Capítulo 1: Al Borde
No importa qué tan solitario sea tu camino, al final... siempre habrá alguien esperando por ti.
...
Miro mi reloj. Voy tarde.
Suspiro pesadamente. Jimin me dará un gran sermón al llegar.
Alzo la mirada de mi reloj y veo una silueta cerca del barandal del puente por el que paso. Inclino un poco la cabeza, bastante sorprendido de ver a alguien estando en este puente. Podría considerarse casi como un lugar fantasma. Nadie viene aquí. Nadie que no sean suicidas que no quieran ser descubiertos con las manos en la masa.
Trago saliva ante un recuerdo lejano.
Paso al lado suyo y él no se da cuenta. Tiene la mirada clavada en el río. Disimuladamente miro su rostro. Es bastante guapo, pero eso no me hace alentar mi paso hasta casi detenerme. Su mirada. Sé lo que significa esa mirada. Estás harto, vacío, triste, enojado... abandonado. El mundo parece odiarte, y hace lo más horrendo para dejar en claro su pensamiento. Conozco esa mirada porque la vi en ella antes de que se cortase las venas, y en mi espejo todos los días después de eso por casi dos años.
Siento una presión en el corazón, pero decido seguir caminando.
No puedo... Perdón.
Casi a tres cuadras de llegar a la cafetería con un Jimin molesto dentro me detengo. Sin saber cómo, ya me encuentro corriendo de regreso al puente. Me maldigo en voz alta, sintiéndome la peor basura del mundo. Ruego por que el chico siga ahí, parado, pensando si de verdad lo hará. Si no es así, no sé qué haré. No podré vivir con la culpa de no haber evitado un suicidio cuando tuve la oportunidad.
Casi me muero del alivio al ver al pelirrubio aún de pie viendo el vacío frente a él. Me planteo seriamente qué hacer a continuación. Decido esperar. Sé que puede no sonar conveniente, pero si lo detengo ahora, tendrá la excusa de que no lo he visto atentar contra su vida, me gritará, quizá me golpee y después buscará otro lugar para morir solo. Al contrario, si lo agarro en la acción, podré ayudarlo y me voy a asegurar de que recapacite. Asiento, convencido con mi plan, y me alejo un poco para llamar a Jimin.
-¿sí, quién habla?
Suspiro, un tanto divertido.
-Jimin, sé que sabes que soy yo. Mi nombre aparece en la parte superior de la llamada.
-mh... no conozco a ningún Jungkook...
A pesar de la situación que tengo en medio del puente, río ligeramente.
-claro que sí. Soy tu mejor amigo.
-mh, se supone que mi mejor amigo debería estar sentado a mi lado desde hace media hora.
Sonrío como un idiota mientras lo escucho. De verdad no existe alguien como Jimin, de eso estoy seguro.
-lo siento, no llegaré. Acaba de... pasar algo inesperado... te juro que te lo voy a recompensar.
-¿qué sucedió? ¿Estás bien?
Sonrío ante su preocupación, pero mi sonrisa se borra de inmediato. Ese chico ya se pudo haber aventado y yo estoy sonriendo como idiota...
-te llamo después, lo siento.
Termino la llamada antes de que más preguntas lleguen a mis oídos. Asomo mi cabeza y veo al pelirrubio aún ensimismado. Para no verme tan sospechoso, vuelvo a cruzar el puente. Así me la paso por casi dos horas. Mis piernas ya están bastante cansadas. Vuelvo a cruzar, pero esta vez el chico se aleja de la orilla y mira a su izquierda. Antes de que voltee a donde estoy y me descubra mirándolo, bajo la cabeza. Paso frente a él y siento su mirada sobre mi espalda. Cuando llego a la seguridad del otro lado, me permito soltar un sonoro suspiro de alivio y frustración. ¿Y si me equivoqué? Muerdo mi labio ligeramente.
Desbloqueo mi teléfono para llamar a Jin hyung y que venga por mí.
-¿qué pasa Kook?
-hyung, ¿puedes pasar por mí al puente del tesoro? Necesito que... - alzo mi mirada y me quedo horrorizado - ay, no...
Sin pensarlo echo a correr y dejo caer mi teléfono. El chico ya está al otro lado del barandal, sujetándose con poca firmeza. Estoy a punto de gritar cuando lo veo soltarse y caer de a poco. Salto el metal, agarro su muñeca con fuerza y, en un gran milagro, logro sostenernos de una barra del barandal. Siento mi hombro estirarse de manera dolorosa y hago una mueca de dolor. Miro mi mano, firmemente sujeta a un tubo que parece va a desprenderse de su sitio. Siento cómo se mueve ligeramente. Lanzo una maldición y, por supervivencia, aflojo el agarre del chico.
Me grito internamente y lo vuelvo a afirmar en mi agarre. Sé que es él o yo, pero de verdad le seguiría el paso si algo le pasa. Frunzo mis labios en una mueca cuando siento que me empiezan a doler los músculos. Jamás debí retar a NamJoon ayer en fuercitas, por su culpa no tengo la suficiente energía para aguantar por mucho a ambos. Frunzo el ceño por el dolor y la frustración.
-suéltame - dice con una voz ronca y en un tono bastante autoritario, pero logro captar algo de súplica - . Suéltame y déjame acabar con todo, por favor.
Desvío la mirada del tubo inestable que nos aguanta y lo miro, frunciendo (si es que se puede) más el ceño. Decido no contestar, no encuentro mi voz por el terror que me está dando. Aprieto más su agarre al sentir el tubo moverse de nuevo.
SeokJin hyung... llega ya, por favor...
-hey, escucha. Quiero caer, ¿ok? Hazme un favor y déjame morir ya. Si te sigues aferrando a mí, caerás conmigo.
Lo intento, en serio; pero me pongo pálido al pensar en una muerte de ahogamiento. No voy a dejar que me pase lo mismo dos veces. Lo vuelvo a mirar, queriendo gritarle para que se calle. Él traga saliva sonoramente y desvía la mirada luego de unos segundos.
-no caeremos - me sorprendo por la frialdad y dureza de mi voz -. No voy a dejar que lo hagamos.
Una risa cansada y ronca me pone los pelos de punta. La piel se me pone más blanca al sentir que el tubo ya empieza a ceder ante nuestro peso. Siento las ganas de llorar, mis manos se están resbalando por el sudor. Cierro los ojos, ya pensando en mi inminente muerte; mas capto pasos acercarse. Escucho un grito de mi hyung y suspiro aliviado.
Tal parece que el mundo aún quiere seguir atormentando al rubio.
SeokJin y NamJoon nos ayudan a ponernos a salvo. Me permito soltar una lágrima de alivio. Vaya susto. Aprieto la mano del chico. Me siento tan aliviado de saber que he evitado que se quite la vida hoy. Ahora sólo falta asegurarme que no lo intente más.
-¡Jungkook, qué susto! ¡¿Eres idiota o qué?! ¡Si hubiéramos llegado después, habrían caído! ¡Menos mal que has llamado!
Lo ignoro y fijo mi vista en los ojos opacos del chico a mi lado. Capto con el mayor de los cuidados el más mínimo detalle de su rostro y veo una chispa de algo en sus ojos... ¿acaso es miedo?
-¿te encuentras bien?
El rubio me dice que sí con la cabeza, sin embargo, no le creo. Parece querer matarme. Sus labios forman una perfecta y fina línea. No planea colaborar.
Alzo una ceja, indignado por su actuar.
-¿por qué, entonces?
Se encoge de hombros, y siento la necesidad de sacudirlo para hacerlo reaccionar. Se ve perdido, necesitado de cariño... solo...
Es un infierno estar en soledad.
Muevo mis dedos, nervioso ante la idea que surge en mi mente. El que cierre los ojos me lo hace más fácil. Con manos temblorosas rodeo su cuerpo. Ante mi acto, lo siento tensarse un poco. Lo apretujo con fuerza, como si de esa manera pudiera protegerlo de todo y ayudarlo con sus problemas. Sonrío con ligereza cuando me devuelve el abrazo; también lo hace con fuerza. Siento mi hombro mojarse, pero hago caso omiso que mi ropa se empape con sus lágrimas; sólo quiero abrazarlo y consolarlo. Muerdo ligeramente mi labio mientras escucho unos sollozos mal callados.
¿Qué te tiene tan destrozado que un abrazo te hace llorar?
Cierro los ojos y me concentro en su calor. Una respiración rota me hace abrirlos de nuevo y lo abrazo más fuerte.
Resiste, por favor... Perdóname...
-la vida jamás es fácil. Siempre nos pone obstáculos para que aprendamos a ser más fuertes y seguros de nosotros mismos; sin tener que depender de los demás.
-¿por qué? - me dice con un hilo de voz rota. Sé bien a qué se refiere.
-porque te veías fatal, necesitado... y sé bien lo que es eso. Yo hubiera querido que alguien me salvara antes de caer como lo he hecho contigo - deseo regresar lo dado. La cuestión es ¿qué razones tienes? -. Si no deseas decirme qué ha sucedido para que tomaras esta decisión, entenderé. Sólo soy un muchacho que va en la Universidad que no conoces y no te interesa hacerlo - se pone un poco rígido, como si hubiera adivinado lo que pensaba -, pero aquí es donde te propongo contarme para que tu carga sea menor.
Su silencio me pone ansioso. De verdad quiero ayudar.
-estoy bien - sentencia.
Aflojo el abrazo, decepcionado. Es tonto que me sienta así, ya que es entendible que no me quiera contar. ¿Quién le asegura que lo voy a apoyar y comprender? ¿Quién sabe si nos volveremos a ver? Somos extraños. El destino lo puso una vez en mi camino, pero nada más. No sé si querrá hacerlo de nuevo... No hay nadie que le prometa que todo estará bien.
Yo, yo se lo podría prometer, pero no me creería.
-bien... ¿tienes al menos a alguien a quien puedas contarle esto?
Sé que puede creer que me burlo o algo parecido, no obstante, de verdad que lo hago con mis mejores intenciones. Lo único que quiero es ayudar.
-no. No tengo a nadie.
Muerdo mi labio. No tener a nadie con quién hablar es horrible. No puedes expresarte libremente, mucho menos llorar.
-¿estás seguro? - es raro quien no tenga a nadie, siquiera un gato, un perro... ¿algo?
Siento su cabeza afirmar y siento cierta compasión.
-bien, ahora me tienes a mí - digo seguro.
No voy a permitir que sufra solo y vuelva a intentar morir. No voy a ignorar de nuevo su dolor. Nunca más.
Él se aleja con un poco de rudeza de mí y me mira a los ojos directamente. Me encojo un poco, abrumado de repente por el vacío que veo en sus orbes. A pesar de todo, siento una ligera esperanza que me acepte como alguien en quien confiar. Trato de sostenerle la mirada, mas la desvío fugazmente a sus labios. Trago saliva al notar que su labio inferior está lleno de sangre. De verdad que estaba convencido de hacerlo. Verdaderamente quería morir...
Siento una presión en el pecho cuando veo sus ojos aguarse. Baja la mirada y siento la necesidad de tomar su barbilla y hacer que me mire, pero me abstengo de hacerlo. En serio lo veo tan destrozado... tan perdido... tan vulnerable. De repente alza la vista, con el ceño fruncido y la boca abierta para emitir alguna palabra, mas la cierra inmediatamente y su semblante se ablanda. Suelto un chillido poco masculino cuando se abalanza sobre mí y mi corazón se encoge de... ¿compasión, quizá? Al escuchar un nuevo sollozo.
-gracias...
Jin hyung suelta un sollozo y se separa de mí. Al momento el frío impacta sobre mi cuerpo y extraño el calor ajeno.
-ay, lo arruiné, perdón; es sólo que se ven tan lindos juntos... me dan diabetes....
Me abstengo de poner los ojos en blanco y sonrío con delicadeza, regresando mi mirada de nuevo al chico frente a mí. Estoy tan contento que quizá me ponga a saltar como niño pequeño en cuanto me levante
-hyung, ¿nos lleva a mi casa?
Veo su cara de confusión y su ceño ligeramente fruncido. Sí, nos, chico extraño que no conozco.
-lo siento... ¿Jungkook? Pero debo regresar a mi casa... mi padre debe esperarme.
-creí que habías dicho que no.... - miro sus ojos con detalle y guardo silencio de golpe. Sus ojos carecen de vida y luz. Están vacíos... no hay nada más que dolor - y... ¿y si le pides a tu papá que te deje quedar esta noche en mi casa? - noto cómo hace una mueca ante la pregunta. ¿Acaso esa es su razón? ¿Un mal padre?
Joder, lo que yo daría por siquiera tener un padre...
-lo siento, no será posible. Mi padre... - traga saliva sonoramente - no ha de llegar hoy, su trabajo dura toda la noche.
-perfecto, te quedas a dormir conmigo hoy.
Soy un genio.
Abre la boca en señal de sorpresa y yo sonrío imperceptiblemente
-no, no... yo...
Lo dejo con la palabra en la boca y lo llevo al carro de mi Jin hyung, quien me guiña un ojo al pasar a su lado. Le saco la lengua en respuesta y él ríe ligeramente.
Su mano es bastante grande y, sorprendentemente, bien cuidada. Aprieto con ligereza su agarre. Siento un piquete de decepción al ver que frunce un poco el labio, pero desaparece cuando veo que su expresión cambia a una tranquila y hasta se deja llevar, cerrando los ojos. Me sorprendo sonriendo como tonto..
Lo acabo de conocer y estoy sonriendo por verlo tranquilo, ¿cuándo llegué a esto?
...
ESTOY SUBIENDO ESTO COMO AUTOFELICITACIÓN POR HABER ACABADO LAS MIL Y UN TAREAS QUE TENÍA PARA HOY.
Csm todos los profes de mi prepa >:U
Wel... Esta es la "segunda" parte de MAS. Kook será nuestro guapo protagonista y conoceremos la otra cara de la moneda! Su historia puede llenar espacios en blanco de pequeñas teorías que unen todo!
Sin más qué decir, espero que lo disfruten! Nos leemos pronto!
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