Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 1

Un castigo celestial

Los ojos de Jimin pesaban como si estuviera cargando una tonelada de piedras encima de sus párpados, pero no podía abrirlos para averiguar de dónde provenía el terrible olor a azufre que estaba provocándole arcadas. Trató de recordar con todas sus fuerzas cómo llegó a esa situación, sin embargo todos sus recuerdos parecían haber desaparecido de su cabeza.

Sin lograr controlar las náuseas a causa del olor a azufre comenzó a vomitar, sentía una desesperación profunda porque no podía respirar ya que estaba acostado boca arriba sin poder moverse. Llegó a tragar parte de su vómito para evitar morir asfixiado hasta que de pronto sintió un par de manos frías tocar su espalda para ayudarlo a sentarse. Jimin vomitó todavía más porque el aroma a azufre se intensificó ya que el rey demonio emanaba aquello que tantas náuseas le causaba.

—Si te mueres no será divertido para mí... —ronroneó cuando lo sentó en el borde de la cama.

—¿Quién eres? —preguntó todavía con los ojos cerrados y lleno de vómito de la camisa.

—¿Bromeas? —Yoongi soltó una leve risita— Abre los ojos, te lo ordeno.

Park Jimin abrió los ojos tan fácil como respirar, es que el aliento de Yoongi lo había hecho dormir profundamente y en su cuerpo todavía tenía rastros de su magia, eso era lo que le impedía abrir los ojos por sí mismo y solo la magia oscura que lo durmió podía despertarlo. Miró a los lados sintiéndose aturdido porque no recordaba quién era, dónde estaba y tampoco sabía quién era ese ángel de alas negras híper atractivo que yacía parado sin camisa frente a él. Añadiéndole a todo eso que estaba embarrado de vómito hasta las alas.

—¿Quién eres? —volvió a preguntar entrecerrando los ojos y con voz dulce.

—¿De verdad no sabes? —Yoongi alzó las cejas y Jimin negó con la cabeza haciendo una especie de puchero que ante los ojos de Min pareció adorable.

—¿Estoy en mi casa? —preguntó con dulzura y Yoongi soltó una carcajada que resonó por todo el castillo.

—¿De verdad no recuerdas nada? —Yoongi tocó las alas de Jimin.

Déjenme los pongo en contexto, tocar las alas de un ángel era invadir su privacidad completamente, para ellos era igual de importante e invasivo que tocar sus genitales. Ahora que ya estamos en contexto comprendamos que Min Yoongi hizo ese acto para probar si verdaderamente el ángel celestial había olvidado sus recuerdos o si era todo una actuación.

—No... Solo sé que soy un Park Jimin, un ángel, pero de ahí en fuera pareciera que todo mi conocimiento fue eliminado —susurró dulcemente sin reaccionar ante el tocamiento de Yoongi.

—Mmm... Yo no te borré la memoria. —Cruzó los brazos.

—¿Ya me puedes decir quién eres?

—Min Yoongi, el rey todopoderoso de este lugar, a quien todos veneran y le deben sus insignificantes vidas.

—Diciéndolo así suena genial, ¿pero insignificantes? No lo creo, además. ¿Qué hago aquí contigo? ¿También soy de la realeza?

—Eres adorable, pero eso no te quita lo peligroso —murmuró—. Métete a bañar, cruzando esa puerta negra está el baño, ahí hay agua, jabón y todo lo que necesitas para quedar reluciente y limpio.

>>No te preocupes por tu privacidad, puedes quitarte la ropa con confianza no voy a entrar. —Sonrió de lado— a no ser que me lo pidas

—Bañarme... ¿Para eso se usa agua y jabón? —preguntó ignorando eso último.

—En efecto.

—¡Bien! —Se puso de pie de un salto, eso provocó que se mareara. Aún así continuó caminando hacia el baño.

Estando ahí se quitó la ropa llena de vómito, portaba unas sandalias fabricadas de oro puro con incrustaciones de jade, zafiro y rubí. Las miró sintiendo una nostalgia inexplicable, después se las quitó para meterse descalzo a la regadera. Estando ahí parado completamente desnudo se quedó esperando a que su cuerpo se limpiara sin obtener el resultado deseado. Se suponía que ese lugar era para limpiarse con agua y jabón ¿Cierto? ¿Entonces porqué seguía manchado de vómito y sudor?

—¡Yoongi! —gritó— ¡Creo que esto no está funcionando!

Yoongi frunció el ceño con fastidio. ¿Qué tan difícil podría ser bañarse? Se colocó una camisa negra con botones elaborados con diamantes ignorando las quejas del ángel celestial que se encontraba en su baño personal. Estaba abrochando su último botón cuando quedó boquiabierto al ver a Park Jimin completamente desnudo y algo indignado pararse frente a él.

—Pero qué...

—Tu lugar para limpiarme no sirve. —Cruzó los brazos.

—¿Por qué sales desnudo? Si entra la servidumbre va a verte.

—¿Y qué tiene de malo eso? —Lo miró de arriba a abajo.

—Ay mierda, de verdad perdiste tus recuerdos. —Sonrió con amplitud— Me gusta.

—¿Vas a ayudarme?

—Claro, sígueme...

Yoongi se acercó a Jimin mirando de cerca su bien esculpido cuerpo relamiéndose los labios invadido de deseo y lascivia pero no caería ante el rubio. No hasta averiguar la razón de su pérdida de memoria.

Al entrar al baño abrió la regadera telepáticamente indicándole con la mano que entrara para que el agua limpiara la mugre y vómito, pero Jimin estaba siendo sumamente torpe porque entraba y salía dando saltitos.

—Tienes que quedarte abajo de la regadera —dijo con un notable fastidio—, que el agua te caída en el cabello. ¡Por mi padre! ¿De verdad perdiste la memoria o estás tonto?

—Oh... —murmuró metiéndose a la regadera finalmente— ¿Qué es tonto?

—No puedo creer que estemos en esta situación, yo solo quería torturarte.

—¿Torturarme? ¿Por qué harías eso?

—Ponte jabón —Yoongi tomó un bote de shampoo que tenía la publicidad de un vampiro con cabello oscuro y reluciente. Luego apretó la botella poniéndolo directo al cuero cabelludo de Jimin.

—¡¿Qué es esto?! —gritó asustado sintiendo que el jabón le entraba a los ojos.

—Efectivamente; eres un tonto.

Al decir eso no tuvo más remedio que entrar a la regadera para ayudar a Jimin, mojándose por completo. Luego de terminar de literalmente duchar a su ángel cautivo cerró la regadera y lo envolvió con una toalla como si de un niño se tratara.

—¡Gracias, pero que rico huele!

—Frutos rojos, pero no te emociones que el azufre del infierno inhibe el olor en un par de minutos.

Yoongi le entregó un pantalón y camisa negra, luego chasqueó los dedos cambiando el color a blanco. Le ayudó a peinarse repitiéndole una y otra vez que eso no volvería a suceder y que no se lo mencionara absolutamente a nadie. Jimin selló la promesa con su dedo meñique asegurándole que sus labios estaban cerrados para siempre.

—¿Y zapatos?

—En el infierno no se utilizan zapatos ya que el piso es caliente y los derrite.

—Ah... ¿Oye y porqué me quieres torturar?

—¿De verdad no te acuerdas?

—Nop. —Lo miró a los ojos.

—Mi dulce y tonto Jimin... —Se acercó a él acariciándole la mejilla con suavidad.

—Ya van varias veces que me dices tonto...

—Es que no comprendo qué fue lo que hiciste para que te borraran la memoria, ¿de verdad no recuerdas nada? ¿No me recuerdas?

—Lo siento... No.

—¡Esos malditos, lo hicieron para castigarnos! —gritó furioso.

—¿Castigarnos? ¿Quién, por qué?

—¡Los tuyos! ¡Los putos ángeles celestiales! ¡Los hijos de puta se enteraron de nuestra relación y decidieron separarnos de la manera más ruin, pero no se va a quedar así! —gritó provocando que el suelo infernal temblara.

—No entiendo...

—Lo único que debes entender por ahora es que eres lo que más amo en este puto universo y que nunca me van a separar de tu lado. ¿Comprendes?

—Amar es...

—Un lazo muy fuerte. —Yoongi apretó los labios, luego tomó a Jimin de la nuca acercándolo a su pecho— Te prometo que vas a recordar, no estás solo Jimin.

Las palabras de Yoongi hicieron eco en el corazón de Jimin. ¿Por qué le causaba esas sensaciones tan extrañas? ¿Por qué quería abalanzarse encima de él y acariciarle cada pluma de sus alas? ¿Por qué se sentía seguro a su lado?

—No te recuerdo, pero quiero hacerlo.

—Y lo harás, para eso tengo un plan. Pero primero lo primero mi angelito favorito... —dijo tomándolo por las mejillas con suavidad y ternura.

—¿Primero qué?

—Es que te extrañé tanto...

—Qué quieres dec...

Yoongi besó los labios de Jimin, primero con dulzura, después con amor y al último con deseo. Pareciera que quería arrancárselos de su rostro, pero no lo haría porque lo amaba y ese sentimiento era lo que había provocado la expulsión de Jimin del cielo celestial y la pérdida de sus memorias. Nadie podía burlarse del rey demonio, nadie privaría a su gran amor de recordar las fantásticas noches que pasó a su lado. Eso le parecía una burla, le parecía el inicio de una guerra que estaba dispuesto a ganar.

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
Lo de la tortura tiene un contexto que se explicará en el siguiente capítulo, ya casi subo la historia completa no se desespereeen

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro