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*Capítulo 42: Completo.

Dedicado a: yurenyAndrea07 muchas gracias por seguir la historia espero te guste el cap!! 🤗🤗

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Poco a poco desperté al sentir un ligero aire en mi cuello pero al ver que solo se trataba de la respiración de Jess sobre éste una sonrisa apareció en mi cara. Estaba feliz pues al fin las cosas se habían resuelto entre nosotros. 

No sé cuánto tiempo pasó no pude dejar de verla, la escena de ella durmiendo me provocaba una paz y tranquilidad que hace tanto no sentía. Tenerla así solo hacía que no pudiera ni quisiera imaginar y día sin despertar con ella a mi lado. 

En ese momento un ruido extraño sonó, al cabo de unos segundos volvió a repetirse y fui ahí cuando noté que dicho sonido había venido del estómago de Jess. 

Una idea cruzó por mi cabeza así que me puse de pie, me puse mis boxers y fui directamente a la cocina. 

Una vez ahí comencé a pensar que hacerle de desayunar a Jess.  Aarón y ella siempre hacían huevo revuelto por las mañanas y se ven felices cometiendo eso todos los días así que opté por eso. 

Comencé hacerlo y una vez listo creí que era algo bastante sencillo así que pensé que sería bueno acompañarlo con hot cakes pues ¿A quién lo le gustan? 

Aprendí a cocinar desde que me fui de casa, pues Matt solo se la pasaba pidiendo comida a domicilio así que tuve que enseñarme sólo sino quería ponerme obeso. Y en realidad creo que aprendí bien.

Seguía pareciéndome algo raro que la despensa estuviera llena pues cada cosa que necesitaba la encontraba. Creo que esa sería una de las cosas que preguntaría al llegar… rápidamente saqué esa idea de mi mente pues pensar en eso, pensar que dentro de muy poco tiempo las vería de nuevo, me ponía angustiado. 

¿Qué pensarían? ¿Qué dirían? ¿Me extraían o ya me habrían  olvidado? ¿Se pondrían molestas y felices? ¿Me echarían? Eran una serie de preguntas sin fin cuya respuesta solo obtendría cuando llegara a esa casa.

Dejé eso de lado una vez que toda la comida estuvo lista en una charola, había dos platos, cada uno con huevo y hot cakes y para beber puse café y jugo. No sabía si era demasiado pero también había puesto un florero con cilantro adentro como decoración, quería poner flores pero no había por ningún lado pero para intencion es lo que cuenta ¿no? 

Tomé todo y me dirigí de vuelta a la habitación y para mi muy grata sorpresa mi Jess ya estaba despierta. 

— Miren al fin alguien despertó. — y con ese comentario recibí una de las cosas más bellas que había visto, una sonrisa adormilada de ella. 

Como mis manos estaban ocupadas cerré la puerta con mi pie antes de reunirme con Jess en la cama y una ahí le di un beso en la frente por ella sonrisa. Luego de eso le puse la charola sobre su piernas que estaban cubiertas por la sábana. 

— ¿Qué es todo esto? — preguntó con una sonrisa mientras miraba mi sorpresa.

— El desayuno. — sin quererlo, sonreír nervioso pues este tipo de cosas eran nuevas en mí.

— Gracias pero no era necesario que... — la interrumpí.

— No digas eso, claro que lo era. — y sí pues por mi culpa no habíamos comido porque claro que después de lo de anoche no la dejé salir de la cama. 

— De acuerdo. Gracias de nuevo. — comenzó a mirar todo pero al final su vista se perdió en mi intento de decoración pero de de forma negativa sino con una chispa es sus ojos. 

— ¿Qué es esto? — preguntó con un tono divertido en su voz mientras tocaba el cilantro. Yo me puse algo nervioso. 

 — Sí... No encontré flores por ningún lado así que esto es lo más similar que pude conseguir. — dicho eso ella lanzó un carcajada por mi genial explicación.

Y mientras eso pasaba yo no pude evitar mirarla, sea hermosa de aquella manera, feliz y alegre. Lo mejor de todo es que ella no era consciente de eso, no se daba cuenta de la bella que se veía al reír pero sobre todo ella no se daba cuenta de lo que aquello me provocaba. 

— De acuerdo está muy bonito. —  dejó de sonreír y de mirar la decoración para pasar a mí y notar que yo la estaba observando con una sonrisa de bobo en la cara que ni yo sabía que tenía. — ¿Qué pasa? — preguntó curiosa.

— Es que... — dudé en contestar pues creí que la respuesta era bastante ridícula pero era ella y no me podía negar. — creo que no te das cuenta de lo hermosa que te ves cuando sonríes o ríes. — en cuanto esas palabras salieron conforme que sí eran bastante ridículas ¿por qué las había dicho? 

En ese momento un calor extraño me invadió el rostro ¡Por un demonio! ¿Me había sonrojado?  Traté de mirar a otro lado para que Jess no lo notara pero creo que eso no pasó. 

— ¿Te pusiste rojito? —  Jess sonrió y yo no pude evitar cubrirme la cara con las manos pues me sentía bastante ridículo.— ¡Aw!— sentí que ella me abrazaba pero yo me molesté un poco conmigo mismo por no poder quedarme lo sonrojado, nunca me había pasado esto, así que no sabía cómo actuar.

— No te rías. — finalmente la miré y pude notar sus ojos cargado de amor algo que me tranquilizó.

— ¡No lo estoy haciendo! —  Jess no me deja de abrazar así que decidí corresponder el abrazo también, haciendo que quedáramos muy cerca, tal y como me gustaba.

— De acuerdo. — las ganas de besar me invadieron y al recordar que bajo esas sábanas ella estaba completamente desnuda no pude resistirme y la besé.

Tenía muchos puntos débiles pero definitivamente el tener a Jess totalmente desnuda para mí era mi talón de aquiles. 

El beso fue calmado al principio pero claro que eso no tardó, tenerla así hacía que solo pensara en hacerla sentir placer y así lo hice. 

Cuando el ritmo del beso aumento hice a un lado la sábana mientras pasaba ahora a besar  su cuello pero ella notó mis intenciones.

— Oye ¿No me vas a dejar desayunar? — su tono fue divertido y con eso tuve para saber que mis intenciones no le molestaban pero seguí el juego.

— ¿En serio prefieres hacer eso? — continúe bajando por su pecho hasta llegar a sus senos.

— Ah...— su voz se hizo un hilo cuando mi boca devoró su seno derecho para jugar.— Si... juzgamos el hecho de que no cené en la noche y tampoco comí ayer pues sí. 

­— Vamos ­— seguí bajando con besos y lamiendo la piel de su vientre.— si esperas unos minutos más te juro que no te vas a arrepentir. — continúe hasta su parte íntima y una vez ahí mi lengua lamió clítoris haciendo que gimiera. 

— De acuerdo...— y así continué con mi juego. 

La idea era quedarnos solo ese día pero después de eso no pudimos ni quisimos salir de esa casa hasta 4 días después. Creo que no hace falta decir que hicimos en todo ese tiempo… 😏

🏍💀🏍

29 de diciembre 1:03 am.

Lo único que se escuchaba dentro del auto era el sonido metálico de una pulsera que Jess tenía, siempre la ha tenido pero no sé por qué. Ésta era metálica y con varios dijes.

Ya había notado que cuando está nerviosa mueve ésta de un lado a otro  provocando ese momento. En ese momento la curiosidad me invadió y quise preguntarle por su pulsera pero en eso ella habló.

­— ¿Cuánto falta? 

— Llegaremos como en 5 minutos. — el sonido metálico aumentó así que quise preguntar mi teoría. — ¿Estás nerviosa? 

— Algo. — y con eso lo confirmé, ella movía la pulsera cuando estaba nerviosa. 

— ¿Y eso? — su repuesta me había consolado pues al parecer no era el único ansioso en el auto.

— Pues no soy como tú, cuando conociste a mi mamá actuaste con tanta naturalidad y le agradaste pero yo... — eso no gustó, pensé que solo estaba nerviosa por conocerla, no por pensar que le agradaría más porque sabía eso no pasaría. 

Tan rápido como pude y sin desconcentrarme del camino entrelace sus manos haciendo que el sonido de su pulsera parara.  

— Tú eres perfecta y ya verás que le vas a agradar también. — le regalé una sonrisa sin dejar de mirar la carretera pero con mi mano aún sobre la suya pude notar que todavía estaba su tensión y por ende su duda. 

Quería seguir apoyandola pero al parecer ella quería dejar ese tema y así lo hicimos. 

— ¿Crees que esté bien que lleguemos a la 1 de la madrugada después de navidad? — lo pensé un momento antes de responder. 

— Tal vez eso no le agrade mucho pero le explicaré lo de la tormenta y ya. 

­— Hace mucho que no las ves... 

— Sí...— me quedé callado pues ahora el que quería dejar el tema era yo, pues no sabía qué pensar y creía que si lo consideraba más de la cuenta terminaría regresando a New York. Así que quise retomar mi duda inicial para pasar página. — ¿De qué es tu pulsera? Siempre la tienes pero nunca te pregunté de qué era.

— Son de cosas importantes en mi vida. — eso me intrigó.

— ¿Cómo cuáles? — lo pregunté porque… quería saber si había algo de nosotros aunque sonara patético.

— Bueno, me la regalaron a los 5 años y tenía un libro, fue por la primera vez que terminé un libro y aprendí a leer. La siguiente también la tuve a los 5 y es de un lápiz porque aprendí a escribir, también tengo un pincel de cuando aprendí a dibujar, otra de una cámara de fotos cuando aprendí eso, otra de una balón cuando jugué con Aarón por primera vez sin salir lastimada, una letra A+ porque nunca he reprobado una materia, otra de un perrito por el primero que tuve y así, son de cosas importantes. — me alegró saber más cosas sobre ella pero yo seguía intrigado si ella ya me consideraba lo suficientemente importante como para ponerme ahí. 

— ¿Cuál fue la última que pusiste? — una pizca de esperanza seguía en mí a pesar de no estar en sus ejemplos. 

— Creo... que, el de la cámara de fotos. 

— Pero eso ya tuvo que haber sido hace años ¿no? — mis esperanzas murieron. 

— Sí pero no han pasado cosas del todo importantes como para ponerlas. 

— Mmm.... De acuerdo. — no supe qué más decirle porque se me había herido un poco pero no tuve tiempo de conversar ese sentimiento porque justo en ese momento llegamos a la casa de mi infancia.

Mi nervios comenzaron a aumentar al ver que las luces de ésta estaban encendidas pero no había marcha atrás, esta vez no me iría. 

— ¿Crees que estén despiertas? — me preguntó Jess sacándome de mis pensamientos.

— Mi mamá sí, mis hermanas no lo sé. —  mamá siempre se quedaba hasta tarde haciendo cosas pero no sabía si eso había cambiado.   

Seguí el camino hasta que finalmente me detuve, lo nervios seguían conmigo pero sabía esta vez no me ganarían porque ahora tenía a Jess a mi lado para enfrentar lo que tanto me había asustado en los últimos años. 

Al apagar el motor el sonido de la pulsera de Jess regresó, al notarlo me acerqué a ella y besé su mejilla pues lo quería que supiera que yo estaba para ella. Después pasé a su  oreja para hablarle. 

— Tranquila. — asintió. — Espera un momento. —  en seguida bajé, no quería pensar tanto las cosas, solo quería que este sentimiento que ha estado en mí tanto tiempo saliera, sin importar como fuese el resultado.

Me dirigí a la puerta de Jess para abrirla y ayudarla a bajar. Luego de cerrar, con mucho miedo y mi pulso acelerado comenzamos a caminar a la casa.   

En mi mente pasaban mil posibilidad que podrían suceder en cuanto toca esa puerta, tanto bueno como malos, pero esa acción no la pude hacer pues en ese momento la puerta se abrió de golpe.

Me quedé inmóvil pues frente a mí tenía a una chica totalmente diferente a la que recordaba, tenía a mi hermana Clary justo frente a mí, con sus fracciones más maduras y cabellera más corta pero con aquellos mismos ojos azules y cabello castaño claro como el mío.

— ¿William? — fue su primera palabra antes de las lágrimas corrieran por sus mejillas. Creí en ese momento que estaba soñando, que en cualquier momento ella desaparecería pero sabía que eso no era así por la mano de Jess. 

Quería decir muchas cosas en ese momento pero lo único que salió fue:

— ¿Clary? — asintió antes de lanzarse a mí para abrazarme y claro que le correspondí. Miles de recuerdo regresaron a mi mente y lo único que seguía manteniéndose en la realidad era Jess a quien no pude ni quise soltar. 

Estaba feliz, feliz porque de todas las reacciones posibles esta fue la que menos me esperé.  Al separarnos acerqué a Jess a mí pues seguía sin creer que esto estaba pasando ¿Sabría ella el gran apoyo que  me estaba dando? 

— ¿Quién es ella? — Clary se le limpiaba las lágrimas mientras miraba con una sonrisa a Jess. 

Y con esa pregunta puede finalmente decir lo que tanto quería. 

— Ella es mi novia Jessica. — no pude evitar sonreír cuando esa frase salió. Miré a Jess de reojo y pude notar que sonreía mientras miraba a mi hermana. Clary la miró contenta antes de presentarse. — Jess, ella es mi hermana Clary.

— Hola. — dijo Clary antes de acercarse a abrazarla en forma de saludo.— ¿Cómo lograste que este tonto vinera después de casi 5 años? — con ese comentario pude sentir como si el tiempo no hubiera pasado y me sentí feliz.

— Am... Lo amenacé con dejarlo. — Ella me sonrió y le correspondí pues en realidad todo esto pasó porque me dejó. — No, de hecho él me pidió acompañarlo, él quería venir. — me gustó que me diera el crédito aunque no era verdad, vine por ella y mi papá.

— Me creo más que lo hayas amenazado. — Jess rió por la broma de mi hermana. — Pasen o se van a congelar. — y así lo hicimos, después de 5 años, volví pisar esa casa. 

Al entrar comencé a analizar todo. A diferencia de la casa de verano esta estaba tal cual la recordaba, paredes blancas, decoraciones de madera y muchas fotografías.

Finalmente me centré en una foto donde estaba yo con Wendy, mi gemela. En ese momento recordé que Jess no sabía de su existencia así que aproveché el momento antes de que la viera y le asustará el parecido. 

— Jess, mira. —  le señalé la foto y ella la miró curiosa pero seguía sin entender.— Ella es mi gemela. — y con eso su cara cambió a la sorpresa. 

— ¿Tienes una gemela? ¿Por qué no me lo dijiste? — me miró algo molesta pero supuse que fue por la situación.

— No te molestes, nunca salió el tema. — me sonrió antes de volver a mirarla. —Voy por las maletas. — besé su frente antes de salir de la casa.

Una vez que salí seguía sin creer que esto estuviera pasando, tanto miedo en estos años pensando que me odiarían pero al parecer las cosas no eran así. Todavía tenía que ver a las demás pero al ver a Clary podía presentir que todo estaría bien. 

Al tener las maletas en menos volví a casa pensando que solo estaría con Clary y con Jess pero las cosas no fueron así. Cuando crucé la puerta había otra chica más hablando con ellas, Mady, mi hermana mayor, estaba tan atenta que ni notó mi presencia hasta que hablé. 

—Yo solo conozco a un William y no creo que sea nuestro... 

— Hola, Mady. — su vista pasó a mí cuando Jess y Clary se hicieron a un lado. 

Al igual que Clary sus facciones habían madurado pero seguía siendo la misma con su cabello pelirrojo y ojos verdes. Solo nos estábamos mirando, sus ojos comenzaron a volverse cristalinos hasta que finalmente habló. 

— ¿Hermanito? — me encogí de hombros pues siempre que me acusaba de algo hacía aquel gesto y al parecer lo entendió pues corrió abrazarme, abrazo el cual correspondí.

Estuvimos así unos segundos mientras me hablaba entre sollozos al oído. 

— Pensé que no volverías, que te habíamos perdido ¡Dios! Estás tan grande.— la abracé más fuerte para demostrarle cuanto la extrañé pero aquel no duró mucho pues una nueva voz se hizo presente, la voz de Wendy.

— ¿Por qué tanto alboroto aquí abajo? — Mady y yo nos separamos para mirarla. Estaba en las escaleras mirando la escena hasta su vista se perdió en Jess antes de fulminarla, en ese momento supe que las cosas no hacían tan bien como con mis otras dos hermanas pero aún así mantuve la duda pues podría ser que estuviera así porque no conocía a Jess. 

Finalmente su vista pasó a mí.

— ¿Will? — al principio me miró confundida y tuve la esperanza de equivocarme pero no fue así, en cuestión de segundos su mirada cambió y para bien, conocía esa mirada, era la misma que yo ponía cuando algo me gustaba. 

— Hola, Wendy. — fue todo lo que se me ocurrió decir. Su ira aumentó y antes de lo que pensé ella ya estaba dándome un bofetada, una que me tenía bien merecida.  

— ¡WENDY! — le gritaron mis hermanas.  

— ¿¡QUÉ!? — les respondió con mucho enojo en su voz. — ¡¿Lo van a defender después de haberse largado durante 5 malditos años?! —se quedaron calladas pero no las culpé, después de todo era verdad. — ¡Cinco años en los que no sabíamos nada de él! — se giró a mí. — ¡YO YA TE DABA POR MUERTO! — escucharla decir eso me dolió como nunca antes pues en realidad mi intención al irme no era causarles más dolor pero ahora entendía que las cosas me había salido mal. — ¡LO PEOR ES QUE AHORA APARECES COMO SI NADA HUBIERA PASADO!

— Wendy, en serio lo...— quería disculparme pero interrumpió.

— ¡NI UNA CARTA, NI UN PUTO MENSAJE QUE NOS HICIERA SABER QUE ESTABAS BIEN! ¡NADA!

— Perdón...

— ¡NO NECESITAMOS TUS EXCUSAS NI TU PERDÓN! ¡MEJOR LÁRGATE AHORA!

— Wen...

— ¡LARGO! — quería responderle, gritar que lo sentía pero en ese momento ella apareció para poner orden. 

— ¿¡Qué está pasando aquí abajo!? — miré a las escaleras y era ella, tan y como la recordaba con su cabello brillante y rojo. Ahí estaba mi mamá mirando todo con confusión.

— Mamá, vuelve al cuarto. — Wendy trato de cubrirme pero yo era más alto y lo único que hizo es que me mirara. 

Sus ojos azules brillaron al verme pero no quise ilusionarme pues ella era a quien más yo sabía que había lastimado. 
 
— ¿Quién es él? — preguntó mientras se acerba a la puerta y lágrimas saliendo de sus hermosos ojos. Me tensé pero al mismo tiempo sentía como si estuviera respirando algo nuevo. 

— Nadie... — Wendy le tapó el pasó pero mi Ángel la quitó del camino para que finalmente mi mamá y yo estuviéramos frente a frente. 
 
— Mamá. — las lágrimas me salieron sin que las pudiera contener. Fue en ese momento que me di cuenta que realmente la extrañaba y que necesitaba su perdón.

— Mi niño. — fue todo lo que dijo antes de abrazarme. Traté de disfrutar ese momento pero no podía sin decirlo así que lo dije. 

— Perdóname, mamá. — se alejó para mirarme. 

— Lo importante es que estás bien y que has regresado. — sabía que era sincera, lo vi en sus ojos mientras acariciaba mi rostro con ternura. — Eres idéntico a tu papá cuando lo conocí. — sonreí antes de volverla a abrazar. 

Estuvimos así no sé cuánto tiempo pero al separarnos se dirigió a Jess. 

— ¿Quién es esta linda chica, Will? 

— Es mi novia. — lo dije de una forma totalmente inconsciente. La tomé de la mano y la acera más a mi mamá.— Ella es Jessica. Jess, ella es mi mamá, Abigail Morrison.

— Mucho gusto, señora Morrison. — Jess extendió su mano en forma de saludo, mi mamá la tomó pero después la atrajo para abrazarla algo que sorprendió a Jess e incluso a mí.

Luego de unos segundos se separaron, sin embargo mi mamá la siguió mirando, no entiendía porque hasta que habló. 

— Que hermosa chica conseguiste Will. — eso era verdad y no pude evitar sonreír mientras la contemplaba. 

— Lo sé. — Jess sonrió por mi respuesta. 

— Supongo que estarán cansados así que es mejor que vayan a descansar, en tu antigua habitación si quieres, Will.— su oferta me hizo sentir en casa otra vez.

— Sí, gracias. — me dirigí a las maletas pero en ese momento la voz de Wendy de volvió a apoderar de todo.

— ¿¡Estás hablando en serio!?—  me sentí mal pero mi mamá respondió.

— Sí, Wendy, lo digo en serio. — Wendy sonrió de forma burlona antes subir las escaleras. — Lo lamento. — dijo mi madre pero yo no pude responder, mi vista se quedó perdida en las escaleras pero esta Wendy que acaba de ver no era nada parecida a la dejé hace 5 años. 

— Ella no era así. — dije para mí pero claro que me escuchó.

— Desde que te fuiste está ha sido Wendy. — solo asentí pues sabía que eso era mi culpa . — Hay que subir. — todos seguimos a mi mamá al piso de arriba, mis hermanas entraron a sus habitación  pero me mamá nos guió a la que había sido mía. — No movimos nada desde que te fuiste.— sonrió y yo no pude evitar abrazarla.— Estoy feliz de que estés aquí.

— Yo también lo estoy. — y era verdad, después de tantos años, me sentía completo al estar aquí y por tener a Jess. 

Mi madre se fue a su habitación dejando a Jess y a mí en el pasillo. Miré la puerta pues en realidad no me animaba a entrar pues ahí adentro estaba el antiguo Will.  

— Vamos. — Jess  tomó mi mano trayendome a la realidad y así lo hicimos.

Al entrar supe que era verdad, todo estaba como lo dije. No sé cuánto tiempo me la pasé mirando todo pero sí supe que mucho porque Jess me habló.

— Will ¿estás bien? — asentí antes de girarme para abrazarla pues era lo que necesitaba. 

Me alejé un poco para mirarla a los ojos en serio quería que supiera lo que quería decirle.

— Gracias por estar aquí conmigo. — dicho eso me dio un corto beso en los labios.

— No me tienes que agradecer nada. — la volví a abrazar 

—Estoy feliz...— le dije. 

— Lo sé. 

— He visto de nuevo a mi familia y también tengo por novia a la chica que quiero. — me alejé para mirarla. — ¿Qué más puedo pedir?

Sonreímos y no pude evitar  acercarme a besar pues realmente me sentía completo.

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Hola!!!

Perdón por la hora pero no me dio tiempo de escribirlo en la semana y tuve que hacerlo hoy, espero lo entiendan.

De verdad espero que les haya gustado tanto como a mí!!!! Que piensas ahora de mi Will? Apuesto a que ya no lo pueden odiar! 🤗🤗

PD. También  quiero compartirles que ya tengo cuanta de Instagram donde voy compartirles cositas de la historia y también les diré por ahí cuando el cap esté ya publicado por si wattpad no les avisa. Si quieren seguirme allá aparezco como @bsr.pau o el.link lo pueden encontrar en mi perfil

Solo amo!!!!

— books-silent-reader.

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