Capítulo 9
Aclaración:
# Lo que esté entre "« »" Son recuerdos. Solo les aviso :) disfruten la lectura.
[GABRIEL]
No puedo creer que Castiel de verdad recurriera a esa mujer por ayuda, si yo estuviera en su lugar hubiera preferido ir a tomarme un café con mi hermano Lucifer antes de llamarla. Esa loca tenía una extraña peculiaridad cuando se trataba de cumplir su trabajo, el cual era doblegar a todos los ángeles rebeldes. Siendo yo uno de ellos no teníamos una muy buena relación.
- Esto ya parece una reunión familiar - Dije apareciendo entre la loca y mi hermano.
- Gabriel - Dijo mi nombre con cierto tono de superioridad.
- Naomi... - La miré de arriba a abajo - ¿Sigues usando ese cuerpo de bibliotecaria frígida?
- ¿Sigues juntándote con esa escoria pagana que se hacen llamar dioses? - Alzó una ceja - Oh... lo olvidé, te volviste uno de ellos. Loki - Dijo mi otro nombre con asco.
- ¿Para qué has venido? - Castiel interrumpió nuestra pelea.
- He venido porque has perjudicado a los ángeles, exponiéndote de esa forma a los humanos. Provocarás la muerte de tus hermanos.
- Fui atacado por cazadores.
- ¿Solo debías hablar con este humano y fuiste atacado? - Señaló a Dean - Lo sabía, es demasiado trabajo para un alas negras, solo espera a que tu padre...
- Nuestro padre ya está informado de todo - La interrumpí - Después de todo es Dios quien todo lo ve. Y yo mismo le di los detalles, él me encargó asegurarme de que la misión de Castiel se cumpla correctamente.
- No te creo nada.
- Pues ve a preguntárselo, seguro estará encantado al enterarse de que cuestionas sus ordenes.
Naomi me miró con el seño fruncido, si las miradas mataran yo ya estaría en el suelo retorciéndome gracias a ella.
- Mas te vale que no haya mas contratiempos, Castiel - Desvió su mirada de mí a mi hermano menor.
- Yo me aseguraré de eso, querida - Le sonreí - Ten un buen regreso a casa.
- Bastardo inservible - Me dijo en enoquiano antes de desvanecerse frente a nosotros.
- Ah... Naomi - Suspiré mientras volteaba a ver a mi hermanito y al cazador - Siempre tan encantadora.
- ¿Quién era esa tía? - Preguntó Dean.
- ¿No me escuchaste? Es una anciana frígida - Le respondí, Castiel me miró con el seño fruncido y yo rodé los ojos - Okay no, es la loca encargada de doblegar a los "Rebeldes" - Hice comillas en la última palabra.
(...)
Con un chasqueo de mis dedos saqué a ambos hermanos Winchester y a mis propios hermanos de allí. Aparecía en donde horas antes había visto dormir a Sam, no me juzguen, me estaba asegurando de que el niño estuviera a salvo.
- Wow... - Ambos humanos se sujetaron de lo primero que vieron, Dean de Castiel y el chico alto se sujetó de mí.
- ¿Qué coño fue eso? - Preguntó Dean.
- Bienvenidos a teletransportaciones Gabriel, esperamos que hayan disfrutado el viaje. Si sientes deseos de vomitar por favor aléjense del arcángel - Dije con voz de piloto de avión, he visto muchas películas.
Samuel, al darse cuenta que se estaba sujetando de mí, se alejó como si el mas ligero contacto con mi piel le quemara de formas horriblemente dolorosas. Hice un puchero al verlo hacer eso, ni que fuera la frígida y amargada Naomi, yo tengo sentimientos. O eso creo, nunca me he puesto a revisar si siento algo mas de amor por mí mismo y soy demasiado flojo como para hacerlo.
- ¿Y qué fue lo que ocurrió ahí dentro? - Preguntó Sam.
- No eran vampiros - Le respondió su hermano.
Noté que el cazador mayor aun se sujetaba del hombro de Castiel, quizás porque seguía mareado o porque no se había dado cuenta. Pero ni mi hermano ni el mismo Dean le daba importancia, que envidia.
- Si no eran vampiros... ¿Qué eran? - Preguntó esta vez la pequeña Adara.
- Demonios, querida - Le respondí yo - Y no cualquier demonio, debe ser uno muy inteligente a la hora de pasar sin ser detectado como para no haber sido reportado por Naomi.
- ¿Y qué hay de esa frase en la pared? Algo de alas y sangre... No entendí una mierda.
- "El pequeño Dean no entendió, que raro..." - Pensé con sarcasmo mirando al rubio con una ceja alzada, era igual a su padre.
- La sangre de quienes se creyeron inocentes teñirá las nuevas alas de quien fue expulsado de los cielos - Repitió Castiel.
- Eso habla de Lucifer ¿Verdad? - Esta vez habló Sam, asentí - ¿No se supone que él está encerrado por la eternidad?
- Veo que alguien si se interesa por lo que lo rodea - Sonreí mirando al menor de los hermanos Winchester - Ojala tu hermano fuera así.
- Cierra la boca, arcángel de cuarta - Dean comenzó a acercarse a mí con una pose desafiante - ¿Así que yo no me intereso? Pues adivina qué... - Ya estábamos frente a frente - Me intereso lo suficiente como para haber averiguado de ti, bromista... ¿Como es que un arcángel pasa a ser un bromista, eh?
- De la misma forma que un ebrio idiota como John Winchester pasa a ser el padre de los hijos de una mujer como Mary. Pobre de tu madre.
Dean me dio un golpeó en el rostro, no me dolió, pero logró moverme de donde estaba y hacer que tuviera que sujetarme de la mesa que allí había. Moví mi mandíbula de un lado al otro y sonreí mientras me enderezaba y volvía a mirar al Winchester mayor.
- ¿Quieres intentarlo de nuevo? A ver si esta vez siquiera llegas a tocarme.
El rubio estaba a punto de volver a golpearme cuando nuestros hermanos se interpusieron, Sam se puso frente a él mientras que Castiel y Adara estaban ahora frente a mí mirándome con desaprobación.
- Como sea... tengo mejores cosas que hacer que pelear con un simple humano.
- ¿Como qué? ¿Follarte a alguna zorra nórdica? Loki - Dean continuaba hablando idioteces.
Moví a mis hermanos y caminé directo hacia el mayor de los cazadores dispuesto a partirle la cara, podía hacerlo con un dedo, pero su hermano me lo impidió.
- Ya basta, ambos - Dijo poniendo una mano en el pecho de cada uno y empujándonos ligeramente hacia atrás.
- "Al menos ahora no le repugna tocarme" - Pensé.
Dean se alejó de mí y Sam volteó a verme, el chico alto estaba observando que su hermano mayor no hiciera nada que pudiera terminar con su propia vida y me dio la espalda al hacerlo. Pero ahora me miraba.
- Disculpa a mi hermano, a veces es un idiota - Dijo quitando la mano de mi pecho.
《- Disculpa a mi hermano, a veces es un idiota.》
Me detuve cuando esa frase comenzó a rebotar en mi cabeza, distorsionándose cada vez mas hasta pasar de ser la voz de Samuel a una voz delicada y femenina que yo ya conocía muy bien desde años antes que ambos hermanos Winchester nacieran. El menor de ellos acaba de decir la misma oración que ella dijo, exactamente la misma frase en una situación similar ¿Esto es lo que los humanos llaman Deja-vu?
(...)
[NARRADOR]
- Gabriel - Castiel colocó su mano en el hombro de su hermano al ver que este se había quedado con la mirada perdida.
- ¿Uh? - Gabriel volvió en sí.
- ¿Estás bien? - Preguntó el ángel de alas negras.
- Oh... S-si, será mejor que me vaya.
Y luego de decir eso, en menos que un abrir y cerrar de ojos, el arcángel ya no estaba allí; se había desvanecido en el aire. El pelinegro parpadeó y luego regresó toda su atención a Dean, el cual iba de un lado al otro insultando a la nada misma.
- Ve a ver televisión - Le dijo Castiel a la joven ángel susurrándole en enoquiano. Esta asintió e hizo lo que le fue pedido, para así evitar la pelea que el mayor ya presentía.
- ¡Maldito sea Gabriel y todos los arcángeles! - Gritó el cazador de ojos verdes.
- Ya cálmate - Le pidió su hermano menor.
- Sam tiene razón. Ponerte agresivo no resuelve nada, Dean.
Dean se volteó, con una expresión completamente fuera de sí, y comenzó a acercarse de forma amenazante a Castiel, hasta que ambos quedaron cara a cara.
- ¿¡Y qué resuelve algo, eh!? - Preguntó con gritos el mayor - ¿¡Qué mierda de lo que haces resuelve algo, Castiel!?
- ¡DEAN! - Sam nuevamente tuvo que interponerse entre ambos - Es tu ángel no puedes hablarle así - Le reprendió su hermano menor.
- Pues a mí me vale mierda quien sea, me voy de aquí.
Empujando a su hermano, Dean salió del hotel dando pisotones que retumbaban en el suelo; Sam soltó un bufido y miró al ángel con una expresión de cansancio.
- Será mejor que vaya a...
- Yo iré con él - Lo interrumpió el ángel de cabellos negros.
- ¿De verdad? Gracias tío, me quitas un peso de encima - Sam sonrió - Ten cuidado ¿Si? Dean probablemente irá a algún bar y suele ponerse un poco... Intenso luego de beber.
El ángel asintió, sin entender muy bien a qué se refería Samuel al decir "Intenso", pero aún así en menos de un parpadeo apareció frente al bar en el que sabía que estaba Dean. El Impala estaba estacionado frente a este y una vez que lo vio decidió entrar al lugar para asegurarse de que al cazador de cabellos rubios no le ocurriera nada, no quería que Dean se viera metido en otro acontecimiento como el de la vampiresa en la otra ciudad. Allí sentado estaba el hombre con una chica de cabellos negros junto a él, esta le coqueteaba y se le acercaba cada vez mas hasta que consiguió sentarse en las piernas del rubio.
(...)
Castiel se quedó observando desde una distancia prudente todo lo que ocurría entre el mayor cazador de los Winchester y la chica de piernas largas que aprovechaba cada momento para intentar besar al de ojos color verde, pero este por alguna razón volteaba el rostro y los labios de la chica chocaban contra sus mejillas, su cuello, quijada o incluso su frente.
Así se pasó el ángel alrededor de cuatro horas vigilando que todos las personas que estaban alrededor de Dean fueran de verdad personas y no criaturas con segundas intensiones que involucraran hacerle daño al cazador. Finalmente, Dean se levantó, pagó su cerveza y por el mismo lugar por el que entró al bar salió, con una sonrisa de orgullo y mucho mas relajado que cuando se había ido.
Mientras el rubio conducía Castiel apareció junto a él, Dean dio un volantazo y por poco choca contra un árbol que milagrosamente logró esquivar.
- ¡Castiel! - Detuvo el auto y miró al ángel - ¿¡Qué te dije acerca de aparecer así!?
- Que no aparezca frente a ti - Le recordó el ángel - No estoy frente a ti, estoy a tu lado.
El cazador de ojos verdes rodó los ojos y volvió a encender el auto, por alguna razón no había logrado embriagarse y tampoco se había sentido con ganas de irse con aquella pelinegra de las piernas del millón. Quizás porque desde que había apoyado el culo en una de las sillas del bar no había podido dejar de pensar en Castiel y en todo el asunto de como le había respondido.
Luego de un cuarto de hora en el que Dean siguió con su tarea de conducir hacia el hotel finalmente llegaron, pero apenas puso un pie fuera del alto Castiel sintió un escalofrío que le recorrió la espina dorsal, por poco se le salen sus alas cuando ocurrió eso. Sin escuchar los gritos de Dean, el cual le estaba preguntando qué ocurría, el ángel de cabello negro salió corriendo hacia el cuarto de hotel y Dean corrió detrás de él.
- Por fin llegas, Castiel - Esa voz podía ser perfectamente reconocida por Castiel.
- Miguel...
El ángel de alas negras observaba como su hermano mayor y el mas fuerte de los arcángeles sujetaba a Sam por el cuello, mientras que Adara intentaba alejarse de él sin éxito porque Miguel la sujetaba por la muñeca con su otra mano.
- ¿¡Quién coño es este tipo!? - Finalmente, y en un muy mal momento, llegó Dean.
- Que modales son esos, humano - Dijo serio el arcángel.
- Miguel, baja a Sam - Pidió Castiel.
- ¿Estás dándome órdenes a mí? - Miguel levantó una ceja - Deberías tomarte un minuto para recordar a quién le estás hablando, Castiel. Porque creo que pasar tanto tiempo estos tipos te está haciendo papilla el cerebro.
- Miguel siempre tan adorable.
Y como enviado del cielo apareció Gabriel e hizo que Miguel soltara a Sam, el cual cayó al suelo sujetándose del cuello y tosiendo. El arcángel mayor miró con enojo y un seño fruncido a su hermano.
- ¿Y a ti quién te llamó? - Preguntó el mayor.
- Samuel pedía ayuda, vine a hacer mi trabajo.
- ¿De qué hablas? - Preguntó Dean, pero su pregunta fue completamente ignorada.
- Si no tienes nada mas que hacer aquí puedes irte, Miguel. Probablemente tienes mas trabajo en casa.
- Naomi me informó de un ángel que cayó sin razón, vengo por ella.
- Pues estas no son formas - Se quejó Castiel viendo como Miguel aun sujetaba a Adara del brazo.
- Ya escuchaste a Cas, suéltala - Dijo Gabriel.
Con el seño fruncido por no tener la razón Miguel soltó el brazo de Adara y esta corrió a esconderse detrás de Castiel, obviamente no quería irse con el arcángel de mirada aterradora y sombría. Pero si Miguel iba a llevarla de nuevo no podían impedirlo.
- No me quiero ir - Dijo la niña.
- No es cuestión de lo que quieras, chiquilla - Le respondió Miguel como si le hablara a un soldado.
- Miguel... - Gabriel colocó su mano en el hombro de su hermano mayor - Dales diez minutos.
- Tienen cinco y me la llevo.
Sin agregar nada mas el arcángel desapareció, ya había dejado en claro que regresaría en cinco minutos, por lo que no tenían mucho tiempo.
Adara comenzó a llorar, un sentimiento demasiado humano para el poco tiempo que llevaba allí, pero lo estaba haciendo porque estaba triste y aterrada. Gabriel, al ser el ángel mas humano y el humano menos insensible de la habitación, se acercó a la chica y la abrazó; consolándola como el buen hermano mayor que siempre había intentado ser.
- Escucha, Adara - Comenzó a decir Castiel - Tienes que irte con Miguel.
- ¡No quiero! - Volvió a decir la chica.
- Tienes que hacerlo, damita - Le hizo saber Gabriel.
- Él tiene razón, no puedes quedarte aquí. Eres muy joven para estar con los monos sin pelo.
- ¡HEY! - Se quejaron tanto Dean como Sam, a quien su hermano estaba ayudandole a ponerse de pie.
- Callaos coño - Les ordenó Gabriel - Que la cosa es seria.
- Adara, entiende. Eres demasiado joven como para vivir aquí, cualquier criatura podría matarte.
La chica se separó de Gabriel y se limpió las lagrimas del rostro, sus ojos estaban algo rojos y brillaban húmedos. Ambos hermanos Winchester miraban la escena como si fuera una película de drama.
- ¡Tengo una idea! - Gritó Gabriel mientras sonreía - Ella puede quedarse en mi casa.
- ¿Tu...?
- ¿Casa? - Dean terminó la frase por su hermano menor.
- ¡Si, soy un genio! ¿Como es que no se me ocurrió antes? - Gabriel sonrió orgulloso de sí mismo - Si ella se queda allí le diré a Zachariah que la cuide.
- ¿Qué opinas? - Castiel bajó su mirada a Adara.
- Si no hay otra opción...
- Se acabó el tiempo - Y, al igual que antes, Miguel arruinó el momento - Vamonos, niña.
- Yo voy con ustedes, quiero asegurarme de que ella llegue a casa - Dijo Gabriel.
Adara se acercó a ambos hermanos Winchester y abrazó a ambos por separado en forma de despedida, Dean y Sam respectivamente le regresaron el abrazo.
- Cuida a mi hermano - Le susurró la niña a Dean.
Al separar el abrazo la chica caminó hacia Gabriel y cogió a este de la mano, así como llegaron y frente a la vista de todos, la ángel de alas negras y los dos arcángeles desaparecieron en el lugar.
NOTA DE LA AUTORA:
Adara se fue T-T Maldita sea Naomi ¿Por qué tuvo que ir a hacer de cotilla con Miguel? La odio.
En fin, sin mas que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mis queridos lectores.
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