Buenas noches!!! 😊😊

Bienvenidos a un nuevo capítulo de esta historia, les dejo una canción que amo para acompañar la lectura

😊😊😊😻😘

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《Tahiel》

Estaba muy desilusionado, la noche anterior al fin pude hablar con Savannah sin filtro, sin nada que nos apresure, le abrí completamente mi corazón, y todo para nada porque ella... me dejará. No sé cómo dar vuelta las cosas, cómo revertir la situación y salir victorioso de todo esto, que ella me ame a mi y no al bastardo de mi hermano.

Hoy no puedo verla, estará todo el día ocupada con el hijo de puta de Aarón. ¡Hay Savannah! Si supieras... dejarla en manos de un tipo tan peligroso no me agrada en absoluto, pero no tengo derecho a impedirle que lo vea.

Por otro lado, en la noche debo ir al bar, me llamó Sophia urgente, espero que no se haya enterado de que fui a ver a mi chica, es lo único que me faltaba para terminar la maldita semana.

—Permiso —digo y entro a la oficina de Sophia, todavia no le he dicho nada por la mentira que me dijo acerca de acostarse con mi hermano, en la primera oportunidad que quiera acostarse conmigo lo sacaré a la luz.

—Hola Tahiel ¿Cómo has estado? Te veo muy poco por aqui.

—Si, ando un poco liado, tu.. ¿bien? —pregunto indiferente.

—Te extrañé muchísimo. Es interesante como has podido esconderte de mis hombres que te seguian por orden de Peter —dice y rodea el escritorio, acercándose a mi. Se sienta en el mueble, cruzándose de piernas y sigue hablando— ¿En qué andas metido Tahiel?

—En nada raro. Simplemente estoy harto de que me sigan a todos los malditos lados a los que voy.

—Redoblaron la vigilancia Tahiel, creen que los traicionas, René le está metiendo mierda en la cabeza a Peter. Y tu encima no te dignas a aparecer por aqui. ¡Hace días que no te pasas! ¡Acaso estas loco y quieres acabar con un tiro en la sien!

Sophia tiene razón en todo lo que ha dicho, pero desde que encontré a mi chica follando en la piscina con mi puto hermano no he podido pensar con claridad, esa maldita imagen me atormenta día y noche, no me deja descansar, estoy atrapado y hundido... muy hundido. Y no puedo culpar a nadie de mis tormentos, ni a mi hermano, pues, sin darme cuenta yo le facilité el camino follándomela en la fiesta, porque no folló conmigo, folló con Agustín... si simplemente hubiera tenido los cojones de decirle toda la verdad esa noche, nada de esto hubiera ocurrido.

—Yo... lo siento, he tenido problemas con mi hermano y otros líos más, pero no volverá a pasar, quiero y necesito salirme de esta mierda, y salir bien. No los estoy traicionando —sentencio.

—Eso me agrada de ti Tahiel —dice acariciando mi pecho por sobre mi sudadera negra— que sigues siendo puro y bueno a pesar de estar tan contaminado todo tu entorno. Te quedan dos trabajos más según mis cálculos ¿no es asi? —dice poniendose firme, asienti y vuelve tras su escritorio— ve con Peter, él te dará los detalles.

Me levanto y respondo:

—De acuerdo, iré con él.

—Te espera en la planta alta —me interrumpe— y Tahiel... espero que me sigas viendo cuando salgas de esto, sabes que si no es asi te lo haré pagar.

Joder, sé que significa aquello. O sigo viéndola y revolcándome con ella o me mandará matar. Debo terminar con esto e irme lejos, muy lejos con Savannah, de otra forma no podremos estar en paz.

—Lo tengo claro —dije y me marché sin mirarla siquiera.

Entré al bar, para pasar a la planta alta debia meterme en ese mugroso bar, en el camino me pararon unos cuantos conocidos para saludarme.

—¡Hey viejo! ¡Estás perdido! —dijo Elian, demasiado ebrio para la hora que era— Quédate, asi tomamos unos tragos juntos —a lo lejos vi a Renzo que me esperaba, le hice señas de que iria arriba y segui caminando en lo que le contestaba a Elian.

—Hoy no puedo, en otra ocasión.

—¡Uh! ¡Aburrido! —espetó y siguió bebiendo. El que estaba perdido eras tu Elian, la droga y el alcohol te perdió completamente.

Llegué a la escalera que me conduciría a la planta alta y los hombres de Peter, mi jefe, me dejaron pasar.

—¡Al fin se dignó a aparecer el niño bonito! ¡El mimado de mi hija Sophia! —me dice el muy cabrón. Finjo una sonrisa y me siento a su lado despreocupado, aunque cada parte de mi se mantiene alerta, de él no se sabe nunca qué esperar, aunque estemos rodeado de personas, era capaz de matarme aqui mismo.

—Aqui estoy, no me extrañen demasiado —intento bromear y Peter se carcajea, luego se enderesa en su lugar, toma su vaso con lo que creo es wisky y después de tomarlo de un sorbo me dice.

—¿Crees que puedes verme la cara de idiota? ¿A mi? ¿JUSTO A MI TAHIEL? —y me tome del cuello con fuerza. No pierdo la compostura y me muestro indiferente, si muestras miedo la cosa empeora, ya he sido testigo de aquello.

—Suéltame Peter. No hice nada de lo que deba arrepentirme. No te traicioné.

Me suelta y al fin respiro.

—A mi no porque no tienes cojones, ¡Pero si a mi hija maldito bastardo!

Mi sangre se hela, tira sobre la asquerosa mesa fotos de Savannah follando con Tahiel en el cesped, en la tumbona, en la habitación, en la piscina ¡Joder! ¡Cómo duele! No es lo mismo imaginarlo que verlo, esto es una completa mierda.

—¿Qué dices de esta mierda eh? —prefiero que todo lo de mi hermano salga a la luz que poner en peligro a Savannah. Aqui vamos, lo que tantos años traté de ocultar se descubrirá.

—No soy yo. —digo lo más indiferente que puedo. Su respuesta es reirse a carcajadas.

—¡Deja de verme la cara de idiota! —me espeta tomándome del cuello de mi sudadera, ¿que acaso no sabia hacer otra cosa más qur arrugarme la maldita ropa?— ¡Te atreves a negarlo!

—Lo niego porque no soy yo —espero no arrepentirme de lo que estoy a punto de decir— Es mi hermano gemelo.

Peter me mira estupefacto. Obvio no me cree.

—¿No tienes algo mejor? Porque esa gilipolles obvio no te la creeré —le hace señas a sus hombres para que me saquen, y sé muy bien a donde me quieren llevar. No puedo permitir que me golpeen hasta hartarse, por lo que con una mano pido que no me toquen y saco mi móvil, allí conservo todavia fotos de quien fue mi motivo de vivir día y noche. Joder, como duele su traición. Le muestro una fotografía de mi móvil y Peter flipa en colores.

—¡No me jodas! ¿Esto es real? Nunca vimos a tu puto hermano —espeta.

—Porque siempre fui cuidadoso. Nunca saliamos juntos por si me vigilabas. Imposible que te des cuenta quien salia de mi casa, si él o yo ya que somos idénticos.

—¡Joder, si! Necesito conocerlo.

—Ni de coña. No se meterá en esta mierda Agustín.

—Con que se llama Agustín... Mis respetos para él, por comerse tremenda hembra —dice observando las fotos de Savannah y me provoca matarlo ahora mismo.

—Sophia me ha dicho que tienes otro trabajo para mi —trato de cambiar de tema pero vuelve a lo mismo.

—De eso hablamos luego Tahiel. Ahora hay algo más importante. Quiero conocerlo, quiero hablar con tu hermano, creo que ahora que tú te vas, él me seria de gran ayuda.

—Ni en sueños Peter. Si lo he mantenido en las sombras todos estos años no ha sido para que se mezcle en esta vida. Él no saldrá con vida de esto, no quiero eso para él.

—Entiendo tu punto, pero él me seria de mucha ayuda y lo sabes. Son clones, joder. Todavia no me hago a la idea de perderte. Eres de mis mejores hombres.

—No metas a mi hermano en esto. Déjanos en paz. Dame los dos trabajos que necesito para largarme y busca a mejores hombres que yo. Sabes que los encontrarás en un chasqueo de dedos.

—Me extraña que quieras verme la cara de idiota. Sabes que no es asi. Eres de mis mejores hombres, eres casi diria que irremplazable, haces tu trabajo tan meticulosamente bien que sale siempre a la perfección, menos uno, el de la fiesta, en cual casualmente la chica que se revolcaba en esa mansión como una vil perra salió ilesa y no pudieron secuestrarla.

Joder. Mil veces joder. Estaba en el horno. Tragué grueso y Peter continuó hablando.

—Saldrás con vida de aqui solo porque mi hija te ama. No sé que coño le has hecho, si le lavaste el cerebro, tienes la polla de oro o qué te vió, pero te quiere con vida y a su lado, y me voy a encargar de que sea asi luego de esta última misión que te encargaré.

Quedé en shock, no solo estaba a un paso de la libertad, sino que estaba atada de por vida a Sophia. Debia convencer a Savannah e irnos de aqui, esto se estaba complicando y no queria ni perder mi vida, ni meter a Agustín en esto, ni perder a Savannah.

—¿Solo un trabajo más? Uno más y soy... ¿libre? —contesté como pude.

—Si, solo uno. Quiero que te comprometas con Sophia en la gala a beneficio que hago en siete días. Allí le das el mejor de los anillos —me entrega una caja roja que supongo contiene la joya— te arrodillarás frente a todo el mundo y le propondrás matrimonio.

—Joder, no —dije en cuanto pude— no puedo atarla a mi si no la amo.

—Pues la amarás Tahiel. Ella te idolatra, es bonita, codiciada por altos e influyentes hombres y ten por seguro que te arruinaré completamente si no la haces feliz.

—¡No puedes imponerme a quien he de amar, con quien me casaré y formaré mi puta familia! —me arriesgué demasiado al gritarle, pero no permitiría que ocurra algo asi— no te equivoques tu conmigo, en el trabajo tu mandas, en mi vida ¡No!

Me tomó del cuello... otra vez, pero esta vez del cuello, no de la ropa... apretando con fuerza y sin piedad, me levantó unos milímetros del suelo y siseó:

—¡Quién rayos te crees que eres para hablarme asi maldito don nadie! —sentía la respiración pesada, el aire comenzaba a faltarme, los pulmones a fallarme y el pulso a desvanecerse. Este maldito hijo de perra me iba a matar asfixiado, con ambas manos intenté safarme, pero nada. Juro que estaba a punto de desmayarme cuando el muy condenado me soltó y dijo— harás lo que te digo si no quieres morir en un puto sanjón. Quién en sus putos cabales desperdiciaría la oportunidad de ser rey.

No tenía fuerzas para seguir hablando, solo opté por salvar el puto culo de mi hermano. Otra vez.

—Solo no toques ni mires a mi hermano, él no será parte de este mundo tóxico de mierda.

El muy cabrón sonrió ante mi respuesta y dijo:

—No contactaré con tu hermano y me mantendré alejado de su chica, ya hemos atacado a esa familia por otro lado, los dejaremos en la quiebra sin tocar a Savannah Maxwell, pero tú manten feliz y bien atendida a mi hija. Si llora y es infeliz por tu puta culpa las pagarás Tahiel.

Ya no tenía idea de que mierda hacer, me decidí a asentir y a bajar de esa maldita primera planta.

El humo, alcohol, música y drogas impregnaba mi cuerpo y todo mi ser, me sentía en un limbo, no sabía que coños hacer. Me rehusaba a vivir mi vida junto a Sophia... ¡No la amaba! Y tampoco podría ver a Savannah con Agustín. La vida siempre fue una mierda conmigo, hizo y deshizo a su antojo, dándome cual saco de boxeo... pero en esta jugada del destino, la vida fue una hija de re mil puta conmigo, y no encontraba salida a todo esto. Sentía que me faltaba el aire y esta vez no era Peter el que me ahorcaba, era la puta vida, que una y otra vez me demostraba que yo no la controlaba y se burlaba en mi cara.

Llegué a mi apartamento y me duché con agua fría, me sentí de maravilla, me acosté a descasar, 1 pm, ya lo necesitaba y mi móvil comienza a sonar, es Savannah... mi chica.

Respiro profundo, limpio unas lágrimas traicioneras que han caído por mis mejillas, cuento hasta tres y contesto:

—¿Hola?

—He.. —su voz, su maldita voz era una bálsamo para mi herida— hola Tahiel, disculpa que te moleste a estas horas... he.. yo...

—No me molestas Savannah —decidí ayudarla, estaba muy abochornada por llamarme, mi corazón se saltó un par de latidos, ella me ama, lo sabia— también queria llamarte ¿Qué tal fue tu día?

—He... bien... eso creo, verás.. no hice he... nada productivo en todo el maldito día, solo el taller literario y vine a mi apartamento, estaba muy cansada.

Sonreí sin que se escuche. Moría con su tartamudez. Mi Savannah estaba nerviosa.

—¿Por qué amor? —se me escapó— yo... lo siento, no me acostumbro a no llamarte asi... como lo que eres. Mi amor.

Ya está, se lo dije, no me guardaría nada más.

—Yo, he extrañado que me llames asi —dice en un arrebato.

—¿Hablas en serio Savannah? —digo en un hilo de voz— ¿Lo extrañaste tanto como yo decirtelo?

—Estoy confundida. Fue un arrebato de mi parte, no me hagas caso Tahiel.

—¿Que no te haga caso? Por un momento he sido el hombre más feliz del universo. No me digas que no te haga caso, pues no lo haré. Me extrañas tanto como yo a ti. ¿Puedo ir a verte?

—¿Tu quieres? —contesta toda tímida.

—Si amor, déjame ir a verte.

—Ven —contesta— pero no pienses raro, yo... solo extraño tu compañia.

—Y yo la tuya Savannah. En quince minutos estoy.

—Te espero.

Colgué con una sonrisa de oreja a oreja.

Lo que nunca imaginé es que tendría esta visita a estas horas.

Joder, no llegaría en quince minutos. Savannah se terminaría cansando de mi.

...

Fin del capítulo de hoy

¿Qué les pareció?

Se vendrán unos capítulos fuertes... asi como me encantan a mi. Estan advertidas jajaja

🥰😘😘

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