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Capítulo 4 ♡

《Savannah》

Decidí ir unos instantes al baño, debía calmarme o Blanca se daria cuenta de lo que estaba ocurriendo con Tahiel.

Ya más calmada, dentro del baño de mujeres, me senté en el váter cerrado y le envié un mensaje:

—¿Nos veremos?, ¿donde?

Respondió en el acto, con una llamada entrante, que nervios, ¿cómo seria él?, ¿es por eso que estaba preocupado de verme? Yo lo querría igual fuese como fuese.

—¿Hola? —dije fuerte, pues la música afuera era altísima y se escuchaba aún aqui.

—Hola Sav. ¿en qué parte estás?, no te oigo bien.

—Vine al baño, pero la música esta demasiado fuerte.

—Ok, ¿no estas con él verdad? Es que no logro verlo, ni a ti... y me desespera, pienso cualquier cosa.

—¿Qué? No logro escuchar bien, es mejor hablar por mensaje.

—¿Quieres verme? ¿No puedes esperar? —salí del baño y fui a la parte trasera del lugar. Lo habia escuchado perfectamente, y como sabía a lo que queria llegar, quise serenarme. Luego contesté:

—Ya puedo hablar, aqui no aturde tanto la música.

—¿Dónde has ido? —cambió de tema, ¡genial!, simplemente genial.

—En la parte trasera del lugar.

—Ok —solo dijo y nos quedamos en silencio, se escuchó sólo su respiración. Estaba agitado y no se oían ruidos, espera.. no se oía más la música.. no se encontraba ya en lugar, por lo que le pregunté un poco irritada.

—¿Te fuiste?... escapaste.

—Sav...

—Tahiel. Ya basta. Este maldito juego me cansó. Si no tenias la intención de conocerme ¿por qué me ilusionaste asi? Podíamos muy bien ser amigos virtuales, pero tu y solo tu has ido ilusionandome, yo nunca te pedí nada a cambio, tu has sido posesivo conmigo, me has seguido ¡caray!

—Escucha Savannah. Cálmate y escucha. No es seguro que nos veamos ahora... dame tiempo por favor, lo hablamos en la tarde, ¿recuerdas?

—Otra vez con lo mismo Tahiel. ¿Sabes? Te daré todo el tiempo del mundo y más. Adiós. —y corté muy desconcertada. Este chico era idiota, me iría a acostar con Nicolás solo para llevarle la contraria, pero no, yo no era asi, ni lo seria solo por este imbécil que no quiere conocerme. No es que queria acostarme con él tampoco, eso definitivamente no hubiera pasado hoy de haberlo conocido, es solo que me tiene muy cabreada este niño tonto, porque actúa como tal, entonces debo llamarlo asi.

Desilusionada y muy ardida me encamino afuera, trato de pasar por la punta contraria en donde se encuentra mi amiga, no quiero que me vea asi. Comienzo a llorar en el camino hacia afuera. Al salir la brisa fresca de la noche me da de lleno en la cara y agradezco un poco de realidad. Me limpio las lágrimas que no paran de caer y decido llamar un taxi, mi madre no se enterará que no volví con Blanqui.

Recibo varios mensajes y los abro pensando que es mi amiga, pero no.. es él de nuevo.

—Deja de llorar por favor. Me mata verte asi. —miro a todos lados pero no hay nadie. Me enoja aún más que teniendome tan cerca me haga esto. Me observa cual acosador pero no me quiere ver. Opté por bloquear su número, no recibiría más mensajes ni llamadas por el momento. Ya vería luego si lo desbloquearía. Esto es algo que se finalizó antes de comenzar, y mejor asi, no es sano y no quiero más preocupaciones en mi vida.

El taxi me dejó en mi casa. Entré y me acosté con los ojos aguados. Blanca me llamó después de que le explique que me iría a casa, pero rechacé sus llamadas y apagué el móvil. Mañana lidiaría con ella y el mundo.

Me desperté temprano, 7 am, a pesar de solo dormir unas horas me encontraba bien por lo que decidí salir a correr con Uma por la playa. Me sentó de maravilla, aunque todo el proceso me sentí observada, creo que no son tan profesionales los guardaespaldas de mi madre, los puedo sentir en mi nuca.

Al llegar de mi mañana de ejercicio alimenté a Uma, le di de beber y me preparé un zumo de naranja y melocotón. Mi nana estaba descansando el día domingo y la cocinera no se habia levantado aún, sino ellas me lo habrían hecho hasta mejor que yo. Luego fui a ducharme y al terminar ya estaba el desayuno listo. Mi madre me esperaba leyendo el período.

—¿Qué ha pasado?

—Madre, buen día—ironicé, pues ni el buenos día merecía ya.

—Buen día cielo, me contaron tus... —la corté.

—Ya lo se madre, no podré tener privacidad y libertad nunca ¿verdad? Esto es todo un farsa, me dejas salir pero me observas, me vigilas madre. Ni siquiera son buenos profesoniales, los he sentido observándome toda la mañana hoy.

—¿Qué dices amor? Ellos los domingos tienen día libre, si llegas a salir llamo al relevo pero como saliste tan temprano yo aún dormía y no pude avisar a nadie. —se levantó de su lugar y llegó hasta mi— estás en peligro Sav, cómo me pides que no me preocupe por ti. Juro que daré orden expresa para que no me cuenten más tus problemas internos, pero no dejaré de protegerte, no hasta saber quien está detrás de todo esto.

—Ok,  si solo se limitan a cuidarme no hay problema.

La conversación quedó ahi y pasé el día pensando en Tahiel y discutiendo con Blanca, queria venir a verme y le dije que estaba cansada, se disgustó pero prometí verla mañana.

...

Lunes. Hoy comenzaría mis clases de diseño de interiores, eran tres años en los que aprenderé eso que desde niña me atrapó, luego veré si sigo especializándome o vuelvo a la empresa, pero estos tres años serian pura y exclusivamente para mi. No podía más de los nervios.

Ya estaba en la biblitoeca, luego de trabajar aqui iria a la universidad, hoy tenia clases de tarde. Yoli me saludó sonriente al verme entrar y al dejar en el perchero mi bolso y mi saco me dijo algo que me dejó temblando.

—Dos cosas tengo para decirte mi niña, primero que en la mañana me traerán la cafetera y la instalarán. Me he decidido, asi que puedes decirle a nuestro cliente que por aquí lo esperamos. Segundo, logré contactarme con Aarón Soler, vendrá aquí a dar una taller literario y presentar su nuevo libro aprovechando que se encuentra en la ciudad unos meses por trabajo.

—NO ME LO CREO YOLI, ES.. ¿¿¿¿ES EN SERIO???? —grité escandalizada. Esto debia ser una broma, era seguro.

—Si mi niña ojitos soñadores, pero siento decirte que aqui no lo conocerás, sino que lo harás en tu universidad, ya que es profesor allí.

—No puede ser —digo en shock.

—Creelo Savannah, lo conocí la mañana que faltaste, —y sonrío la muy desgraciada, ¡cómo se me ocurre dormirme!— entró a buscar unos cuantos libros y al darme cuenta de quien era le pedí, no.. le supliqué por el taller. Aceptó al hablarle de ti y tu grande amor hacia él. Quiere conocerte.

—¡Yolanda! Es que no puedes ser más imprudente.. ¿cómo se supone que lo vea a la cara ahora?

—Pues con tu bella carita mi niña, solo le dije lo mucho que lo admiras, pero estoy segura de que al verlo lo amarás. ¡Es que es un papaito! Si sería de tu edad me metería en su cama.

—¡Pero que dices!, ¡Donde está mi ancianita cariñosa! Esto es demasiado —dice riéndome a carcajadas. Entraron clientes asi que me fui a lo mio. Ni bien se fueron los clientes volví, claro que volví al mostrador y le pregunté a Yoli:

—¿Cómo te diste cuenta que era él?

—Cuando pagó con su tarjeta de débito.

—Claro, que tonta, y ¿qué libros compró? —pregunté intrigada. Moría por saber cuales serían sus libros en la mesita de noche.

—Curiosa. Compró Descense de Aura Pascual, y dos series en historietas.

—No inventes Yolanda... ¿series de historietas?, ¿Aura Pascual? Son mis preferidos y lo sabes. Fue buena tu broma pero no ha funcionado. No, no, no. —Yoli buscó entre sus papeles y sacó un ticket, el duplicado de ¡Oh mi Dios! Era cierto. He aquí mi alma gemela.

¿Y Tahiel?..

Ajjjj no lo sé. Ya vería que pasaría con él. Todavía seguía muy enojada.

—Es.. increíble —dije bajito.

—Lo es. —afirmó Yoli— ahora ve a trabajar con esa hermosa sonrisa, esta tarde con suerte te cruzas a tu Aarón.

—¿De qué carrera es profesor?

—No me ha dicho, pero seguro lo cruzas. Ve a trabajar —ordenó y asentí con la cabeza.

...

Lista mi mañana me decido por ir a comer algo ligero al resto Don Pess, que se encuentra cerca de la universidad y luego me dirijo allí.

Es, caray... enorme. Tiene 4 plantas, pisos recién encerados, auditorio, SUM, biblioteca, ¡que compañeras vamos a ser tu y yo querida biblioteca! Salón de estudio y reuniones, restó y demás comodidades. Era todo un lujo que obviamente podía permitirme pero me enorgullecia que lo habia conseguido por mis propios medios, apliqué sola a las becas de la universidad y la conseguí, yo, Savannah Maxwell, sin ayuda de dinero ni de influencias.

Caminé hacia recepción y pedí mis horarios de cursada y número de salón, ya sabia mis horarios ya que al momento de inscribirme salian días y horas, pero me faltaba el lugar. Llegué 10 minutos antes a mi primer clase, que nervios. ¿Me encontraría hoy con Aarón? Debo desactivar por un momento mi etapa fangirl.

Estaba esperando que sea la hora de clase, ya en mi banco, cuando se me sienta al lado una chica muy precioso, ojos color café, piel tostada y cabellos locos negros atados de cualquier forma, me saludó y me agradó su espontaneidad y soltura.

—Hola, ¿nerviosa? —me dice pero no me deja contestar— yo si, vaya que si. No he podido dormir. Disculpa, cuando me pongo muy nerviosa se me da por hablarle más que un loro, y no puedo parar —ya lo creo— me presento, mi nombre es Ambar, ¿el tuyo?

—Savannah —contesté sin más. Me habia dejado sin palabras esta chica.

—Lindo nombre. ¿Cómo te dicen?

—Sav..

—Vaya, te he espantado ¿no es asi? Disculpa, en realidad soy muy buena compañera, estudiante y también soy buena amiga de copas.

—Eso suena bien —dije y sonreí— un placer que coincidamos en esta carrera Ambar.

—¡Hay sabes hablar!, ya comenzaba a preocuparme —y me carcajeé. Dejé de hacerlo al ver entrar a un chico, woao, cómo explicarlo, morocho, grande, musculoso, con barba de unos días que lo hacia ver ridiculamente sexy... tenía aire de chico malo, gritaba por cada poro de su piel peligro, joder, hasta daba miedo lo bueno que estaba. Entró con paso seguro y me observó, a mi o a Ambar, no estaba segura, endureció su mentón.. parecía enojado, ¿pero que pasaba aqui? Llegó hasta el final del salón y se sentó allí, sin nadie a sus alrededores. Vaya, cuanto misterio, el salón que hacia solo segundos eran pura plática se silenció de pronto.

Cortó el aire tenso una profesora, quien entró y se presentó:

—Buenas tardes queridos estudiantes del primer año de esta bellísima carrera. Veo que hay algunos recursantes y bueno, caritas que vemos todos los años. ¿Hasta cuando estarás en primer año Agustín? —bromeó la profesora. A lo que el aludido contestó:

—Hasta que se jubile doña prehistórica —no jodas. ¿En serio fue capaz de hacer ese mal chiste? Que idiota. Él y todos los que se carcajearon. Si habia algo que no soportaba eran esos tipos de burlas por lo que me paré y le dije a Agustín que, oh no, era el chico peligro, que tonta Sav, ahora debes hablar. ¿En qué lío me estaba por meter en mis primeros minutos en la universidad?

—Oye, tu.. Agustín. Ten más respeto por la profesora. Ubícate. —chico malo, alias Agustín, me miró de manera profunda, soltó un suspiro y dijo algo que me dejó helada.

—¿Tú me callarás niña? —y miró a la profesora, ignorándome— discúlpame Carlota por lo que dije, aunque sigo pensando lo mismo —vuelta todos a carcajearse. Susurré un idiota que creo que escuchó y volví mi vista al frente. La profesora, que ya sabía se llamaba Carlota, habló.

—Gracias señorita...

—Savannah —contesté rápidamente.

—Savannah, por defenderme de este terrible, él no cambiará más. Ya hasta comienzo a quererlo de verlo tantos años por los pasillos y por mis clases. Pero te agradezco enormemente por el respeto y defenderme. —asentí y comenzó su clase, presentándose ahora si, y dando una introducción a lo que sería de esa materia, me gustó mucho, Carlota es genial.

Al terminar la clases somos una de las últimas en salir con Ambar, ella me pasa su número telefónico y yo aprovecho a guardarlo en el móvil con calma para no toparme con don buenorro. Me da miedo que tomé represalias contra mi. Hasta me he olvidado de Aarón Soler por ese chico. 

Vamos ya por los pasillos, sin vistas de Agustín, por lo que me relajo y le pregunto a Ambar:

—¿Conoces al profesor Aarón Soler?

—Claro que si, ha llegado este año pero estudio aqui y trabajó años atrás como profesor de Historia del Diseño I y de Representación Gráfica.

—No lo sabia, es decir, pensé que era un escritor ermitaño, no se sabe mucho de él.

—Que va, se fue por problemas con Agustín y un par de estudiantes más. Pero no se mucho de eso. Tendrás que preguntarle a alguien que esté hace años aqui.

—Descuida, con esto me basta —ni ahiiiiiii... necesitaba saber más información, tenía demasiada curiosidad al respecto.

Nos dirigimos con Ambar a comprar refrescos cuando me topo de lleno con Agustín. Aqui vamos. Bien cliché.

—Ten cuidado por donde vas niña —dijo con un rostro indescifrable.

—Disculpa, y también va para ti ¿verdad?, digo, los dos nos tropezamos.

—Claro, niña —y se disponía a irse cuando lo tomé del antebrazo, sentí corriente eléctrica pasar por todo mi cuerpo desde la parte en la que nuestros cuerpos se unían, él también lo sintió, vi su reacción y luego una sonrisa se dibujó en su rostro, ladeó su cabeza, mirándome fijo y me dijo:

—¿Dime niña? —me solté de él bruscamente y le dije:

—No me digas niña, no lo soy.

—Lo eres —afirmó.

—No sabes mi edad, tengo... —me cortó para hablar, hay cómo comenzaba a molestarme que me hagan eso.

—No importa tu edad, eres una niña porque actúas como tal.

—¿Perdón?, ¿qué has dicho? —dije levantando un poco la voz. Ambar al ver tantas miradas hacia nosotros tres tiró de mi saco y me dijo:

—Sav, llamas mucho la atención. Vámonos por favor. —asentí y antes de irme le dije a un muy divertido Agustín.

—No vuelvas a llamarme niña. Te lo he advertido —mientras le hablaba lo señalé con mi dedo índice. Él tomó mi dedo y de un suave tirón me jaló hacia él, quedé a pocos centímetros y el muy cabrón se acercaba lentamente a mi, iba a besarme, ya podía sentir esos carnosos labios en mi, de idiota cerré mis ojos y los abrí inmediatamente al sentir su suave risa, tenía sus dos faroles oscuros viendome y cuando estaba por alejarme tomó mi nuca y.. ¿ya iba a besarme o qué?

Me dijo..

—Niña.

Me solté bruscamente de él y me fui furiosa, esta me la pagaría, nos vio media universidad haciendo el ridículo, mejor dicho ME VIO, ya que yo fui la tonta que me derretí por él. ¿Pero qué carajos me pasó? ¿Me drogó o que mierda? Cálmate Sav, tu no eres asi, tu no maldices a Dios y medio universo, ya basta. Traté de serenarme y con una Ambar muy divertida por lo sucedido nos dirigimos a la próxima clase, y yo me quedé sin mi refresco. ¡Maldición!

La necesitaría en esta clase...

...

Fin del capítulo, ¿qué les parece hasta el momento?

¿Alguna teoría?

¿Conocerá a Aarón?

¿Quién es Agustín?

¿Qué pasará con Tahiel?

Solo diré que son chicos que volverán loco a Sav 🥰😘

Breve aclaracion antes de irme: debido a que comencé a estudiar y tengo demasiadas materias los lunes y martes decidí publicar cada miércoles capítulos de esta historia, ya que si bien ya está terminada, al pasarla del word a aqui tengo que arreglar guiones, espacios, comas, etc.. eso lleva su tiempo y para hacerlo más tranquila lo pasaré a los miércoles que es cuando estoy más libre. Sin más, nos vemos el próximo miércolesssss 🥰😘

Me encuentran en instagram como:

ainhoa.vw

Alli subo spoiler de las tres historias, los espero alli ♡ :D

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