6 años atrás...

Detuve la motocicleta a un par de cuadras de dónde me había quedado de ver con el chico de mi colegio, que era mejor conocido como "chico que lo consigue todo" porque en realidad hacia eso, no importaba que lo que le encargaras fuera muy extraño o imposible de encontrar, él te lo conseguía a cambio de un elevado precio.

Baje de la moto y comence a caminar. No dejaba de mirar de un lado para otro, buscando si había indicios de alguien que me siguiese. Me sentía nervioso, nunca había hecho algo como lo que tenía en mente, sabía que no era correcto pero tenía que hacerlo, no podía dejar que esos imbéciles siguieran como si nada hubiera pasado, tenían que tener su merecido por lo que le acaban de hacer a mi familia.

En eso escuché unas pisadas rápidas y cuando menos lo pensé había alguien a mi lado que no pude identificar porque su cara era cubierta por una capucha de su sudadera pero no me asusté porque sabía quién era.

- Eres...

- No digas mi nombre idiota. - me callo rápidamente. - pueden estar escuchándonos ahora mismo. - luego de eso me pasó una bolsa negra mientras seguiamos caminando. - Ahora las llaves.

Con nerviosismo saque las llaves de la motocicleta de mi padre, una Harley clásica, y de las entregué.

- Un placer haber hechos negocios contigo. - luego de eso giro y desapareció. Seguí caminando un par de metros más para luego detenerme para revisar la bolsa.

Estaba todo lo que él me había prometido, tres galones de gasolina, muchas cajas de forforos, una hora y una dirección. La dirección era la casa y la hora era el momento en el que nadie estaría presente. Faltaban 10 minutos para la hora y la casa estaba cerca así que comencé a correr lo más rápido posible aunque la bolsa me pesaba.

Cuando llegue solo tuve que esperar detrás de un árbol más o menos 5 minutos hasta que ví que ese idiota se fue en su auto. Espere dos minutos más y salí de mi escondite, me dirigí a la casa con cuidado de no hacer ruido y de que no se me callera la capucha.

Dejé la bolsa en el piso y comence a buscar la llave. Un vez que la halle la puse en la puerta y con facilidad abrió. Al entrar no me quite la capucha, podría haber cámaras así que con mucho cuidado saque el primer bote de gasolina, lo abrí y comencé a caminar por todos lados mientrad derramaba el contenido. Repetir el proceso con los otros dos galones.

La mayor parte del primer piso de la casa estaba quibierta de gasolina, solo así falta encender un fósforo y todo estaría terminado.

Tomé todo lo que quedaba en el piso lo metí a la bolsa y fui a la puerta principal, una vez ahí respire profundo antes de sacar una caja de fósforos. Tomé dos y al mismo tiempo talle contra la caja haciendo que la llama se hiciera presente. Volví a respirar profundo por lo que estaba por hacer.

- Por mi familia. - en cuanto esas palabras salieron de mi boca lance los fósforos al liquido que estaba en el piso y la llama tan pequeña que había tenido cerca de mis manos comenzó a extenderse por todos lados. Rápido salí de la casa y comencé a correr lejos.

¿Asustado? Sí, no quería ir a prisión.

¿Culpa? No, y la sonrisa que tengo justo ahora mientras corró lo confirma.

Abrí rápidamente la puerta y cuando estuve adentro la cerré de un portazo. Respiraba entrecortado y a la vez agitado pero no importaba, lo había hecho, había hecho justicia para mi familia.

- ¿Will? - de la nada apareció mi mamá, y su mirada de preocupación me confirmó que sabía que algo malo había hecho. - ¿Por qué estás sudado? ¿Por qué...? - en eso miro la bolsa - ¿Qué tienes ahí? - no respondí. - ¡Respóndeme!

- ¡Nada, no hay nada!

- ¡No me digas mentiras! - en eso me arrebato la bolsa de las manos todo lo que tenía adentro cayó al piso. No dijo nada, tardó en reaccionar y cuando al fin lo hizo solo dijo: ¿Qué haz hecho?...

Ningúno dijo nada, escuché las pisadas de más personas que se acercaban pero no tuve el valor para mirarlas. No quería que me vieran de misma forma en la que mi mamá lo hacía, en sus ojos no había tristeza ni enojo sino... decepción.

- Te dije que dejaras las cosas así... Pero si quieres seguir con todo esto adelanté pero quiero que te vayas. No haré que tus actos lastimen más a tus hermanas.

Por primera vez las mire a ellas, todas me miraban asustadas, pero no importo.

- Bien. - gire sobre mis talones y abrí la puerta.

Comencé a escuchar gritos por parte de mis hermanas pero sobresalto uno, era de Wendy, mi melliza.

- ¡No me dejes como papá!

- ¡CALLENSE! - No pude escuchar más que ese último grito de mi mamá porque cerré la puerta y me eche a correr.

Pasaron varios minutos hasta que al fin me detuve al ver que ya estaba demasiado lejos de casa. Era oficimente un hecho, no volvería a casa, tenía que terminar con todo esto y si mi familia no está dispuesta a ayudar pues lo haré solo.

- Vaya, vaya.... - Levante la vista de golpe y me encontré con el chico que me había conseguido todas las cosas que use hace unas horas. - Así que te echaron de casa por tu travesura. - se bajó de la motocicleta de mi padre y caminó un par de pasos hacia a mí.

- ¿Tú cómo sabes?

- Te estuve siguiendo, quería ver si eras un marica y te arrepentias. Pero veo que me equivoqué, me impresionaste.

- Me alegro. - estaba por dar una vuelta para marcharme pero me interrumpió.

- ¿No te interesa un trabajo? - al escuchar eso lo mire de nuevo.

- ¿Por qué crees que necesito un trabajo?

- Amigo, acabas de quedarte sin casa ni dinero, creo que te estoy haciendo un favor.

- ¿Y qué quieres a cambió? - él sonrió.

- Veo que ya me conoces bien pero este no es el caso, simplemente necesito a personas como tú para este negocio, que no tengan miedo de ensuciarse las manos.

- ¿Y que obtengo yo a cambió?

- Simple, dos cosas: la primera, dinero, que creo es algo que necesitas ahora y segundo, venganza.

- ¿Venganza? - eso me sorprendió.

- Claro ¿Crees que tú papá se fue a la cárcel solo por culpa del tipo al que le quemaste la casa? No, existen más personas metidas en esto y puedo ayudarte a encontrar a cada uno de ellos.

- ¿De verdad?

- De verdad. Y ambos tendremos lo que deseamos. Yo un nuevo recluta y tú vengar a tu padre. - lo pensé y lo pensé y no encontré algo negativo en todo esto. - Entonces ¿Tenemos un trato, William? - me sonrió para luego tenderme su mano la cual estreché.

- Tenemos un trato...

- Matt, puedes llamarme Matt.

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Hola!!!!!!

Así es, ya regresé con una nueva versión de esta bella historia que ahora nos contará nuestro amado Will. Espero que les guste mucho este capítulo porque yo lo ame, al fin sabemos de dónde salió Matt, como Will comenzo con sus cosas ilegales, como comenzó el plan que lo lleva a conocer a Jess y como se alejó de su familia.

De verdad espero les guste estoy tratando de meterme en una mente masculina, es algo complicado pero espero lograrlo y que les encante a ustedes. Los amo muchooo, gracias por tu apoyo y nos seguimos leyendo!!!!

Meeeeh!

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