Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

*Capitulo 19: Ángel Guardián

Hoy era Domingo, ya había pasado más de un día desde que Jess se dió cuenta que me quedaba en su habitación. No estaba molesto, de hecho desde el principio sabía que cuando ella se diera cuenta esto es lo primero que haría, no la culpo de alguna forma pues no sabe nada de mis pesadillas ni cómo es que ella es la única que logra alejarlas, ni siquiera yo entiendo como esa chica lo hace.

Ahora mismo me siento jodidamente cansado, había podido dormir tranquilo por más de un mes, eso significaba que mi cuerpo ya se había acostumbrado por lo que ahora siento como si no hubiera dormido hace meses. Estoy sentado en mi cama y no miento cuando digo que mi cabeza va de un lado a otro, por mi mente solo pasan las palabras "no te duermas". Dijo de respirar un par de segundos para que el sueño se vaya, el cansancio se va en cuestión de segundos pero regresa casi en ese mismo tiempo.

Sé perfectamente que voy terminar dormido, no es la primera vez que me pasa esto, me siento como un muerto viviente, por eso soy consciente de que de alguna u otra forma mi cuerpo y mi mente caerán rendidos. Pero, justo antes de que eso pase, recuerdo que tengo algo que Matt me dió hace tiempo.

Realmente no quería usar esas cosas pero ¿Qué opción tenía? Son mi última opción y la única que tengo en realidad. Con las pocas fuerzas que aún me quedan me pongo de pie y me dirijo al escritorio, tomó una llave que tengo escondida bajo una lámpara y con ésta logró abrir uno de los tres cajones del escritorio. Aquí guardo cualquier cosa, lentes de cámaras, condones, dinero, etc. Pero justo al fondo está lo que buscaba, las benditas pastillas de Matt.

Abro el frasco y sacó dos pastillas, realmente no sabía si esta cantidad estaba de más pero ¿qué más daba? Ahora mismo no tengo nada que perder así que sin más que pensar me trago las pastillas sin necesidad de agua.

Para ser honesto temo que alguno de los efectos secundarios que me había dicho Matt caiga sobre mí pero a la vez tengo esperanza de que eso no pase como la última vez que las use.

Regreso a la cama para poder recostarme y solo fue cuestión de minutos para que cayera en el sueño profundo.

Estaba conduciendo mi motocicleta por la ciudad de New York, tan rápido como era posible pues no había nadie que interfiriera en el camino. Seguí acelerando, sabía que el viento golpeaba mi cara pero yo no lo podía sentir, ni quiera tenía temor de estrellarme, por primera vez en mucho tiempo estaba teniendo un sueño tan calmado. Pero claro que eso no tardó.

De la nada una figura pequeña apareció en medio del camino, frené de golpe para evitar hacerle algún daño, lo logré pero en el acto yo salí disparado de la motocicleta. En ese momento me sentí débil y con dificultad me puse de pie e intente buscar a la figura que se había atravesado. Ésta seguía parada en el mismo lugar, la única diferencia es que ahora me miraba fijamente; esa Rouse.

— ¿Te duele? — negué con la cabeza. — ¿Sabes por qué no te duele? — volví a repetir la acción y ella sonrió con ternura. — porque todo es un sueño, Will. — Sonreí con ella hasta que su sonrisa pasó de bella a perturbadora. — Pero... Lo que me pasó a mí no fue un sueño ¿Verdad, Will?

— Rouse... — no me dió tiempo de decir algo porque de la nada desapareció.

Comencé a girar para buscarla pero no la veía por ninguna parte.

— ¡ROUSE! — lo único que tuve como respuesta fue una risa, una de sus dulces risas y de repente apareció a varios metros de mí.

— Esta vez encuentrame, Will. — volvió a desaparecer y lo único que se escuchaba en el aire era su risa.

Comencé a correr por todos lados tratando de encontrarla, pero no la veía. Me sentía completamente despertado, no la podía perder de nuevo, si no la encontraba a tiempo la perdería otra vez.

— ¡ROUSE! — su risa seguía sonido por todos lados haciendo que no tuviera la menor idea de donde podría estar. Yo seguía corriendo con la esperanza de encontrarla. — ¡ROUSE!

En ese momento su risa dejó de sonar siendo sustituida por un llanto. Ya era tarde

— ¿Por qué no me encontraste, hermanito?

— ¡NO! ¡ROUSE!

— Me hicieron daño, me hicieron cosas horribles, hermanito.

— ¡ROUSE, PERDÓNAME! — Estaba llorando de ira pues otra vez la habían lastimado por mi culpa. — ¡¿DÓNDE ESTÁS, ROUSE!? ¡DIME DÓNDE ESTÁS!

De la nada toda la ciudad se esfumó y me encontraba en lo que parecía ser un tubo gigante de alcantarilla.  Comencé a caminar en busca de Rouse pero todo estaba tan oscuro que era difícil. Un par de metros después algo hizo que me tropezara, cerré mis ojos con fuerza y giré lentamente para ver qué era; era el cuerpo sin vida de Rouse, desnuda y completamente lastimaba.

— ¡ROUSE! — La tomé entre mis brazos y comencé a llorar. — ¡Perdóname, por favor, ROUSE! ¡Por favor, perdóneme!

Comencé a gritar, a llorar y a maldecirme a mí mismo pues todo lo que le había pasado era mi culpa, por mi culpa ella había sufrido, la habían lastimado por mi culpa y ahora está a muerta.

Dejé de llorar cuando escuché unas pisadas seguidas de gritos. Dejé el cuerpo de mi hermana en el piso que inmediatamente desapareció. Me puse de pie y caminé hasta el origen de los gritos.

Dos hombres, los mismos que habían dañado a Rouse estaban de pie solo mirándome y tras ellos estaba Jess completamente asustada, mirándome con ojos aterrados.

— ¡WILL! ¡AYÚDAME! ¡NO ME DEJES COMO A TÚ HERMANA! — lágrimas volvieron a salir, no podía dejar que la lastimaba a ella también.

— ¡DEJENLA! — Intenté ir hacia ellos pero antes de dar el primer paso los hombres ya estaban sobre mí golpeándome sin parar y yo no podía hacer nada. Jess estaba llorando y gritando por mí, yo solo lloraba y la miraba porque sabía que no la podría ayudar.

Dos hombre más aparecieron y comenzaron a lastimarla. Yo solo pude gritar más fuerte.

— ¡DEJENLA! ¡ELLA NO TIENE LA CULPA! ¡SUELTENLA! ¡POR FAVOR NO LA LASTIMEN! ¡ELLA NO TIENE LA CULPA! — Grité eso con todas mis fuerzas pero no resultaba, ellos no la soltaba.

En ese momento escuché su voz en medio de todo el caos, su voz real seguida de sacudidas que hacían que todas las imágenes se fueran esfumando hasta que al fin logré despertar de golpe.

Estaba totalmente confundido hasta que vi que enfrente de mí tenía a Jess, a la real, a la que era mi ángel de la guarda.

— Jess— y sin pensarlo la abracé pues a pesar de todo ella estaba a salvo.

— Tranquilo, solo era una pesadilla, estás bien. — estaba bien gracias a ella.

— Gracias por despertarme.— fue lo único que pude decir pues la verdad yo seguía muy confundido, solo la quería tener cerca de mí, quería asegurarme de que estuviera bien. Pero eso solo tardó unos segundos pues ella se separó a pesar de que yo no lo quería hacer.

— Creo que será mejor que me vaya. — esa idea no me gustaba así que antes de que se pusiera de pie tomé su mano y la acerqué a mí.

— No.— dije mirándola fijamente. — quédate conmigo esta noche, por favor.

Ella me miró dudosa y por un momento me aterré de que dijera que no porque en serio necesita tenerla junto a mí, sin embargo esos miedos se fueron cuando ella asintió y regresó a la cama.

Una vez acostados ambos estábamos muy alejados pero en verdad yo la necesitaba cerca así que sin importarme si mi acción la incomodaba, decidí romper la distancia para abrazarla. Sentí que su cuerpo se ponía tenso, al notar eso pensé en alejarme a pesar de que era algo que yo no quería pero al pasar los segundos sentí que comenzó relajarse hasta que cayó dormida. Minutos después yo hice lo mismo.

Y esta vez, no tuve pesadillas.

9:05 a.m.

Con mi brazo traté de encontrar el pequeño cuerpo de Jess para volver a abrazarla pero al no lograrlo me desperté. Ella ya no estaba en la habitación, eso no me gustó pero lo entendía, después de todo había sido demasiado que ella se animara a venir a pesar de cómo la he tratado y aunque tal vez no se lo pueda decir, se lo agradezco. Le agradezco haber venido, le agradezco el haberme consolado, el haberme dejado abrazarla y dormir con ella pero sobre todo le agradezco haberme dado tanta calma y paz, gracias, mi ángel guardián.

____________________________________

Hola!!

Ahora responderé a la pregunta que más me ha  dejado en el capítulo anterior y a los largo de la historia.

¿Por qué no actualizas?

La respuesta es algo larga pero trataré de resumirla. Yo escribía los capítulos el día sábado porque ese era el único día libre que tenía ¿Qué pasa ahora? Lo que pasa es que estoy en mi último semestre de preparatoria lo que quiere decir que tengo que prepararme para la Universidad así que desde Enero estoy llendo a clases los sábados para prepararme para el examen de admisión. Así que ya no tengo días libres, entre semana es escuela y tareas,   y viernes de que llego me duerme para poder levantarme bien el sábado e ir bien a mi clases, llegando hago tareas y el domingo trabajo. Así ha sido mi vida desde Enero y por eso no he escrito caso, no es que no quiera escribir (amo hacerlo) simplemente ahorita no me da tiempo. Pero ustedes tranquilas la historia no se va dejar de escribir, podré tardar pero no la dejaré a la mitad. 😉

En fin, espero me puedan entender un poco más con esto, gracias por su apoyo!! Los amo!!!

- books-silent-reader.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro