*Capítulo 37: La verdad.
Dedicado a: Todos mis lectores!!! 🤩🤩
Hoy 13 de noviembre es mi cumpleaños 🎉🎉 y quise hacer como un "capítulo especial" o darles un capítulo extra! Espero les gusté!!! Es mi regalo para todos ustedes!! Sé que eso tiene 0 sentido pero soy rara 😶 así que espero les gusté!!!.
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Dos días después.
Luego de las palabras de Jess no pude verla más, no quería hacerlo pues de mi mente no salía la imagen de ella diciendo esas palabras que habían complicado todo.
Luego de recoger su habitación me fui a la mía y de ahí no salí hasta la noche para verla dormir. Me quedé esa noche en el sofá y en la mañana muy temprano me fui. Lo mismo hice al día siguiente y planeaba hacerlo también hoy aunque me era difícil.
Difícil porque entre más veía Jess dormir sola las ganas de acercarme se hacían más intensas pues solo pensaba que dos días atrás la había podido sentir y besar completamente y ahora me tenía que esconder para no arruinar todo.
Todo estaba llendose a la basura por un capricho mío, por no ser lo suficientemente maduro para dejar las cosas del pasado atrás.
Estaba camino por el campus, pensando en todo eso y de repente alguien me derribó.
— ¡POR UN DEMONIO, HANNA! — Grité molesto desde el piso.
— ¿Qué? No es mi culpa que tus reflejos sean un asco. — se cruzó de brazos en lo que yo me ponía de pie. — Todavía de que te quiero hacer un favor y tú te molestas. — la miré molesto.
— ¿De qué favor me hablas? Yo no pedí nada.
— Habló de mi presencia, genio.— ahora la miré confundido.— ¡Ahg! Espera. — revisó su mochila para sacar unos lentes y ponérselos. En ese momento entendí.
— No necesito a la psicóloga Hanna.— quise caminar pero ella se cruzó.
— Eso me hace pensar que si la necesitas. — nos miramos por un largo momento hasta al final accedí.
— Bien. — ella aplaudió y saltó emocionada.
Comenzamos a caminar hasta llegar a una banca y sentarnos.
— Bueno, entonces dime qué pasó.— pensé unos momentos hasta que finalmente las palabras salieron solas.
— Jess me dijo que me amaba. — pensé en ese momento Hanna saltaría de emoción, que me diría que eso no tenía nada de malo, que yo solo estaba exagerando pero me sorprendió.
— Oh.— fue todo lo que dijo, ni más ni menos. Extrañado la miré y ahí descubrí que su vista estaba perdida en el suelo.
— ¿Qué pasó, psicóloga Hanna? — volvió a mirarme pero ahora parecía triste.
— Ah… nada.— se quitó los lentes y los guardó en la mochila antes de ponerse de pie.— Creo que soy la persona menos indicada para ayudarte. Lo siento.— y sin darme la oportunidad de preguntar ella se marchó.
No la seguí, después de todo yo tampoco podía ayudarla.
🏍💀🏍
Al llegar a casa ya era tarde, supuse que tal vez Jess estaría en la habitación. En ese momento tuve dos opciones, irme a mi habitación y seguir con mi idea de ir con ella en la noche o Ir ahora mismo con la esperanza de dejar el tema de lado.
No quería enfrentar esto ahora, no quería tener que ir y tener un discusión en la que no tenía excusas pues mis motivos para no corresponderle ella no los debía saber.
Pero quería verla, quería hablarle, así que ese eso mismo, me dirigí a su habitación con la esperanza de que todo quedara en el olvido.
Al abrir la puerta me encontré con ella tumbada en la cama.
— Hola, Jess. — para cuando cerré la puerta ella seguía sin contestar, pensé que me ignoraría pero no fue así.
— Hola.— un silencio incomodo se hizo en la habitación así que seguí.
— ¿Cómo te fue con tu último examen?
— Bien.— no me miraba a mí sino al techo pero no la culpaba así que seguí.
— Creo que Hook sigue muy molesto conmigo. — a este punto ya no sabía que decirle, solo usaba lo más obvio para continuar con la conversación pues claramente sabía que cada vez que venía Hook me ladraba.
— ¿Y lo culpas?
— No... — no me rendí.— ¿Hace cuánto que no lo sacas?
— Toda esta semana no he podido. — ahí estaba mi excusa.
— Bien, vamos. — me acerqué y le tendí mi mano.
— ¿A dónde ? — se vio confundida.
— A pasear a Hook. — y finalmente me miró, molesta pero me miró. Lo pensó unos segundos antes de aceptar.
— Bien.— se puso de pie ignorando mi mano por completo.
Tomó la correa de Hook de su escritorio para después salir a donde éste estaba, se la puso y finalmente salimos de la casa para encaminarnos al parque. Y en todo ese camino yo me quedé atrás pues Jess me estaba ignorando.
🏍💀🏍
Al llegar al parque Jess lo soltó para que pudiera jugar en el césped. Luego de hacer esto ella se encaminó al área de juegos y una vez ahí tomó asiento en uno de los columpios.
Finalmente tomé valor y me acerqué hasta donde ella estaba y antes de que comenzara a columpiarse la tomé por la espalda y la empujé suavemente. Al regresar repetí el momento y así sucesivamente, ninguno decir nada.
Y realmente eso me desesperó, quería que me dijera algo aunque me gritara yo estaría feliz. Así que comencé a empujar más fuerte con la esperanza de que me gritara, y así fue.
— ¡ALTO! ¡ES MUY FUERTE! ¡ME VAS A TIRAR! — no pude evitar sonreír, mi plan había funcionado.
Jess se estaba moviendo mucho, hago que no me gustó, intenté tranquilizarla pero no bajé la intensidad.
— No te voy a tirar. Confía en mí, no te voy a dejar caer pero si sigues moviéndote como si tuvieras gusanos en el pantalón tú sola te vas a caer. — y con eso dejó de moverse.
— ¿En serio parece que tengo gusanos de los pantalones? — no pude evitar reír.
— ¿En verdad eso es lo único que te preocupa? — podría salir herida pero lo único que le importó fue eso, esta chica era única.
—No... —reí más fuerte por su intento fallido de negarlo. — ¿Puedes dejar de mover el columpio? Ya me quiero bajar.
— Mmm.... no, es realmente divertido empujarlo, mejor bajarte tú sola. — mi plan había resultado y no lo iba a detener solo porque ella tuviera miedo de algo que no suceder como caer.
— ¡¿Y cómo demonios voy a hacer eso!? ¡Vas demasiado rápido! ¡Si saltó me voy a matar!
— ¡No seas, niña! — sabía que no lo haría por eso la reté.
— ¡YO SOY NIÑA! ¡¿CUÁL ES TU MALDITA EXCUSA?!
— ¡Huy! Creo que alguien ya se enojó.
— ¡No estoy enojada!
— Asustada entonces.
— ¡Mucho menos asustada!
— ¿No?
— ¡NO!
— Entonces salta.— no lo haría.
— Lo haré.— y lo hizo.
Aún recuerdo la imagen de Jess lanzándose al césped, desde ese día entendí que no la debía subestimar.
Rápidamente corrí a donde estaba ella, me sentí culpable pues se había lanzado por mi culpa.
— ¡Jess! ¿!Estás bien!? — Jess se veía aturdida. — ¡¿POR QUÉ HICISTE ESO?! ¡SOLO ERA UNA JODIDA BROMA! ¡NO LO TENIAS QUE HACER! ¡PUDISTE HABERTE LASTIMADO! ¡¿Te duele algo?! — Y sin darle tiempo de responder a alguna de mis preguntas la cargué.
La llevé a una banca que estaba cerca y una vez sentada comencé a revisar sus brazos y rodillas, sacudí la tierra de sus pantalones al ver que no estaba herida ahí.
— William...— volví a mirar sus brazos. — ¡WILLIAM! — rápidamente la miré, se veía divertida y no entendí por qué.
— ¿Te lastimé?
— ¡No! ¡Estoy bien!
— ¿Segura?
— Sí. Solo me duelen las rodillas pero nada más ¿bien? — dude un poco pues creí que podría estar mintiendo pero luego de ver sus ojos supe que yo era el exagerado.
— Perdón, solo que... en serio me asusté... no pensé que lo harías. — me disculpe, sé que eso no solucionaba nada por mis acciones tan infantiles pero al menos quería que supiera que realmente lo sentía.
— Ya, estoy bien. — me miró con una sonrisa tierna en los labios, como tratando de decir que todo estaba bien. Y con eso no pude controlarme más así que me acerqué para besarla pues era la única forma de calmarme.
Al separos me quedé cerca pues quería mirarla bien, quería ver aquellos hermosos ojos cafés que me tranquilizaba tanto. Y sin pensar en más consecuencias de a donde iría todo después hablé.
— Te quiero demasiado, Jess. — y ojalá me hubiera quedado callado pues los ojos de Jess se tornaron tristes, no supe porqué hasta me respondió.
— Y yo te amo, Will. — al escuchar eso, por puro instinto, me alejé para ponerme de pie.
Ya no quería estar ahí, no quería tener esa conversación que podría echar todo a perder. Lo único que me estaba reteniendo era saber si Jess estaba bien.
— ¿Puedes caminar? — era lo único que quería saber.
— Ah...
— ¿Sí o no? — dije despertado.
— Eso creo...
— Bien porque creo que es hora de irnos.— comencé a caminar hacia Hook, lo único que quería era huir.— ¿No vas a venir?
— Ah... sí. — Jess se puso de puso de pie y caminó hacia Hook para ponerle su correa.
Y al ver que Jess estaba bien me fui.
Salí casi corriendo, no quería hablar más, no podía. No quería que lo único que nos mantenía a flote se hundiera por mi culpa, por mis miedos.
En el camino a casa entendí que no solo no podía decir lo que sentía por mi plan, esa era una excusa que mi mente creó, sino por mí.
No le podía decir que la amaba porque era un maldito cobarde, incapaz de verse vulnerable a alguien después de tanto tiempo solo, después de tanto daño y odio que he tenido en los últimos años.
Me daba miedo decir "Te amo" porque eso significaba bajar el muro que comencé a construir desde que Rouse desapareció, desde que se fue mi papá, desde que me fui de casa, desde que entré al mundo jodido de Matt y desde que decidí no dejar entrar a nadie a mi vida… o al menos hasta que conocí a Jess.
Desde que la vi ese muro comenzó a bajar y estaba seguro que en cuanto dijera esas palabras el muro se caería por completo. Y cuando Jess se diera cuenta de todo yo me quedaré destrozado pues ya no tendría mi muro. Y eso era lo que más me aterraba de todo, me daba miedo que Jess me rompiera el corazón.
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Hola!!!
Ay!! Mi Will!! 😭😭💔💔 tiene miedo de que Jess le rompa el corazón por eso no lo dice!!! 😥 y no lo culpo, el pobre chico ya ha sufrido mucho como para que lo único que lo ha hecho feliz después de tantos años lo deje porque sabe que eso pasara. Yo también estaría asustada.
Este capítulo era uno de los que más esperaba pues ya sabemos bien porque Will no quiere decir "te amo" a Jess.
En fin espero les haya gustado el cap del día!!! El especial por mi cumpleaños 19!! 🤩🎉🎉
Nos vemos el sábado para continuar con las dedicatorias del capítulo 35!! Gracias por su apoyo!!! Los amo!!! 😍😍😘😘
Books-silent-reader.
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