Capitulo 23
23 de mayo de 2021.
Antonia
Una semana. Siete dias, en los que no nos habíamos visto ni dirigido la palabra. Una semana desde que le dije a Marco que lo amaba y no tuve una respuesta positiva de su parte. Una semana desde que todo lo lindo de nuestra relación se terminó. Una semana desde que me fui esperando que me llamara, pero no fue así. Conociéndolo respeto lo ultimo que le dije, que no me llamara nunca más. Una semana desde que no había salido de mi habitación, que no había parado un segundo de llorar, en la que los primeros dias no comía nada porque en mi estomago no entraba nada mas que ganas de seguir llorando por los recuerdos con Marco que pululaban por toda mi habitación y hasta en mi muñeca.
La pulsera.
Sigo creyendo que esa pulsera es mágica o algo así, porque siempre se encuentran en momentos específicos. Sorbe mi nariz mientras jugaba con el dije del astronauta que colgaba de ella, por más que quisiera no me la podía quitar, hacerlo significaba cerrar una etapa y darme cuenta de que lo de nosotros no próspero y que tenía razón en no creer en el amor.
Como dije no sali de mi habitación desde que llegue la noche de la pelea seguida por Dam, el lo había escuchado todo, al igual que Ale, así que no hacía falta que le contara lo que paso. Él tampoco insistió preguntando que hacía sucedido, solo me dio mi espacio, bueno, lo sigue haciendo. Cuando dije que los primeros dias no había comido nada, era verdad, no entraba nada solido en mi estómago, estaba totalmente cerrado, fueron dos dias exactamente sin comer absolutamente nada. Mi madre, Dam y Sofi paseaban por mi agitación con una bandeja en la que siempre tenían distintas cosas para comer, pero la respuesta era siempre la misma, nada de eso lograba entrar a mi cuerpo. Hasta que apareció mi abuela rogándome que comiera un poco, diciendo que no era sano que no haya nada en mi estomago y creo que ver sus ojos totalmente cristalizados me hizo empezar a comer un poco. Durante toda esta semana no hable absolutamente nada, ninguna palabra, sonido, murmullo, susurro, absolutamente nada, lo único que salía eran sollozos. Me sentía completamente rota, me faltaba algo a mi lado y eso era él. Y eso era lo que mas me dolía, no tenerlo y estar necesitándolo todo el puto día.
¿Cómo alguien ponía meterse tan profundamente en el corazón de alguien?, esa era la pregunta que me iba a hacer el resto de mi vida.
Limpie mi nariz con el dorso de la mano antes de destapar mi cuerpo e ir camino al baño para ducharme, básicamente estaba en automático. Lloraba, dormía, lloraba, comida, lloraba, me duchaba y volvía a llorar, ya era una rutina. En Lito's no hubo problema en que yo dejara de ir, porque mi jefa estaba remodelando la cafetería. Camine hasta llegar a la ducha y encender el agua, mientras dejaba que se calentara fui a mi closet por unas bragas y una camiseta, esa era mi outfit hacia una semana. Cuando abre el closet para buscar la camiseta todo mi mundo se volvió a romper al ver las camisetas de Marco en el lugar que hacia dejado para su ropa, mi barbilla tembló, mientras mis ojos se volvían completamente borrosos por las lagrimas, sorbí mi nariz fuertemente tomé una de mis camisetas y cerre el closet. Tenia que ser fuerte, pero se me estaba haciendo completamente difícil, en cada rincón de mi habitación había algo que me recordaba a él. Una foto, un peluche, los boletos de cuando nos fuimos a Finlandia, su ropa, uno de sus perfumes, los libros que me regalo, y si no era eso, eran lugares específicos que me recordaban momentos vividos con a su lado, con él.
Apoye mis manos en la pared de la ducha y baje mi cabeza, dándole espacio al agua calienta para que callera en mi nuca, el agua que corría por mis mejillas se mezclaba con mis lágrimas y ya no me importaba, llorar en la ducha había sido mi lugar para hacerlo sin miedo a que alguien entrara y me viera de esa manera. Que no se mal interprete, no me escondo a la hora de llorar, pero no quería seguir preocupando a mi madre, abuela y a mis mejores amigos, entonces la ducha era en único momento en el día que lloraba en serio.
De vuelta en mi habitación ya duchada y cambiada, mientras secaba mi cabello con la toalla vi mis auriculares sobre el escritorio, suspire dejando la toalla en la silla los tome y volví a la cama, en el móvil puse la aplicación de música y le di play a una playlist que fui armando a lo largo de la semana. Era la única aplicación que tenia en el móvil, bueno y YouTube, el resto había desaparecido, las había borrado mejor dicho.
Le di play a la canción "Lo intenté todo" de Reik, apreté mis ojos cuando las lagrimas amenazaron con salir. Esa maldita canción me mataba poco a poco. Porque como dice "aún te adoro...", jamás me propuse hacer que Marco se olvidara de Bella, se lo que se siente que perder a una persona tan importante en su vida, nunca quise ocupar su lugar y nunca lo iba a hacer, porque ella tenia un lugar muy importante en el corazón de él. Solo quise hacerlo feliz, ser feliz, que seamos felices y lo estábamos logrando hasta que le dije eso. Me arrepentí de muy pocas cosas en mi vida y esta no iba a ser una de las cosas de las que me arrepintiera, porque era así, lo amo. Ojalá no fuera así, pero el corazón es quien se enamora sin darse cuenta y hace que tu mundo de un giro bruco al darte cuenta de eso.
Cada una de las canciones que estaban en "lista de reproducción de Antonia" me hacia llorar un poco más, cada una de diferente manera coincidía con mi situación actual y eso era lo mas triste, saber que alguien había pasado por lo mismo que tu y que con ese dolor logro crear una canción. Después estaba yo, que lloraba con esas canciones metida en mi cama con una caja de pañuelos a mi lado.
Marco
Una semana desde que la hacía visto partir con el corazón completamente roto por mi respuesta. Pero no podía, pensé que si lo haría pero me equivoqué. Toni se necesita a alguien que le diga lo mismo sin miedo a perderla, a que sea la ultima vez que se lo dices, a que no este cagado hasta las patas por volver a amar. No a mí, que era todo lo contrario de lo que había dicho.
Ella tiene razón, soy un cobarde que no tienes los huevos suficientes para intentarlo. Que no tiene los huevos suficiente para luchar por ella. Soy el mas grandísimo cobarde cagado hasta las patas de volver a decirle a alguien que no sea mi familia que "la amo". El cobarde mas cobarde del mundo por dejar irse a la persona que me hizo volver a ser feliz. Pero esta haciendo lo correcto aunque me matara, ella necesitaba ser feliz con alguien que no fuera yo, alguien que no tuviera miedo. Cuando la escuche decir que me amaba, inmediatamente se me vino a la cabeza el ultimo "te amo" de Bella y la recordé, recordé que ya no estaba y que yo era un maldito hipócrita por volverme a enamorar cuando ella no puede, por volver a ser feliz.
Le subí el volumen a la muisca que salía desde mi móvil hasta llegar a los pequeños altavoces que estaban en mis ojos, "lista de reproducción de Marco". Isadora me dije que era una buena forma de sacar el dolor, pero lo que ella no sabia era que ese dolor no se iría nunca de mi corazón, porque hacia alejado a la chica que me hacia feliz. Repiquetee los dedos sobre el apoyabrazos del sillón de una persona que estaba frente a la ventana de mi habitación, quería salir al balcón pero el cielo no lo vio de una manera positiva. Mientras escuchaba "Let her go" de Passenger, tenia la mirada fija en la pulsera que descansaba en mi muñeca derecha, esa pulsera que tenia con ella, que era tan malditamente cobarde que no me la podía quitar.
...Well, you see her when you fall asleep
But never to touch and never to keep
Cause you loved her too much, and you dived too deep...
Al escuchar esa parte de la canción mi mirada se dirigió a mi cama, y los recuerdos de ella durmiendo allí, riendo, las caricias, las veces que hicimos el amor volvieron a mi mente. Extraño el aroma de su piel, su perfume de frambuesas, su cabello, sus besos, sus abrazos, su voz. La extraño como nunca extrañe a nadie en mi vida. Acaricie mis mejillas y sentí como el ligero rastro de barba de unos dias aparecía para quedarse, mire de reojo sobre mi hombro al sentir como la puerta de mi habitación se abría, era Ale que traía a Tink, le había pedido si la podía llevar a pasear, porque para ser sinceros no quería salir de esa habitación. Tink y Toni habían estado separadas durante una semana, ella también era dueña de la gran cachorra que se estaba subiendo a mis piernas.
-Hola, nena...- pare la música antes de acariciar su lomo.
-Se que es idiota preguntar pero, ¿Cómo estás?- murmuro mi mejor amigo a mis espaldas.
-Si te digo que bien te dejaría tranquilo pero también te estaría mintiendo. Así que voy a hablarte con la verdad, aunque se que me vas a preguntar si lo quiero hablar y ya sabes la respuesta.
-Exacto, pero lo tengo que intentar. Soy tu mejor amigo y no seria digno de mi parte si no lo hago, así que ¿Cómo estás?
-Para la mierda...- suspire mirando los ojitos de tristeza de Tink. Extrañaba a Toni y ella seguramente a Tink. Sentí la mirada de mi mejor amigo en mi- La extrañó demasiado...- confesé.
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Nota de la Autora:
No saben cuanto me duele verlos sufrir, es como que los quiero poner dentro de una cajita de cristal para que no sigan sufriendo </3
Cada vez falta menos para que se termine y mi corazón esta como el de Toni y Marco, roto</3
No estoy preparada psicológicamente para soltar esta trilogía. En julio se cumple un año desde que decidí empezar a escribirla y fue lo mejor que hice en todos mis casi 21 años, la mejor decisión que tome<3
Como siempre cada canción esta en una playlist de cada libro (todas las encuentran en Spotify con el nombre de los libros) y ahora también pueden encontrar las playlist de Toni y Marco (con el mismo nombre que se menciona en el libro)
Ahora si, nos vemos el viernes con un nuevo capitulo y en la semana con el anteúltimo extra de "Un ángel me dijo tu nombre"....<3
Bookstagram: maruchasofi
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