Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 1. Volver a verte

Estaba oscuro. No había ni un alma recorriendo las solitarias calles de aquella ciudad, a excepción de un joven muchacho.

Sus cortos cabellos turquesas se mecían al son del viento frío y helador, y sus pasos provocaban cortos ecos sobre el suelo. No veía por dónde iba, terminando así en la entrada de un callejón sin salida.

- Vaya, esto no es bueno... -susurró para sí mismo, rascándose la nuca nervioso- ... Sabía que no debía quedarme tanto tiempo practicando con las chicas... será mejor que vuelva para llegar a casa...- se giró para intentar encontrar de nuevo el camino, pero un sollozo le impidió seguir avanzando.

- Ayuda... por favor...- una vocecilla se escuchó como un eco distante, pero que sonaba repetidamente en la mente del adolescente.

Bon, con pasos inseguros, se adentró en el callejón una vez se aseguró de que en este no hubiera nadie, pues una gran curiosidad por saber quién era el que pedía ayuda, algo le decía que debía ayudar a esa persona a toda costa. Avanzó con precaución, poniendo especial atención a cualquier sonido. Al estar todo tan oscuro apenas podía ver algo, hasta que una tenue luz llamó su atención. Por raro que sonara, se le hacía demasiado familiar aquel resplandor, por lo que no dudó en acercarse.

"Esa voz... no sé por qué pero siento... que se me hace conocida... a-aunque no sé si debería estar aquí... ¡p-pero si hay alguien herido aquí no puedo dejarlo! Además... e-esa luz... siento que me llama..."

El peliazul se agachó justo delante de donde salía aquel pequeño resplandor, el cual se encontraba debajo de unas cuantas bolsas de basura. Las apartó con cuidado de su camino, pero al hallar al portador de tan tenue tintineo de luz... no se imaginó que fuera tan pequeño.

Tomó entre sus manos morenas aquel "ángel" que parecía un muñeco, y rápidamente notó cómo este temblaba. Era una figura un pequeño pelimorado, con largos cabellos despeinados hasta sus hombros, piel clara, vestido con una larga túnica blanca resplandeciente. Portaba dos pequeñas alitas de ángel que, al parecer, no estaban pegados a su cuerpo, sino que flotaban a sus lados, además de que una tenía un profundo corte vertical, al igual que una pequeña aureola dorada que brillaba débilmente, provocando aquella suave luz. Estaba en un muy mal estado, pues tenía manchas por toda su ropa, y lo que parecían notables golpes en las zonas de sus bracitos y en sus ropajes. Por suerte, su cara carecía intacta. Lo miró con curiosidad, puede que fuera de algún niño que se le hubiera perdido o algún juguete viejo que ya nadie quisiera... pero eso no explicaba bien los golpes. Lo que de verdad le sorprendió, fue cómo aquel "muñeco" empezaba a abrir sus grandes ojos... de un característico color rojo intenso, mirándole atentamente.

- B-Bon...- escuchó cómo le llamaba tan... suave y débilmente- ... A-ayúdame... por favor- temblaba más y se empezaba a hacer bolita entre sus manos, para luego ir cerrando lentamente sus pequeños ojitos.

El mencionado no podía estar más estupefacto ante tal petición. ¿Cómo es que un supuesto "muñeco" podía hablar? Y lo más importante, ¡¿cómo demonios sabía su nombre?! Ya tendría tiempo de saberlo más tarde. Miró a sus lados y se giró de nuevo a la salida del callejón, mientras tapaba un poco al pequeño ángel con sus brazos y su camisa, tratando de que no se helara, con el fuerte viento, más de lo que ya estaba.

(...)

Bon le ponía una pequeña tira de un pañuelo mojado en la pequeña frente del pobre "ángel" malherido, quien estaba tumbado sobre una almohada en el escritorio del peliazul, con múltiples venditas por encima de sus bracitos, aún en posición fetal y temblando.

"Vaya... sí que estaba en mal estado... No entiendo por qué alguien tiraría un muñeco tan... lindo, en mi opinión, es bastante bonito... tal vez era interactivo y ya no funcionaría... pero aún así... me da algo de pena... además, tiene un ala rota... debió de darse un golpe muy fuerte... pobrecito..."

Poco a poco el pequeño muñequito pelimorado empezaba a despertar de su profundo sueño, viendo como aquel portador de tan bellas esmeraldas brillantes lo veía con preocupación. Lentamente se fue levantando de su postura, llamando la atención del chico peliazul.

- Eh... ho-hola, amiguito...- saludó un poco nervioso el peliazul, pues no se creía que estaba hablando con lo que creía que era un muñeco.

- ¿B-Bon...?- preguntó con algo de dificultad aquel pequeño pelimorado, debido a sus recientes heridas, abriendo cada vez un poco más sus ojos brillantes. ¿D-De verdad eres tú?

- ¿Eh? ¿C-Cómo sabes mi nombre?- le preguntó algo confundido y aturdido el peliazul, pues aunque fuera un "muñeco interactivo" daba un poco de miedo que él supiera su nombre.

No recibió respuesta. Aquel angelito se levantó de su sitio, aún sin apartar la mirada del de ojos verdes y, a paso lento y con dificultad, se dirigió hacia él, elevando sus pequeños bracitos hasta llegar a tocar y agarrar con delicadeza sus morenas mejillas, las cuales estaban algo enrojecidas.

- Vaya... cómo has crecido- sonrió melancólico el pelimorado-. La última vez que te vi así de cerca tenías tan solo 5 años...

- ¿Q-Qué?- Bon no sabía qué decir, estaba demasiado confundido ante la frase del "muñeco".

- ¿No me recuerdas?- rió despacio el de piel nívea-. Yo... de verdad soy un ángel- Bon abrió mucho los ojos-. Y uno muy especial... pues soy... tu ángel de la guarda...

--------------------

Palabras: 828

¿Dudas? ¿Muchas? Lo sé, pero esto sólo es el principio... aún queda mucho por descubrir...

¡Disfruten!

- Irene

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro