ambas se percinaron encomendando esa alma al correcto juicio de Dios.

- Hyodou Issei, nosotras seguiremos investigando. - informó Xenovia.

- Las acompañaré...- respondió el pelinegro. - Si se topan con Kokabiel morirán...así que iré con ustedes...- terminó enfundando su katana que seguía blandida en su mano.

- Ya veo...bien, nos serás de gran ayuda. - siguió la peliazul.

El pelinegro sólo asintió, para luego voltear a ver a Rias y Asia.

- No llegaré a casa a dormir...ustedes descansen...- dijo recibiendo un asentimiento de las dos chicas.

- Bien...Vamos, Irina, Xenovia...- dijo Issei empezando a caminar en la misma dirección que corrió Kiba, siendo seguido por las Exorcistas.

Y así en el lugar. quedaron sólo Rias, Asia, Souna y Tsubaki.

- Supongo que nos retiamos, hasta luego Souna...- dijo  Rias.

- Rias..- djo la Rey Sitri, llamando la atención de la Rey Gremory. - Si necesitas ayuda, pídemelo...

Rias asintió ante eso. Sin duda lo antes dicho por Issei las convenció, y las hizo ver las cosas de otra manera. Ahora entendían el por qué le apodaron "El Hitler Japonés", ya que sus palabras eran muy convincentes. [Si supieran que la frase fue dicha por un niño con ambiciones que luego se transformó en un villano en el mundo y un peliblanco pervertido con máscara]

Con Issei, Xenovia e Irina...

- Issei-kun, cómo los vas a seguir? - preguntó la castaña.

- Seguiré su rastro de Chakra...- respondió el chico.

Eso confundió a las dos chicas, ya que nunca oyeron hablar de algo llamado "Chakra", pero salieron de su estupor al ver que Issei cerró los ojos y al abrirlos, los tenía rojos con tres aspas alrededor de la pupila. Entonces, volvió a caminar en una dirección, siguiendo el rastro de su amigo Bishonen.

- Issei-kun, qué son esos ojos? - preguntó Irina.

- Se llaman Sharingan...- respondió éste.

- Y qué hace? - volvió a preguntar Irina.

- Me hace más rápido, puedo anticipar movimientos enemigos al igual que copiarlos y meter en ilusiones a aquellos que entren en contacto con mis ojos...- siguió respondiendo Issei. - Aparte de que puede ver el Chakra de las personas...

- Oh! Y tu tienes eso llamado Chakra? - seguía de jodona la castaña.

- Si...al igual que todos...todos tienen un Chakra...- contestó Issei.

- Dime una cosa, Hyodou Issei...- dijo Xenovia llamando la atención de los otros dos. - Hay una evolución de eso, no es así? En tu batalla contra el Caballero Gremory la demostraste.

- Asi es...se llama Mangekyo Sharingan, ese sería el primer avance...pero la desventaja de los que tienen Mangekyo Sharingan es que quedan ciegos si lo utilizan mucho...- explicó Issei.

- Eh?! Te quedarás ciego, Issei-kun?! - dijo aterrrada Irina.

- Déjame terminar...- dijo el pelinegro apenándo a Irina. - Hay un remedio para eso...y es trasplantarse los ojos de alguien que tenga también el Mangekyo, para así tener lo que yo tengo...- dijo mientras activaba su evolución. - Eternal Mangekyo Sharingan...

- Tuviste que transplantarte los ojos de alguien más para obtener ese poder? - preguntó Xenovia un tanto decepcionada al creer que ese hombre hizo algo tan horrible sólo por poder.

- No...- dijo contradiciendo los pensamientos de la peliazul. - Fueron un regalo directo...no tuve que quitar ojos...

- Ya veo...- dijo Xenovia.

- Y qué habilidades tiene, Issei-kun? - preguntó Irina de nueva cuenta.

- Hasta ahora sólo tengo el Amaterasu...que es el fuego de color negro...y el Susano'o, que es la manifestación humanoide de mis ojos...pero si entreno más puedo desarrollar otras...- respondió el pelinegro sin dejar de seguir el rastro de Kiba.

- Que cool! - exclamó Irina.

Entonces, en un momento dado, Issei se detuvo de golpe...

- Sucede algo, Hyodou Issei? - preguntó Xenovia.

- Quien diría que la rata principal fuera un valiente...- dijo mientras miraba al cielo para visualizar una silueta que estaba flotando. - Sin duda eres alguien raro...Kokabiel...

El hombre era alto, con piel grisácea, vestimentas negras al igual que sus 5 pares de alas, cabello largo y negro, y ojos completamente rojos.

- Vaya, quién diría que un simple humano notaría mi presencia. - dijo sonriendo el Cadre. - Pero si me lo permites, me llevaré a Excalibur Mimic y Excalibur Destruction conmigo.

- Lo siento pero no te dejaré...- dijo mientras activaba el esqueleto de su Susano'o.

- Mmm...parece que no eres un humano normal...no había sentido un poder así desde la Caída de Dios. - dijo Kokabiel abriendo la duda de los tres chicos.

- De qué estás hablando? - preguntó Xenovia.

- Bueno...intento crear otra guerra así que no vale la pena guardarlo...en la última guerra no sólo los 4 Maous murieron, también Dios murió! - exclamó el Caído tomando por sorpresa a los tres ahí abajo.

- Dios está...muerto...? - dijo Irina antes de desmayarse.

- Irina! - dijo Issei sosteniéndola antes de que cayera al suelo.

En ese momento, Xenovia había caído de rodillas apoyándose en Destruction.

- Entonces, cómo es que no lo sabe nadie...? - preguntó el pelinegro aún con Irina en brazos.

- Si la Iglesia lo supiera, los creyentes dejarían sus plegarias, lo que afectaría mucho al sistema del Cielo. - explicó maliciosamente Kokabiel.

- Y quién se supone que está al mando para que no se haga público...? - volvió a preguntar Issei.

- Michael hace un gran trabajo, está encargándose de todo eso. - contestó Kokabiel.

- El Arcángel Michael se encarga de eso...ya veo...- dijo recostándo a Irina en el césped. - No te conviene tener una pelea conmigo, así que ni se te ocurra hacer nada...

- De eso me encargaré después...hasta pronto humano...- dijo desapareciendo de su vista.

En ese momento, Xenovia estaba aún temblando por la sorpresa de que aquel a quien rezaban y encomendaban sus plegarias ya no existe más. Pero salió de su estupor al ver una mano frente a ella.

- Vámonos...- dijo Issei ofreciéndole la mano a Xenovia, quien aceptó aún en shock.

Issei volvió a cargar a Irina, y no tuvo más remedio que llevarlas a su casa.

Al llegar, se encontraron con Rias y Asia cenando.

- Issei! - dijo la pelirroja

- Issei onii-san, dijiste que no llegarías. - dijo la rubia con duda.

- Tenemos que hablar...- dijo Issei con una cara seria, como nunca antes habían visto las chicas. Sin duda era algo realmente serio.

Ya en su cuarto, Issei procedió a explicarles lo sucedido, lo de Kokabiel y sobre todo la amarga noticia que Dios está muerto. Asia al escuchar esto, casi se desmaya igual que Irina, pero pudo resistir gracias a su onii-san.

- A decir verdad...- dijo el chico suspirando. - Ni yo puedo procesar todo aún...

- E Irina...quedó así por esa noticia? - preguntó Rias.

- Si...pero por ahora hay que esperar a mañana, ya que Kokabiel no tardará en fusionar las 3 Excalibur que tiene ahora...- dijo el pelinegro para luego mirar a Xenovia. - Ustedes pueden quedarse aquí a dormir para que no corran peligro...pueden dormir en mi cuarto...yo dormiré con Rias.

Ésto último realmente los sorprendió, ya que Issei dormiría con la pelirroja voluptuosa Gremory. Todas tuvieron pensamientos diferentes.

Xenovia por un lado, no quería escuchar gemidos lascivos por la noche, ya que no la dejaría dormir.

Asia estaba sumamente celosa ya que su onii-san prefirió dormir con Rias que con ella, pero decidió no rendirse y tomar la delantera en otra ocasión.

Rias...era una cosa completamente diferente. Ella visualizaba a Issei encima de ella mirándola suavemente pronunciando: "Rias...durmámos en la misma cama...". Pansamiento que prosiguió a otro donde visualizaba a Issei recostado en su cama completamente desnudo, tapando únicamente su miembro con la delgada sábana mientras decía: "Adelante...mi cuerpo te pertenece, Rias...".

Y así inconscientemente, Rias cayó desmayada al suelo acompañada de una hemorragia nasal y un sonrojo masivo.

- Rias/buchou! - exclamaron Issei y Asia viendo a la pelirroja desmayada pero sin dejar de balbucear cosas inentendibles.

"Rayos...va a ser difícil hacer esto...por ahora...me preocuparé más por Kokabiel..." pensaba el pelinegro mientras cargaba a la Gremory al estilo nupcial y la llevaba a su cuarto...

Holu shabots!

Qué les pareció el capítulo de hoy? Espero y lo hayan disfrutado.

Les comunico que haré un nuevo Fanfic de un ánime diferente, el cual es Dungeon Ni Deai Wo Motomeru No Wa Machigatteiru Darou Ka...

...

Que nombre más pinche largo...

Danmachi para abreviar el ánime... :/

Sin más que decir, se despide UchihaBardo99! Sayonara! Arigato!